Una entrevista muy peculiar
Tríos, como aquella vez que me puse en contacto mediante un anuncio de www.pasion.com, donde buscan un tercero que sea versátil o pasivo. Pero en un momento dado, acabo siendo a saco pasivo, presentándose más de uno a la fiesta.
Una entrevista muy peculiar
De estos hechos han pasado muchos años, pero, aun así, os lo voy a contar, vale. Mirad, recuerdo que por aquel entonces aún en la facultad, tiempo que transcurrió este entrado lógicamente en Madrid, ciudad y capital donde puedes hacer realidad todas o casi todas las fantasías. Obviamente la gente tiene la mente más abierta que cualquier otro, donde sales como desees o busques lo que busques, raro es que te pase algo. Pero bueno, continuare...
Cierto día recibí un email de un portal, portal donde tras inscribirme me dio por mandar una serie de fotos, comentarios e incluso algún que otro relato. Pues este email que recibí, esta persona remitente se puso en contacto conmigo para hacerme una entrevista, entrevista que me pareció algo extraña pero que, tras un intercambio de correos, acabo por explicármelo. Acabando por asistir más el morbo que por la misma curiosidad
Quenado cierto día entre semana y por la mañana a petición mía, fijando este el lugar, dándome una dirección en concreta, dirección que me presente a la hora prevista. Piso que, tras llegar, me atendió un caballero mayor, persona de entre los cincuenta años y no más de los sesenta años, hombre de aspecto latino, corpulento y grueso, no gordo y de grandes extremidades, caballero de cabellos negros.
Persona que, tras hacerme entrar, me condujo a una habitación donde me invito a sentarme en sofá, ofreciéndome algo de beber antes de comenzar, y tras pedirle un vaso de agua, comenzamos. Este me dijo que sería unas veinte preguntas, todas y cada una de ellas morbosas, preguntas intimas en las cuales debía de responder con la verdad, e incluso aportando alguna experiencia, acabando por dejar claro que debía de aportar una fotografía. Comenzó por preguntarme...
- “¿Cuál es tu género?, bisexual, agénero, bigénero, andrógenos, travesti, Trasgénero, XXY, transexual, Crossdressers, femboy o sissy”.
Pregunta que me rayo de tantos tipos de género, no sabiendo exactamente qué contestarle a este respecto, y acabar por decirle...
- “Quizás de todo un poco, aunque no me considero hetero al mantener relaciones sexuales con hombres, tampoco bisexual, ya que lo mío es puro sexo, no gustándome los hombres”.
Digo y continuo...
- “Pero si te digo que, soy XXY por tener el síndrome de Klinefelter, y quizás por esto te diga que me gusta a veces, vestirme como una chica, aunque más es por el morbo, o sea que sería un poco de lo demás, de... trasgénero, agénero, bigénero, andrógenos, travesti, transexual, Crossdressers, femboy y sissy”.
Contesto, este apunta, y continua con su siguiente pregunta...
- “Pues dime tú nombre femenino de sissy, Crossdressers, travesti, transexual, y dime tú nacionalidad”.
Respondiéndole nuevamente perdido por meterme en ese grupo, pero le respondí...
- “Me hago llamar a veces Sonia, o incluso Susana, y soy española”.
Continuando con su tercera pregunta...
- “Qué tipo de ropa sexy te gusta usar?”.
Le respondo que de todo un poco, haciéndole saber que me gustan los tangas de hilo, las medias de ligas con ligeros, o sea en resumidas cuentas que me encanta toda la lencería. Este vuelve a mirarme, volviendo a anotar, y sigue con su cuarta pregunta...
- “Te gusta maquillarte?, y si es así... ¿Cuáles usas?”.
Le dije que no suelo maquillarme mucho, ya que se pierde mucho tiempo en ello, y que también es verdad que no sé cómo hacerlo, pero que los que suelo usar es la barra de labios, coloretes, pestañas, y poco más. Vuelve a anotar, continuando con su quinta pregunta...
- “Cuanto te mide tu pene flácido y erecto?, y tus testículos de qué tamaño son”.
Respondiéndole que mi miembro flácido me mide unos seis centímetros, y que erecto puede alcanzar los catorce o quince centímetros. Y mis testículos son pequeños por no mentar minutos, aunque a veces ni se me notan. Le respondo, me mira y me pregunta...
- “¿Usas o has usado jaula de castidad?”.
Contestándole, ante no usaba jaula de castidad porque no sabía ni que las hubiera, pero uno de mis machos me la compro, y siempre que puedo suelo llevarlas. Tras verlo anotar, este sigue con sus preguntas...
- “Dime, ¿Cuantos consoladores tienes y de que variedad son?, dime... ¿Cuánto mide y que grosor tiene, tu consolador más grande?”.
Algo sonrojado y ciertamente avergonzado contesto, pues la verdad tengo muchos, desde consoladores hasta bolas chinas, podría decirte que tengo unos nueve o diez. Y mi consolador más grande, pues tengo uno de color carne que mide unos dieciocho centímetros por cuatro de diámetro, pero suelo meterme otros juguetes. Como pepinos o berenjenas de cenca de treinta centímetros y hasta ocho de diámetros, esos los dejos para días que estoy que me subo por las paredes, días de esos que necesito una buena polla. Este se mueve en su sillón, como si estuviera incomodo o le molestara su posición de piernas cruzada, no deja de mirarme sonriente y esta ocasión con una mirada picara. Soltándome una nueva pregunta...
- “Dime, ¿Sales a la calle vestida de nena?, y si es así que prefieres, ¿Vestidos o faldas?”.
Le respondí que no suelo salir vestida de chica a la calle, pero se ha dado días que lo he hecho, no teniendo esos días la preferencia por una de ellas, simplemente escojo o me escogen las prendas a colocar. Me mira ciertamente extrañado, queriendo quizás preguntarme por esa persona que me escoge las prendas, pero en vez de eso, este continua con sus preguntas de rigor. Preguntándome...
- “Dime, ¿Sueles usar plug-anal?, y si fuera el caso, contéstame, ¿Has salido con el puesto a la calle?”.
Contestándole, pues sí, tengo varios, y si suelo llevarlo, no solo por la casa, sino he salido a la calle con el puesto, sobre todo cuando voy a alguna cita, ya que siempre es bueno ir dilatado. Y tras unos minutos después de contestar, vuelve a realizarme una nueva pregunta, pregunta que me van pareciendo a medida que las realiza, más fuerte sexualmente. Pregunta que dice...
- “Dime, ¿Has participado en algún trío, bukake o gang bang con varios hombres, o incluso con travestis?”.
Respondiéndole, pues la verdad es que sí, tengo bastante experiencia en todo eso, realizo tríos normalmente, llegando a participar en un trío como pasivo con dos travestis, pero no en una ocasión sino en varias. Luego en referencia a un bukake o un gang bang, puedo decirte que también, pues donde solía y suelo ir en Sevilla por la zona de ‘La Raya’. Donde comienzas con uno, y cuando menos te lo esperas, estas en plena orgía, comiéndote una polla mientras un segundo te está follando, entretenido en masturbar a otros y otros tanto esperando su turno. Notándolo excitado, este continúa preguntándome...
- “Te has prostituido alguna vez por probarlo?, o ¿Te gustaría probar la experiencia de trabajar como prostituta por un día?”.
Contestándole que la verdad es que lo he hecho, incitándome este a que le contara mis experiencias, finalizando por decirle...
“Pues mi primera experiencia fue aquí en Madrid, y todo tras haber mantenido sexo dentro de un cine porno, donde tras salir de este cine, note como me seguía un hombre”.
“Caballero que, tras presentarse, me dijo que deseaba continuar con mis servicios otro día, y tras hacerle saber que no era yo de ese tipo de sector, acabo este por invitarme a su casa”.
“Y ese día en cuanto llegue, una mujer me recibió, indicándome una serie de instrucciones que debía de tomar. Como un baño bien a fondo, una limpieza anal, colocación de una serie de prendas íntimas femeninas, maquillaje, no haciéndome falta peluca por el largo de mis propios cabellos”.
“Acabando en una cama redonda con esta persona mayor, y cuando me di cuenta de la trama, aquello era ya un gang bang, donde era el centro de cuatro machos”.
“Siendo penetrado por cada uno de ellos, chupando sus pollas y tragando sus corridas, donde me dieron a oler popper y probar otra cosa que me dejo más pasivo y sumiso, mientras en ellos rulaba las pastillas azules”.
Le respondo, y antes de confesarle otro tipo de experiencia, me viene a la memoria dos, tan verídicas como últimas. La primera hace tres años, donde un ‘ciberacosador’, mediante unas fotos bastantes intimas me tenían bien cogido, todo por culpa de unas indiscreciones con uno de ‘Instagram’. Fotos y amenazas que le sirvieron para chantajearme, sacándome dinero, pero no precisamente de mis números de cuenta, sino valiéndose de mi cuerpo para ello. Fue bastante humillante y declinante, pero hasta que no pude acabar con todo esto, no me quedo otra que hincar las rodillas y aguantar. No salí marcado ni traumatizado, quizás porque de alguna forma disfrute, siendo eso mí antídoto.
Y la segunda experiencia, fue aquella que llevaba hasta hace un año, donde un amo de Valencia, donde era más de lo mismo que el anterior, pero en esta ocasión claro esta no había amenazas ni soborno, siendo solo puro morbo. Pidiéndome que fuera a Valencia a pagarle mil quinientos euros, dinero que obviamente fui bajando, pero que gane con el sudor y por medio de otras labores. Y que una vez en Valencia, debía de hospedarme en un hotel que el mismo me indico, hotel claro está cerca de su trabajo, cuya habitación con cama de matrimonio iba a estrenar, llevándose incluso a amigo y conocidos. Pero mis servicios no acabaron ahí, ya que compro los servicios de dos trans cuyas pollas eran de 20 centímetros una y 23 centímetros la otra, me dieran guerra junto a el mismo. Trans cuyos servicios las iba a pagar yo también, todo esto con la humillación predispuesta de mi amo, ya sea usarme como y cuando quiera, orinarse, ceras, o demás modos de dolor.
Dejándole claro que esa experiencia era una de muchas que he tenido, ya que en otras ocasiones, me puse en contacto mediante un anuncio de ‘ www.pasion.com ’, donde buscan un tercero que sea versátil o pasivo. Pero en un momento dado, acabo siendo a saco pasivo, donde en más de una ocasión, se han presentado uno o más, uniéndose a la fiesta. Y es entonces, cuando me pregunta...
- “¿Qué te gusta más el sexo duro o delicado?, y dentro del duro, violaciones, bdsm”.
Le digo que este mundo del sexo, no he conocido la verdad sexo delicado, pues cuando van a saco, lo delicado lo dejan en casa, ya que he hecho siempre sexo duro y fuerte. Y respecto a violaciones, bdsm o similares, debo de confesarte que también, experiencias antes mencionadas, y como violación, digamos más que cuando era adolescente y se aprovechaban cuando dormía. Tras decirle esto, este vuelve a preguntar...
- “Dime... ¿Qué posición te gusta tener el sexo?, ¿En qué posición o posiciones disfrutas más?”.
Le hago saber que mi preferida es la del perrito, disfruto estando a cuatro y que desde atrás sienta toda, aunque no hago asco a otras, ya sea la del misionero, o sentado encima ya sea mirando hacia delante como hacia atrás. También disfruto mucho de píe, quizás porque normalmente suelen darme, ya sea contra un árbol, o en los baños. Se le nota bastante excitado, incluso me aventuraría con deseos de soltarme algo, pero en vez de eso, pregunta...
- “Dime, si tu amo invita a unos amigos y va dejarte ante ellos, pero antes decide que escojas que ponerte, dándote a escoger entre lencería erótica y un disfraz de colegiala, ¿Que escogerías?”.
Respondiéndole que me lo ha puesto muy difícil, pues ambos conjuntos resultan muy sexy y sugerente, pero que quizás viendo antes de cómo son sus amigos, me podría decidir por uno u otro. Tocando disfrutar de ellos, dejándome hacer al placer y los deseos de cada uno de ellos. Este sonríe, llevándose su mano a su entrepierna, apretándose el sugerente bulto, y vuelve a preguntar una nueva pregunta...
- “Y si tú amo te lleva a un local morboso de sexo y desenfreno. Dime que prefieres que tu amo te lleve exhibiéndote ante todos, llevándote en lencería con esposas, collar y correa. O quizás, ¿prefieras que te ofrezca a los demás hombres y te follen?”.
Respondiéndole, obviamente prefiero que me ofrezca a los demás machos para que me follen, no poniendo impedimento al cómo. Y es cuando este me dice...
- “Y si te dicen a pelo, no tienes miedo a infecciones o enfermedades”.
Contestándole, claro que se tiene miedo, pero se tiene cuidado, no entregándome a cualquiera. También es verdad que cada tres o cuatro meses me hago unas pruebas, donde a día de hoy me confirman que sigo tan sano como siempre. Y viendo como no deja de magrearse el paquete, acabo por proponerle que se la saque fuera, justificándome, como a modo de que fuera le molestara menos. Este rechaza mi observación, continuando por preguntarme...
- “Y dime, ¿te queda alguna experiencia por realizar que aún no hayas hecho, dime tienes alguna pendiente?”.
Soltándole que no ignoraba, que quizás tendría alguna, pero que ahora no sabría contestarle. Y este al verme con mis dudas, me suelta...
- “Esta entrevista la vamos a publicar eso si bajo con tu consentimiento en dicho portal web, dime... ¿Estarías dispuesta a quedar con tus futuros seguidores para ser su puta?”.
Y claro esta le contesto que me encantaría, pero que estos seguidores deben de estar enmarcado en una edad de más de cuarenta y cinco años, habiendo excepciones por mi cuenta. Y es cuando este hombre corpulento, levantándose del sillón, me dice...
- “Bueno, pues ahora toca las fotos, no haciendo falta que me las mande por correos, ya que vamos a realizarlas in situ... vale, pues ve desnudándote que vamos a comenzar”.
Tras desvestirme, este me da un tanga de hilo, sujetador con relleno, medias de ligas, ligueros, y un vestido negro, prendas que me coloco. Continua por maquillarme, sombra de ojos, pintar mis labios, coloretes, pestañas, y uñas, sigue con peinarme y darme un calzado, viéndome en el espejo echa toda una dama preciosa. Realizando un castin de fotos, rostro, cuerpo completo, siguiendo sin el vestido y en ropa interior, unas con el tanga y otras sin ella, arrodillado o semí tendido sobre el sofá en posiciones sexy.
Acercándose y ofreciéndome una jaula de castidad, objeto que debía de colocarme, observando este del tamaño de mi miembro en estado flácido y de mi falta de genitales. Volviendo a la sesión de fotos, colocándome en la postura sugerida, no siendo esta otra que, de perrito, y es colocarme, cuando en minutos siento como aloja un capullo entre mis glúteos, grueso, caliente y babeante. Y es cuando de una sola estocada me mete la mitad de su polla, soltando yo un sonoro grito, y comenzar este a embestirme con fuerza, penetrándome como así le hacía saber que disfrutaba más. Mientras me decía...
- “Tengo que comprobar que lo dicho es verdadero”.
Ese hombre mayor de origen latino, me penetra durante un buen rato, deteniéndose en el momento que siente que se va a venir, obligándome a chupársela mientras. Colocándome boca arriba, volviéndome a penetrar, pero en esta ocasión de forma de misionero, no aguantando por mucho más y acabar por venirse. Claro está no me preña, pues su preservativo lo evita, descansa, y tras limpiarse, acabamos por marcharnos, encaminándonos hacia la calle y proponiéndome un nuevo encuentro, cosa que le hago saber que ya veríamos. Acabando aquello de esa manera, bueno, ahora sí que toca hora de despedirse, antes os debo de agradecer a todos aquellos que me leéis y os haya gustado, espero que os haya gustado. Mi email es: jhosua 1974 @ gmail . com (obviamente todo junto como… jhosua1974@gmail.com ).