Una cuñada muy especial

Sobre las 10 vi a mi novia y sus padres desaparecer por la puerta del chalet y yo me dirigí a la piscina a tomar el sol, y casi ni me había sentado cuando Silvia apareció con un bikini tremendo que dejaba poco a la imaginación.

Voy a empezar desde el principio, mi nombre es Roberto, y en la actualidad tengo 38 años, pero mi historia empieza hace muchos años, exactamente cuando tenía 20 años. Por aquel entonces conocí a Sara, una preciosidad de 18 a la que conocí en una discoteca.

No os aburriré con detalles de noviazgo, pero en poco meses formalizamos la relación, muchos conocerán los pasos, presentación a las respectivas familias, participación en eventos comunes, y demás eventos sociales. Por aquella época empecé a conocer a Silvia, una renacuaja de 6 años, con la que conecte genial, pero nada en especial, la verdad es que fue el trato común con toda la familia de Sara. Sus padres y su hermano pequeño fueron del mismo trato.

Fue un periodo muy ajetreado, los dos estudiamos carrera, máster, erasmus. Hubo momentos de separación, pero no se perdió ni el contacto ni el compromiso, y con 27 años, por fin nos comprometimos definitivamente a principio de verano fijando la fecha de la boda. Yo llevaba un año trabajando y ella había acabado la carrera, así que no lo demoramos más.

Ese verano en mis vacaciones, lo pase en un chalet que su familia tenía en la costa. Ni que decir tiene que mi novia y yo, pese a estar comprometidos, no dormíamos juntos, porque sus padres eras chapados a la antigua y no veían bien esas cosas bajo su techo.

Aquello evidentemente no evitó nuestros encuentros sexuales a escondidas, buscábamos cualquier oportunidad para desfogarnos con la mayor discreción. La mañana en que todo empezó, Sara visito mi cuarto de madrugada, y después de una monumental mamada se subió encima de mi pene penetrandose en silencio sobre mi. Ni que decir tiene que el condón era obligatorio para no dejar rastro, y el silencio era otro requisito indispensable. Pero era algo que cupliamos a rajatabla.

Después del orgasmo mutuo cada uno amaneció en su cuarto para mantener la normalidad. Y aquella mañana después del desayuno, sus padres, como cada semana iban al hipermercado de una población cercana a reponer provisiones, cosa que hacíamos todos juntos, para no dejarnos solos.

Rober, hoy te vas a tener que quedar con Silvia, porque el vecino nos pidió que le llevaramos a comprar, porque tiene el coche en el taller ¿no te importa, no?

Pues yo tambien me quedo - dijo Sara

De eso nada, señorita - dijo su madre mirándola con severidad

Sara no protesto, ya conocía a su madre y no iba a hacerla cambiar de opinión, y a mi me tocaba hacer de canguro por tres horas.

Sobre las 10 vi a mi novia y sus padres desaparecer por la puerta del chalet y yo me dirigí a la piscina a tomar el sol, y casi ni me había sentado cuando Silvia apareció con un bikini tremendo que dejaba poco a la imaginación, siempre la había visto con bañadores muy pulcros, por ello me impactó más la vista.

Podrías cerrar la boca y venir a bañarte - dijo con sorna

Perdón Silvia, pero, tu madre te ha visto ese . .

Vas a hacer de madre? - Dijo pasando de mí y dirigiéndose directa a la piscina si el frontal era escueto, la parte trasera tampoco quedaba atrás, y parte de sus jóvenes nalgas aparecían sin ningún tipo de oposición.

Intente no darle vueltas, y al poco andábamos como siempre jugando en el agua. Claro que la situación no era la misma, la niña con la que jugaba se había transformado en una insinuante fémina que, además no hacía más que provocarme para pillarla, ahogarla y demás juegos hasta ese momento inocentes.

Su cuerpo se rozaba con el mio constantemente, notaba sus pechos casi como desnudos, y la tela semi transparente solo hacia que agravar el problema. Y pasó lo que tenía que pasar, que me empalme, y en el peor momento, jugando para coger una pelota, mi aparato fue a parar contra su culo. Fueron solo unos segundos, pero al ser consciente de ello me disculpe, alejándome hacia el borde fingiendo cansancio.

No sabía si ella se había dado cuenta, pero aquello no estaba bien, pero mi polla iba por libre y no se bajaba de su excitación. Y para colmo Silvia se acercó nadando.

Estas viejo - dijo pegándose a mi lado

Ya, si - dije cortado, no sabiendo dónde meterme. No podia salir del agua sin que viera mi erección.

¿aunque tu soldadito no está nada quietecito, eh?

¿soldadito?

La polla que me has restregado por el culo - dijo con naturalidad

Aquel vocabulario me había dejado descolocado, pero ese no fue el peor de mis problemas. Su mano, sin ningún tipo de timidez entró en mi bañador y asió mi pene con fuerza.

Polla no, pollón, joder, ahora me explico porque la tonta de mi hermana esta encoñada contigo.

Podía haber hecho mil cosas para que aquello no hubiera continuado, pero no solo no hice nada, si no que me baje el bañador liberando mi pene, facilitando en trabajo de Silvia.

Además que no se cortaba un pelo con mi herramienta su otra mano, se meneaba con rabia entre sus piernas. Se estaba masturbando a mi lado, gimiendo sin ningún tipo de recato.

Aquello fue demasiado excitante y no pude aguantarme, note como llegaba a ese punto sin retorno, y son un gemido sordo exprese mi orgasmo. Y mientras mi polla expulsaba sin control varios chorros de leche en el agua, Silvia se corrió sonoramente a mi lado.

Quedamos los dos jadeantes, y antes de que pudiera decir nada, ella se fue de mi lado, saliendo de la piscina. El cuerpo del delito flotaba en el agua y mientras recompone mi bañador removi el agua hasta que no quedó ni rastro.

Estaba en una nube, pero no sabía si en el cielo o en el infierno. Salí del agua y secandome me dirigí al cuarto para cambiarme. Durante todo ese tiempo me autoconvenci de que aquello había sido un error, de que tenía que hablar con ella para terminar rápidamente con aquella situación tan embarazosa.

Asi que sali de mi cuarto y me dirigí al suyo. La puerta estaba cerrada y oia musica, y llame oyendo su voz diciendome que entrara.

Hola, ¿podemos hablar? - Dije al entrar. Ella estaba sentada en su cama, con una camiseta de esas largas. Yer evidente que sus pechos estaban libres bajo aquella tela, ya que sus pezones se marcaban claramente.

Dime - me dijo

Es sobre lo que ha pasado - dije mirándola, más bien devorando, porque la camiseta caía sobre sus piernas desnudas casi al límite de su intimidad

No te vas a sentar

Me senté a un lado de la cama, como manteniendo las distancias, y comencé a explicarle que aquello había pasado y ya no tenía remedio, pero que no debíamos volverlo a hacer. Ella me escuchaba atentamente, sin decir nada, hasta que termine. Entonces se acerco a mi, despojándose de la camiseta y mostrando su total desnudez

Pues es una pena, porque estoy super cachonda - me dijo sensualmente al oído

Venga Silvia de verdad, que todavia eres una niña - dije casi suplicante

Una niña que te acaba de hacer una paja, con la que te has corrido como un cerdo - dijo insinuante mientras su mano volvía a invadir mi entrepierna - y que vuelve a ponerte firme

Estaba tan extasiado, que en nada me había tumbado, me bajó el pantalón, y me devoraba la polla con pasión. Nada que ver con su hermana, mientras que Sara lo hacía como un preliminar, solo para excitarme, y nunca metia mas que la cabeza en su boca, Silvia la engullía sin medida, notaba como la encajaba en lo más profundo de su boca.

¿mi hermana te la chupa asi?

Uf, no

No me extraña, no te impones, con esa polla tendrias que ordenarle que lo hiciera, capullo. Hacer que se la tragara hasta el fondo, cabron.

Pese a que me estaba tocando los huevos no reaccionaba, aquella niñata me estaba poniendo verde. Tan embobado estaba que cuando se subió a horcajadas sobre mi y ella misma se encajó la polla en su entrada no hice nada. Se empalo ella sola entre tremendos gemidos y cuando la tuvo toda dentro no hizo más que mover lentamente sus caderas.

Menudo pelele estás hecho, en vez de empotrarme te quedas ahí como un pasmarote, eres un imbécil - y me soltó un guantazo.

Aquello me estaba sacando de mis casillas, pero cuando por segunda vez su mano caía sobre mi cara la pared agarrándola por las muñecas. Con un giro de mi cuerpo la hice caer sobre la cama conmigo encima y mi polla dentro de su coño.

¿pero a ti que coño de pasa? - Le dije gritando

Capullo, cerdo - me dijo con una cara de vicio que no le había visto nunca

Te vas a enterar - y con un golpe de cadera la embestí con fuerza arrancándole un sonoro gemido de placer

Menudo mierdecilla, follas como una nena

Aquello me terminó de fundir el chip, comencé a darle como si me fuera la vida en ello, la embestía como un bestia y ella, lejos de quejarse disfrutaba como no había a ninguna mujer.

Joder, joder me corro - gritó como si la partieran por la mitad, pero a continuación pedia mas - asi asi, follate a esta puta bien follada

Estaba desatado, y con la reciente paja, estaba pletórico. Busque sus pechos para comérselos,

Si, cabron, comemelos, así con ganas

Y se los comí, con el fragor del polvo no solo los besaba, si no que mis dientes atraparon sus pezones, notando como se retorcia de placer cuando lo hacía, cosa que me envalentono más.

No sabía cuánto orgasmos había tenido, pero la humedad de mis pelotas era increíble. Hacía rato que ya no pedía nada, solo gemía con cada pollazo que le daba. Y lo peor es que me gustaba el control que acababa de probar. Y quería más.

Entonces se la saque y me puse en la cama apoyado en el cabecero.

Ven aquí y empálate

Silvia se levantó como un resorte y repitiendo el gesto se sent sobre polla y comenzó a follarse hasta que un guantazo cruzó su cara.

Te he dicho que te empales, no que me folles, puta

Se quedó sorprendida. Jadeaba mirándome con cara de felicidad pese al correctivo forzado. Notaba como su sexo se contraía sobre mi polla. Sabía que estaba disfrutando la muy cerda.

Ahora vas a moverte muy despacito, hasta que me corra en tu coño, como des un solo movimiento más fuerte que otro te vuelvo a cruzar la cara.

Comenzó a mover sus caderas de forma muy sensual. Ahora, depues de tanto tiempo contemplaba su precioso cuerpo, más delgado que el de su hermana. Veía sus pechos moverse acalorados por su respiración agitada. Mis manos se fueron a ellos y apreté sus pezones poco a poco viendo sus gestos de puro placer.

Con el estímulo lento y cadencioso de su coño sobre mi polla, estaba llegando al clímax, y pese a todo, entendí que no podia correrme en su coño, no podía correr el riesgo de embarazarla.

No puedo más, me voy a correr, quítate - le dije, pero no me esperaba su reacción

No, correte, llename de leche, sigue, tomo pastillas, sigue - dijo pegándose a mi

En sentir su cuerpo caliente sobre el mío, sus tetas apretando en mi pecho, y sus gemidos desesperados en mi oído fue el detonante. Mi polla explotó vaciándose en su interior mientras escuchaba su último orgasmo y notaba su cuerpo temblar junto al mío.

Cuando nos tranquilizamos ella se levantó perdiéndose en la ducha, pero mi polla seguía dura, pensaba en sus nalgas firmes alejándose de espaldas, en su coño caliente, en sus tetas, así que no me lo pensé y me diriji a la ducha.

Allí estaba bajo el agua, entre en la ducha tras de ella, y sin contemplaciones arquee su cuerpo dejando su trasero a mi disposición. Mi polla busco su calido coño y con evidentes gemidos de aprobación la penetre lentamente.

Te gusta puta - le grité

Si - contesto

Tienes un culo precioso

Y aque esperas cabrón - me espetó

No me lo pensé, mi polla paso de su cálido y húmedo coño a la entrada de su culo, y comencé a presionar. Sus quejidos dejaban claro que la intromisión no era tan placentera, pero no pare de presionar hasta vencer su resistencia y mi polla acabó alojada en su trasero hasta el fondo. Ahora no gemía, si no que jadeaba silenciosamente, pero eso cambió cuando empecé a embestirla salvajemente. Sus gritos eran tremendamente escandalosos, y temí que le estuviera haciendo daño, pero aquel pensamiento era débil ante el deseo de partirla con mi polla.

Toma puta, te voy a destrozar el culo

Haz conmigo lo que quieras - me dijo entre gritos

Aquello me enfureció más todavía, y mi temor desapareció, aquella zorra deseaba lo que le estaba haciendo y no iba a parar. Notaba su ano apretando mi herramienta y disfrutaba de lo lindo con cada envite. Los gritos se transformaron en evidentes signos de placer, que expresaba de forma tremendamente sonora. Yo notaba como mi placer iba incrementando poco a poco, pero mi deseo de correrme hacia que embistiera con más fuerza. No se cuanto tiempo estuve follandola, pero al final un cortocircuito nulo mi mente y estalle en su interior como nunca antes había sentido. Como pudimos nos dejamos caer en el suelo de la ducha totalmente exhaustos.

Como pude cerré el agua y salí del baño, secándome y dirigiéndome a mi habitación. Antes la saque de su sopor y le apremie a arreglarse, ya que la realidad se apoderó de mí, sus padres y su hermana podrían llegar en cualquier momento.

Cuando me adecenté, me senté en el sillon del salon, con un torbellino de sensaciones en la cabeza. En unos 10 minutos apareció ella con la misma camiseta larga que en su cuarto, claro que ahora un pantalon corto se asomaba por debajo y los tirantes del sujetador descansaban en sus hombros.

Te ha gustado - dijo sentándose a mi lado

Si, Silvia, pero, esto no ha estado bien - dije digna pero hipócritamente

No te preocupes, lo he pasado muy bien, pero ya se que eres un calzonazos, aunque si me necesitas para algo, ya sabes donde estoy.

Aún no se muy bien porque lo hice, pero lo de calzonazos hirió mi orgullo, me saque mi polla flácida por tanto matute del pantalón de deporte y agarrandola del pelo hice que se la tragara sin ninguna delicadeza.

Si me queda algo de leche vas a sacarla zorra, y si no, te voy a tener mamando hasta que lleguen.

Solo sonidos guturales salían de su bota, mi polla no tardó en crecer y se notaba que respiraba con dificultad, pero no ceje en la presión. Mi mano agarraba con fuerza su pelo y le hacía moverse arriba y abajo. Y con mi mano libre martirice sus tetas, sus pezones fueron el blanco de mis pellizcos que la hacían gritar ahogadamente.

Diez minutos de intenso tratamiento hicieron que mi polla volviera a sentir ese placer intenso del orgasmo y mi semen, aunque escaso, volvió a brotar de mi capullo en lo más profundo de su garganta.

Asi, traga zorra, y no te olvides de mi leche porque vas a tragar cuando a mi me salga de la polla.

Cuando la solté, volvió a sentarse, mostrándome una cara de felicidad que no le había visto nunca.

Como mandes - me soltó con voz suave

Y casi al instante se oyó la puerta de hierro de la entrada. Ella saltó como un resorte sentándose en un sofá lejos de mi, y yo encendí la tele de forma distraída. No tardó en aparecer el ajetreo de paquetes arriba y abajo en el que no hubo mucha conversación.

¿te ha dado mucho trabajo la peque? - Me pregunto mi novia ya a solas

Quizás algo al romperle el culo, porque el coño y la boca ha sido coser y cantar - pense para mis adentros aunque respondí un complaciente no, y con eso quedó contestada la pregunta.

En el resto de vacaciones no hubo ningún momento en el que volvieramos a estar solos, así que nada mas paso, y tampoco Silvia se salió de su papel tratandome con total normalidad, como antes del tórrido encuentro.

El problema es que mi polla se encabritaban de forma espectacular en cuanto recordaba aquel día, y eran las atenciones de mi novia las que la calmaban . Y aquello saciaba mi deseo, o al menos lo intentaba.