Una clase bastante calentita
Nunca pensé que una clase de historia sería tan entretenida
Al bajarme del autobús observé que tanto el hombre como el chico se dirigían a la misma facultad que yo, sería una señal....
Al llegar a la facultad los perdí a los dos de vista y me reuní con mis amigas, con las que estuve hablando hasta la hora de entrar en clase. Llegó la hora y ese día
teníamos clase con gente de otras carreras, por lo que la clase creció enormemente, seríamos unos 100. Ese día no tenía muchas ganas de atender en clase, y menos aún con lo que me había pasado minutos antes, por lo que me puse en la parte de atrás de la clase, mientras que mis compañeras se pusieron delante. A pesar de ser bastante gente, la clase era bastante grande y todo el mundo estaba sentado en las primeras filas, por lo que atrás apenas había gente. A uno de mis lados se sentó un chico con el que hablé un momento y parecía bastante simpático, el otro sitio estaba vacío, pero al agacharme para colocar mi bolso en el sulo, vi unos pies justo a mi lado, levanté despacio la cabeza hasta que me di cuenta de que era un chico, pero no un chico cualquiera, ¡el chico que me había follado en el autobús!. Me preguntó que si el sitio estaba ocupado, a lo que le respondí que no y se sentó. No sabía que hacer, antes me había hecho pasar uno de mis mejores momentos, pero en ese instante estaba bloqueada. Entró el profesor y comenzó la clase. Yo estaba super nerviosa, porque mi cuerpo me pedía jugar, pero mi cabeza quería controlarse, por lo que intenté relajarme y no pensar en lo que había pasado antes. De pronto, veo que el chico me pasa una nota doblada, la abro y leo: "Me encantó lo del autobús, ya vi que te gusta jugar, ¿te gustaría seguir con el juego?". Ahí si que me bloquee, estaría pensando lo mismo que yo?? Le devolví el papel diciendole: ¿En qué estás pensando?. Derrepente sentí su mano como subía por mi pierna hasta perderse debajo de mi falda. Le eché una mirada fulminante, que pronto cambió al sentir su mano por encima de mi tanguita. Se acercó a mi y me dijo
- Antes tuvimos poco tiempo, por lo que no pude disfrutar bien de ti, pero ahora tenemos una hora entera para disfrutar. Me va a encantar hacerte sentir placer y ver cómo lo disimulas para que nadie se de cuenta.
Comenzó a acariciar mi coñito por encima del tanga, primero despacio y luego poco a poco, más deprisa. Poco a poco mi tanga se iba empapando, lo que le gustó porque vi como se relamía los labios. Seguía pasando esa mano de fuego por ahí, mientras yo deseaba sentir sus dedos dentro de mi coñito. Poco a poco fue introduciendo sus dedos dentro de mi tanga y acariciando mi clítoris y mi coñito por fuera. Pasaba un dedo, luego dos, tres... Deseaba sentirlos dentro de mí. Además, la situación me ponía un montón. De pronto, le quité la mano y disimuladamente me agaché, como si fuera a coger algo del bolso, me bajé el tanga, me lo quité y lo guardé en el bolso. Me volví a incorporar y abrí mis piernas para que pudiera jugar todo lo que quisiera. Al hacer esto, el chico de mi lado se dio cuenta y se quedó flipando. Me acerqué a él y le dije:
- Si quiers jugar, tú tb puedes...
A lo que me respondió:
- Desde que me senté llevo un rato viendo tus tetas y me encantaría tocarlas, pero el profesor se peude dar cuenta.
Por lo que me eché hacia delante, y como la mesa era alta y la parte delantera era opaca, no se vería nada. El chico comenzó a meter su mano por mi calanillo y al notar que no llevaba sujetador se puso a mil. A mi me encantaba sentir como uno me tocaba las tetas y el otro chico me seguía acariciando el coño.
De pronto, el chico me metió dos dedos de golpe en el coño, a lo que respondí con un respingo, por suerte nadie se dio cuenta de mi movimiento. Mientras, el otro chico seguía jugando con mi teta, que terminó por sacarla de mi camiseta y empezar a juguetear con el pezón. Le daba golpecitos y de vez en cuando se chupaba un dedo y luego me tocaba el pezón para ponermelo durito. Yo estaba a mil, y que pena que no podía gritar todo ese placer que me inundaba. De vez en cuando los chicos se acercaban a mi oido y me decían, las ganas que tenían de follarme. Por lo que bajé sus braguetas y saqué despacito sus pollas y comencé a hacerles una paja. De vez en cuando, me agachaba y sacaba la lengua y se las lamía un poco. Los tres estabamos a punto de explotar, pero no podíamos. El chico seguía masturbándome, ahora con 4 dedos, yo no podía más, un montón de orgasmos me inundaban que tenían que ser parados mordiendome los labios, hasta el punto de hacerlos sangrar. El otro chico, loco perdido me sacó los dos pechos, y mientras él seguía con uno el chico que me masturbaba cogía el otro y me lo seguía tocando hasta endurecerme totalmente los pezones.
De pronto, el profesor dijo que la clase había terminado, por lo que nos recolocamos rápidamente. Los tres nos miramos e hicimos una señal para ir al baño, para terminar...
Fuimos al baño de chicas, ya que eran más grandes, y en la siguiente horas de clases, ya que apenas había nadie por los pasillos, nos metimos en uno de los baños.
Uno de ellos me agarró de la camiseta, mientras el otro me tiraba de la falda, para quedarme totalmente desnuda ante ellos. Y volvieron a su labor anterior, uno masturbándome y otro con mis pechos, pero ahroa en lugar de ser con lso dedos, era con la boca, yo me moría de placer. Los orgamos no paraban de salir, iba a explotar de placer.
Cogí a los chicos, los bajé la bragueta y comencé a comerles la polla, primero a uno y leugo al otro. Mientras se la comía a uno, el otro pasaba la suya por mi coñito y mi culo y me metía algún dedo, y viceversa. Comenzaba pasando mi lengua, despacito, por su tronco, hasta llegar a la puntita. Cuando llegaba, pasaba mi lengua haciendo circulitos por ella, mientras con mis manos acarició sus huevitos, poco a poco voy acelerando los movimientos de mi lengua. Luego poco a poco, iba chupando la punta con mis labios, para irmela introduciendo despacito, para luego termianr de golpe, Cuando estaba totalmente metida en mi boca, comenzaba a chuparla muy deprisa, mientras mis manos seguían pasando por sus huevitos, que estaban durísimos. Cada vez más deprisa. Mientras la metía y sacaba de mi boca, mi lengua seguía enrrollandose a lo largo de la poya. Luego la sacaba y la agarraba con mis manos, para seguirla movienod, mientras pasaba mi lengua pro sus huevitos y me los metía en la boca, para comermelos. Volvía a subir a su poya, esta vez moviendola a tope, hasta que notaba que se iba a correr, entonces la sacaba, pasaba mi lengua por su puntita muy muy deprisa, sintiendo su latido y de pronto... Ahí estaba toda su leche, que era derramada por mi cuerpo, mis tetas, mi cuello, mi boca... Así con los dos...
Luego me cogieron y comenzaron a follarme, uno tras el otro, me apoyaban contra la pared y empezaban a follarme, cada vez más fuerte, mientras el otro me chupaba y tocaba los pechos, para ponermelos muy muy duritos. Seguía follandome, cada vez más deprisa, hasta que sentía como se corría dentro de mí... Luego cambiaban y me follaba el otro...
Al terminar, nos vestimos y salimos. Justo al salir por la puerta, nos encontramos a un profesor que me daba clase. Nos dijo que qué hacíamos allí, nos quedamos callados. Miró a los chicos y les dijo:
- Largaos de aquí, que quiero hablar con esta señorita.
Los chicos se fueron corriendo. Yo estaba asustada, por qué conmigo quería hablar y con ellos no...
Me dijo que llevaba toda la mañana buscándome, que tenía que hablar conmigo sobre el trabajo que le había entregado días antes, y que si le acompañaba al despacho. Yo extrañada por la situación, le dije que sí y le acompañé...
Pero esto ya es otra historia.
Espero que os haya gustado. Pronto volvereís a tener noticias mías. Muchas gracias por los comentarios.