Una desconocida gorda

Una mujer gorda, un autobus repleto de gente. Al final disfrutmamos como loco.

Gracias a todo el mundo que me haya leído mis dos únicos relatos. Para mí es un placer escribiros mis experiencias. Después de un tiempo sin poder escribir me he decidido a contaros una de mis ultimas experiencia.

Venia de la famosísima Feria de Abril de Sevilla en autobús. Lleno a reventar, todo el mundo apretado pero al final del autobús se estaba un poco más vacío. Así que me dirigí al fondo cuando veo que en él hay una mujer de unos 30 años pelo moreno largo, se le veía cansada de tanta fiesta, como casi todo el mundo en el bus, ojos marrones y boca pequeña. Pero lo que más me llamo la atención fue su gordura, me encanta las mujeres con mucha carne, me gusta perderme entre sus piernas y hacer un buen trabajo en su sexo. Ella tenia un soberano culo, era inmenso y sus pechos grandes, caídos por su propio peso.

Así que me dije que esta era la mía, me coloque justo detrás de ella, mi paquete contra su enorme culo y con la excusa de estar todos apretados en el autobús no le dio ella importancia de mis intenciones. En cada frenazo o acelerón del conductor mi creciente polla se refregaba contra su trasero, que sensación más buena. Ella para nada se percataba de la situación, solo ella pensaba de lo apretado que estábamos pero mi erección ya era notoria y mi dura polla cada vez que podía tocaba ese delicioso culo.

Pero mi alegría duro poco porque al momento ella se movió y le dio al botón para bajarse. Mi subconsciente hizo que la siguiera cuando ella se bajó del autobús junto a varias personas ajenas a ella. La seguí, quería ver por donde vivía, espiarla, pero el que pensaba era mi polla y no mi cabeza, así que ella se dio cuenta que la seguía puesto que estaba realmente cerca de ella y siguiéndola durante mas de 5 minutos a pie.

Ella: ¿Qué quieres?

Fue entonces cuando me desperté del mundo ese que me dio para seguirle y conteste:

Yo: Na-nada

E: Por que me sigues? Acaso tengo monos en la cara?

Y: No solo tienes unos pechos y un trasero delicioso solamente.

E: Ya esta el gracioso de turno que no tiene otra que reírse de mí.

Y: No no para nada, es mas me encanta tu culo y además me lo he pasado muy bien con él dentro del autobús.

E: En serio? En realidad note a alguien detrás de mí pero es normal en un autobús lleno de gente.

Y: De verdad, te lo juro. Me encanto sentir mi paquete tocándote y mi calentón me ha llevado hasta aquí para ver si podía tener más.

E: Así que quieres tener mas? Me darás placer a mí también? Porque no me gusta que la gente se divierta a costa de mí.

Y: Claro que te divertirás tu conmigo, pero vallamos a un sitio en donde nadie nos vea estar en faena, que te parece?

E: Que te parece en mi casa? Vamos a mi casa y jugaremos para bajarte el calentón.

Y: Cómo te llamas? Mi nombre es Rubén

E: Yo Marta, encantada.

Y: Encantado

Yo accedí a su propuesta de irme con ella a su casa. Durante unos tres minutos estuvimos andando hasta que ella sacó de su bolso unas llaves y entro en un portal y abrió la puerta:

M: Entra

Subimos por las escaleras hasta un segundo piso y abrió la puerta que estaba mas cerca de la escalera. La perseguí a ella y entre a su piso. Era un piso coqueto con una amplia cocina, un salón-comedor acogedor dos habitaciones y un cuarto de baño. Su habitación constaba de ropero, cama matrimonial (le gusta dormir con espacio en la cama como a mí) y una mesita de noche. Sin decirme nada ella me beso en la boca y me tiro contra su cama. Yo le besaba también y nuestras lenguas se entrelazaban en su boca. Yo aproveche para acariciar sus grandes tetas, las tocaba por encima de su ropa pero entre su camiseta y el sujetador apenas podía disfrutar, así que le subí un poco para arriba la camiseta y su sujetador dejando parcialmente sus tetazas y así manejarlas mejor.

Parecíamos como dos locos, queriéndonos comer el uno al otro, ella al cabo de un rato me metió una mano por debajo de mi camiseta y me acariciaba mi pecho peludo. Era suave y el tacto de mis pelos le era agradable. Cuando nos cansamos de acariciarnos le propuse que uno le desnudara totalmente al otro. Me toco ser el primero y así fue como le quite la camiseta, después ella se sentó en su cama y le pude quitar con dificultad su pantalón. Ella se quedaba en ropa interior. Mi mirada hacia ella estaba llena de excitación. Me acerque hacia ella y le quite el sujetador y con una mano en cada teta la palpaba como si tratara de saber su peso. Era delicioso sentir su suavidad entre mis manos. Por ultimo le dije que se pusiera de pie en la cama, lo hizo y yo desde abajo le fui bajando poco a poco sus bragas blancas. Eran anchas y grandes, muy grandes. En el lugar de su vagina una mancha amarillenta en forma de raja. Su olor era fuerte, mezcla de sudor y orina seca y estaba mojado parcialmente con los primeros flujos que emanaba deliciosamente su coño. Las aparte pero sin dejarlas muy lejos porque tarde o temprano tendría que disfrutar de ellas.

Ahora le tocaba el turno a ella. Más cuidadosa que yo me empezó a tocar todo mi cuerpo por encima de la ropa, sobretodo mi pecho. En ocasiones me levantaba mi camiseta hasta que finalmente me la quito. Solo me quedaban mis pantalones y mis calzoncillos. De nuevo repitió la operación de tocar todo mi cuerpo pero ahora en especial mi paquete. Otra tremenda erección empecé a tener y con sumo cuidado ella me desabrochó el pantalón y me los quito. Solo con mis calzoncillos mi erección era ya notoria puesto que parecía una carpa de circo y ella con mirada de viciosa y con la boca se le hacia agua, me daba un gustoso masaje por encima de mis calzoncillos.

Sin perder mas tiempo ella me los quitó y salto mi polla como un resorte, quedando ella sorprendida no por mi tamaño sin por la dureza y lo gruesa que estaba. Sin decir nada se puso de rodilla y me empezó a dar un masaje a mis huevos y a la misma vez ensartaba mi pito endurecido a su dulce boca. Estaba en la gloria, la mamaba de vicio, yo solo podía acariciarle su blandita espalda. Hasta que le dije que estaba bien de mamarmela y ella quejándose un poco soltó mi polla de su boca y le dije que se tumbara en la cama con las piernas bien abiertas para que disfrutara de una buena sesión de sexo oral.

Con cuidado le empecé a merodear con mi lengua sus labios mayores. Estuve un buen rato entretenido con ellos. Me chupe dos dedos de cada mano y con ellos le pude abrir mas y empezar a deleitarme con sus labios más interiores. Cada vez su nivel de flujo vaginal era mayor y de vez en cuando no le hacia ascos en tragármelos y saborearlos.

Cuando yo vi que necesitaba darle marcha agarre con mis labios a modo de chupón su clítoris, ya de por sí endurecido y le pasaba como loco mi lengua, cada vez más rápido. Ella estaba a punto de correrse, apenas aguantaba sus impulsos y unos tremendos espasmos aparecieron en ella hasta que con sus piernas me encerró y estallo en un gran gemido.

Ella cuando se recupero me miro a los ojos diciéndome Gracias.

No hay de que, todavía no hemos terminado. Me puse de pie y ella de rodillas y le dije que ahora la manejaría yo. Le ordene que sus manos estuvieran en su espalda y que me empezara a chupar mi polla pero sin manos. Para marcarle el ritmo de sus chupadas le cogí bien del pelo y le empecé a moverle la cabeza. Al principio ritmo lento, para que mi pene estuviera bien duro y luego le iba alternando un ritmo mas vivo con metida de mi polla hasta lo mas profundo de su boca y quedándome así un par de segundos. Cada vez que le hacia esto pegaba una arcada como si fuera a vomitar y lo que hacia era que apareciera mas saliva en su boca. Saliva que la untaba en su pecho. Cuando me canse de esta tarea la empecé a menear duro a su cabeza, rápido, tan rápido que unos extraños gemidos salían de su parte.

Cuando no pude mas un chorro de semen escapo rápidamente de mi polla llegándole hasta la campanilla. Mi acto reflejo fue el de sacarme mi verga de su boca y mancharle mi cara con mi leche. Cuando mi falo termino de escupir hasta la ultima gota de mi leche le empecé a recoger mi semen para dárselo a su boquita y tragárselo. Cuando no hubo mas gotas de semen en su cara yo mismo le empecé a lamer probando la poca leche que había en ella.

Realizado este ultimo acto ella se levanto para lavarse un poco, aprovechando yo para coger sus bragas y empezar a olerlas.

MMMMMMM que ricas, un fuerte olor a orina y uno más tenue de sudor embriagaba mi olfato. Pero quería mas y las empecé a lamerlas. Así potencie su olor y de paso levantar a mi polla hasta un nivel bastante aceptable. Entonces entro ella a su habitación y me miro lo que hacia con sus bragas. Se sentó a mi lado y me pregunto lo que hacia. Solo le dije que oliera su propia braga que era delicioso. Con recelo le fui poco a poco acercando hasta su nariz y cuando estuvo cerca de ella la rechazo. Yo me coloque detrás de ella y le dije que se relajara y le empecé a besar el cuello.

Además le empecé a acariciar su coñito y le dije con voz suave que se relajara y que oliera poco a poco su propia braga. Ella no podía aguantar por mucho tiempo su propio olor así que le dije que lo hiciera por mí. Solo aguanto unos pocos segundos mas así que pase a otro tema.

Le dije que se pusiera a cuatro patas y me ensalive bien mi polla y como su coño esta excitado con mi masaje pues sin decirle nada le ensarte mi polla en su raja sin esperarlo y ella soltó un chillido que por poco despierta a toda su vecindad. Le pregunte si le dolió y me dijo que si pero que no le importaba que le hiciera eso pero que por lo menos la avisara antes.

Acto seguido empecé con un suave vaivén que ella me lo agradeció. Al cabo de un rato su cuevecita se iba poco a poco humedeciendo y conforme yo notaba su humedad mi ritmo crecía y crecía. Para darle mas ritmo otra vez la cogí de su larga cabellera y mi ritmo aumento conforme sus gemidos. En el mete y saca notaba que en mi polla había un poco de sangre, seguramente de mi primera y brutal embestida y con esa imagen mi ritmo se acelero de tal manera que ella se corrió y justo poco antes del minuto yo lance el poco semen que tenia en la reserva en su espalda. Ambos sudorosos por el esfuerzo y por el primaveral clima de la cuidad nos dejamos caer en la cara y cara a cara nos empezamos a besar.

Yo me levante y me dirigí al baño me tome una ducha ligera y con un beso en la boca y un ardiente agarrón en su raja me despedí de ella sin olvidarme antes de darnos nuestros teléfonos para una futura experiencia.

Espero que os haya gustado y también quiero que en la medida de lo posible que me lo evaluéis con vuestro voto sincero y me dejéis mensaje. Además mi correo es newtattojk@hotmail.com . Os emplazo para mi próximo relato. Tattojk