Una chispera

Como una borrachera lleva a un medio abuso a un amigo supuestamente hetero

Noche de chicos.

Soy un hombre casado, 33 años, bisexual, atraído por un joven de 25 años compañero de trabajo. Siempre ha habido cuenta tensión sexual entre los dos, creo que el también es bisexual, en alguna ocasión ha bromeado a ver cuando le dejo follarme el culo, restregar la cebolleta o algún bocado en el cuello, pero nunca hemos pasado de ahí, el vivir en una zona rural, nuestro estatus o lo la vergüenza creo que a ninguno de los dos nos ha dejado pasar de ahí.

Todo comenzó una noche, que después de trabajar decidimos ir a tomar unas cervezas, íbamos los dos sin cenar y pillemos un ciego gordísimo. Estando en el bar estuvimos hablando de nuestras experiencias de sexo y mujeres.

A la hora de irnos, el no estaba en condiciones de poder conducir, y yo que estaba algo menos borracho, lo lleve a mi casa, nos sentamos en el sofá y encendimos la tv hasta que se quedó dormido, he de reconocer que me encanta abrazarle cuando está borracho, es un pequeño oso de peluche que me transmite amor y paz. Una vez que se durmió, yo tenía el corazón a 200, y borracho como iba le dejé caer la mano encima del paquete, la sorpresa fue que me encontré un mástil más duro que el acero de las vías del tren, el tío estaba palote completo, movía la mano poco a poco a ver si se despertaba pero no, roncaba como un oso. Me atreví y le baje la cremallera, metí mi mano dentro y empecé a sobetearle la polla por encima del calzoncillo. Yo cada vez estaba más cachondo, deseando mamar esa polla y saborearla hasta el final, pero el calzoncillo estaba muy apretado y me era imposible sacarla del pantalón. Metí los dedos por el lateral del calzoncillo y estuve tocando la punta de la polla, tenia bastante precum. Saque mi mano y lo saboreé, estaba delicioso. Me hubiese encantado meterme esa polla hasta el galillo, pero no era posible, seguí masturbandole hasta que pego un resoplido y se corrió. Quite mi mano, cerré la cremallera y me fui a la habitación a cascarme un pajote pensando tener esa polla en mi boca y culo. A la mañana siguiente al despertar me dijo que había dormido en la gloria. Días más tarde me dijo entre dientes que pagaría lo de esa noche, y a día de hoy sigo esperado que me castigue y viole. Si os ha gustado puedo escribir alguna historia más con ese mismo chico.