Una equivocación que se paga muy cara
Un matrimonio se ve atrapado por una pandilla de negros que los llevan a un garaje en donde abusan de ambos
Una equivocación que se paga muy cara
- "Mark, eres un idiota", exclamó su esposa Carolyn exasperada… - "¡Cogiste el camino equivocado y ahora estamos irremediablemente perdidos!"
Mark redujo la velocidad del coche mientras intentaba localizar alguna calle que le sonase, pero no hubo suerte.
"Y, ahora qué?", gimió Carolyn… - "Te has equivocado otra vez… No vamos a llegar a tiempo a la recepción… Te dije que te indicasen el camino, pero no, tenías que intentarlo por ti mismo, y mira ahora dónde estamos."
"Oh, cállate, Carolyn", replicó Mark… "No te preocupes… Una vez que dé la vuelta y vuelva a la carretera principal, me detendré en una estación de servicio y pediré que me indiquen el camino."
Condujo el coche hacia un callejón oscuro y estaba a punto de poner marcha atrás, cuando ambas puertas se abrieron y los dos fueron sacados del vehículo y arrojados al suelo.
Los dos secuestradores se metieron en el coche y se marcharon tranquilamente, dejando a Mark y Carolyn aturdidos en medio del callejón oscuro.
"¿Estás bien, Carol?", le preguntó Mark.
"¡Oh, Dios!", gimió Carolyn… - "Parece que me arrancaron el brazo del tirón que me han dado."
Después de ayudarla a ponerse de pie, Mark le dijo:
- "¡Tenemos que encontrar un teléfono y llamar a la policía… Vamos!"
Justo cuando estaban yendo por el callejón oscuro, una voz siniestra les dijo:
- "No creo que vayáis a ir a ninguna parte por un tiempo."
Y segundos después, Mark y Carolyn se encontraron rodeados por un grupo de jóvenes negros de mal aspecto.
"¿Sabéis qué", dijo uno de ellos… "¡Estáis en un puto problema!"
"Traerlos", ordenó un chico alto y musculoso de unos veinte años… - "¡Y si te os dan problemas, les golpeais sin miramiento alguno!"
"¿A dónde nos llevas?", dijo Carolin, mientras uno de la pandilla la agarraba del brazo y la arrastraba por el callejón.
"No muy lejos… De hecho ya hemos llegado", respondió uno de ellos mientras le daba una patada a la puerta peatonal de un garaje y arrojaba a Carolyn dentro.
El resto de la pandilla pronto los siguió, acompañado por un Mark que iba tropezando.
La puerta se cerró rápidamente y alguien encendió las luces para mostrar una especie de casa club, con algunas sillas viejas, montones de latas de cerveza vacías, junto con un puñado de parafernalia de drogas.
"¿Qué quieres hacer con ellos, Rom?", preguntó uno al líder.
"Creo que voy follar con esta madura y mostrarle a su marido cómo se hace, respondió éste con una risa enfermiza.
"F-Frank", suplico Millie… - "Tú no puedes dejar que me toquen, por favor, detenles”
“Quiero pediros a todos vosotros", comenzó a hablar Frank, pero fue brutalmente interrumpido por un golpe fuerte en la boca y una advertencia de Rick.
"Ahora, cierra tu jodida boca… No voy a volver a decírtelo… ¡¿Entendido?!"
Con la sangre brotando de su labio partido, todo lo que Mark pudo hacer fue deslizarse al suelo y asentir ¡¡¡de acuerdo!!!
Rick rápidamente dirigió su atención a Carolyn, quien miró incrédula a su marido herido.
- "Está bien, señora, entraste en mi camino, así que debo suponer que querías conocerme de cerca, ¿tengo razón?"
Lentamente, Carolyn comenzó a retroceder mientras Rick se movía hacia ella… El horror de la situación se apoderó de ella.
"Mantente alejado de mí", le ordenó Carolyn con voz severa pero temblorosa… - "Esto es ilegal y lo sabes."
"Uh, oh", contestó Rick con fingido miedo en su voz… - "Espero que un policía no venga y me arrestes… ¿No es así, chicos?!"
El garaje se llenó de risas ante el siniestro chiste, pero de repente su voz se volvió dura cuando dijo:
- "¿Alguna vez fuiste follada por un hermano negro, perra?"
Todavía retrocediendo, ella respondió:
- "¡Mantente lejos o gritaré!"
Rick miró a uno de sus amigos y mientras sacudía la cabeza, dijo:
- “Las perras blancas son tan jodidamente estúpidas, que no saben que eso de dar ordenes a un negro, se acabó."
Dando un último paso, Carolyn tropezó abruptamente con la pared del garaje… Y un segundo después, Rick se estaba apretando contra ella.
Carolyn luchó por moverse, pero él era fuerte como un buey, así que la sostuvo fácilmente en su lugar con una mano, mientras agarraba su vestido por el cuello delantero y le daba una dura rasgadura hacia abajo, arrancándolo y dejándola allí de pie sólo con el sujetador y las bragas.
"Whoooeee", silbó alguien del grupo… - "Mira esas tetas… La perra tiene un buen par de melones"
"Sí", respondió Rick en voz baja… - "Vamos a ver como son esas tetas", agarrando su sujetador y arrancándoselo como si fuera papel de envolver.
Las enormes tetas de Carolyn se liberaron, y con el frío y húmedo aire, sus pezones se pusieron inmediatamente tiesos.
-"Oye, perra", le dijo Rick mientras amasaba las enormes tetas con sus grandes manos… - "¡¿Vas a quitarte esas bragas, o también tengo que rompértelas?!"
Desde el otro lado de la habitación, una pequeña voz salió de la esquina y dijo:
"P-por favor… Déjala en paz… No la lastimes, por favor!"… Rick se dio la vuelta y le dijo a uno de sus hombres:
"Tom, coge ese pedazo de mierda y ponle tu polla en la boca… Eso mantendrá a este coño tranquilo".
"No, no", suplicó Mark… Pero fue en vano… De inmediato una gran polla negra pronto presionó su boca, le separó los labios y sela metióen la boca
-
"Mira, coño", cacareó Rom… "Tu marido está chupando un poco de polla, y eso es exactamente lo que vas a hacer tú también", le dijo mientras la empujaba al suelo frente a él y sacaba su gran y grueso pollón negro.
- "Vamos, perra, abre tu boca de par en par… Sé una buena chica y hazle un buen trabajo a mi polla."
El garaje estaba lleno de gritos de los demás miembros de la pandilla, ya que tanto Rick como Tom tenían a sus pies a una pareja de casi sesenta años, mamandoles su grandes pollones negros.
- "Oye, Rick", gritó uno de ellos… "Los viejos no se opusieron… Creo que le gusta chupar y tragar pollas."
Ese comentario se encontró con la risa de la pandilla, pero una lágrima húmeda se deslizó por la mejilla de Mark mientras chupaba la gran polla y miraba a su esposa de cincuenta y cinco años mamándosela al joven semental negro.
Después de varios minutos más de succión, Rick ordenó:
- "Está bien… Ahora es el momento, muchachos, de sacar el colchón y poneros en fila… Vamos a divertirnos todos.
Rick arrastró a Carolyn por el pelo hasta el viejo colchón manchado de esperma y la tiró bruscamente de cara y al mismo tiempo dijo:
- "¡A él también… Tenderlo al lado de ella!"
¡La pandilla formó una fila de cuatro cada una… Unos detrás de Mark y otros detrás de Carolyn.!
Rick cayó de rodillas detrás de Carolyn y tiró de su culo hacia él, hasta que su erección presionó contra sus ahora hinchados labios de su vulva... Un miembro de la pandilla hizo lo mismo con Mark, solo que en su caso, era el agujero anal de Mark el que estaba a punto de ser follado.
- "A la de tres", dijo Rick… - "Uno… Dos… Tres… YA"… Y con un poderoso empujón, su gruesa polla negra se metió en el coño chorreante de Carolyn, provocándole su primer orgasmo tras darle Rick tan sólo tres golpes de polla.
Mark, por otro lado, no lo tuvo tan facil… Su agujero anal nunca había sido penetrado… Y cuando el grueso pollón se metió en el culo, gritó de dolor ycomenzó elduro martilleo de entrar y salir.
Una y otra vez se los follaron: Mark por el culo y Carolyn por el coño.
A pesar de que estos actos fueron totalmente rechazados, el coño de Carolyn la traicionó con una serie de orgasmos contínuos provocados por duros y gruesos pollones que llenaron su coño, ahora dolorido.
Pero también, después de un rato, el dolor en el culo de Mark fue reemplazado lentamente por una sensación de satisfacción que nunca antes había experimentado… Estaba disfrutando siendo enculado.
De repente pudo ver cómo su mujer estaba casi desesperada por tener de nuevo un pollón dentro de ella, mostrando abiertamente, sin vergüenza alguna, elgusto que sentía por los gruesos pollones negros… Esta visión provocó que la polla de Mark se pusiera dura como una roca.
Cuando terminaron con ellos, Carolyn y Mark yacían uno al lado del otro, aturdidos y en completa sumisión… Y con un torrente de esperma que manaba de su coño y su ano.
- "Bueno", dijo Rick… - "estamos a punto de terminar, pero para hacer un final de fiesta, queremos que te folles a la puta de tu esposa puta delante de nosotros, Mark… Muéstranos cómo haces que tu caliente esposa grite… Así que monta a ese coño caliente."
Como Frank no se movió, un duro golpe atravesó el aire cuando un cinturón de cuero le mordió las nalgas, haciendo que él gritara de dolor y se revolviera de inmediato sobre su esposa.
Frank comenzó a gruñir mientras se follaba a su esposa ante todos y en breve comenzó a sentir que se corría… Mientras, Carolyn jadeaba fuertemente y también se acercaba a otro orgasmo más.
Ambos se pusieron rígidos al mismo tiempo, mientras sus genitales se retorcían juntos cuando el orgasmo mutuo se produjo, disfrutando ante todos de los presentes del acto sexual realizado.
- "¿Q-qué es eso," tartamudeó Carolyn… "¿Está lloviendo aquí!?"
Y, en cierto modo, fue lluvia pues los ocho miembros de la pandilla se pusieron en circulo alrededor de la pareja y descargaron sobre ellos una última descarga de semen.
Ahora empapados en semen, tanto Carolyn como Mark se estaban preparando para una mayor humillación, cuando de repente se apagaron las luces, se abrió una puerta y se escuchó un ruido de pasos al salir del garaje.
Justo antes de que la puerta se cerrara detrás de ellos, la voz de Rick se pudo escuchar a través de la oscuridad,
- "Frank, tienes una buena puta como esposa… Lo hemos pasado muy bien con vosotros y lo mismo creo reciprocamente… Os esperamos dentro de tres semanas… No falteis, que iriamos a veros."
Ambos se abrazaron horrorizados pero contentos de estar vivos y no haber sido ni golpeados, ni robados.
Frank le dijo: "¡Tiene razón, eres una buena puta y disfrutaste!"
"Oh, Frank", dijo Carolyn en voz baja, "¡Vámonos de aquí!... Y pensar que me tienes que traer de nuevo para entregarme a ellos, me provoca una sensación hasta ahora desconocida… ¿A dónde nos llevará todo esto?... ¿En qué acabaremos?... ¿Qué haran de nosotros cuando se cansen?"
“No lo se”, le respondió Marck…- ”Pero hemos de seguir sus ordenes hasta que ese negro se canse de nosotros.”
Y poco a poco salieron del garaje, con la ropa hecha jirones… Menos mal, que el coche les estaba esperando para volver a casa.
F I N