Una Despedida

Kike decide ponerle fin a su relación hombre-mujer con su padre, Kika dejará de ser su mujer. Voy a empezar a contarles sobre mi nueva vida, al lado de mis 2 maridos y mi esposa.

Una Despedida

Hola, nuevamente los saluda Laura Ovalle de Estrada y de Mayén, y ahora también de Lehnhoff, la Garganta de Cuero, con una nueva historia de mi vida. Esta es más bien un recuento de lo mucho que cambió mi vida de la noche a la mañana. Les voy a hablar de cómo organizo mi vida en torno a mis 2 maridos y a mi esposa, a mis amantes y a mis hijos.

Como recordarán estaba esperando un bebé de Beto, mi mejor amigo y ahora nuevo amor y marido. No es que me halla separado de Kike, pero como bien sabrán, el a su vez es la mujer (como Kika) de Javier y de su propio padre. Eso nos trajo una serie de complicaciones, como por ejemplo, teníamos que engañas constantemente a mi madre, pues ella no sabía nada de mi vida. también debíamos engañar a mi hermana Majo y a mis cuñadas Estela y Virginia, hermanas mayores de Kike. Me era difícil organizar lo encuentros con cada uno de mis 3 amores sin levantar sospechas, aunque en ello nos ayudaba mucho Juanca.

Por otro lado, estaba el asunto de mis hijos, Kikín, Estelita y Juanjo. Si Kika pasaba una semana con Javier y una con Tito, su padre, Kike solo estaría 2 semanas al mes conmigo y con nuestros bebés. ¿Qué les iba a decir a cuando me preguntaran por qué su papá nunca estaba en la casa? Y luego que me hice la novena esposa de Beto (recuerden que el es el marido de su abuela, de su madre, de sus 3 tías, de su hermana mayor y de varias primas suyas, lean “El Semental de las Mayén” para mayores detalles”) quedando embarazada de el y que supuestamente pasaría las 2 semanas que tengo a solas con el, así serían 2 con Kike y 2 con Beto, ¿qué le iba a decir a mis bebés cuando me preguntaran que quién es ese otro señor? Todavía tengo la ventaja de que están pequeños, y con una mentirita blanca se quedan tranquilos. Pero cuando ya comprendan las cosas que suceden a su alrededor, ¿qué les iba a decir? Con Bianca tenía un problema similar, aunque ella me podía ir a visitar cuando quisiera, pues oficialmente era solo mi amiga.

Por otro lado, Beto vive en Xela, y el no puede venirse 2 semanas conmigo a la capital, forzosamente tendría que viajar periódicamente hasta su vivienda. No iba a dejar a mis bebés solos en la casa y no los quería recomendar con mi madre, ella no sabía nada de lo que estaba pasando en mi vida y quería que así se quedara. Llevármelos a cada rato solo les causaría inestabilidad, y cuando entraran formalmente al colegio sería muy dificultoso.

Si, es fácil hacer las cosas sin pensar en lo que podría pasar después, es más sencillo no preocuparse y no prever. Afortunadamente para mi, Kike también había caído en la cuenta y ya había hecho algo al respecto

Habló con Javier y con su padre, les dijo lo que estaba pasando y lo que podría ocurrir. También llamó a Beto y a Bianca, les dijo que necesitaba hablar con ellos muy seriamente. Yo no estaba al tanto de nada, todo lo hicieron a mis espaldas.

Habló con su papá, le explicó todo con detalle y ambos estuvieron de acuerdo en que aquello no podía continuar.

-  Si… te comprendo mijo, te comprendo. – le dijo don Tito, mi suegro, a Kike con un vejo de amargura en sus ojos, pero también de resignación.

-  Papa… no te pongás así por favor, no quiero verte mal

-  No te preocupés por mi mijo, soy fuerte, la vida me ha tirado contra el suelo tantas veces que ya perdí la cuenta. No me va a pasar nada, de verdad mijo. Además, así es mejor… creo yo.

-  ¿Por qué?

-  Porque, en realidad Kike, desde que te convertiste en Kika y fuiste mi mujer yo no vi a una mujer en ti… vi a Estela. – doña Estelita era mi suegra, esposa de don Tito y madre de Kike, fallecida por cáncer – Kike, de la piel de Kika estaba tratando de recuperar el calor y el amor que mi difunta esposa me daba. Y es que ustedes son tan parecidas, tu heredaste de ella la dulzura y el carácter alegre y jovial, siempre festivo que tanto amaba de mi Estelita. Kika es casi el vivo reflejo de ella… de verdad Kike, es impresionante lo mucho que ella y Kika se parecen

-  Nunca caí en la cuenta de eso… – exclamó mi esposo.

-  Ni yo… bueno, hasta hace un mes o dos. Kike, no te preocupés por este vejo de tristeza en mi mirada, comprendo que no puedo sacar de mi propio hijo, por muy femenino y tierno que fuera convertido en Kika, el amor que Estela me dio. Así que te doy la razón, debo dar un paso de costado y caminar por mi cuenta y comenzar de nuevo. Ya es hora de que deje ir definitivamente a Estela, ella no volverá y yo aun quiero permanecer muchos años más en este mundo. Tranquilo hijo, tranquilo… todo va a estar bien. – los 2 lloraron abrazados, había sido una aventura muy bonita la que mi esposo había emprendido con su papá y que se extendió por casi 2 años enteros.

Pero el tampoco quería acabarla solo así, decidió ser su mujer por una última vez. Se citaron para esa misma noche, Kike se convirtió en Kika y se preparó muy bien, con mucha sensualidad. Se depiló cuidadosamente el cuerpo, dejándose solo un pequeño y muy simétrico matorral de vellos sobre su pene. Se puso un provocador conjunto de lencería fina, en suave algodón y lindos diseños en encaje. Era de color verde botella, un sostén de media copa que rellenó con globos de agua especiales, y una diminuta tanga verde que se perdía en el interior de sus carnosas nalgas.

Recuerden que Kike es guapísimo, un hombre de piel blanca y ojos azules, cabello castaño claro y cara de niño, con rasgos muy finos. Es delgado pero de complexión atlética, con los músculos ya no tan marcados como antes, pues debe conservar su feminidad para poder ser Kika. Mide 1.68, tiene un pene de 16 cm. y, sobre todo, un impresionante trasero, redondo, muy grande y duro. Casi puede decir que lo tiene mejor que el mío, y ustedes saben que yo también estoy que me caigo de buna.

Se aplicó un exquisito maquillaje en tonos verdes y azules, que resaltaban el color de sus ojos, y se puso una deliciosa fragancia francesa. Enfundó su cuerpo en un hermoso vestido de seda verde botella, corto, hasta medio muslo, y ajustado, lo que marcaba provocativamente su cola deliciosa. Luego una peluca rubia y listo, Kika estaba divina, y aunque sabía que si bien ya no iba a ser más la mujer de su padre pero que siempre tendría la oportunidad de coger con el, quería dejar en Tito el grato recuerdo de aquella noches de sexo tórrido y sin freno, el recuerdo de esta perra rendida a sus pies.

Llegó a la casa de su padre, en Zacapa, la casa que lo había visto crecer. El timbre anunció su llegada y, en cuanto el viejo le abrió, no perdieron el tiempo con palabras, inmediatamente las manos de los 2 empezaron a recorrer el cuerpo del otro. Kika sentía a su padre enfundarla dentro de un suave capullo de caricias, mientras la tomaba de la cintura y la apretaba contra su cuerpo, besándola y haciéndola sentir tan chiquita.

Recuerden como es Tito, alguien que de feo no tiene nada. Mide casi 2 metros, es de piel blanca, ojos verdes, cabello castaño claro elegantemente canado, usa barba y bigote, cortos, y por los ejercicios tiene un muy buen físico, bien marcado y trabajado, adornado por una espesa pelambrera. Es lo que se dice un “viejo buenote”. Y además, un culo grande, redondo y duro (que sus hijos heredaron), un par de huevos enormes y una descomunal verga de 30 cm. y como 6 de ancho. Kika se veía diminuta a su lado.

Las grandes manos de mi suegro acariciaban la cola de su hija por debajo del vestido, apretando su bulto contra su vientre. Ella se colgaba de su cuello, y así fue levantada en brazos y me llevada al dormitorio, en donde continuaron ese festival de besos y caricias.

Despacio la ropa fue a dar al piso, quedando esos 2 ardientes cuerpos desnudos. La poderosa pija del viejo, enorme y dura, no tardó en llamara la atención de la viciosa putilla, quien no tardó en comenzar a besarla y lamerla. Kika nunca pudo meterse en la boca más allá de la mitad de esa enorme verga, por lo que optaba por masajearla con las manos, acariciando todo su contorno, ensalivádola y sintiendo con la lengua el tacto de sus venas hinchadas.

Se pusieron uno encima del otro y comenzaron un 69, en donde ella rendía adoración a la dote de masculinidad de ese semental y el trabajaba con su lengua el esfínter de su culito, que se abría cada vez más, permitiéndole meter su lengua y/o sus dedos, horadándola y matándola del placer.

Rodaron y rodaron sobre la cama, en varias ocasiones casi se cayeron, aunque ni les importaba. En una de esas Kika quedó arriba de el y, girándose se le montó encima. Ese grueso mástil quedó en posición de ataque sobre la entrada del culito deseoso de ella, el que se abrió más todavía por acción de las manos de su dueña. Trabajosamente y con cuidado ella inició su lento y delicioso martirio, comenzando a sentarse y ensartarse sobre esa verga. Poco a poco fue bajando sobre esta, primero el glande, luego el resto, despacio pero sin detenerse, pues Tito, tomándola de la cintura, jalaba hacia abajo. No era la primera vez que Kika era partida en 2 por esa herramienta, pero igual a una verga de 30 cm. no se puede llegar una a acostumbrar, siempre se siente dolor.

Finalmente quedó empalada, el no se movió durante unos minutos, en que la atrajo sobre su velludo pecho y la besó apasionadamente, para que ese culito que tanto amaba se fuera preparando para lo que venía. Fue ella quien comenzó a moverse despacio, lentamente, dibujando formas redondas con las caderas, subiendo y bajando al mismo tiempo. El dolor del principio se había convertido en placer intenso que dominaba sus sentidos y hacía que no pudiera pensar en nada más, solo en esa cogida que le estaban dando.

-  ¡¡Dios mío!! ¡¡Papito, qué rico sos!! ¡¡¡Haceme tuya, haceme lo que querrás!!!

-  ¡Sos divina Kika, divina!

-  ¡¡¡DALE DURO PAPA, DAME CON TODO!!!… ¡¡¡¡OOOOOUUUUURRRRGGGGGHHH!!!! ¡¡¡¡DAME CON TODO, SOY TU PUTA, SOLO TUYA!!!!

Sin sacarle su instrumento de tormento, Tito la cambió de posición, acostándola boca arriba entre sus piernas, que lo envolvían por la cintura. Empezó entonces a darle con más fuerza, entrando y saliendo de sus entrañas con su enormes tronco, obligando a su ano a dilatarse todavía más. Debo aclarar que mientras hicieron el 69, Kika aplicó un espeso y viscoso gel lubricante a su amante en la verga, de lo contrario el dolor hubiese sido insoportable.

Tito le agarró los pies y los abrió en alto, dejándome prácticamente con las caderas colgando, y comenzó a cogérsela con fuerza y brusquedad, arrancándole fuertes gritos de placer al mismo tiempo que ella se masturbaba y todo su cuerpo se estremecía ante cada embestida. Se la cogió así por un buen rato, ella perdió el control del tiempo, así como perdió el control de su voluntad, ya todo era solo darle satisfacción a su garañón, envolver con amor ese pedazo ciclópeo de carne que estaba entrando y saliendo de su culo, como si no se tratara más que de una cálida funda de piel mojada. Ella no podía hacer otra cosa más que gritar del placer que estaba recibiendo, y más cuando alcanzó un fuerte orgasmo que chorreó sobre su vientre..

-  ¡¡¡¡AAAUUUUUGGGHHHHH!!!! – aullaba como una auténtica perra apaleada - ¡¡¡¡OOOYYYY, OOOYYYY, OOOYYYY!!!! ¡¡¡¡¡AAAAAAARRRRRGGGGGHHHHHHHH!!!!!

Tito se detuvo un poco, para tomar aliento nuevamente y no acabar tan rápido, pero además para lamer el dulce néctar que su hijo depositó sobre su estómago. Le sacó su poderoso mástil y se agachó para lamer esa dulce leche de hombre, que saboreaba con deleite. Tragó la mitad, la otra la compartió con ella por medio de una beso largo y profundo.

Se quedaron quietos por un momento, Tito aun metido entre las piernas de su hijo/a, pero sin hacerle nada más, esperando a que se recuperara, acariciando sus pezones y su ingle con su pija dura. Kika abrió los ojos somnolienta, con una coqueta y amorosa sonrisa se volteó sobre su izquierda ofreciéndole a su padre el tubito de gel lubricante.

Tito lo tomó, echó un poco en 2 de sus dedos y lo esparció generosamente dentro del ano de su linda Kika. Luego la tomó de una pierna y la levantó, acomodándose a su lado, detrás de ella. Despacio fue colando su pene adentro de ese culo nuevamente lubricado que tenía a su entera disposición, Kika no sintió molestias, ya no le dolía, y es que el la había dejado muy dilatada. Se la metió en menos de 30 segundos y nuevamente empezó a poseerla como más le gustaba, primero suave y despacio, pero pronto esa formidable verga se hallaba perforándola frenéticamente.

Kika la sentía enterrándose en sus entrañas, haciéndola sentir más mujer que nunca, recordándole que solo era su hembra, una tremenda hembra propiedad de ese tremendo macho, una máquina de placer que tan solo tenía que abrirse de piernas para mandar a alguien al cielo, totalmente entregada a la voluntad de esa ingente verga que seguía barrenando sin piedad su delicioso culito. Su pene se volvió a poner duro casi enseguida.

Después de un rato la cambió de posición, colocó varias almohadas debajo de su vientre para que su culito quedara en pompa y así volvió a matérsela. Su gran madero de carne se daba un festín con el culo abierto e indefenso de Kika, el que perforaba de una forma salvaje para regocijo de ambos.

Paulatinamente Tito la iba jalando hacia atrás hasta que la puso en 4, con el tórax apoyado aun en la cama pero parada en el suelo. En esa posición el viejo podía embestirla con más fuerza, haciéndola ver las estrellas cada vez que estrellaba sus caderas contra sus nalgas. El ritmo infernal de sus embestidas no cesaba, las fuertes palmadas en las nalgas de la indefensa perra se las enrojecían y la obligaban a aguantar como ese feroz trato como toda una heroína.

Fuera de si, totalmente enloquecido por el tremendo placer que su hijo/a le estaba prodigando, Tito se la sacó, aferrándola del pelo la puso boca arriba en el borde, la tomó de las caderas metiendo sus fuertes brazos por debajo de sus muslos y la levantó, estrellándola luego contra la pared en donde quedó prensada entre esta y el poderosos cuerpo de su toro garañón fuera de control.

Nuevamente ensartada, Kika era cogida de una forma bestial su padre no dejaba de trepanarla con tantas fuerzas que hasta las nalgas le dolían a ella de tanto que se estrellaban contra sus caderas. Ella ya no aguantó más, y en medio de fuertes alaridos de dolor y placer volvió a acabar, esta vez derramándose sobre su vientre y el de su padre. Casi al mismo tiempo sintió como Tito la llenaba de leche, su espesa crema se fue depositando en las profundidades de la perrita. La fuerza y potencia de las metidas y sacadas hicieron que mucha de esta leche se saliera del caliente e irritado hoyo y cayera al suelo.

-  ¡¡¡¡¡¡AAAAAAGGGGGGHHHHHHHH!!!!!! – gritaba ella.

-  ¡¡¡¡KIKA, KIKA!!!!… ¡¡¡¡¡¡VOY A ACABAAAAAAARRRRRRRGGGGGGGG!!!!!! – bramó el.

-  ¡¡¡¡¡¡OOOOUUUUUHHHHH!!!!!! ¡¡¡¡¡¡OOOOUUUUUHHHHH!!!!!!

-  ¡¡¡¡¡¡AAAAAAARRRRRRRHHHHHHHMMMMMMFFFFFFMMMMMMM!!!!!!

Tito siguió cogiéndosela hasta que su hermosa verga perdió su dureza y se salió sola del dilatado y lastimado, pero feliz ano de Kika. Cayeron totalmente exhaustos sobre la cama en donde quedaron profundamente dormidos, ella con el culo abierto e inundado de esperma.

Pero la cosa no terminó allí, ninguno de los 2 querían cosas tristes para la despedida. Cuando despertaron retomaron la acción, Kika comenzó a hacerle una paja hasta que hubo respondido, entonces bajó y se puso a mamarlo de la mejor forma que podía. Cogieron como animales todo ese día, Tito dejó a mi marido escaldado, de verdad escaldado, pero bueno

Así fue como terminó el matrimonio de facto entre Kika, y su propio padre, Tito. Seguiré más adelante contándoles más a fondo el resto de cambios que experimentó mi vida, mientras, pueden mandarme sus comentarios y sugerencias a mi correo electrónico, ya saben que me gusta mucho leerlos. Besos y abrazos.

Garganta de Cuero.