Una chica muy especial (Libro 3º - Capítulo 5)

Tonino, somete a Ady a pruebas psicológicas, para al final verse admirado de sus cualidades. Ady, sabe seguir los pasos de quién se hace proclamar su amor. A veces, desespera y se hunde en sus abismos, para pronto renacer ante una nueva prueba de amor y consensualidad. Sin embargo, no todo parece como debería suceder.......... Espero que os guste este episodio.........y que lo analicéis en el grado en que podáis o deseéis......Un beso para mis seguidores y lectores. ..........Sandra Raquel..........

Una chica muy especial

Libro 3º - Capítulo 5º

Tonino, tardó en abrir más de 10 minutos. Mientras, Ady se tumbó en el suelo en posición fetal, hasta que se abriese la puerta, pués así se sentía más protegida, ante la más absoluta oscuridad.

  • Levanta, Adya. Pasa yá, no escuché el timbre. Mandaré reinstalarlo esta misma noche.

Ady se levantó, cegada por la luz. Y entró en la habitación en dónde obtuvo el calor familiar. Una vez, sus ojos se hicieron a la luz, se abrazó a Tonino besándole con ansiedad y amor, que se dejó hacer complacido y hasta la correspondió en un beso largo y dulce.

  • Cómo estás mi amor?. Mucho miedo en la oscuridad?.

  • Sólo un poco, mi amor. Pero ya me siento bien del todo.

  • Qué te ha parecido la mazmorra?.

  • Algo demasiado impresionable para una neófita como yo, mi amor.

  • Bueno, ya sabes que bajarás todos los días, durante unos cuántos, porque me apetece que sientas ese mundo, que te hará ser más especial y maravillosa de lo que ya eres.

Ady asintió, pero nada convencida de sus palabras. Nada le apetecía ahí abajo, sin su consentimiento. Y aunque se lo había dado a él. Era un lugar demasiado ruin para cualquier ser humano.

  • Observo, Ady, que te preocupa algo, no es verdad?.

  • Sí, mi amor. Me preocupa que las doncellas tengan que asistir a ese infierno, paralizadas de miedo, desnudas y además sometidas a los caprichos y vulgaridades de los verdugos.

  • Vaya!, al parecer ya tienes formada una opinión sobre ese lugar. Qué propones a cambio?.

  • Es sencillo, mi amor. Casi todas las noches hay alguna castigada, es verdad?......y además ellas lo aceptan, es también verdad?.

  • Sí y sí.....continúa.

  • Pues mi propuesta es que la castigada, junto a mí limpiemos la guarrería de esos cerdos......perdón, verdugos. Así se librarán dos doncellas inocentes de padecer los abusos.

  • Me gusta, lo que me dices, mi amor. Pero, no llego a entender, que pretendes lograr, si tú vas a estar en esa situación.

  • Amor, es muy sencillo. Evitar que dos inocentes criaturas, se vean envueltas en esa situación sin necesidad. Sí yo voy a bajar cada noche y casi siempre hay una castigada.........entre las dos podremos hacerlo bien, sin necesidad de aniquilar seres humanos.

  • Y, sí ese día estás sola?.

  • Pués lo haré sola. Soportaré todo, cómo cada día. Porque así los has ordenado, mi amor. Pero si quieres que se mojen todas las doncellas, propón un incentivo en puntos para todas, incluyendo a las cocineras y jefas de cocina. Así, ninguna te reprochará en su día, nada de nada.

  • Muy imaginativa tu idea, esposa mía. Y ya que es tu idea, la elaborarás tú misma y se las expondrás a ellas. Quizás, ya no te quieran tanto después......jajajajajaja.

  • Porqué dices éso, amor?.

  • Porque las doncellas que contrato, desean sentir lo que sea y recibir un salario a cambio. Del modo en qué tú lo expones, algunas se quedarían sin incentivos y hasta podrían ser despedidas por poco productivas.

  • Uy, no había pensado en éso, porque lo desconocía, amor.

  • Pués ya te has enterado mi princesa de amor. Así que prepara algo que las pueda gustar a todas, o bién sométete a ellas. Y creo que el mejor lugar para pensar, es el lugar de donde provienes. Bajarás de nuevo y primero te atormentarán, para después dejarte reflexionar durante la madrugada. Procura aprovechar bien el tiempo, amor......jajajajajaja. Me voy a partir de risa mañana, al verte balbuceando ante todas las demás tus perorartas.

  • Tonino, no podría pensarlo aquí tranquilamente?.

  • Podrías sí. Pero cómo te opones a mis métodos, entonces hazlo en la mazmorra.

  • Amor, pero yo no deseo oponerme a tus métodos. Sólo dije algo que me parecía más adecuado y sólo a tí, sin conocer las reglas.

  • Agradezco tu confesión. Dormiré con una doncella. Tú dormirás sola en tu mazmorra.

  • Eso no es nada justo, ni humano, amor.

  • Depende desde dónde se mire. Desde tu posición, quizás nó. Desde mi posición es bastante admisible y hasta armoniosa. Te veré por la mañana marcada por los látigos y espero, preparada para dar una conferencia ante el servicio.

  • Amor, me condenas injustamente, a algo en lo que no ha transcendido y además me obligas a qué me aborrezca todo el servicio......porqué..........

  • Es muy fácil, amor. Ya sé del poder que tienes y pronto tendría una rebelión del servicio en marcha. Así, que mejor disminuirte físicamente y después enfrentarte a quienes serán tus enemigas de por vida, porque yo las reuniré esta noche para darlas una charlita, contraria a tus ideas. Y ellas se fiarán de mí, por mucho entusiasmo que hayan puesto sobre tí. Quedarás ridícula y tachada de la admiración del servicio femenino. Además, los metres, y jefes de sala te mirarán con recelo, burlas y malos modos. Y tus verdugos, te humillarán lo más que puedan en cada instante que estés con ellos.

  • Amor. De seguro qué no puedes estar hablando en serio, verdad?.

Tonino se acercó hasta ella y puso sus manos, sobre sus hombros desnudos. Y antes de que se diera cuenta, Ady recibió una bofetada, que la giró la cabeza. Y cuándo ya volvía su mirada atónita hacia él, una nueva bofetada en la otra mejilla, haciéndola lagrimear sin consuelo alguno.

  • Crees que es de verdad?....o quizás necesitas más bofetadas, amor?.

Ady, asintió, sin poder reprimir las lágrimas.

  • Muy bien, esposa mía. Es momento que vuelvas por donde has venido, aunque esta vez sentirás el dolor en tu cuerpo, además de múltiples humillaciones y penetraciones, que me encargaré de que sean lo más crueles posibles, con el fín de que mañana estés medio atontada.

  • Gracias, amor. Esperaba algo más positivo de tí. Sí debo ser una humillada en tu palacio, lo seré. Pero, me aflige que me abandones así, después de cuánto me dijiste esta tarde.

Tonino, pulsó el timbre e hizo entrar a Ady en aquella mini estancia, en dónde subiría Alfonso a buscarla.

Ady, se sentía abrumada por los acontecimientos. No la importaba ser la última en nada, pero no deseaba ser ultrajada de aquel modo, del ser del que se había enamorado y que la recluía en un antro de perversión.

Esperó dócilmente, en la más completa oscuridad a que Alfonso viniera a buscarla. Pero pasaban los minutos y nadie acudía a buscarla.

La oscuridad, la mortificaba. Prefería la mazmorra con todos sus suplicios, a esa oscuridad negra que la iba comiendo en la angustia.

Estaba desesperada, pero pensaba que el amor elegido, era acertado, por lo que se propuso soportar todo, para lograr su amor total e incondicional.

Cerca de una hora después, Tonino abrió la puerta, sin que se anunciara timbre alguno. Y la hizo llegar hasta él, aunque ella no veía apenas algo, debido a pasar de la oscuridad a una luz fuerte.

Tonino, la abrazó, la besó y la acarició. Y Ady, no sabía aún reaccionar ante la inesperada apertura de puerta. Sin embargo correspondió a los besos de él, porque realmente estaba enamorada de él.

  • Adya, deberás perdonarme esta prueba, por la que te he hecho pasar. Debía realizarla, para saber cómo eras tú. Ya sé cómo eres y sé que jamás nos separaremos. Y mañana podrás montar tus argumentaciones ante el servicio......algo que creo les encantará a todas.

  • Antonio, lo qué me estás diciendo es de verdad?.

  • Es completamente verdad, mi amor. Me gustaste, me gustas y te amo........y me gustarás y seguiré amándote por siempre.

  • Jo, gracias mi amor........jo..........gracias............

Ady comenzó a sollozar en silencio, pero Tonino, la apretó contra su cuerpo para animarla y que se sintiera junto a él.

  • Mi amor, nunca dejaría que te hiciesen mal alguno. Lo de la mazmorra es algo que sólo tú deberás solicitarme, porque sé que te gusta experimentar. Pero nunca te forzaré a bajar a la misma, aunque para la despedida de soltera he pensado en los seis mastodontes que hay allí abajo, para que te hagan delirar de placer, del modo que más te apetezca.

  • Gracias mi amor, jamás dudé de lo que sentías por mí, aunque es verdad que me preocupé mucho, cuando me dijiste todo aquello.

  • Adya, vida mía. Fué el modo que ví más accesible para saber cómo eras. Y has demostrado ser, todo lo que siempre he ansiado trás la muerte de mi mujer. Tú serás mi mujer y desde luego la Dama Sagrada del castillo, porque yo seré tu caballero y servidor, hasta la muerte. Aún así, sé que toda la servidumbre te venerará por tus nobles gestos. Ellos, son gente educada y lista, que me sirven y yo les sirvo a los mismos, mediante los salarios. Pero, sé que tú menguarás mis arcas, para valorar sus tareas en lo que valen y representan cada uno.

  • Amor, te quiero..........te amo..........te deseo.........te necesito. Nunca ya dejaré de sentirte como mi salvador y mi Rey y Señor, porque sin tí, no lo hubiese podido lograr. No reduciré vuestras arcas, porque motivaré al servicio para hacer más grandes cosas, en pro de su beneficio compartido. Y espero que ellos y ellas, lo acepten, porque es simple.......si todos ayudamos, más logramos. Aunque al principio habrá una curva de pérdida, ascenderá de nuevo, hasta lo más alto que se pueda.

  • Gracias Adya, mi futura y próxima esposa de amor. Has logrado darme la energía suficiente para saberme liberado de mi mujer, aunque ella me acompaña siempre. Pero quiero que sepas, que, ella te acepta como su relevo. Quizás no lo entiendas y hasta te confunda, pero por fín puedo enamorarme de otra mujer.

  • Lo entiendo perfectamente, mi amor. Silvia, es para mí el referente. No intentaré superarla, por el respeto que la tengo desde que me contaste la historia, pero deseo que nunca la olvides mi amor. Y sí tenemos una hija, se llamará Silvia, sí a tí te parece bien.

  • Adya, tus formas, tus palabras, tu saber estar, me entusiasman. Además, dejas abierto el recuerdo de mi anterior mujer, en nuestra primera hija. Eso te hace especialmente deliciosa ya para mí y además mi dulce promesa de amor. Jamás te traicionaré, mi Adya de amor, porque ella y nuestra hija estarán unidas siempre.

  • Gracias Antonio. No estoy arrepentida de haberte elegido. Y te haré feliz el tiempo que me lo permitas, mi amor.

  • Adya, ni me he acostado con una doncella, ni lo haré. Fué sólo una prueba más hacia tí. Ya superaste todas. Mañana anunciaremos nuestro compromiso, ante los sirvientes. Y ya creo, que estarán orgullosos de tener una Señora cómo tú.

  • Amor, olvidas que dos doncellas me han visto desnuda y atada en la mazmorra?.

  • No lo olvido. Y hasta quizás alguna más te logre ver, pero éso no cambia nada de ésto, mi amor. Sí yo te anuncio cómo mi inmediata esposa y madre de nuestros hijos, todo el mundo te venerará, por ser cómo eres. Es verdad, que podrán verte en la mazmorra alguna vez, pero éso sólo les dará ilusión de sentirse iguales a tí, que eres la Señora. No te preocupes, mi amor. Visitarás la mazmorra, pero en horas intempestivas, porque sé que te agrada vivir ese mundo.......es así, verdad amor?.

  • Si.....bueno, ya no estoy segura.......pero, sí, me gustaría disfrutar de ese mundo a ser posible en tu presencia, amor.

  • Alguna vez coincidiremos mi vida, pero hay seres ahí abajo que se las apañan bien, por ellos mismos y podrán hacerte diabluras. Tantas cómo soportes y desees.

  • Amor, sería posible que me follaras ahora?.

  • No, mi Ady de amor. Estoy realmente cansado y sólo deseo dormir. Estás muy ansiosa de sexo?.

  • De tu sexo, si, mi amor.

  • Bueno, será mejor que Alfonso decida quién te hace el apaño, allí abajo. Ya sabes, que pollas tienen y siempre dispuestas. Te gustará conocerlos en el sexo. Aunque te advierto que son un poco sádicos. Mañana nos veremos, amor. Alfonso subirá a recibirte, pásatelo bien con ellos. Por cierto, prefieres dormir en el potro o en la rueda, amor?.

Ady, perdió toda esperanza de dormir con su amor. Era cómo si ya no estuviese. No había cenado en absoluto, pero no le hacía falta. Elegir entre dormir en el potro o en la rueda era fácil. La rueda con sus asquerosos olores y la curbatura de su cuerpo, no era lo ideal para descansar. En el potro, al menos tendría apoyada una gran parte del cuerpo.

  • Creo que elegiré el potro, siempre que no me dejen tensada, mi amor.

  • Bien, se lo diré a Alfonso. Qué te coloque en el potro, muy tensada.

  • No, mi amor.....muy poco tensada.

  • Ah vale, perdona. Es que me caigo de sueño ya. Llamaré a Alfonso y tú se lo explicas delante de mí, te parece?.

Ady asintió. La hubiese apetecido más quedarse con él, pero tampoco la disgustaba probar las barbaridades de la mazmorra.

  • Alfonso, quiénes estáis de guardia?.

  • Oso y yo, Señor. Alguna necesidad, Señor?.

  • Sí, mi esposa, desea complacerme, pero estoy agotado. He pensado que en la mazmorra estará bien. Ella te lo contará, sube, por favor.

Tonino, colgó el teléfono y miró a su amor.

  • Sabes quién es Oso, mi amada Adya?.

  • Sí, mi amor. Alguien un poco duro y con una polla como la tuya, mi amor.

  • Pués está de guardia, así que prepara tu cuerpo para ser dulcificada mediante una violación.

  • Amor, puedo usar mis artes de mujer, sin que te afecte a tí?.

  • Claro que sí, mi dulce princesa Adya. Me encantará conocer tus artes para con tus verdugos. Nunca las utilizaré en tu contra, aunque sí aprenderé de vuestros métodos femeninos.

Cuándo apareció Alfonso, le dijo abiertamente.........:

  • Alfonso, mi esposa desea gustar de los servicios de la mazmorra. Haz que se sienta plenamente feliz y que pruebe lo más interesante. Había elegido el potro para terminar durmiendo, aunque he pensado, que sobre tu mesa de despacho quedaría mucho mejor, porque así mantendrá el calor de tu estancia y además podrás disfrutar de su cuerpo desnudo. Qué la ates o no, es cuestión tuya.

  • Me parece muy bien, Señor. Señora, por favor, pasemos al lugar secreto.

Ady, se acercó a Tonino y le dió un beso cálido, deseándole feliz noche. Y se dejó conducir por Alfonso, hasta que estuvieron en la estancia de los collares y pulseras.

  • Señora, hay que ponerse el collar y las muñequeras y tobilleras. Desea algo en especial?.

  • Me gustaría probar los azotes con los látigos largos, bocabajo. Es posible?.

  • Claro que sí, Señora. Una flagelación con uno o más bull-whipped. Será un placer y nuestro Oso se animará de saberlo.

  • Duele mucho, Alfonso?.

  • No demasiado, mi Señora, pero se sufre totalmente. De todos modos, creo que a ud la encantará, Señora. Se suelen dar unos 25 latigazos, que suelen terminar en llantos incontenibles de nuestras chicas. Con ud utilizaremos 40 latigazos bien espaciados en el tiempo, así podrá sentir mejor los efectos del tormento.

Ady, asintió. A ella 15 más que las chicas castigadas. La preocupaba un poco el sufrimiento tan largo y continuado, pero por otra parte, se sentía ansiosa de ser tratada así. Además Oso, que imponía respeto y a veces hasta miedo, sería su verdugo cruel y directo. Y casi lo agradecía, de que fuese él. Era el menos atractivo y el más fiero. Su mirada hacía temblar a las jovencitas a las que atormentaba, según había escuchado por algunos de los otros verdugos.

Ady, se dejó poner el collar, las pulseras y tobilleras y una vez, Alfonso, hubo enclavado sus pulseras a la parte trasera del collarín descendiendon las escaleras y pasaron por puertas y túneles secretos, hasta llegar al despacho de él.

  • Ya hemos llegado, Señora. Está preparada para el sufrimiento?.

Ady, asintió......aunque con un cierto temor.

  • Oso, ven a mi despacho tenemos a una puta a la que azotar salvajemente.

Ady, se asustó ante las palabras que Alfonso había dicho, sobre el intercomunicador. Y en cuánto Oso, apareció en la puerta, Ady sintió que se le helaba la sangre. Era enorme de estatura y muy amplio de dimensiones. Y para colmo de males, venía desnudo con su polla ya izada cual lanza preparada, para el asalto.

  • Jefe, estoy a sus órdenes. Vaya la puta de hace un rato. Así que hay que azotar a esta puta, verdad Señor?.

  • En efecto, Oso. Pero deseo que sea colgada de las tobilleras y que la dés 8 sesiones de 5 latigazos cada una.......Usa el bullwhip. El más fiero de de la sala. Déjala asimilar el dolor. Después la torturaremos más y hasta la violaremos. Son órdenes directas del Amo.

  • Será un placer, trasegar con esta puta. Además, me gusta atada y desnuda, jefe.

Ady, miraba a Oso, con la cara desencajada y muy asustada de su presencia, sin embargo se dejaría hacer lo que ellos decidiesen hacer con su cuerpo. Era algo que necesitaba calibrar, para saber hasta donde podía llegar.

Oso la miraba con ojos tranquilos y su sonrisa, la hacía atemorizarse más y más a cada instante que pasaba. Alfonso se daba cuenta de que Ady temblaba de miedo. Era mejor así, para ella. Oso, podía ser demasiado bestia con una jovencita. Claro que la Señora, estaba demandando un castigo fuerte, procedente del Señor. Eso no era usual y debían atenerse a machacarla, sin dejar secuelas.