Una Familia Especial: Pies y Vino

Unas vacaciones en los viñedos de mi Tia Angela, probando el vino y los pies de ella, mi prima y mi hermana..

Una Familia Especial: Pies y Vino

Me llamo Maximiliano, tengo 32 años y vivo en Buenos Aires, Argentina. Soy fetichista de los pies femeninos y el trampling.

La historia que les voy a contar sucedió cuando tenia 23 años. Era verano y mi tía Angela nos invito a mi hermana y a mi a pasar unas semanas a la casa de ella que queda en Mendoza. Mi hermana por entonces tenia 22 años es morocha, ojos verdes, el pelo negro que le llega hasta la cintura, un cuerpo bien formado y unos pies muy bonitos, pues siempre usa zapatos en los cuales deja gran parte de sus pies a la vista y yo no me privo de mirarlos.

Tomamos el micro y luego de un largo viaje llegamos a la casa de mi tía Angela, nos recibió mi prima Candela de 21 años, pelirroja, ojos marrones, unos pechos espectaculares pues su medida es de 110, y por supuesto unos pies muy bien cuidados, casi siempre con sus uñas pintadas de rojo, lo que a mi siempre me exita.

Ella nos saludo y nos dijo que Angela estaba en los viñedos viendo la calidad de unos vinos, nosotros nos acomodamos, mi hermana se fue con mi prima y yo una vez que deje mis cosas decidí ir a buscar a mi tía para saludarla. Al llegar a los viñedos me quede un rato apreciando a mi tía sin que ella se diera cuenta, pues estaba descalza, con un minishort y una remera ajustadísima que denotaba que no llevaba sosten, ella tiene 40 años, pelo castaño claro, ojos marrones, un cuerpo bien formado y sus pies son de amplias plantas y dedos largos, muy bonitos.

Cuando ella se percato de mi presencia vino a mi y me saludo con un abrazo y un beso, a lo que yo le respondí con un beso y diciendole que la había extrañado mucho y que realmente se encontraba muy bonita. Le pregunte si necesitaba que la ayude en algo y ella me dijo que la acompañara que tenia que controlar la calidad de unos vinos así de paso aprendía algunas cosas sobre el tema.

Ella me mostraba los diferentes tipos de vino, pero yo aunque le prestaba atención no podía dejar de mirar sus pies que tanto deseaba poder besar, en un momento llegamos a un lugar en donde había unas grandes tinas con racimos de uvas y yo le pregunte si ahí hacían el clásico vino patero, como para ir entrando en tema, ella me dijo que si y me pregunto como sabia de ese vino, yo le conteste que una vez había visto en televisión un informe sobre como se preparaba el vino y que me había gustado la forma en que lo hacían.

Ella me pregunto que era lo que me gustaba , a lo que yo le dije que el ver a mujeres descalzas pisar las uvas hasta sacarles todo el jugo me parecía exitante, fue entonces cuando me dijo, con cara de que ya entendía por donde venían mis gustos, si quería ver el preparado del vino en ese momento, yo asentí con la cabeza.

Ella dejo unos papeles que llevaba y se introdujo en las tinas con racimos de uva, comenzó a aplastar las uvas y sus pies comenzaron a inundarse de jugo, yo no dejaba de mirar sus pies, me preguntaba si me gustaba lo que estaba viendo, yo le decía que me gustaba mucho. Habrá estado unos 10 minutos aplastando las uvas durante los cuales no deje de mirarle los pies, deseaba probar esos pies bañados en jugo de uva, entonces le pregunte si podía probar ya el vino a lo que mi tía me dijo que todavía no estaba preparado para probar, pero yo insistí y ella accedió pero con una condición, que lo probara de sus pies porque había notado como se los miraba y que si así lo hacia era porque me gustaban, yo no podía creer era mi tía eran sus pies que tanto había deseado.

Me acerque me senté enfrente de ella y elevo sus pies hasta posarlos en mi cara, abrí la boca para pasar mi lengua por ellos, el sabor era muy especial, me gustaba, era una mezcla entre sudor y vino, pasaba la lengua por toda la planta, ella la estaba pasando muy bien, lo notaba en su cara, ella apretó mi nariz con los dedos de un pie para que lo huela y yo al no poder respirar tuve que abrir la boca, fue cuando introdujo el otro pie hasta donde pudo en mi boca diciendome: "me exita que me chupes los pies", así que chupa y huele mis pies, recorrí con mi lengua cada rincón de sus pies, la situación era muy exitante: yo chupando los pies a mi tía en los viñedos de su casa ante la posibilidad de que entre alguien y nos encuentre en esa situación, pero a mi no me importaba, había deseado tanto besar, lamer y chupar esos pies que no perdería la oportunidad.

En un momento mi tía noto mi erección debajo de mis pantalones, poso un pie en ella y comenzó a frotarme el pene, yo no aguantaría mucho mas, así que le dije que me iba a correr a lo que ella me respondió que lo hiciera en sus pies apresando mi pene con sus dos plantas, yo no pude mas y eyacule en sus pies inundandolos de semen, ella pareció satisfecha pues enjuago sus pies en la tina, me dio un beso, me dijo que la había pasado muy bien, que se había exitado mucho y que le gustaría repetirlo en otra ocasión.

Yo le dije que cuando ella quisiera lo haríamos. A la noche, durante la cena nos cruzamos miradas con mi tía, yo recordaba lo sucedido por la tarde y eso me provocaba otra erección que trataba de ocultar pues ahí se encontraban mi hermana y mi prima.

Al terminar la cena mi tía se levanto primera para llevar unos platos a la cocina y yo me quede en la mesa con mi prima Candela y mi hermana Paola, hablaban entre ellas, cuando decidí levantarme mi prima me dijo que esperara que ella y mi hermana querían hablar conmigo, que las acompañara a su habitación. Las acompañe, la habitación de mi prima esta en el primer piso de la casa, es bastante amplia, posee un gran armario, la cama y una mesa en donde tiene la computadora.

Entramos, mi hermana se sentó en la silla de la computadora y mi prima y yo en la cama, les pregunte de que querían hablar y fue Candela quien me dijo que por la tarde habían estado caminando cerca de los viñedos con mi hermana, que vieron como le chupaba los pies a su mama y que si no quería que se entere su papa, o sea mi tío, que estaba en un viaje de negocios y volvía dentro de unas semanas, tenia que hacer lo mismo con ellas, yo les dije que lo haría porque no quería tener problemas con mi tío, pero en realidad lo hacia porque sus pies me exitaban mucho e iba tener la posibilidad de lamerlos.

Mi hermana cerro la puerta de la habitación, mi prima me dijo que me recostara en el piso al lado de la cama, ella se sentó en la cama, mi hermana en la silla del otro lado de donde estaba mi prima, llevaban puestos unos zuecos con plataformas que dejaban ver sus pies en gran parte, entonces mi hermana le dijo a mi prima que una vez había visto en una revista como unas mujeres se paraban arriba de un hombre, pisando y aplastando con sus pies, primero calzados y luego descalzos y que tenia ganas de practicarlo en ese momento, a lo que Candela le respondió que le parecía una muy buena idea y que era una forma de castigarme por lo que había hecho con su mama.

Primero se paro mi hermana, la de la idea, puso un pie en mi pecho, el otro en mi cara y para no caerse se apoyo en la silla. Luego mi prima se paro en mi estomago, se apoyó en mi hermana y me aplastaron un buen rato entre las dos, en todo momento me decían que ese era el comienzo del castigo que me propinarían, luego se descalzaron, me dijieron que debía desnudarme y recostarme nuevamente en el piso, ahora se pararon encima mío pero descalzas, mi hermana puso sus dos pies cubriendo toda la cara diciendo que debía lamerle las plantas, mi prima al ver mi erección decidió poner una pie sobre ella, aplastando el pene y el otro sobre mi pecho, al ver como este crecía bajo su pie mi prima Candela le dijo a mi hermana: "Realmente le gusta esto a tu hermano!", y mi hermana Paola le contesto: "Si, mi hermano tiene estos gustos por los pies femeninos".

Y ante mi asombro agrego: "Una vez vi entre sus pertenencias unas revistas y unos videos sobre fetichismo de pies y trampling, descubriendo así los gustos de mi hermano". Yo no podia creer que mi hermana supiera de mis gustos por los pies femeninos, pero no me importaba , quería seguir bajo sus pies y los de mi prima.

Mi hermana apretó mi nariz con dos dedos de uno de sus pies, lo que provoco que al no poder respirar abriera la boca, aprovechando ahí para introducir el otro pie en mi boca tanto como le fue posible, tenia el rostro deformado por los pies de mi hermana, mi prima se bajo de encima mío y se paro sobre los pies de mi hermana, yo no podía aguantar mas, me estaban aplastando la cara, tenia cuatro pies en mi cara y mi erección no se bajaba.

Al ver esto mi hermana decidió que era hora de ordeñarme, se bajaron de mi cara, ella tomo mi pene con sus dos pies y comenzó a frotarlo con gran fuerza, en un momento apretaba con un pie mis testículos y con el otro frotaba mi pene subiendo y bajando por el mismo, mi prima tomo una botella de vino que había traído de sus bodegas, la abrió, elevo uno de sus pies, comenzó a volcar el vino en el de manera de que quedara todo impregnado, me dijo: "ahora debes probar mis pies como lo hacías hoy a la tarde con mi mama", yo abrí la boca , con mi lengua empece a recorrer toda la planta del pie, ella lo estaba disfrutando y mi hermana no paraba de frotarme el pene con sus dos pies.

Mi prima introdujo uno de sus pies en mi boca tanto como pudo y con el otro acariciaba mi cara, yo no tarde mucho en eyacular, las dos chicas parecieron satisfechas, me dijieron que me vistiera, que por hoy el castigo había sido suficiente y que cuando me lo pidieran debía estar a sus pies para complacerlas, yo me cambie, me fui a mi habitación a descansar un rato y ellas decidieron irse a bañar las dos juntas.

Al día siguiente cuando me cruce con las chicas se rieron de forma cómplice, pues sabían el poder que tenían sobre mi de hacer lo que quisieran y yo no podía negarme pues no quería tener problemas con mi tío.

Yo no podía dejar los pies de mi tía por temor a lo que me hicieran mi hermana y mi prima, y mi tía Angela parecía que tampoco quería que yo dejase de lamerle los pies, pues cada vez que nos cruzamos me provocaba con sus movimientos, uno de esos días yo no aguante mas y le dije que deseaba sus pies, que quería lamerlos, besarlos y chuparlos, a lo que ella accedió pero me dijo que le había gustado la forma en que lo hicimos la otra vez y que en esta oportunidad le gustaría darme de comer con los pies.

Cuando fuimos a la cocina, pues ahí están los alimentos, nos cruzamos con Candela y Paola, y ellas nos miraron y preguntaron a donde íbamos, mi tía les contesto que yo tenia ganas de comer, que ella me iba a alimentar de una manera especial, a lo que las chicas le pidieron a mi tía si nos podían acompañar, mi tía me miro y al ver que yo no me negaba decidió que vinieran.

Al llegar a la cocina mi tía les comento a mi hermana y a mi prima sobre mis gustos por los pies femeninos, que la forma especial de alimentarme seria con sus pies, ellas le contestaron que ya sabían de mis gustos y que si podían sumarse a ella para darme la comida con sus pies, mi tía ni lo penso diez segundos y les dijo que si.

Me ordenaron desnudarme, sentarme en el piso, tomaron un pastel de chocolate, lo colocaron en piso al lado mío, se descalzaron y fueron hundiendo sus pies en el pastel de manera de que quedaran cubiertos totalmente de chocolate, fue mi tía la que decidía todo, primero debí lamer los pies de ella hasta que no quedase un solo pedazo de pastel, el sabor era espectacular pues sus pies sudados mezclado con el chocolate era una delicia, después tuve que recostarme en el suelo y fueron mi hermana y mi prima quienes se peleaban por meterme los pies en la boca para que comiese, debí lamer sus pies hasta que decidieron que estaban limpios, yo tenia sed después de comer tanto, mi tía tomo una botella de vino y me dijo: " Tienes sed, ahora te la vamos a quitar con nuestros pies", derramo el contenido de la botella en sus pies mientras los ponía sobre mi boca, así el vino caía en mi boca después de recorrer sus piernas y pies.

La situación era terriblemente exitante para mi, estaba desnudo comiendo y bebiendo de los pies de mi tía, hermana y prima, mi erección se hacia notar, mi hermana le comento a mi tía sobre mi otro gusto, que me pisen, mi tía accedió y fue la primera en pisarme, decidió hacerlo sobre mi cara, me cubrió por completo con sus plantas, mi hermana siguió, se paro sobre mi pecho ejerciendo una gran presión, finalmente mi prima puso un pie en mi estomago y el otro en mi pene, mientras me pisaban me decían que eran superiores, que por eso debía estar bajo sus pies, que cuando ellas lo decidieran yo tendría que estar a sus pies y que mas adelante me presentarían a sus amigas para que ellas también sintiesen lo que es tener a un hombre bajo sus pies.

Siguieron encima mío un buen rato, mi tía metió uno de sus pies en mi boca para que le chupase los dedos y con el otro pie tapo mi nariz para que lo huela, mi hermana y mi prima se sumaron a ella y pusieron sus pies en mi cara, tenia seis pies que se paseaban por mi rostro y se peleaban por entrar en mi boca para ser lamidos, mi tía al notar que yo no aguantaría mucho mas quito sus pies de mi cara, tomo mi pene con sus dos plantas, comenzó a masturbarme, les pidió a las chicas que se ocuparan de mi cara y boca con sus pies, que ella se encargaría de ordeñarme, estuvieron así como cinco minutos, pues fue el tiempo que aguante hasta eyacular en los pies de mi tía, se sumaron mi prima y hermana para que sus pies fueran cubiertos de leche también, apretaron entre las tres hasta sacarme la ultima gota, decidieron que debía limpiarles los pies con mi lengua.

Tuve que lamer mi propio semen hasta que sus pies quedaron limpios, una vez que termine me dejaron ir no sin antes decirme que la habían pasado muy bien, que era un excelente lamedor de pies y que en cualquier momento inventarían mas juegos con sus pies, yo les agradecí, les respondí que estaba totalmente dispuesto para realizar esos juegos cuando ellas quisieran.

Al terminar esas vacaciones, con mi hermana, nos despedimos de mi tía y prima, quienes me saludaron diciendo que pronto ellas vendrían a mi casa a visitarme para pasar unos días, yo estaba muy exitado pensando en esa visita, mi hermana lo noto cuando volvíamos en el micro, y cuando los demás pasajeros dormían durante el viaje me dijo: "Para que no tengas que esperar a la tía y a Candela para lamer pies, acá tienes los míos", se descalzo, poso un pie en mi cabeza para que estuviera derecha y con el otro recorrió mi rostro, lo introduzco en mi boca para que le lamiese los dedos y solo lo quito para que le pase mi lengua por su planta.

Estas fueron una de las mejores vacaciones que tuve, a los que quieran saber sobre Fetichismo de Pies o Trampling, hacerme algún comentario sobre este relato o tal vez revivir esta historia lo pueden hacer contactando conmigo a: Lamepies83@hotmail.com o a Maxi_3773@hotmail.com

Maximiliano "El Lamepies de Mujeres"