Una chica muy especial (Libro 3º - Capítulo 8 Fin)
El horror más cruel se adueña de ella, hasta que alcanza el umbral de la vida y se desvanece, aturdida.......... Espero que no os moleste este final, pero la vida que había tomado nuestra protagonista llevaba irremediablemente al más allá........... AGRADECIMIENTOS........... Alex (WebMaster de TR), Hombre FX, Germán Becquer, Breo, Christian, Malossi y cuántos y cuántas me habéis seguido y leído. Un beso y muy agradecida por todo y de todos. ............Sandra Raquel.............
Una chica muy especial
Libro 3º - Capítulo 8º y FINAL
Se separó de ella de golpe, provocándola una sensación extrema de vacío y dolor.
Leo, observó por el cristal de su despacho, que casi todas las jóvenes estaban en la mazmorra. Algunas llorando, las más temblando de miedo y angustia.
- Salgamos puta. Qué no se diga que una sodomización te ha tumbado. Se reirían hasta ellas, que están muertecitas de miedo. Míralas, sus caras.
Ady, le ignoró y cómo no podía escupirle, bajó su cabeza, para que él la sacara hasta el antro en el qué sería su noche de terror y dolor.
- Ya están todas?. Sólo 20 habéis bajado?. Bueno, las haremos disfrutar de las atenciones de la mazmorra. Qué formen una fila. De la más joven a la más mayor. Y que se peguen bien con las tetas a su predecesora.
Las jóvenes formaron una fila, estrechamente cerrada, apretándose contra la pequeña Clue, que era a quién había salvado Ady, horas antes.
- Chicas os enseñaremos un juego nuevo. Podéis ver a mi derecha a una puta, que será torturada esta noche. Pero deseo vuestra participación, o también seréis torturadas vosotras. Se trata de ella o vosotras, así qué imagino que no habrá problemas. Ya no es la señora, sino una zorra aborrecida por su no saber estar. Ha sido aborrecida y repudiada por el Amo. Y espera de vosotras, que aceptéis el juego sin temores o piedades falsas.
Ady, atada y amordazada, seguía la exposición de su enemigo principal, aún con fuertes contracciones en su ano extremadamente dolorido.
- Cómo veréis en esta asquerosa ramera, su cuerpo está hecho para la perversión. Y esta noche, se lo vamos a dar. Pero lentamente, para que pueda asimilarlo muy bien. Ahora, mis hombres y yo, os expondremos un método inicial, que deberéis repetir cada una de vosotras. Y pobre de la que intente engañarme. Os enseñaré el primer saludo, para esta zorra.
Ady, ya temblaba aterrada ante las palabras de ese ser monstruoso.
Leo se puso, delante de ella y cuándo todas las chicas podían ver a los dos, la soltó un fuerte manotazo en la teta izquierda de Ady, quién gimió de dolor. Y acto seguido, otro porrazo en la otra teta, que la hizo exclamar de dolor. Y para terminar un escupitajo entre sus ojos.
- Ya habéis visto el método a seguir. Pero mis hombres os darán nuevas ideas para golpearla esas tetas de puta. Y cómo escupirla en la cara.
Uno, trás otro, los 5 hombres que había en la mazmorra, colperaron las tetas de Ady de diferentes modos, haciéndola gritar entre enormes dolores, para terminar cegándola de escupitajos.
- Ahora os toca el turno a vosotras. La zorra, pensad que es un juguete de goma, al que se pretende derrumbar. Quién no lo haga bien, recibirá el mismo tratamiento por mis hombres y yo. Y recordad, no hay piedad para un muñeco. Adelante.
Ady, sentía sus tetas extremadamente doloridas y aunque no veía bien, suponía que aún sería mucho peor cuándo todas hubiesen pasado ante ella.
Pensó que tenía que ser fuerte, porque nada bueno resultaría si se desvaneciera. Y se armó de valor y fuerzas, para soportar la larga fila.
Ninguna de las chicas se quiso pringar y cada una la abofetearon las tetas con su máxima fuerza y después escupirla en la cara.
Ady, sentía enormes dolores en sus tetas y su cara debía de estar hecha un asco, por la cantidad de salivajos que recibía.
Con cada golpe en sus tetas, sentía que sus piernas se aflojaban, mientras sus gritos retumbaban en aquel antro.
Ady, ya no podía más y aún quedaban algunas y además las más fuertes. Y cómo sus piernas temblaban con estrépito ya, dos de los verdugos, la mantuvieron en pie, mientras el resto de las mujeres, la soltaban manotadas terribles y después la escupían descaradamente. Tenía las tetas enrojecidas y algunas partes, ya moradas. Pero las bofetadas seguían cayendo con fuerza y ritmo. Si no hubiese sido por las manos que la sujetaban, haría ya mucho tiempo que hubiese quedado tendida en el suelo.
- Qué tal se siente esta putita abofeteada?.
Ady, ni se molestó en contestar a aquella pregunta asquerosa, mientras la contemplaban temblar, llorar y su cuerpo martirizado y asquerosamente cubierto su rostro de escupitajos.
Ady aún recibió, unos cuantos golpes más en sus tetas, que la hicieron sentir el dolor, de un modo ya irreversible. Pero tres fuertes manotadas en la boca del estómago, la hicieron doblarse en un dolor increíble, del que no sabía cómo salir. La respiración le faltaba y su cuerpo se convulsionaba en estertores continuos.
- Querida zorra, dás asco, la verdad. Pero ésto, sólo es el principio de todo lo que te espera. Ahora viene la 2ª parte de la diversión de las chicas. Después seguiremos a sólas contigo, para hacerte experimentar otros tipos de tratamientos.
Ady, apenas daba crédito a cuánto la estaba sucediendo. Era un tormento demasiado fuerte, para lo que había imaginado. En ese instante sintió un pinchazo en una de sus tetas, sin saber definir cual, debido a los extremos dolores que soportaba. Y supo, lo qué significaba ese pinchazo.
- Ya está preparada para lo que la espera. Tumbadla en el suelo bocabajo. Empieza la procesión. Ah, atadla los brazos por delante, muy apretados y unidla a la cuerda ya estirada. En cuánto a vosotras, bellas zorras de servicio, poneros de rodillas a ambos lados de la cuerda y apoyadas en los codos y de cara a esta puta. Así sentiréis el roce de su espalda en vuestras caras y tetas. Deberéis escupirla en la cabeza o en el cuerpo y tendréis que orinaros sobre ella. La que no logre su objetivo, recibirá después 10 azotes de cada uno de nosotros y se irá directamente al foso, a remover las inmundicias. Deberéis estar separadas una de otras, un metro.
Ady, se sentía extenuada, aunque sabía con seguridad que sufriría un atroz suplicio. Pero las chicas, más atemorizadas de lo habitual, también temblaban de miedo.
Ady sería arrastrada lentamente por el rugoso y áspero suelo, mientras las otras chicas la escupirían y la mearían. Casi era peor tormento para ellas que para Ady, aunque sabía que esa separación de un metro entre las chicas era con el fín de poderla hacer algo, quizás azotarla, quizás otras perrerías peores.
Las manos de Ady fueron unidas y después sus brazos con cuerdas finas, hasta dejarlos unidos en la altura de los codos. Le engancharon la cadena y se sintió terriblemente mal de quedar apoyada sobre sus tetas magulladas.
Ady, ya no sentía esa angustia. Tampoco, le parecía agradable esa experiencia. Sabía que comenzaban sus grandes tormentos. Y qué en los días siguientes, no se vería libre, sino totalmente exclavizada ante esa horda de bárbaros sádicos. Supo, que su destino le había trazado ese camino cruel y lo aceptó, porque no tenía modo alguno de librarse del mismo.
Pensaba, que quizás sí hubiese hecho caso a Silvia, ahora estaría mejor. Pero su ego la marcó una acción y ella se entregó a sus propios verdugos.
Aún resonaba en su mente los manotazos recibidos en sus tetas, que ahora estaban amoratadas y sensibilizadas al máximo. Sin poder hacer nada por evitar un nuevo calvario, sobre las mismas.
Ady, se vió estirada en el suelo. Una jovencita tenía ante ella, que arrastraba sus cabellos en el suelo, al estar apoyada en los dodos. Sus tetas medianas no la llegaban al suelo, por lo que pasaría debajo de ella, tozándola ligeramente. Pero las demás chicas, algunas tenían las tetas más grandes y sus pezones rozaban el suelo, lo que haría que desde su cabaza a su espalda y piernas, sinitieran el roce de los cabellos y las tetas de las chicas.
La cadena que tiraría de sus brazos se puso en marcha y una gran expectación se centró sobre la pequeña Clue, con sus 18 años recién cumplidos, pero su excitación era tal, que la escupió repetidas veces en el pelo, en la espalda y sobre los muslos y se orinó en su espalda, al sentir el roce de sus pezones en las nalgas de Ady y cómo sus propios escupitajos los arrastraban sus tetitas, hasta deslizarse entre los muslos de Ady.
La pequeña Clue, respiró aliviada, aunque sus lágrimas brotaban de sus ojos de modo incesante. La siguiente chica, lo tuvo más aborrecible, ya que sus tetas arrastraban hacia las nalgas de Ady, los escupitajos y parte de la orina de Clue, más los de ella misma. También se meó en un gran chorro caliente sobre los cabellos de Ady. Sin embargo, lo hacía con un cierto gusto, ya que se libraría del foso y sus aguas fecales y frías.
Ady, estaba ya empapada de orines, que la chorreaban por los cabellos y la espalda. Sentía el roce de sus tetas muy sensibilizadas, sobre el frío y rugoso pavimento de la mazmorra.
Escuchaba los jadeos de las jóvenes que pasaban por encima de su cuerpo y sobre todos las risotadas de ellos, que se burlaban de todas y de ella, pero además la soltaban algún que otro latigazo, para que sintiera los efectos de un modo más fuerte aún.
De las 20 chicas, sólo fallaron dos, de las más adultas y fueron empujadas al foso, de aguas heladas y llenas de restos de orines y heces, que tuvieron que remover del mejor modo que supieron, ya que sus brazos debían permanecer fuera del agua.
Ady, se sentía desesperar con el lento avance sobre su vientre y tetas. Se sentía con terribles dolores en sus tetas muy magulladas ya. Los azotes, los había soportado bien, pero sus pezones la quemaban y apenas podía elevar ya la cabeza.
Tan sólo le faltaban los últimos 5 metros y después estaría en el foso, quizás directamente en la rueda. O quizás la hicieran nuevas barbaridades, antes de atarla en la misma.
Ady, ya no podía más y su mente se iba enturbiando y haciéndose oscura.
Apenas sentía dolor alguno y sus sensaciones se iban disipando paulatinamente.
La luz se trastocó y se tornó oscura y negra, al tiempo que sentía los últimos metros de su tormento.
Durante unos minutos, apenas sintió daño alguno. Pero cuándo ya era incapaz de ver algo, una luz fuerte y agresiva la inundó, sin que pudiese hacer algo para evitarla.
Escuchaba, voces....comentarios y además sentía fuertes golpes contra su cuerpo indefenso.
Ady, no podía hacer nada para librarse de aquel suplicio, pués cada vez llegaban más altas y claras y la misma luz era mortificante e hiriente, sobre sus retinas.
Ady, no deseaba más que hundirse de nuevo en la oscuridad, que la salvaguardaba de los tormentos.
Se dejaba llevar, pero alguien se lo impedía desde más arriba que ella.
Deseó morirse en aquel momento, pero su destino al parecer no estaba prefijado para aquella fecha y situación.
La fuerte luz, seguía hiriendo sus retinas, a pesar de tener los párpados cerrados. Pese a su esfuerzo, maniobró hacia la luz, cómo única respuesta que la impedía disiparse entre la bruma oscura, para siempre.
Sintió bofetadas y zarandeos, hasta que abrió los ojos y se encontró con una persona conocida, aunque la veía borrosa y amenazante.
Poco a poco sus sentidos se fueron haciendo normales y contempló a Sandra que la sonreía y la animaba a despertar del todo.
Hola Sandra.......qué...........qué sucede?.
Tranquila mi amor, pero espabílate o llegarás tarde a la cita.
Qué cita?..........no recuerdo nada de nada......Dónde estoy?.
Estás en casa amor. Y la cita es con el fisio y por la tarde, la 2ª entrevista del posible trabajo. Acaso ya no te acuerdas?.
La entrevista......oh....sí.......pero no la hice ya?.
Jajajajaja........Sí amor, pero te falta la prueba final. La cita es para hoy a las 17.00 a.m., así que vete levantando, que hay que preparar todo. No me extraña nada de lo que te sucede, después de observar a tu fisio. Está buenísimo.
Mi fisio?........a qué te refieres, Sandra?.
Me refiero a tu fisioterapeuta, que te dá unos masajes que al parecer hacen volar de sueños extraños, por la noche, a las receptoras. Lo sé de buena mano, porque Claudia me lo dijo ayer. Y hoy al verte así, ya no me cabe la menor duda.
Ady, se sintió totalmente desconcertada, pero se deslizó de la cama, llena de sudor y sensaciones extrañas. Todo había sido un largo sueño?. No podía ser. Estaba claro que habían transcurrido días desde la primera prueba, con entrevista incluída, pero que había sucedido en esos días?.
Sin embargo, Ady, no sabía explicarse la evolución de los acontecimientos, tal cual los recordaba. Al parecer, nada anormal para Sandra había sucedido.
Sandra, la ayudó a incorporarse y pasar a la ducha, que la sentó de maravilla.
Al final, se sentó junto a Sandra, completamente desnuda, como solían hacer cada mañana para desayunar juntas, antes de irse, una a su trabajo y la otra (Ady) a buscar un trabajo.
Ady, has estado varios días de viaje, pero, qué has soñado esta noche que te ha producido semejante espanto al despertar?.
No lo sé, Sandra.....pero, realmente es cómo si lo hubiese vivido. Gracias a que sólo ha sido un sueño........aún me siento fatal. Ya te lo contaré, amor.
Desayunaron las dos, mientras se miraban, sonreían y a veces comentaban cosas de sus vidas cotidianas.
Sandra y Ady, llevaban juntas un poco más de dos años y se entendían bien, además de amarse plenamente.
Ambas eran de tendencia bisexual, pero jamás se habían sido infieles, en la misma ubicación.
Ady, admiró a Sandra y se sintió segura de que pasaría la 2ª prueba de la entrevista.
Ady, se sentía bien, porque en sueños o lo que fuera, había probado y superado su listón de locura o ansiedad.
Ady, sonrió y se dejó llevar por los recuerdos y acontecimientos recientes.
Ya sabía todo de lo que la esperaba y pensó que no merecía la pena probarlo. Dejaría que los sucesos fuesen cayendo uno tras otro, para después ella decidir.
Además, tan sólo había sido un sueño, al menos la fase final, así que estaría alerta a cuanto aconteciera, a partir de ese mismo instante.
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