Una experiencia con dos al mismo tiempo

En plena follada, son los gritos de uno de ellos el que alerta que no vaya a correr dentro de mí, gritos que hace que este la saque y con rapidez, descarga sobre mi espalda. Siendo el quien descarga dentro de mí… dejándome bien preñadito… ooohhh!!.

Una experiencia con dos al mismo tiempo

Mi relato… uno más, tan verídico como tantos, cuya lectura da morbo y sexo, donde a veces relato experiencias naturales, como en otras me decido a contarlas y haceros participe. Hoy os contaré una vivencia más mía, una experiencia más de este heterocurioso, una experiencia ocurrida en el transcurso de mi día a día… una más de mi vida.

Debo comenzar por los comentarios dirigidos hacia mi persona, pues muchos son los que me dicen claramente que de heterocurioso o heteroflexible nada de nada, considerándome directamente maricon u homosexual reprimido, solo por el hecho de haber probado a más de uno de mí mismo sexo, importándoles poco que estas sean deforma ocasional . No comprendiendo que cuando te inicias es posible que estés lleno de dudas, dudas que no son aclaradas por tus mayores o por quien te rodea. Vez que no es normal pero la curiosidad te embriaga como un buen vino… o algo inalcanzable, te inician, pero no lo veo como un signo homosexual pues tanto la inocencia como la ignorancia te hacen no verlo.

No puedo decir que son fantasías que tenía de la pubertad, no eran dudas de un adolescente simplemente curiosidad, pero debo aclarar una cosa, cuando digo curiosidad no me refiero a la práctica sexual entre dos hombres, sino cuando uno se te acercaba con pretensiones ocultas. Cuyas artimañas para un inocente no lo ven malas, pero unos roces aquí y unas caricias allá, te ponen nervioso y notas algo que bulle dentro de ti, sientes la adrenalina que aumenta. Esto no pasa de ahí, sino alimenta la curiosidad por esas sensaciones, deseando experimentarla nuevamente, esto me lo daba en pequeñas dosis… como una droga, era un muy buen plan elaborado para un día a día. Plan que cuando esos roces se convierten en caricias callas, fingiendo que ‘no pasa nada’ o sencillamente deseas que vaya a más.

Tampoco podría decir que se sobrepasaron conmigo pues no es verdad, ya que como he dicho, aquellos momentos que eran un cumulo de sensaciones extrañas e incomodas, mezcla que al fin y al cabo de una manera muy extraña me producía una excitación inexplicable. Una excitación que llegaba a casa y mientras me duchaba lo recordaba… acabando con una corrida, o incluso acostado por las noches en mi cama, venían de nuevo todos esos momentos y con ello las sensaciones y no veáis el final… uuuffff!!. Sensaciones que, aunque extraña o inexplicable me hacían ponerme como un burro, sensaciones que me embriagaba y no deseaba que acabara, sensaciones que van alimentando poco a poco a su favor y a sus pretensiones, alimentándolas con deseo y miedo.

Cuyo final sabemos bien cuales son, pero fui para algunos de estos un juguete donde pueden usar, sabiendo de sobra las limitaciones por la edad y lo que podría conllevar. Otros intentan plasmar sus tabús o fantasías, personas degeneradas y salidos, fetiches y pervertidos que te implican en sus juegos, cuyo morbo y perversión es pura adrenalina. Son personas como os he dicho… te inician, pero no las culpo por como soy ahora, pues quizás ellos solo me moldearon viendo lo que era en realidad. Vicio que intentas dejar, pero cuya monotonía del día a día te hacen volver a buscar, donde a veces las experiencias son ocasionales en cualquier lugar o sitio. Experiencias fortuitas o incluso esporádicas, vivencias por el cual no me, pero me considero ni bisexuales y ni homosexual sino simplemente heteroflexible.

Pero quizás todo es como cuando en su día tratas de explicas mi físico, dices que son parte de los síntomas del síndrome de Klinefelter (XXY… un cromosoma de más), soltándome algún inculto… “afeminado” o “maricon”. Creyendo que quizás algunos que tengan inclinaciones es por causa de algún síndrome, no estando tampoco tan descarrilado, pero no… no tiene porque, pero eso igual que cuando dices que estas en tratamiento hormonal y te sueltan eso de…

  • “O sea que antes eras chica…”.

Uuuffff!!, difícil hacerles entender que el tratamiento hormonal no es por un cambio de sexo, sino también para recomponer de alguna manera el número de cromosomas. Es una manera de reparar los cambios en los cromosomas sexuales, una manera de minimizar los efectos de la falta de pubertad.

Tratamiento que no es otro que un reemplazo de testosterona, cuyo comienzo debía de haber sido en su momento con el inicio habitual de la pubertad, pero que en aquellos tiempos la ciencia en nuestro país no estaba a la altura. Terapia te ayuda a estimular los cambios que normalmente ocurren en la pubertad, no solo como el crecimiento del vello facial y corporal, el aumento de la masa muscular, aumento de los genitales, o la disminución del crecimiento mamario. Pues increíblemente algunos ignoran estas causas, pero, por el contrario, otros lo aprovechan para sus fantasías o pretensiones.

Hace unas semanas en plena conversación con un chico, nos intercambiamos después de intercambiar emails, donde comenzamos a poner las bases de una amistad. Comenzamos a intercambiarnos fotografías, donde le mande como estoy actualmente y otras como estaba antes, confesándole…

  • “Mira estas son realizadas antes de mi segundo tratamiento hormonal, pues después de este, comencé a tener más vello corporal y facial”.

  • “Ya que a día de hoy voy por mi tercer proceso de hormonas, donde como vez ahora soy casi un osito y comienzo a tener más músculos, pero aún sin… sigo siendo muy puta, creo que eso no se me va a quitar… ja ja ja”

Soltándome este al verlas…

  • “Aaaaa!!... ¿Entonces eras mujer?”.

Respondiéndole…

  • “Para nada, no soy mujer lo que pasa es que tengo el síndrome de Klinefelter también conocido como XXY”.

Acabando por disculparse…

  • “A vale, ya he comprendido… pene y testículos pequeño, etc. Disculpa es verdad, no lo recordaba ahora, si es verdad que lo dices en tus relatos, pero por eso pregunté al ver esas fotos, pues tenías un cuerpo de mujer”.

Soltándome un comentario que no me agrado…

  • “Entonces era un afeminado… No!!”.

Respondiendo con rotundidad…

  • “No… no era un afeminado”.

Disculpándose nuevamente…

  • “Lo siento, no quería molestarte, veo que no te gusta lo de afeminado, pero he leído que te dicen maricon y lo aceptas, no lo comprendo la verdad”.

Y esta conversación, me recuerda a las veces que os he dicho como era mi cuerpo antes de comenzar el tratamiento, físico que pasaba totalmente como una chica en el momento que me vestía como tal, aunque tampoco hacía falta mucho para tomarme como una.

Me han pasado muchas veces que me han tomado como una chica, veces que lo tomo como anécdotas, como la vez que un caradura que me para por la cara en la calle, intentando ligarme con preguntas como… ‘Yo a ti te conozco’, incluso acaba por darme un par de besos fraternales en las mejillas. Al cual le hago saber de su equivoco, no os imagináis como se le quedo su rostro, pues él al enterarse y comprender que soy chico en vez de chica, poco le falto para pegarme, no viendo que soy así y no voy confundiendo a la gente.

Pero debo decir que tengo tantas anécdotas como experiencias, pues cuando aceptas una condición como la mía, debes de aceptar el cuerpo que tienes al menos hasta el tratamiento. Cuerpo que tiene todas estas sintomatologías, cuyos rasgos sino lo escondes o lo maquillas, llego a dar confusiones. Cuerpo que en malas manos como he dicho tantas veces, ya ha sido utilizado por otros para su disfrute, cuyas fantasías es transformar un chico en chica, fetiche que lo consume con el sexo.

Podría contaros tantas, como aquella vez que, con tan solo catorce años, uno de estos hombres cuya edad podría ser mi padre o incluso abuelo, me propuso vestirme de chica con ropas que tenía. Propuesta que me pude negar, pero de alguna manera me atrajo, quizás por el morbo, pero cuando de vestirme y verme transformado en toda una mujer, casi me corro sin tocarme… cosa que este sí hizo. Pero bueno, como esta anécdota tengo muchas, siendo las más comunes, como la vez que te ves… que te viste para otros para follar. Petición que forma parte de su juego fetiche, petición que no es otra que me ponga alguna prenda femenina, ya sean braguitas de encajes, como tangas, medias con ligueros y zapatos de tacón… uuummm!!.

Pero bueno, dejando estos fetiches aun lado, os voy a contar una experiencia que me ocurrió no siendo tan joven, tendría quizás diecinueve años o uno más, creo recordar que salía del piso de un amigo, cuando fui a coger el ascensor para bajar, ya que este vive en un sexto. Acabando por tomar las escaleras, cuando me cruce en la primera planta con un ‘conocido’, persona que, tras reconocerme, me pregunto…

  • “¿Tú que haces aquí?, ¿que vives en este bloque?”.

Claro está le conteste, contándole, aunque no debería que había estado en casa de unos amigos, acabando por decirle…

  • “No… no vivo aquí, estaba en casa de un amigo y cuando he salido, no me he encontrado que el ascensor no funciona”.

Acabando por preguntarle a él, lo mismo…

  • “¿Y tú que haces, acaso vives aquí?”.

Este coge, me mira y sonríe, acabando por responderme…

  • “No… hombre… no, lo que pasa es que se ha estropeado los ascensores y han llamado a mi empresa para repararlo, mira por donde me ha venido bien”.

Acabando por tomarme del brazo al tiempo que dice que le siga, cosa que hago, camino tras de él hasta llevarme al interior de una sala de motores, donde este me hace saber que lo está reparando, pidiéndome que le esperara. Viendo que allí hay otro hombre liado, hombre que tras darse la vuelta y mirarme, pregunta a su amigo…

  • “Oye… Manuel!, este no es sitio para que traigas a una chica”.

Mi amigo se acerca y contestándole al tiempo que coloca su mano en mis nalgas…

  • “Él no es una chica, aunque lo parezca, él es el chico que tantas veces te he contado cosas”.

Viéndome sorprendido a lo escuchado, quizás más por el atrevimiento de mi amigo Manuel al manosearme delante de un extraño, pero quizás más al ver como este se mostraba impasible cuando su amigo comenzó a acariciarme el muslo. Quise decirle algo a Manuel, cuando este sin pelo en la lengua coge y me da un morreo, despegándolo logro decir…

  • “Manuel, ¿Qué haces?”.

Silenciándome con otro morreo al tiempo que siento como comienza a magrear mi entrepierna, siento la mirada de su compañero, mirada que me avergüenza y que evito mirarlo. Manuel deja mis labios para descender hacia mi cuello… ooohhh!!, mientras introduce su áspera mano por el interior de mi camisa… uuummm!!. Escuchando decir a Manuel…

  • “Mira… ya te has empalmado”.

Siento a su amigo más cerca pero aún se queda en un segundo plano, pues continua mirándonos… uuummm!!. Observa como Manuel mientras me besa cuello le da por desabotonar los botones de mi camisa, acabando por tirar de esta hacia atrás y deslizándolas por mis brazos, mientras se dispone por besar y lamer mi pecho… uuummm!!. Acercándose peligrosamente a mis erectos y duros pezones, escuchando decir a su amigo…

  • “Coño, ¿Qué tiene tetas?”.

  • “No me digas que tu amigo es un afeminado, o quizás un travesti”.

Manuel no le contesta, continúa besando u mordiendo mis tetillas… aaahhh!!, sintiendo como su amigo se me acerca por detrás, percibiendo su olor y algo duro en su entrepierna, duro que noto al presionarlo contra mi culo… uuummm!!. Es cuando Manuel se separa y al tiempo que se arrodilla, contesta a su compañero…

  • “No… Dimitri que no te enteras, José… ni es maricón ni afeminado ni travesti, simplemente tiene una extraña enfermedad relacionada con las hormonas”.

Coge este, me mira de arriba hacia abajo, soltando…

  • “Joder, ¡pues tiene pinta que va a hacer una buena puta… uuummm!!”.

El compañero ahora más tranquilo y con confianza, coge mi mano y tirando de ella… la conduce a su entrepierna, mano con la cual palpo una tremenda erección debido a su llamativo bulto, mientras este ahora comienza a magrear mi entrepierna. El compañero intenta besarme… cosa que evito sus labios, conformándose con besar mi oreja, cuello y espalda, mientras Manuel arrodillado le da por desabotonar el botón de mi pantalón, bajar la cremallera y tirar de mi pantalón hacia abajo… uuummm!!. Siento algo de reparo al estar allí, temiendo porque nos descubran, haciéndolo a estos saber, respondiéndome Manuel…

  • “No te preocupes, aquí no viene nadie, además la puerta solo se abre con la llave que tengo yo”.

Quedándome más tranquilo, notando como tanto mis pantalones como los calzoncillos tira de ellos hasta mis pies, sintiendo ahora el cálida sensación de su boca… ooohhh!!. Sintiendo como chupa mi tronco, como recorre con su lengua desde mi glande hasta mis genitales, introduciéndoselo completamente, no siendo muy difícil por mi tamaño… uuuffff!!. Su compañero ha descendido su mano desde mi cuello hasta mis nalgas, magreando a gusto mis glúteos, volviendo a decir…

  • “Seguro que no es afeminado, te lo digo porque el cuerpo de chica que tiene y, además porque no tiene un solo pelo en todo el cuerpo”.

Manuel, responde después de sacarse mi polla de su boca…

  • “Te aseguro que no, ya te he dicho que se trata de un problema hormonal”.

  • “Pero eso sí… no te digo que no pasa por una chica, sobre todo cuando le hago que se ponga unas prendas, ¡uuuffff!!... no veas como le sientan”.

Avergonzado y Abochornado me hace sentir Manuel, tanto que lo nota al ver como pierdo toda mi erección, comenzando ahora Manuel a dedicarse a levantarme el ánimo. Mientras el compañero se ha dedicado a bajarse la cremallera del mono, tirando de su prenda hacia atrás y cayendo este solo a sus pies, quedándose con tan solo en calzoncillos el cual le dura menos, pues Manuel le ayuda al tirar de estos hacia abajo, saliendo como un resorte su miembro. Miembro que tras tomar mi mano nuevamente me la llevo de nuevo hasta su vástago… uuummm!!, vástago que me sorprendido, no porque se lo esté haciendo a un extraño sino por el tamaño de este miembro… uuuffff!!.

El compañero no deja de acariciarme la espalda y nalgas, no deja de besarme cuello, oreja, hombros e incluso pecho… uuummm!!. Acabando por rodearme con su brazo, pasándomelos por los hombros y presionar hacia abajo, no haciéndome falta entender que quiere este. Cojo y primero, rodeo con mi mano izquierda su tronco, desciendo mi cabeza hasta posar mis labios en su glande… uuummm!!. Besando, lamiendo y chupando su glande… uuummm!!, mientras pajeo su tronco y alterno con magrear sus genitales, testículos grandes como pelotas de tenis e incluso más… uuummm!!. Manuel no deja de ponerme en situación, no deja de comerme mi miembro al tiempo que dedea mi orificio… ooohhh!!, alternando sus dedos con su lengua… uuuhhh!!. Llegando a escuchar cómo le dice el compañero a Manuel…

  • “Joder… la maricona chupa de muerte, ¡menuda boquita que tiene… y que lengua… aaahhh!!”.

Continuando por preguntarle…

  • “Me pregunto que si sabe follar también como se la come… uuuffff!!”.

Contestándole Manuel…

  • “Pues tendrás que comprobarlo, no crees…”.

En esos momentos cogí y más por la dificultad de chupársela, cojo y me arrodillo, comiéndosela con mayor placer, observando este como me la introduzco en su totalidad en mi boca, viendo como a pesar de las arcadas llego hasta los genitales… uuuffff!!.

Mientras Manuel acaba por desvestirse, ¡uniéndose para dedicarse en comerme el pecho, tetillas y cuello al tiempo que con ambas manos… uuummm!!. No deja de prepararme, pues si mientras con la izquierda me masturba… ooohhh!!, con la derecha no deja de meterme uno y dos dedos por mi orificio… aaahhh!!.

Poniéndose de pie Manuel y con su polla apuntándome, rodea con su mano mi nuca y acabar por acercarme, dejando de chupar el pollon de su compañero para dedicarme al suyo… uuuffff!!. Compañero que aprovecha para desvestirse, quedándose con tan solo esos calcetines negros, mirando cómo se la chupo a su amigo, mientras el no deja de acariciar mis cabellos al tiempo que se masturba… ooohhh!!. Llegando a escucharle a este decirme…

  • “Te han follado alguna vez sobre alguien sentado”.

Siendo Manuel quien responde por mi…

  • “Si… así me lo he follado muchas veces”.

Nuevamente me quedo avergonzado y abochornado, me quedo por esta confianza sobre mí a este desconocido, desconocido a pesar de estar enrollándome con él… uuummm!!. Soltando este…

  • “Si… tú te lo habrás follado muchas veces, pero como yo lo voy a hacer, como que no”.

Coge este mastodonte y se sienta sobre uno de los motores, agitando su brazo a modo de que me acercara, acercándome y con la ayuda de Manuel, logre subirme y sentarme sobre este pollon con cuidado… uuuffff!!, quedando de espalda a este… ooohhh!!. Dejándome caer con cuidado y despacio… ooohhh!!, sintiendo como su gruesa barra de carne entraba en mi estrecho agujerito… uuummm!!.

Mientras Manuel, ¡se dedicaba a masturbarme al tiempo que me comía las tetillas… aaahhh!!, Dimitri acabo por introducir sus manos por debajo y tras cogerme por mis nalgas, comenzó a moverme de arriba hacia abajo… controlando la penetración… uuummm!!... aaahhh!!.

Fueron momentos en que me deje llevar, momentos que en pleno éxtasis, ni te extraña ver como Manuel se sube a unas de las maquinarias solo con la intención de meterme su polla en mi boca … uuuffff!!. O como me intercambian pasado un tiempo que no sabría precisar, cogiendo Manuel y tenderse en un monolito que creo que era de madera u hormigón. Posición que tomo para que yo me pusiera encima, ya que por Dimitri me entere que este tenía otras intenciones… uuummm!!.

Fue sentarse sobre su glande y comenzar yo a moverme, acabando por colocarse Dimitri a mi derecha, tomándome de mi nuca y obligarme a meterme su polla en la boca, follándome esta duramente… ooohhh!!. Entre gemidos, exclamaciones, suspiros y jadeos, también hubo insultos a mi persona, menosprecio por mi forma de ser, no dejando de llamarme… maricona, afeminado, nenaza, entre otras.

Pero unas de las cosas que te acuerdas de momentos como estos, son cosas que ocurren, cosas como cuando mientras era penetrado por Manuel y comiéndome la polla de Dimitri, coge este último e inclinándose hasta que sus dedos presionan mi orificio… ooohhh!!. Orificio que está siendo ocupado por la polla de Manuel, dedos que poco a poco y embadurnado en saliva… van entrando a pesar del dolor… uuuffff!!.

Pues cuando coge Dimitri me saca sus dedos de mi orificio y su polla de la boca, ¡viendo como camina hasta ponerse detrás de mi… uuummm!!, son momentos en que caes en lo comentado antes, comentarios sobre eso de tener otras intenciones. Pues te das cuenta cuando sientes… uuummm!!, como intenta introducir su polla en mi culo, orificio que como he dicho antes la tiene Manuel metida, pero que este no cesa de insistir… ooohhh!!. Sintiendo con dolor como esta va entrando poco a poco, como su glande se aloja dentro de mí… aaahhh!!, como por un escaso de tiempo me veo siendo embestido por dos machos… uuuffff!!.

Sacándome de mi trance los gritos de Manuel a Dimitri a modo de que no se vaya a correr dentro de mí, gritos que hace que Dimitri la saque y con rapidez, descarga sobre mi espalda… aaahhh!!. Siendo en esos momentos Manuel el que descarga dentro de mí, ¡dejándome bien preñadito… ooohhh!!, acabando ese momento con final feliz con la limpieza de sus pollas… uuuffff!!.

Luego cuando acabamos y mientras descansamos, coge Manuel y me presenta formalmente a su compañero…

  • “Perdona José, mira te presento a mi compañero Dimitri”.

Con una carcajada de este y una sonrisa mía, nos saludamos irónicamente, pues la presentación ha venido tarde. Tras descansar, me ayudaron a limpiarme y vestirme… bueno en parte, ya que Dimitri no dejo de magrearme y meterme mano, cuyos dedos no dejaban de perforar mi orificio… aaahhh!!. No dejándome de decirme…

  • “¿Cuándo nos vamos a ver otra vez?, sabes creo que me he enamorado de ti, eres toda una muñequita y quisiera tenerte en mi cama”.

Antes de dejaros, debo decir que con Dimitri tuve unos meses de sexo, mucho diría yo. Dimitri se me presento contándome…

  • “Tengo 58 año y soy de adra, Rumanía, bisexual, activo… muy activo”.

Tras unas risas, coge y suelta…

  • “Mira me gustan los chicos para pasarlo bien, busco sobre todo chicos pasivos, y como bien has comprobado me gusta follar, me gusta sobretodo que tenga un buen culazo… duro, carnoso, estrechito, respingón… para comérmelos y petarlos bien¡!, y sobre todo con aguante”.

De Dimitri os detallare como es, bueno supongo que seguirá igual, pues desde ese tiempo no hemos podido vernos más. Como os he mencionado es rumano, activo, metro ochenta y cinco centímetros, corpulento con algo de tripita, pero sin estar gordo, y eso sí, buena polla… veinte un centímetro (gruesa y con mucho aguante). Quedamos muchas veces, veces que me hizo de todo, pero bueno eso quizás lo cuente en otra ocasión, dependiendo de que si estáis interesado o no. Bueno espero que les haya gustado y que hayáis disfrutado, espero vuestros comentarios, ya sea animándome a continuar, como críticas. Claro está, mi email es: jhosua 1974 @ gmail. com (obviamente… todo junto).