Una cogida rápida y sabrosa
En casa, sin buscarlo, nos conocimos, cogimos y después cogí con mi marido.
A pesar de ser casada nunca me he considerado recatada ni limitada en cuanto a mis sensaciones y sexualidad Me gusta conocer amigos, y vivir plenamente el goce sexual sin complicaciones y total seguridad y sobre todo, sin culpas y sin tocar mi matrimonio.
Después de las fiestas de navidad y año nuevo, apenas regresando al trabajo y todo eso, estaba ya en casa sola, cuando me conecte al Internet viendo fotos de parejas cogiendo riquísimo, y leyendo relatos, me excité mucho (como siempre) y entré a un chat, donde había una sala de la localidad donde vivo Había poca gente, pero un chico me jaló un privado, y comenzamos a platicar, tiene 32 años, es casado, pero muy caliente, y resulto que trabajaba cerca de mi casa . Estuvimos una media hora platicando de sexo, nos mandamos nuestras fotos y me gustó lo que vi, un chico varonil, con una mirada intensa y se notaba de cuerpo macizo, me inspiró confianza, así que cuando me dió su número de teléfono le marqué y continuamos excitándonos con nuestras voces Era temprano en la tarde, y mi marido llegaba hasta en la noche, así que mientras escuchaba a Luis diciéndome que me quería coger, que su verga estaba muy dura, que le gustaba que se la mamaran y yo contándole como estaba vestida, o desvestida ya que solo llevaba el brasiere y tanga, que es así como me gusta estar en casa cuando llego acalorada, me excité tanto que lo invité a venir a mi casa por un ratito cosa que Luis aceptó encantado y luego de darle la dirección colgamos. Rápidamente fui al baño, retoqué un poco mi maquillaje, muy natural, me refresque mi panochita con unas toallitas húmedas, y me puse una bata, ya que no quería perder mucho el tiempo desvistiéndome con Luis.
Como a los 15 minutos tocaron a la puerta y abrí, efectivamente, era un chico fuerte, de 32 años, moreno claro, de rostro varonil, con ojos intensos color café claro llevaba puesta una camisa sport y un pantalón de algodón gris, tal y como me había dicho. Pasamos a la casa, y en cuanto cerré la puerta, sus manos rodearon mi cintura jalándome hacia él, sintiendo su respiración agitada, y su bulto creciendo en medio de mis nalgas Lo llevé a la sala y cuando se sentó, abrí mi bata frente a él "Mamita, que rica estás, desde el teléfono que tengo la verga parada por ti, y mira lo que me voy a comer mamacita rica " Esas palabras me excitaban mas, Luis no se quedó sentado, se levantó de inmediato y me quitó la bata, besando mi boca, y manoseándome toda de manera vulgar le desabroche su camisa y se la quite, que rico pecho, pocos pelitos, por bien formado, le desabroche su pantalón, éste cayó al piso, dejándome ver como era su trusa gris . Y ese bulto, se notaba su verga dura, acomodada de lado, casi reventando la pequeña prenda y sus pelos saliéndose por todos lados, y esa manchita de humedad que salía de la punta de su verga
Mientras nos besábamos, Luis me bajó los tirantes del brasiere y mis tetas quedaron a la vista, tocándolas, rozando con sus dedos mis pezones, y se agachó a besarlos, lamiendo mis tetas, haciéndome temblar de placer de repente sentí su mano sobre mi pantaleta, que ya estaba prácticamente empapada, y haciendo a un lado el resortito metió su mano palpando mi panochita empapada y lisita "Mamacita, no tienes pelos! Que rico, te voy a dar la mamada más rica que te hayan dado Mamita "Me acostó en el sillón, levantó mis piernas, me quitó mi pantaleta y me abrió Casi grito cuando siento su aliento en mi rajita, con una maestría abrió mis labios con sus deditos, y comenzó a lamerlos, sentía su lengua entrar y salir, yo no aguantaba mucho, sentía escurrirme en su boca, de manera incontrolable Me estuvo comiendo mi chochito un ratito, sentía que tenía como 10 manos, me abría mis nalgas, acariciaba mi culo, me apretaba mis tetas, mis pezones, me daba a lamer su dedo mojado de mis jugos hasta que se levantó, se quitó su trusa ya toda empapada de su verga, y me dio a mamar su verga, hermosa, morena, mojada, sus venas se marcaban mucho, y estaba enmarcada en una negra y muy espesa mata de pelos, era una visión que me hipnotizó, hasta que me tomó por mis cabellos y metió su vergota en mi boca, no se cuanto medía, pero sí era mas grande que la de mi marido, y eso siempre me encanta Le estuve mamando, sabia a macho, a sudor limpio, muy rico, hasta que sentí que se iba a venir, y me detuve apretando su verga con mi mano en el frenillo, para retardar la eyaculación (es bueno tener experiencia), y le pedí que me la metiera, que me cogiera ya. Me acomodé en el sillón, con mi cara en el respaldo, a 4 patas, abierta de culo frente a él, que mientras se puso un condón. Sentí su mano sobre mi culo y panochita, como cuando nos limpiamos en el baño, y sentí su verga apuntando mi panocha hirviendo me moví rápidamente, y logre que se clavara de golpe dentro de mi, él de pié, yo a 4 patas en el sillón y cogiéndome por mi pepa hirviendo
Me tomaba por la cadera, me manoseaba las tetas, me daba nalgadas que rico me estaba cogiendo, pero cuando sentí su dedo entrando en mi culo, con su verga en mi panochita, no pude mas y me vinieron 3 orgasmos seguidos, tan intensos y largos, que apreté con muchas fuerzas su verga con mi panochita, y lo hice venir dentro de mi . Gritando y jalándome todo el cuerpo ambos caímos desfallecidos en el sillón, Luis arriba de mí, empapados de sudor con su verga todavía palpitando en mi rajita
Como pudimos nos levantamos, fui a la cocina por dos vasos con agua, me encantó su mirada lujuriosa mientras caminaba desnuda y nos comenzamos a vestir Nos despedimos y quedamos de mandarnos correos para volver a vernos Ya había pasado una hora desde que llegó, así que rápidamente levanté el condón del piso, estaba lleno de lechita tomé tantita lechita en mis dedos y los froté en mis pezones, sintiéndome calentar de nuevo tiré la basura, acomodé los sillones de la sala, rocié tantito desodorante ambiental, porque eso olía a sexo, subí al baño, me acomodé la ropa interior y mi bata, me puse tantito perfume, y estaba saliendo del baño cuando llegó mi marido al que recibí con la bata abierta, besándolo, y excitándolo muy rápido cuando note su boca chupando mis pezones con la leche de Luis, casi me vengo de placer y cogí con mi marido como nunca.