Una familia de sumisos (2)
Asi sigue nuestra morbosa historia familiar.
Una familia de sumisos II
Todo cambio en casa, un nuevo hombre, un verdadero hombre mandaba ahora en ella, oscarcito solo vestía como sirvienta y esa era su tarea diaria, yo hacia todos los mandados y la compra de ropas súper eróticas y especiales para las mujeres, el negocio al que asistía para eso ya sabia de mi condición y siempre me presentaba de parte del macho de las mujeres de mi familia, lo que divertía a las vendedoras, a quienes nuestro amo también tenia de amantes ocasionales
Daniela vivía cambiándose para estar presentable ante la cámara de la pc , según requirieran los amigos de Marcelo , otras de sus tareas era armar reuniones para ver películas de las porno comerciales y lesbicas donde eran protagonistas mis hijas , yo repetía lo de los cines y mi boca satisfacía a los asistentes mientras las miraban , una ves terminadas las películas disponían a su gusto de mi esposa , previo pago por su uso, que mas que uso era abuso , ya que la sometían a sus peores instintos en mi propia casa mientras oscarcito se encargaba de servirles lo que pidieran .
Marcelo disfrutaba de Belén y Leticia, sus lenguas lo ponían a tono para luego tener sexo con la mayor, me obligaba a presenciar todo ya que para ese momento yo estaba libre, a veces a filmarlo, y otras junto a la menor de ellas limpiarlos después, la mayor tortura era para Leticia ya una lesbiana proclamada, lo peor para ella era tener que soportarlo penetrándola, pero lo hacia pues estaba enamorada de su hermanita.
Teniendo a mi esposa e hija mayor para satisfacerlos ya oscarcito fue dejado de lado como puta de los amigos de Marcelo, para esto le buscaron novio, un adinerado empresario para quien era un placer disfrutar de jovencitos como el, mayor que nosotros el hombre pasaba a buscarlo el día que le correspondía ser novia de el, para eso las hermanas lo preparabas y quedaba realmente preciosa, lo vestían sensual y provocativamente
Debía saludarlo arrodillándose y mamando su verga mientras le prometía serle fiel perrita, el hombre le pagaba a Marcelo por las salidas y socarronamente le comentaba los planes que tenia para la nena, como se refería mi hijo, algunas veces requería que lo acompañara la madre, mi bella y puta esposa, la que debía contar ante quien fuera lo puta que era y lo feliz que la ponía tener un hijo/hija , humillándose de esa manera a si misma, lo que causaba gran placer en todos los machos que la escuchaban , la peor parte era cuando debía justificar el dinero que les pedía para usarla y divertirse con ella.
La filmaban arrastrándose y suplicando ser usada, generalmente esos videos armonizaban mi cena en el comedero de perros que tenia , mientras ella arengaba a nuestros hijos diciendo que éramos una familia que solo estaba para servir a otros , que éramos putas y putos solo dignos de la humillación, que no merecíamos otra cosa.
Todos los videos eran comercializados via Internet, lo que nos convertía sin ya tener trabajo ninguno de nosotros en una fabulosa fuente de ingresos para Marcelo y de fama para nosotras todas ya que de tanto feminizarnos a los que habíamos nacido hombres nos diferenciaban entre putas conchudas y tetonas y putas anales , tanta fue nuestra fama que fuimos reiteradamente contratados por maestros y maestras del sado , para ser usados como ejemplo para sus alumnos, pero eso será otra/otras historias que ya les contare