Una chupada en el parque batlle

Cuando estaba popr entrar en la tercera dcada de vida, me dio por ir a correr al Parque Batlle. Allí un muchacho sentado miraba cada vuelta que yo daba, me detuve frente a él, me buscó conversación. Al leer mi relato sabaán lo que sucedió...

UNA CHUPADA EN EL PARQUE BATLLE

Como todos yo también tuve mi chifladura por ir a correr al Parque Batlle, en esa época de entrar a la tercera década de vida me dio por hacer alguna cosa diferente de la que habitualmente estaba acostumbrado a realizar.

Yo iba a correr y no a ver que podía levantar o que podía interesarme para tener un buen rato de sexo y nada más, pero como siempre digo: uno propone y el destino dispone.

Siempre encontraba a muchos tipos haciendo lo mismo que yo o practicando otro tipo de deportes, cada uno en lo suyo sin fijarse en lo que hacía el otro o en entablar alguna conversación.

Ese día en que encontré "algo", había recorrido la vuelta núumero 3 del parque cuando vi que había alguien sentado en un banco, vi que ese tipo me quedó mirando, seguí corriendo y al terminar la vuelta pasé nuevamente por allí viendo que el tipo seguía en el mismo sitio, no me extrañaba que alguien siguiese sentado en el mismo lugar sino su mirada fija cada que pasaba por allí.

Me intrigó sobremanera por lo que decidí no dar la vuelta completa, tomé un atajo y a los pocos minutos estaba de vuelta pasando cerca del tipo que me miraba muy inquisitivamente.

Al pasar cerca suyo me detuve como que iba a descansar porque estaba muy fatigado y ante mi asombro el tipo me saludó y empezó una amable converasción.

-Hace mucho calor para correr tanto...

No le contesté nada y seguí corriendo en dirección al atajo que antes había tomado pero no seguí por allí sino que di la vuelta atrás de unos árboles y volví a pasar enfrente de él en menos tiempo que las vueltas anteriores.

Me detuve justo enfrente del tipo y al vernos a los ojos me dijo:

-Corrés cada vez mas rápido o estás dando vueltas más cortas que ya volviste?

Me sentí extraño ante su familiaridad y realmente estaba cansado de tanto correr por eso me senté a su lado y le pregunté:

-Nos conocemos de algún lado?

-Noooo!!, es que hace rato que te veo correr y ya me parecés conocido.

Ese chico tendría la misma edad que yo o tal vez unos dos o tres años más, apenado por haberme molestado con sus palabras me pidió disculpas y me dijo que si me molestaba se iba.

-No! Podés quedarte, el Parque es un lugar público, a mi no me molestás y un rato de charla no me vendría mal para descansar un rato.

El hijo de puta se veía muy bien, remera tostada, jean, calzado deportivo y una impresionante cabellera enrulada de color habano-dorado le cubría abundantemente la parte superior de su frente.

Hablamos de pavadas, de trabajo, de deportes de métodos para correr o para dar caminatas sin fatigarse en fin cosas superficiales hasta que se hizo la noche estuvimos hablando de esas insignificancias.

Su voz era muy dulce y su manera de formar las frases era muy interesante por eso pasé la tarde sin aburrirme y sin darme cuenta se habían pasado las horas disfrutando de sus compañía.

Cuando me di cuenta y volví a la realidad del tiempo me despedí diciéndole que se me había hecho tarde y él con su dulzura me dijo que lo estaba pasando tan bien conmigo que no quería que me fuese.

La noche había traído el frío con ella y mis piernas se me estaban enfriando porque al no correr mi short no era suficiente abrigo para protegerlas como un pantalón largo.

-Pérdoname pero voy hasta el auto me pongo un pantalón largo y vuelvo.

Me siguió hasta el coche por lo que tuve que decirle que subiese conmigo, le pedí disculpas y me saquó el short para ponerme el pantalón ante su atenta mirada la misma que me había seguido durante varias de las vueltas que había dado por el parque.

-Que buenas piernas que tenés! UUuuhhhhhhmmmm y tus nalgas...!!!

Se lamió los labios dejando la frase sin acabar, lo miré como diciendo "Ah que viene eso!" Antes de que contestase algo o antes de que terminase de ponerme el pantalón pude sentir sus manos suaves y cálidas acariciando mis piernas para luego subir hasta mis nalgas.

El ya estaba excitado por los jadeos que daba pude notarlo y con sus manos comenzó a excitarme de a poco hata que empezó a agarrarme todo, a acariciarme desde el culo hasta la verga siempre por arriba de mi slip, comenzó a levantarme la remera con los dientes y acto seguido pasó a lamerme el pecho y a mordisquearme las tetillas con una fuerza muy agradable y excitante a la vez.

No aguantó más la excitación que le produjo el tener su lengua en contacto con mi piel, hizo un alto para sacarse el pantalón por lo que pude apreciar que tenía unas piernas super peludas y al no llevar slip pude verle la verga enseguida, estaba totalmente erecta extremadamente gruesa, no muy larga pero sí lo suficiente para que mi boca tuviese dificultades en abrirse tanto para dar cabida a tremendo calibre.

Una vez que quedó desnudo me agarró la cabeza y la llevó hasta allí para que se la mamase, se la lamí desde los huevos hasta la punta mientras el no cesaba de jugar con su mano en mi verga haciendo todo el mismo recorrido que yo le hacia a su pija con mi lengua él me lo retribuía con su mano apretando muy fuerte cada vez que llegaba al glande.

-Daaaame el culoooo.!!! Estoy muy caliente y listo para metértela....!!

Detuve la mamada y le pregunté si tenía condones, me contestó que no, entonces busqué en la guantera del coche y por desgracia no había ninguno.

Por desgracia o por suerte porque una penetraciòn de esa verga tan gruesa y en ese lugar incómodo y sin preparación me hubiese lastimado y no iba a ser una cogida agradable la que hubiese tenido en mi coche.

Por esa razón seguí con aquellla mamada hasta que él me avisó que se venía, saqué la boca de su verga justo a tiempo antes de que se produjese la erupción de "lava caliente" la cual fue a dar directamente sobre mi cara, esa leche estaba tan caliente que sentí como que me quemaba el lugar donde había caído y con su mano logró producir varios chorros de leche que expulsó mi pija mojándole los dedos.

Sin soltar mi verga me dio un tremendo beso de lengua para a continuación lamerme la cara donde su leche había quedado depositada.

Cuando mi cara quedó sin rastros de la eyaculación que la había mojado, él me acercó los dedos a mi boca y tuve que chupárselos para no dejar restos de mi semen el ellos.

Mientras nos vestíamos me contó que se había peleado con su novia y andaba muy triste sin saber que hacer, trató de buscarme conversación para distraerse un poco, pero que nunca había planeado que pasara eso entre los dos, pero al verme las nalgas se excitó y como andaba caliente le vinieron ganas de metérmela para desagotar sus testículos que me di cuenta que estaban muy llenos por la abundante eyaculación que expulsaron sobre mi rostro.

Lo llevé unas cuadras hasta cerca de su casa, al despedirnos quedamos de vernos después pero nunca más lo vi por el parque ni en ningún otro lado, supongo que se habrá arreglado con su novia y yo solamente le serví para vaciar el semen contenido durante esos días que estuvo sin mujer.

OMAR

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