Una diosa de ébano 2ª Parte
La presentación en la empresa
UNA DIOSA DE EBANO
2ª PARTE
El domingo a la tarde, me encontré con Marina a tomar algo. Como vivíamos cerca una de otra fuimos a una confitería a dos cuadras de casa. Nuria no pudo venir por tener un compromiso anterior, seguro con el novio.
MARINA: hola Sasha, que tal el fin de semana
SASHA: bien, normal como todos.
MARINA: pensaste en lo que puede pasar mañana
SASHA: no, realmente no. No me gusta pensar en que puede suceder o que sucederá. Lo que sea no esta a nuestro alcance saberlo hasta que no lo digan. Dejo simplemente que las cosas vayan viniendo.
MARINA: esta bien, buen método si lo puedes cumplir. Yo no puedo dejar de pensar en lo que viene o pueda venir.
SASHA: estas asustadas? No te suicides antes de que te condenen.
MARINA: sabes que pasa, la situación no esta para salir a la calle a buscar trabajo. Faltan muchos empleos y cada vez te piden de más baja edad y que sepas un montón de cosas para darte después un sueldo de mierda. Yo ya tengo 28 años y casi 8 acá en la compañía y se hace difícil volver a empezar.
SASHA: epa, espera, no te precipites a lo mejor te dan una cargo y un aumento.
MARINA: si un cargo de conciencia me van a dar
SASHA: menos mal no vino Nuria porque si esta como vos me tiro al río. Adonde esta esa Marina que el viernes me cargaba con la negra, que le había gustado y que se yo cuantas cosas mas.
MARINA: sabes en la oficina una es una cosa, pero cuando salís y pensas en la situación te deprime
SASHA: a gracias, por eso me llamaste a mi de sicóloga, tapar lo agujeros que se te producen en la cabeza.
MARINA: no, sabes que no. Pero tienes 22 años y eres muy madura. Además no tenes problemas tantos problemas si no tenes trabajo un tiempo. Estudias y vives con tus padres que tienen un muy buen pasar.
SASHA: esta bien si te quedas sin trabajo te hago tomar por mi madre como ama de llaves
MARINA: jajaj, que cómica eres. Dime como dijiste se llama la negra?
SASHA: Alysa. Busque en Internet y es un nombre griego que significa princesa. Del apellido ni me preguntes por no entendí nada.
MARINA: que edad tendrá?
SASHA: ni idea, parece de 25 o 26 pero ahora no se nota mucha la edad en nadie. Decís tiene 20 y tiene 35. Mañana nos enteraremos de muchas cosas.
MARINA: bueno vamos es tarde ya y tengo que sacar la ropa para mañana.
A la mañana siguiente me levante como de costumbre me bañe y luego desayune un café con leche con unas galletitas de agua con mermelada. Por suerte no tenia problemas con mi cuerpo, podía comer cualquier cosa que no engordaba.
Luego fui a baño a limpiar mi boca y empecé a maquillarme. Lo hice de la misma forma de siempre. Me puse el sostén y la tanga de sedas blancas y una pollera común tipo tubo que llegaba más allá de las rodillas. Una blusa blanca que traslucía mi ropa interior, zapatos de taco chino. Me mire al espejo, estaba como siempre. Enjuague mi boca con un enjuague bucal, tome los documentos, la cartera y las llaves del coche y salí hacia el trabajo. En lugar de bajar en el garaje, decidí hacerlo en plata baja y no ir con el coche. Pare el primer taxi que vino y le indique la dirección. Apenas arranco el coche sonó mi celular. Era Marina
MARINA: guacha, me pasas a buscar?
SASHA: esta bien, mira que voy en taxi, estate en la puerta
MARINA: OK, ya estoy bajando
Le indique al chofer la nueva escala, para que suba Marina
Marina efectivamente esperaba en la puerta. Subió al taxi, nos dimos un beso, mientras el coche arrancaba a su destino inicial.
MARINA: estoy bien así?
SASHA: esta muy bien, mira si fuera de noche diría que vamos a una disco a bailar, de cómo estas.
MARINA: demasiado no? Vos estas sobria como siempre.
SASHA: demasiado no se, yo no voy a trabajar
MARINA: si pero hoy es la presentación de la negra como directora de la compañía.
SASHA: y que? Por eso no voy a vestirme de gala. Ya llegamos.
Esperando en la puerta estaban Nuria, también con gran producción y los dos empleados de riguroso traje, camisa y corbata
Parecía que nadie quería dar el paso inicial de entrar, como queriendo demorar lo indemorable. Yo entre primera y todos detrás de mí. Subimos al ascensor que era para 6 personas y llegamos al penúltimo piso como siempre. Abrimos la puerta, ya sin llave, y entramos. Todavía faltaban más de 15 minutos para empezar nuestras tareas. Preparamos café para todos e hicimos como una jugada a ver quien acertaba la hora e llegada de Alysa
HUGO: bien, yo digo que la negra, que habrá ido anoche a menear el cuerpo, llegara tipo 11 o 12 del mediodía.
SASHA: acostumbremos a llamarla como ella diga: Sra., Srta. O Alysa o el desconocido apellido, porque alguno un día se va a trabucar y le va a decir negra y ahí se arma.
HUGO: si, tienes razón
Nadie pudo apostar más porque de su oficina salio el gerente saludando a todos.
GERENTE: menos mal, vinieron temprano.
MARINA: como siempre Sr., igual ella no habrá llegado aun no?
GERENTE: hace una hora que esta en su despacho leyendo legajos. Recién le avise que habían llegado todos. Así que vamos al salón de arriba.
Subimos al ultimo piso el 22 del edificio y cuando entramos nos quedamos boquiabiertas por el buen gusto y fino decorado que había. Habían hecho varias oficinas.
GERENTE: Sra. ya están todos aquí. Bien como no
Los cinco seguíamos mirando el hermoso piso.
GERENTE: vengan, mientras esperamos me pidió le enseñase el piso en detalle. Bueno ahí esta la cocina y los baños generales de hombre y mujeres. Esta de al lado es la oficina de fotocopias, fax etc. La que sigue es la oficina mía, la gerencia. Siguiendo a ella esta más chica es la de secretaria y luego la que da al exterior con vista al río la de la presidenta. Del lado izquierdo frente a la presidencia esta la sala de reuniones, luego la tesorería y por ultimo la de recepción. En la parte central del piso a la vista de todos había 7 escritorios vacíos, varios armarios etc., que supuse serian los nuestros.
Entramos a la sala de reuniones. Era enorme tenia una mesa de fina madera y doce finos y mullidos sillones. Hasta una heladera había en la sala, además la de la cocina. Todo era nuevo. El alfombrado del todo el piso era mullido que parecía no pisábamos el suelo. El gerente llamo de nuevo indicando habíamos terminado.
A los dos minutos apareció ella en la sala. Todos hicimos ademán de levantarnos y ello con las mano indico nos quedáramos sentados. Verdaderamente su entrada fue majestuosa, digna del nombre de princesa Alysa, que ostentaba. Pasó firme, gestos seguros, tenia un vestido acampanado hasta más debajo de sus rodillas. Zapatos de tacón chino. El vestido era esplendido hecho en una seda importada, color amarillo hasta su cintura, dividía el vestido un cinturón fino al tono, y luego la parte de abajo hasta más allá de la rodilla del mismo amarillo con franjas anchas rojas, azules y verdes. Su pollera tenia un tajo desde la cintura hasta abajo. La verdad le quedaba hermoso más con esa piel negra reluciente. Al caminar vimos su hermosa pierna azabache.
ALYSA: bien, buenos días, disculpen un poco mi español aun defectuoso, pero lo iré puliendo con el tiempo.
La verdad, se entendía todo muy bien aunque a veces parecía no encontrar la palabra a utilizar, en especial en las cosas en singular y plural, femenino y masculino y en especial los verbos. Por ahí confundía los artículos como decir “el mujer” en lugar de “la mujer”. Pero eso típico en todo extranjero que llega la primera vez a un país de habla hispana.
ALYSA: quería primero decir que esta compañía es danesa igual que yo y la conocerán del mercado mundial. Quería darles la bienvenida en general a todos Uds., que serán los de acceso más directo a mí. Luego, mas tarde, haré las entrevistas personales con Uds. Deben estar tranquilos en cuanto a su empleo. Bueno, eso es todo, hasta luego.
Salio con el gerente, quien volvió para llevar a Hugo a la entrevista. El gerente volvió a los minutos. Antes que volviera comentamos no solo la vestimenta de la negra, sino también lo bella que era y el cuerpo que lucia.
Se hizo larga la espera para la salida de Hugo. Cuando salio no lo vimos y el gerente llevo a Juan. Pensamos que habría pasado con Hugo que no volvió. El gerente no dijo que estaba trabajando ya en el piso de abajo por ahora. Con Juan paso lo mismo y luego le siguieron Nuria y Marina.
Por fin llego mi turno. El gerente me acompaño y presento ante ella.
GERENTE: ella en la más nueva y más joven. Ahí esta su legajo, el ultimo para ver. Es descendiente de franceses, así que si UD gusta puede hablarlo con ello a la perfección.
ALYSA: no, esta bien el español, así me voy perfeccionando. Gracias Sr. Gerente.
El gerente se retiro y quedamos solas frente a frente. Tenía una mirada enérgica que me costaba mantener y miraba a los costados o bajaba un poco mi mirada. El escritorio era esplendido y tenía algunos objetos de adorno evidentemente africanos. En la pared lateral estaba el titulo profesional de ella y algunos cuadros más chicos. El otro lateral y el frente eran de vidrio. No había reparado que en la pared donde estaba el titulo había una hermosa lanza india con múltiples adornos de colores envolviendo su mango. Pensé que era de África el lugar de sus antepasados.
ALYSA; (con una blanca, perfecta y esplendida sonrisa) así que eres la menor el grupo. Bueno a ver (abriendo y leyendo el legajo) Sasha, 22 años, soltera, estudiante de abogacía, voy bien así?
SASHA: si perfecto Sra.
ALYSA: veo que realizas diversas tareas de oficina. El Gerente te tiene muy bien conceptuada
SASHA: gracias Sra.
ALYSA: veo que además el francés, y el español también lees y escribes ingles.
SASHA: si Sra.
ALYSA: bien por las traducciones. Una pregunta personal si?
Temblé, con que saldría.
ALYSA: dime a quien sales tan rubia, con esos rizos largos que tienes
SASHA: a mi madre, que es rubia de ojos claro y descendiente de alemanes. Mi padre es argentino
ALYA: bueno por hoy esta bien, mañana les asignare los puestos de trabajo a todos.
SASHA; perfecto Sra., gracias.