Una esposa ejemplar (3)

Malena se ve sometida a un interrogatorio sobre su vida sexual para sere del Círculo.

CAPÍTULO 3.

EL CUESTIONARIO.

La mujer que salió a recibirnos me gustó, estaba en los primeros 40, morena con el pelo corto, el rostro anguloso, con una boca grande de labios gruesos. Llevaba una remera blanca, holgada, que llenaba dos senos poderosos, altos que levantaban la tela , que dejaba ver unas piernas bronceadas y bien torneadas. El conjunto parecía modesto pero me di cuenta que era de Arman.

.Era un casa extraña, dos cuadrados unidos , haciendo un 8. En uno, como me explicó Daniela , estaban los dormitorios y los salones de trabajo. El otro era para el placer de la vida en común.

Nos había llevado a nuestra habitación y Juan había bajado a una reunión con los miembros del Círculo, yo debía ir a la zona donde las mujeres estaban descansando. Visto por fuera , con las paredes blancas , donde sólo pequeñas ventanas rompían la uniformidad del muro, parecía una casa de campo antigua que contrastaba con la comodidad que había dentro.

Bajé las escaleras y por el patio aporticado , como los de los conventos, crucé la puerta que me llevaba a la zona que Daniela había definido como de placer.

Ante mi se extendía un patio árabe, de esos que se ven en la Alambra. Jardines pequeños regados por al agua, en lamina que caía de una pileta donde nadaban dos mujeres.

Apenas llegué ambas salieron del agua. La para mí desconocida me saludó dándome una abrazo:

"Hola tu eres María Elena. Yo soy María Piedad , pero me llaman Maripi. A Daniela ya la conoces "

Con el abrazo me había mojado la remera que llevaba sobre el bikini.

Si había que destacar algo en ella era sus enormes ojos negros y su sonrisa , que le daban una expresión de dulzura y bondad . El pelo negro, largo le caía hasta el la mitad de la espalda. Tenía más de 30 años, y llevaba un traje de baño de tres piezas, corpiño, tanga y unión entre ambas partes , azul eléctrico . Tenía un rostro tan bello que eclipsaba su cuerpazo.

Daniela era toda agresividad y dureza, pese a ello era muy hermosa, casi espectacular . Su cuerpo modelado en la gimnasia era perfecto, con unos senos grandes que me parecieron pasados por la cirugía. Lo lucía en un mini bikini negro.

" Seguro que prefieres quedarte con nosotras a la sombra , ya que has ido a la peluquería."

Me senté junto a ellas . Estábamos bajo un porche cubierto de hojas y rosas diminutas . Había tres butacas de mimbre y una mesita de cristal prácticamente llena de platos de fruta y una jarra dentro de una champanera. Me sirvió Maripi un vaso de aquella bebida que me pareció un te de extraño sabor.

" ¿ Qué es?"

" Una infusión refrescante con un montón de plantas, si entras a formar parte del grupo , tendrás la receta. Nosotras somos muy aficionadas a beberla, te deja nueva"

Daniela se sentó, desperezándose como un tigre ante su presa.

" Perdona que te sometamos a un interrogatorio pero es que queremos y necesitamos saber de ti"

Me hicieron una ficha completa desde el nombre y la edad, hasta mi familia, aficiones y estudios. Llevábamos una hora cuando Daniela me hizo la pregunta que esperaba, de acuerdo con lo que me había contado mi cuñada.

" ¿ Llegaste virgen a matrimonio? ¿ Qué experiencias sexuales has tenido?"

Sabía cómo debía responder, una mezcla de inocencia y ardor, mi papel de rubia explosiva y tonta era fundamental.

"Sí, me casé muy joven y virgen. Juan, mi marido ha sido y es mi único hombre. El me ha enseñado todo lo que sé del amor. Y mis experiencias sexuales, como me preguntas , creo que son las normales de un matrimonio. Juan me ha ido haciendo mujer, no sé si eso es suficiente"

Me había callado lo de Pilar , lo de mi amiga Liliana , y sobre todo algo que sólo yo sabía: mis aventuras con Santiago , mi primer novio.

Santiago y yo nos conocíamos desde niños, fuimos juntos a la primaria , y en la secundaria , apenas iniciada nos hicimos novios. Al principio éramos dos críos que se tomaban de la mano. Después pasamos a los besos y las caricias. Es verdad que nunca me penetró, así que virgen era cuando me casé. Pero todavía ahora recuerdo como nos librábamos de los calentones que nos venían.

Le masturbaba y gozaba sintiendo aquel pedazo de piedra, pues así estaba de dura en mis manos , notando el poder de hacerle chillar de gusto cuando soltaba el chorro de su semen. Más tarde aprendía a mamar se la. Y le obligaba a besarme para que saboreara su propia leche.

Algo se me debió notar en la cara, porque Daniela me preguntó:

"¿En qué estas pensando que parece que te ha tocado un ángel"

"En las cosas que he tenido que aprender, algunas me costaron un poco"

"Cuéntanos cuáles"- fue Maripi a la que le saltó la curiosidad.

Adopté una postura de modestia total para decir:

"Tragarme su leche al chupar se la. Me daba un poco de asco y vergüenza al principio. Me explicó que no era malo, que era alimenticio, y luego me obligó a hacerlo. Las primeras veces me daban arcadas, luego ya no, y ahora no me desagrada"

"¿Qué postura y como te gusta más?"

"Montada encima de Juan, moviéndome a mi gusto hasta que llego ahí"

"Y si notas que tu marido está para acabar y a ti te queda, ¿qué haces?"

"Me toco abajo y enseguida llego"

"¿Te haces muchas pajas?"

"Alguna vez, no sé"

"¿ Cuantas veces a la semana, en qué horas, cómo, en qué piensas?. Vamos tienes que contarnos todo de ti, es parte de la prueba."

"Me da mucha vergüenza, es muy íntimo"

"Estate tranquila , todas hemos tenido que contarlo. Nosotras también pasamos por esta prueba. Vas a ver que cuando acabemos , estarás muy bien. Anda , cuenta"- Maripi agarró mis manos entre las suyas y me miró llena de dulzura.

" Lo suelo hacer cuando estoy sola, por la mañana, en la cama que tiene el calorcito del cuerpo de Juan, me toco el clítoris hasta que me voy."

"Bebe un vaso de este te"

Fue como un rayo, aquella bebida debía ser afrodisíaca, pues notaba el cuerpo relajado, me notaba dulce. Vamos que era una droga para ponerse caliente, que algo yo ya estaba. Lo bebí de un trago y proseguí, iba a ponerlas mas cachondas de lo que estaba yo.

"También a veces cuando me ducho, me apunto con el agua ahí mismo , y lo dejo hasta que estallo. Lo haré como unas dos o tres veces por semana. Otras veces en la cama ,me pongo la almohada y me restriego como si fuera un hombre hasta que me llaga, pero así me gusta menos , lo más tocarme y la ducha"

"¿Nunca te has masturbado delante de tu marido?, ¿él sabe que lo haces?"

" Nunca le he dicho que lo hacía, pero una vez sí me obligó a hacerme una paja delante de él. Fue una sensación muy rara , al principio me daba vergüenza , pero a medida que me masturbaba me iba excitando cada vez mas y mas. Y además ver a Juan como se tocaba mientras yo lo hacía e ponía a mas de cien. Acabe yo antes , y me hizo tragarme todo su semen. Ahí me empezó a gustar chupar se la"

"Cuéntanos que fantasías tienes."

Me di cuenta que quería excitarlas con lo que contaba, pero al mismo tiempo debía adoptar una postura de mujer que es inocente con un volcán dentro.

" Me imagino que soy una esclava que me ha comprado mi marido, y me llevan ante él. Me ordena que me desnude y cuando lo hago me doy cuenta que le he gustado. Como sé que si no le satisfago me mandará matar , me estiro para que note que estoy muy buena, doy una vuelta para que me vea bien la cola y las lolas . Me manda que me arrodille ante él y saca su minga enorme y dura que pone para que se la chupe. La lamo toda entera y me la meto en la boca . Juan me hace ponerme a cuatro patas y me la mete como a una perrita. Cuando estoy en eso y me llevo tocando un ratito me llega"

"¿Has tenido alguna vez fantasías con mujeres?"

" Cuando vi esa película de Sharon Stone y Michael Douglas, esa que se abre de piernas y no lleva nada, me puso muy caliente , y luego pensaba no en ella con él , si no cuando ella estaba con las otras mujeres"

Maripi me tenía abrazada , mi cabeza descansado en su pecho izquierdo, en lo mullido de la carne notaba latir su corazón. Su brazo rodeaba mi hombro. Me sentía protegida.

" No sé , me pareces demasiado inocente, creo que no nos has contado todo"

"Déjala es muy niña todavía , acuérdate cuando te examinaron a ti"- rogó Maripi.

" A veces eres demasiado buena , no se puede ser tan inocente con ese cuerpo. Pero tiempo al tiempo.2

Sonó una campana y Daniela me dijo:

"En tu habitación te espera tu marido que te dirá lo que debes hacer".

Al llegar estaba Juan, me dijo mirándome a los ojos:

" Tienes que obedecerme, nos jugamos todo. Haz todo lo que yo te diga"

Le abracé restregándome contra él como una gata en celo.

"Te amo y haré lo que me digas. Soy tu compañera y me hace feliz ayudarte. Lo que tu digas haré , aunque me sea difícil."

Esas cosas siempre les gusta oírlas a tu hombre y además me parecía que lo que venía podía ser placentero.

Lo que ocurrió a continuación , no fue placentero , fue brutal, cargado de sexo.

Me tumbó sobre la cama con los pies en el suelo, haciendo una L , con la cola hacia fuera , me bajó la bombacha y me la metió. Fueron sólo unas embestidas . Se corrió , la sacó, me giró y me dio un beso :

" Vas a ser una buena putita".

Yo me quedé con ganas , a medio calentar , la conversación con las mujeres me había excitado , pero la rapidez de la cogida había impedido que llegara al orgasmo.

Llamaron a la puerta , cuando abrimos vi a una mujer negra de unos 50 años largos , gruesa, con el pelo entrecano vestida con una blusa y una pollera blanca que contrastaba con el color de su piel.

"Es Benigna , si pasamos las pruebas será tu criada. Ahora deja que te prepare para la cena"