Una espalda llena de marcas

La relación estaba recién iniciando, pero yo estaba muy interesada en aprender y en darle todo lo que él pidiera, aunque para entonces solo éramos Amo y sumisa, no había nada más, además, como recién dije, estábamos comenzando.

Nos veíamos con relativa frecuencia y poco a poco me iba enseñando lo que como su sumisa debía aprender. Cada día traía una sorpresa y ese día no fue la excepción, me ordenó que me desnudara y me pusiera en 4, me vendó los ojos y me comenzó a azotar, me dolía el culo, pero me ordenó que no llorara y que aguantara como una buena sumisa, pero el dolor era intenso, era demasiado fuerte, él se detuvo por unos minutos y luego siguió, pero ya no azotándome el culo, sino la espalda.

Para mí eso era nuevo, estaba relativamente acostumbrada a que me azotara el culo, pero no la espalda. Por supuesto me exalté y traté de llorar, pero me dio otro azote aún más fuerte y me previno diciendo que si lloraba o decía algo me amarraría la boca.

Así inició una serie de azotes muy fuertes sobre mi espalda, piernas, brazos, culo, yo no alcanzaba a distinguir con qué los hacía. La sesión de azotes fue muy larga y fue alternando con otros objetos de los que sólo logré reconocer el chincho por el sonido y el grosor y, la verdad, era el más suave de todos los objetos que usó.

Cuando mi Amo terminó me dijo que podía vestirme y que si quería podía llorar, que él había terminado. Pero me prohibió bañarme ese dìa.

En la noche, cuando estaba sola y echada en mi cama me comenzó a preguntar cómo me sentía y si me dolía y de inmediato me envió una serie de fotos que él me había sacado sin yo darme cuenta... Me quedé sin aliento: mi espalda, mi culo, todo mi cuerpo estaba cruzado por innumerables marcas de azotes y estaba ensangrentado.... Mi Amo había logrado reventar la piel como ya en algunas ocasiones lo habíamos hablado.

Cuando reaccioné me dijo lo que había usado: fueron varias varas de bambú pues se quebraban una tras otra, el cincho, un cable de celular, un palo y un flogger, pero me dijo que la que más daño me causó fue la vara de bambú.

Perra de CC