Una experiencia muy femenina
Alguien dijo una vez, "el aun hombre le guste el sexo anal no implica que sea gay" y yo estoy deacuerdo.
UNA EXPERIENCIA FEMENINA
Eran las fiestas de carnavales de mi ciudad y mis amigos y yo decidimos disfrazarnos de mujeres.
Aquella mañana me levante aun una erección tremenda había soñado, con esa sensación de liberación que se siente al llevar una falda.
Quiero dejar claro que no me considero gay, ni un chico afeminado ni nada por el estilo,
Pero en aquella época mis hormonas estaban revolucionadas y en continua expansión de sensaciones y experimentos.
Me presentare, me llamo Jose y tengo 36 años, esto que os contare me paso cuando tenia 22, así que ya a llovido de aquello, de hecho lo tenia casi olvidado hasta que anoche volví a soñar con aquella experiencia.
Bueno pues como os iba diciendo, eran carnavales y mis amigos y yo decidimos disfrazarnos de mujeres. Al llegar la tarde quedamos todos en un bar, y deberíamos ir todos ya disfrazados, así que le pedí a mi madre un vestido y me lo puse, la verdad es que me sentía mi sensual, no se, me ponía cachondo vestir con falda y sentirme algo femenina.
No me pinte ni nada, simplemente el vestido y ya esta, ah y una peluca de mi hermana que me quedaba fatal.
La noche de carnaval transcurría muy divertida para todos y tras tomar unas cervezas nos marchamos a la plaza del pueblo a mover el esqueleto.
A mi nuca me a gustado mucho bailar a si que me quede en un rinconcito observando los disfraces y procurando que no se me notara le erección que llevaba durante toda la noche, provocado por el vestido. De repente alguien me dijo algo.
- ¿ estas sola preciosa?
Era mi vecina Rosa, una mujer separada con dos hijos de unos 35 años y de muy buen ver, no estaba disfrazada y me contó que havia salido con unas amigas un ratito a tomar alguna cosa y a ver el ambiente. Hablamos durante mucho tiempo de temas sin importancia hasta que llegamos al de mi disfraz.
¿ sabes ? Me dijo, con esa carita de niño que tienes, deberías estar preciosa bien vestida y maquillada.
Y después se ofreció a prestarme un buen traje y a maquillarme ya que ella era esteticien, al principio le dije que no, mas por vergüenza que por otra cosa, pero con el paso del tiempo me fue envolviendo y cada vez me sentía mas excitado por la situación, además de que con tanto gentío sufríamos los inevitables empujones que en mas de una ocasión habían ocasionado que ella me rozase el cuerpo y como no mi erecto pene.
A si pues acabe por acceder a sus pretensiones de vestirme mas guapa. Nos despedimos de nuestros respectivos amigos y nos marchamos a su casa.
Al llegar me ofreció una copa y la acepte necesitaba energías para hacer lo que había ido a hacer. Me llevo a su cuarto y abrió el armario, empezó a sacar ropa y mas ropa, yo permanecía callado, con mi copa en la mano observándola, parecía mas ilusionada que yo, Rosa es una mujer que por circunstancias de la vida lo ha pasado mal, la separación y el criar a dos niños no es tarea fácil, pero aun así, tenia un cuerpo precioso, ojos claros, pelo hasta los hombros muy oscuro, una piel muy fina que la hacia parecer mas joven de lo que era unos pechos grandes aunque nada exagerados con unos pezones que de vez en cuando podía notar tras su camisa, unas caderas muy anchas que si la ves venir de frente anuncian que detrás de ella se esconde un culo, grande y muy bien formado. En fin la verdad es que era mi tipo de mujer aunque nunca se lo havia contado pues era mucho mayor que yo.
Tras elegir mi vestuario me sentó en una silla y comenzó el maquillaje.
primero una buena capa de esto para tapar los poros, me decía
Y continúo maquillando de los ojos, los pómulos y los labios, muy bien perfilados.
Luego me saco una peluca larga y pelirroja.
- ummm que guapa vas a quedar cielo, decía.
Yo cada vez me sentía mas excitado y la verdad es que tenia el pene que casi ni lo sentía, llevaba mucho tiempo con el erecto y abecés me consumía el impulso de cogermela y masturbarme para por fin quedar tranquilo y relajado.
Pero aguante y continué dejándome hacer por Rosa.
llego el momento de ponerte la ropa, me dijo, venga, quitate ese vestido tan feo.
En ese momento no supe que hacer, la cara se me puso roja como un tomate y estuve apunto de coger y marcharme. Pero quería continuar, quería verme muy femenina y la vez quería satisfacer mis instintos mas primitivos de hombre, que por mas que intentaba esconder ya no había forma.
cariño, no te de vergüenza, o es que ¿prefieres que sea yo quien te desnude?
Acto seguido se acerco a mi y como queriéndome abrazar paso sus manos por mis hombros para soltarme la cremallera del vestido, que callo como un plomo, me miro de arriba abajo y se detuvo mirando mi entrepierna que trataba de esconder con mis manos.
haber, haber, déjame ver eso, dijo, cariño, tras el vestido parecía que tenias menos, pero ya veo que estas muy bien dotado, debíamos hacer algo para que eso bajase, pero dejare que sufras un poco mas hasta que te haya vestido.
Comenzó por ponerme una medias de dos piezas y después de quitarme el calzón, me coloco un tanga de color rojo chillón, luego una faldita de tela muy fina, como de seda que podía sentir como acariciaba mi piel, continuo con un sujetador que relleno con unos calcetines y termino con una camisa blanca que dejo sin desabrochar lo gusto como para aparenta el canalillo.
Lo único que me faltaba era unos zapatos de tacón, cosa que no pude ponerme pues tenia los pies muy grandes.
ven cariño, te voy a enseñar mi casa.
Me paseaba de aquí para allá, tratándome igual que a una mujer, y eso realmente me pusiera a 100. Nos sentamos y me sirvió otra copa, hablamos mientras me pedía que hiciera poses de mujer, los pies muy juntitos o si no cruzados, la espalda erguida para mostrar mis pechos.
Rosa, no puedo mas, cesito aliviarme, le dije.
Se levanto sentándose juntó a mí.
eres precisa, ¿lo sabias?
Y acerco sus labios muy delicada mente a los míos, saco su lengua con delicadeza y buco mi boca, con una ternura que nunca antes había sentido.
- espera mi amor, esto te gusta. Dijo
Se levanto dirigiéndose a si habitación y no tardo en volver, en su mano traía un tarro que era aceite lubricante t en la otra un consolador anal. Me hizo dar la vuelta, separo el tirante del tanga y unto por mi ano aceite luego hizo lo mismo con el consolador y se dispuso ha introducírmelo, no sabia que pensar, ni que decir, solo dejarme hacer, puse el culo en posición y aguante que me desvirgara el culo, entro con facilidad gracias al lubricante, luego me volvió a colocar el tanga y la falda, me incorpore y me beso.
¿Cómo te sientes?
Muy cachonda, le dije
Me abrazo colocándome sus manos en mi culo para así presionar mas el consolador, me sentó y seguimos charlando, de lo guapa que estaba, que la estaba poniendo a 100, pero no hacia nada.
Y yo estaba apunto de explotar, me faltaba muy poco para saltar sobre ella y follarmela, pero como era una señoría aguante y seguí esperando el momento que ella hubiera elegido.
La verdad es que no fue muchas mas tarde, me cogio del brazo y como dos buenas amigas me llevo a su habitación, yo temblaba como una colegiala apunto de perder su virginidad, me sentó en un sillón que tenia al lado se su cama y pude volver al sentir un escalofrió en todo mi cuerpo gracias al consolador que seguí llevando en mi interior. Levanto una de sus piernas y la poso en el reposa brazos y quedo enfrente de mi mostrándome toda su rajita.
ves, me tienes sin braguitas, dispuesta para ti. Anda nena, come un poquito de esto.
Y se acerco todo lo que pudo a mi boca, la cogi por esas caderas que a mi tanto me gustaban y comencé a olisquear y besuquear toda su zona de alrededor de su sexo, ella estaba realmente mas excitada que yo, pues no aguanto mucho el juego, me agarro de la cabeza y pego su chocho a mi boca con fuerza.
- vamos, chupa nena, ummmm, venga, come me lo todo enterito mi amor.
Ummmm asi, asi, sigueeee.
Me obligo, a comer se lo hasta que descargo un orgasmos tremendo, que casi me asfixia, pero que recibí, con glotonería y lujuria y es que siempre me ha gustado sentir los orgasmos de mis amantes en mi boca, es uno de mis mucho vicios.
Tras su orgasmo, me levanto y casi me tiro en la cama, se termino de desnudar y me pidió que me quitase la camisa y la faldita, se tumbo sobre mi agarrando me de las muñecas con los brazos en alto y sus labios recorrían mi cara y mi cuello, mi calentura iba en aumento y sabia que después de tanto aguantar no tendría aguante en cuanto me tocara la verga. Pero necesitaba descargar y lo necesitaba ya.
Si pues Rosa, se sentó sobre mí muy despacio introduciéndose mi polla y sin sacarla se tumbo, me abrió las piernas, cosa que yo exagere más aun y las abrí como si de una mujer se tratase, ella estiro sus piernas y comenzó un movimiento lento pero efectivo de empuje sobre mí.
¿te gusta como te estoy follando mi vida? Me dijo Rosa
me encanta mi amor, me te me la toda. Le dije metiendo me mas en mi papel de mujer.
Además para mi sorpresa esta postura hacia que aguantase mas y podía, permitirme retorcerme y vibrar con cada envestida que me ofrecía Rosa. Pero ella cada vez me lo hacia con mas energía y mi poder se aguante no duro mucho mas y la pedí permiso para correr me.
adelante mi niña, hazlo que yo también voy a inundar tu vagina de lechecita.
Tras decirme esto, rompí en un orgasmo bestial, que nunca antes ni nunca más he podido tener. Mi cuerpo se rompía en espasmos y escalofríos sintiendo además el consolador que aun tenia en mi interior, mientras Rosa se agarraba fuertemente a mí, disfrutando de aquel momento y obteniendo otro orgasmo que la dejo agotada.
Durante toda la noche, nos amamos como si de dos mujeres nos tratásemos, no hubo apenas penetración pero si esa forma de amarse, de ternura y dulzura que solo una mujer sabe dar.
Después de esta noche, no volvimos a hacer nada parecido, pero si que alguna vez que otra hemos tenido relaciones.
Rosa, era una mujer fuera de lo corriente y aquella noche supo sacar lo más femenino de mí.
Gracias Rosa.