Una família muy incestuosa

Incesto, orgias y sexo a todas horas es el pan de cada dia en esta familia tan especial. Padre, madre, dos hijas y un hijo... y las visitas!

En mi familia siempre hemos sido sexualmente muy desinhibidos. Mi mujer y yo, desde siempre hemos gozado del sexo, en pareja y con mas gente, con total normalidad. De hecho, yo conoci a Mari Luz, mi mujer, en Ibiza, en los 60, cuando ambos viviamos en una comuna hippie donde compartimos cama y drogas con 6 o 7 personas mas durante casi un año.

Mis hijos siempre han visto el sexo como algo habitual en casa asi que ellos tampoco han tenido ningun problema al respecto.

Tengo 3 hijos : dos chicas, de 25 y 19 años y un chico de 21.

La mayor es Maria : es muy atractiva y muy segura de si misma. Ademas es muy inteligente y con un humor muy "britanico", pero tal vez es la mas reservada y tranquila de la familia.

Juan es un chaval de 21 años, esta en plena ebullicion hormonal y las chicas le duran poco. Y fisicamente está hecho un adonis.

La pequeña, Ines, es una autentica calentorra. Se trae los chicos de dos en dos e incluso algun dia nos ha traido a 3 tios, o alguna tia, para montarselo en su habitacion.

Hoy el dia ha estado muy bien : era viernes por la tarde, y Inés llegó con tres tios . Mi mujer y yo estabamos en el comedor, follando mientras veíamos una peli porno que me he bajado de internet, de sexo en grupo.

Inés entró y nos saludó :

  • Papi, mami ! Subo a mi cuarto con estos amigos ! Os pillo unos cuandos condones, vale?

  • Dejanos un par o tres, cariño ! - contesté yo

  • No se si quedan en el vater. Mira en el cajon de tu hermano! - dijo mi mujer con cierta dificultad debido a los empujones de mi rabo

Ines paso por detras nuestro, me dió una palmadita en el culo y me soltó, riendo:

  • Venga campeon, dejala contenta !

Y todos nos reimos.

Ella subió y no tardamos en oir como crujia la cama de mi hija.

  • Es una autentica ninfómana ! Ha salido a su madre ! - dije sin parar mi metesaca particular...

Ya me iba a correr, asi que le dije a mi mujer si queria que me corriera en su coño o en su boca.

  • Trae, trae ! Que esto son proteinas !

Me vacié en su boca y cuando mi mujer aun se estaba terminando la merienda llegaron Maria y Juan del trabajo. Ambos trabajan en el Zoo de nuestra ciudad.

Maria es veterinaria y Juan, que esta estudiando informatico, es becario en el dept. de soporte del Zoo.

  • Buenas tardes - dijeron.

  • Que hay para merendar, a parte de polla, mama? - soltó Maria, con su habitual sentido del humor.

  • He hecho natillas pero son para cenar. Ah, y no toquéis nada del congelador, que he hecho un consolador de hielo para vuestra hermana, y lo podriais romper.

  • Es verdad, es su cumpleaños ! - soltó Juan

  • SI, - dije yo,- y creo q lo esta celebrando en su cuarto.

  • Cuantos se ha traido esta vez? - pregunto Maria, burlonamente

  • Tres tios - dijo mama

  • Solo? Estara cansada de toda la semana! - y todos volvimos a reir.

Maria y Juan se desnudaron. En casa casi siempre andamos desnudos. Como nos ponemos en el tema en qualquier momento, la ropa molesta mas que otra cosa.

Nos pusimos en el sofa a terminar de ver la peli porno aquella. Mi mujer se puso entre mi hijo y yo, y Maria se sentó en el otro sofá. Al estar entre los dos, nos empezó a pajillar, al ritmo de los polvos de la tele. Maria, por su lado, ya tenia el consolador grande que siempre tenemos en la mesita del comedor, y estaba alimentando su conejo.

  • Me he puesto cachonda, - dijo,- voy a ver si le sobra alguna polla a Ines...

Se subió para su cuarto y nos quedamos mi hijo, mi mujer y yo. Yo aun estaba a media asta, por el polvo que me acababa de pegar, pero mi hijo ya estaba como un cañon. Como mi mujer vio que no reaccionava, dijo :

  • Bueno, tu a lo tuyo que Juan y yo nos arreglamos!

Y se puso la polla de su hijo en el culo. Luego cogio el consolador que Maria habia dejado en el sofá y se tapo el coño.

Como vi que mi mujer y mi hijo se las arreglaban bien sin mi, subí a pegarme una duchita. Pasé por delante del cuarto de Ines y me entretuve pajeandome, un poquito, viendo como Ines y Maria se morreaban, Ines con una polla en cada agujero, y Maria enculada por uno de los tres, diria yo que el que mas gorda la tenia.

  • Ven, papa! - me dijo Ines, a la que siempre le gustaba que yo participara de sus fiestecillas.

  • No, que ya teneis lo vuestro !

Maria insistió : - Ven, hombre, que te vas a correr en el parquet y ya sabes como se pone mama con las corridas por el suelo

  • Bueeeeno- dije yo. Me acerqué a ellas y dejé que me la chuparan hasta hacerme soltar un poco mas de leche. Estaba ya por correrme cuando ví que uno de los amigos de Ines, el que estaba en su culo, empezava a gemir. Pensar que le estaria llenando de crema el culo a mi hija me dio el empujón final y solté una lecharada en la cara de mis dos hijas, que como aun no habian merendado, no dejaron derramar ni una gotita.

Los dos tios que quedaron tambien se salieron, y mientras Maria me terminaba de limpiar la polla, Ines se tumbó bocarriba para que los dos que faltaban la alimentaran con su nectar.

Mucho se tuvieron que correr para que mi hija, que normalmente no suelta ni gota, tuviera toda la cara medio llena de leche. Maria, que le encanta el semen, le empezó a lamer la cara a su hermana y luego recordo que se le habian corrido en el culo. La giró y le dijo, "venga, suelta la leche que te ha quedado en el culito"

Inés, que ya sabia los gustos de su hermana mayor, se habia apretado el culo para que no se derramara la corrida de su amigo. Ahora ya estaba su hermana con la lengua entre el coño y el culo, y ella se podia relajar. La leche salió a borbotones y Maria chupaba como un gato bebiendo leche. Cuando ya casi no salia nada, Maria le puso un dedo en el culo a su hermana, para que quedara bien limpito. Todos limpios, nos bajamos a la piscina.

Primero una duchita en el patio, porque sino luego el agua daba autentico asco. Y luego todos a la piscina.

Mi mujer y mi hijo, que ya habian terminado hacia un rato, ya estaban tumbados al poco sol del atardecer que quedaba en aquella tarde de junio.

Estabamos todos tumbados en el cesped cuando sono el timbre de la puerta.

  • Debe ser Julia, - dijo Inés. Julia es la mejor amiga de Ines : se lo cuentan todo,comparten tios e incluso con bastante frecuencia las he visto montandose unos

lesbicos de autentico escandalo.

Efectivamente, entro Julia de la mano de Inés.

  • Hola a todos, familia ! - nos saludó. Todos nos acercamos a ella a saludarla y como hacemos siempre, al ir a darle la mano, ella me cojio el pene y lo sacudió como si fuera mi mano!

  • Buenos dias, Ramón., me dijo, con mi polla en su mano.

Y luego girandose hacia mi hijo, dijo : Hombre, si está aqui Juan, mi rabo preferido!

Se dieron dos besos y Ines dijo : "Os tengo que enseñar algo que os va a molar cantidad! "

Julia era la unica que quedaba vestida, asi que se desnudó completamente, y pudimos descubrir su "sopresa". Se habia rasurado completamente ! Le quedaba el coño precioso!

  • Te has rasurado, waw ! - dijo Juan.

  • Si, y me he puesto un pearcing en el clítoris, mirad ! - dijo, abriendose un poco los labios vaginales.

Efectivamente, tenia un pequeño cascabel colgando del clitoris. Era realmente precioso.

Todos queriamos probarlo, asi que uno en uno, todos le pegamos un par o tres de lametones a aquella campanilla, que cuando le pasabas la lengua tenia un sabor metalico delicioso y emitia un dring-dring de lo mas divertido.

Supongo que los 15 o 20 lametones que entre todos le pegamos la pondrian cachonda, porque se puso a 4 patas y pidio que un par o tres de valientes la saciaran.

Como vi que los mas jovenes se ofrecian, yo me quedé tumbado viendo el entretenido espectáculo. Julia, al igual que inés, era una autentica loba : le atacaron las tres pollas de los amigos de Ines, mas la de mi hijo. Pues ella se puso a comerse los 4 rabos y cuando los tuvo herguidos, se puso a Juan en el culo, dos chavales en el coño y siguio comiendo la polla que quedava huerfana.

Los 4 se corrieron en su estómago y sus tetas y, allí estava mi hija maria, para limpiar los desperfectos.

No se como le puede gustar tanto la leche a maria...

Tomamos un rato el sol y al poco rato vinieron los invitados. Primero llegaron Miguel y Rosa, nuestos vecinos de justo al lado, son una pareja un poco más joven que nosotros, sin hijos. Y luego 3 amigas de Inés que no conocíamos (una acompañada de su novio) y Paolo, un chico gay, majísimo, amigo de Inés y Maria de hace mucho tiempo.

Con Miguel y Rosa hay confianza porque han venido muchas veces a nuestra casa a cenar y a hacer intercambios. De hecho, Miguel es bisexual igual que yo. O un poco más, porque, todo hay que decirlo, a mi que me den por detrás no me hace ni fu ni fa... no me molesta pero tampoco me excita en especial. En cambio, a Miguel le gusta de vez en cuando ser penetrado. Como su jardín y el nuestro estan juntos, ellos se añadieron a la fiesta por el jardin de atrás, directamente en pelotas, riendo.

Los demás invitados conforme llegaban (ya estaban advertidos de cómo funcionamos en nuestra familia) ya se iban despelotando, también, porque con el calor y la piscina, la verdad es que apetecía.

Estuvimos relajadamente jugando a voley en equipos dentro de la piscina eso sí, sin escatimar magreos y roces constantemente. Marta y Sara, las dos amigas de Ines parecía que compitieran por cual de las dos tenía las mejores tetas. Las de Marta eran un pelín más grandes pero eran los dos pares, perfectas.

Y la sorpresa del dia fue Luís, el novio de la tercera amiga de Inés, que tenía un pollon como yo no había visto en la vida. Fué la sensación de la tarde!

Al salir de la piscina sacamos el pastel que mi mujer había coronado con el consolador de hielo que le habíamos preparado con cariño. Era, de hecho una pieza de hielo que con paciencia mi mujer talló en forma de falo, pero era de broma : era demasiado grande para el coño aun joven de Inés.

Sopló las velas y cerró los ojos como pidió un deseo.

Y mientras le cantabamos el cumpleaños feliz ella dijo : "vamos a ver si los deseos se cumplen" y cogió el consolador de hielo y empezo a lamerlo arriba y abajo.

Con el calor que hacía se iba derritiendo muy poco a poco pero Inés estaba decidida a meterse toda esa barra antes de que se descongelara del todo.

-María, ayudame - le pidió a su hermana.

  • No vas a poder, Nes, es muy grande! - dijo - esto no le cabe ni a mamá!

Entre las dos colocaron el consolador en una de las sillas de madera del jardín. Inés roció el pene helado con agua natural, para hacerlo menos áspero y María lo sujetó con dos manos ante la atenta mirada de los presentes que animábamos a mi hija.

Inés se colocó la punta en la entrada de su vagina y se empezo a frotar el clítoris para lubricar y facilitar la entrada de aquél mastodonte helado.

Contra todo pronóstico, poco a poco, el coño de la salvaje Inés fue devorando aquélla barra mientras ella no paraba de jadear. Cuando los labios vaginales entraron en contacto con las manos de Maria, que hacian de tope y de soporte del consolador, todos aplaudimos y vitoreamos a Inés ! Qué campeona!

Ines se salió y recuperandose del esfuerzo dijo :

  • Estaba helado! - y todos nos reímos. - Ahora necesito algo caliente o se me va a costipar el chichi! - Luis, quieres metermela?

Luis miró a su novia pidiendo su aprovación, y esta, riendo, le soltó :

  • Dále, dále! Que con lo que se acaba de meter ésta, por muy gorda q la tengas no la va ni a notar!

Luis, riéndo, se empezó a sacudir el nabo,que aun tenía fláccido, y acercándose a Inés, se la clavó entera de golpe!

-que coño mas fresquito !! Tenéis que provarlo! - Y empezó un metesaca a Inés que todos entendímos que era el pistoletazo de salida a ponernos a follar para celebrarlo.

Mi mujer, mis vecinos y yo nos metimos en la piscina y empezamos a comernos los unos a los otros. Yo llamé a Paolo para que le diera un repaso a Miguel, que estaba con el culo en pompa comiendole la raja a mi mujer.

El cesped del jardín era un espectaculo : Inés y María estaban en posición de perrito, una de cara a la otra, y los chicos iban pasando  ollandoselas por todos los agujeros. Luis, que ya se había corrido en la espalda de Inés, estaba ahora entretenido con su novia y con Sara y Marta.

Qué cabrón, pensé , viendo como les comía las tetas a las dos. Al cabo de nada, Sara le estaba haciendo una cubana.

Los polvos y enculadas se sucedieron hasta que empezó a hacerse de noche. Inés con leche en el pelo, en las tetas y en toda la cara, se acercó a mi y dándome un beso en los labios me dijo :

  • Ha sido el mejor cumple de mi vida papá! Sólo me ha faltado un poquito de tu leche calentita !

Y quien le puede decir que no a una hija?

pero eso ya es otra historia...