Una ducha surfera

Sigue la pasión con Vero

Terminamos de desayunar. Vero se quedó sentada en la cama leyendo los mensajes de su móvil. Mientras yo llevé la bandeja a la cocina. Metí los cacharros en el lavavajillas y ordené un poco la cocina. Era la primera vez que lo hacía totalmente desnudo y era una sensación placentera. Moverte desnudo con total libertad por la casa, dándote igual que cualquiera te viera por la ventana con la polla al aire.

Volví al dormitorio y Vero no estaba. Debía haber entrado en el baño. La habitación olía sexo, sudor y sobre todo al placer que ambos sentimos hace un rato. Abrí la ventana. Cambié las sábanas y puse una lavadora.

Cuando terminé entré en el baño. Ella estaba duchándose dando la espalda a la puerta. La ducha es de mampara de cristal y podía verla. Estaba enjabonándose el pelo y el agua caía por su cuerpo. Me gustaba verla a través de la mampara toda morena pero con las marcas del bikini. Abrí la mampara y entré. LA besé en el cuello y la abracé desde atrás. Mis brazos rozaban sus tetas. ¡Dios, que placer era sentirlas!

Vero se giró, me sonrió y me besó. Sus labios suaves y dulces me hicieron estremecer. Pensé "... Vero tiene algo especial. Te llena, pero siempre anhelas más. Te sacia, pero sin ella te sientes vacío. Nunca te puedes cansar de ella". El beso es largo, profundo, intenso. Sus manos bajan hasta mi culo y me da un azote suave. Se va agachando y besado mi cuerpo. Me muerde suavemente los pezones. Mi polla ya morcillona empieza a ponerse dura ¡Y hace poco que me había corrido! Siguió bajando y se puso de rodillas. Cogió mi polla. La levanté y me miró con cara de enfado. Me coge los huevos con fuerza y los aprieta.

-          ¿Pero qué coño haces? ¿Qué pasa?

-          Vero...... Aug, no aprietes. Me duelen

-          Ayer me hiciste lo mismo. Cuando iba a Al ponerme de rodillas para comerte la polla me levantas. "Querías ser tú el que me follara" -dijo con retintín-.

-          No es eso. Es que......

-          ¿Es qué qué? ¿Qué soy una puta por chupártela de rodillas? ¿O es que sólo pueden hacerlo en una peli porno, como ayer?

-          Es que me da la sensación de al estar yo de pie y tú de rodillas eres mi sumisa. Y me gusta el sexo de igual a igual

-          Sexo de igual a igual. Tú ayer me comiste el coño de rodillas y me encantó. ¿No puedo hacerlo yo?

-           Síiiii. Augh, no aprietes más. Suelta por favor.

Abrió la mano. Me miró y sonrió pícaramente. Se pone de rodillas. Y suavemente acaricia mi polla. Estaba terminando de ponerse dura porque con el apretón de huevos se me había bajado. saco su lengua y fue recorriendo con ella toda su longitud (tardó poco, ya dije que la tengo normal, jajaja). Se puso a jugar con el glande dándole lametazos, metiéndoselo en la boca y succionándolo. Eso me puso la polla a mil y más gorda de lo que nunca tuve. Siguió lamiendo la polla cada vez más rápido y con ansia. Me dejó la polla empapada y chorreando de su saliva que me recorría por la pierna. Se la metió entera en la boca. Pensaba que no podría aguantarla pero se la metió hasta el fondo. Notaba su nariz en mi pubis. Nunca me lo habían hecho. Siguió metiéndosela y sacándola de su boca. La coge en su mano y me mira mientras la da lametazos. Su mirada me derrite de placer. Empieza a hacerme una paja cada vez más rápido mientras su lengua lame el glande. Siento que mi polla arde de placer la agarro la cabeza anticipando mi corrida.

­ -      ¡Córrete en mis tetas!

Yo ya no puedo aguantar más y me corro. Me tiemblan las piernas con el orgasmo. Nunca había disfrutado tanto de una mamada. Vero dirige mis chorritos le semen hacia sus tetas y, cuando acabé de correrme lamió su mano de los restos de semen. Se levanta y me da un morreo con mi semen en su boca. La devoro la boca con placer y deseo. Vero es pasión pura. Deseo inagotable.

­-       ¿Me limpias las tetas? Creo que se me ha caído algo de leche en ellas.- Me dice mientras me sonríe con picardía.

Me agacho un poco y empiezo a lamerle sus tetas. Tiene algo de semen mío colgando de un pezón. Con mi lengua lo cojo y chupo esa punta de placer que tiene. Vuelve a tener los pezones bien duros. Los amaso con suavidad con mis manos mientras Lamo todo mi semen. Tiene unos pechos perfectos, redondos, suaves y duros al mismo tiempo, y sobre todo muy sensibles. Cuando chupo, beso, pellizco sus pezones noto como su cuerpo se estremece con el placer. Una vez bien limpia vuelvo a besarla. Y me susurra al oído:

­-       Túmbate en el suelo

­-      ¿Por?

­ -     Ahora es mi turno de recibir placer. Quiero que me comas el coño como lo sabes hacer.

Me tumbo. Ella en pie abre sus piernas y lentamente se va poniendo en cuclillas. Su coño está totalmente abierto. Lo tiene totalmente empapado, tanto que brilla por sus jugos. Baja lo justo para que mis labios rocen los suyos vaginales. Saco la lengua y empiezo a lamerlos. Se pone de rodillas un poco incorporada para que se lo pueda comer bien.  Voy haciendo círculos con la lengua recorriendo todo el coño y metiéndosela un poco en la vagina. Miro hacia arriba y veo que ella se está pellizcando los pezones. Con los labios cojo su clítoris y empiezo a succionarlos. La agarro del culo para poder chupárselo mejor. Con un dedo acaricio su ano apretándoselo suavemente. Noto una mano suya tocándome la polla. No sé cómo pero la tenía morcillona de nuevo. Ella empieza a mover su cadera rozando todo su coño con mi boca. Gracias a sus caricias mi polla se pone bastante dura. Ella se incorpora. Me coge la polla y se la dirige a su coño. Poco a poco se la va metiendo hasta el fondo. el calor de su coño hace que mi polla se endurezca más. Empieza a subir y bajar, metiéndosela y sacándosela lentamente. Gime de placer. Se muerde un poco su labio inferior. Acaricio sus tetas. Entonces ella empieza a mover sus caderas haciendo círculos y también hacia adelante y hacia atrás. Es como si estuviera escribiendo el símbolo de infinito con su coño. Se acaricia su clítoris. La cojo el culo y empiezo a  follarla. Un metesaca suave que va subiendo hasta follarla fuerte. el sonido de nuestros cuerpos nos excita más. Noto sus dedos como se acarician el clítoris y mi polla cuando la saco algo. Empieza a gemir con fuerza y a temblar su cuerpo. Tiene otro orgasmo intenso y se tumba encima de mí. Sigo follándola hasta que me pide que pare. Mi polla sale de su coño ya flácida. Me incorpora quedándome sentado y nos abrazamos. Los dos estamos jadeando de placer y sudados. Nos miramos y besamos. Se quita de encima de mí. Me levanto y la ayudo.

­ -    ¿Seguimos con la ducha y nos vamos a descansar un rato a la playa?- Me dice

Terminamos de ducharnos. Nos vestimos. Preparamos algo de comida y bebida y nos fuimos a pasar el día a la playa.