Una chica muy especial (Libro 3º - Capítulo 3)

Ady, escucha a Tonino cómo embelesada. Todo la parece sugerente y maravilloso.......pero, estará la letra pequeña, tras la enorme euforia........aunque.............. Bien, espero que os agrade este capítulo. ........Un beso muy especial............. Sandra Raquel.

Una chica muy especial

Libro 3º - Capítulo 3º

Ady, se sentía fascinada al escuchar las cosas que contaba y cómo las contaba. Su mirada era serena y además parecía estar viviendo aquellos momentos.

  • Pensaba que nunca me llamaría, pero a la tarde siguiente, recibí una llamada, que al principio confundí con otra persona y después supe que era ella. Mis sentidos, se pusieron en alerta y quedamos para tomar un café en un lugar céntrico. Estaba guapísima. Vestía de modo informal, pero su pelo y sus ojos, ya lo decían todo. Tomamos el café y seguimos hablando, con otros dos cafés más. La invité a cenar y ella asintió. La cena, fué una maravilla y hablamos de temas ya algo más profundos, aunque mezclando muchas cosas. Al final ella, me pasó su número de teléfono y su nombre. Se llamaba Silvia. Sí, te aburro, me lo dices, por favor.

  • No, para nada mi Señor, es una historia encantadora, siga, por favor.

  • Gracias, mi pequeña Adya. Nos despedimos aquella noche, ya con un beso muy corto, pero en los labios. Cuándo la dejé en su casa, ya estaba deseando llamarla. Esperé a llegar a la mía y sin pensarlo, marqué su número y lo atendió ella, que acababa de salir de la ducha. Me la imaginé desnuda, secándose y mi cuerpo se revolucionó de un modo incontrolable para mí y eyaculé sin tocarme nada de mi sexo. Me contuve, cuánto pude, aunque pensé que ella debía de haberme escuchado jadear, imaginando que me estaría haciendo una paja. Pero ella, no dió lugar a malos entendidos y quiso invitarme a comer al día siguiente, que era sábado. Y acepté, cómo un kamikaze. Yo acepté encantado y ya no pude dormir en toda la noche. Me quedé frito al amanecer y al despertarme, pusé el despertador a las 12 de la mañana, para poder dormir un poco. De nada sirvió, pués me pasé esas horas con los ojos cerrados, pero sin poder dormir, porque la veía a ella por todas partes.

  • Mi Señor, es muy dulce lo que cuenta.

  • Adya, no deseo cansarte con mis recuerdos.

  • Mi Señor, nunca me cansará poderle escuchar tan maravillosos comentarios de un amor de Ud.

  • Gracias, mi maravillosa princesa Adya.

  • Mi señor, porqué me ha nombrado princesa ya un par de veces?.

  • Porque es lo que eres para mí. Una princesa enviada por el destino, a mí. Quizás puedas pensar que chocheo. Quizás ya lo haga, pero no es menos cierto que el destino nos ha unido, sin tener un contacto previo.

  • Eso es muy cierto, mi Señor. Y no creo que chochee, mi Señor. Siga contándome por favor.

Tonino, acarició las mejillas de Ady y la sonrió. Se sentía bien ante aquella criatura que la recordaba a su mujer, cuando eran jóvenes. Sabía que no podría hacerla pasar por su anterior mujer, aunque imaginaba tenerla cómo esposa en esos momentos. Era algo que no podría ser, porque había alguien que se interponía en su camino. Pero aún así, intentaba tratarla cómo sí ya lo fuera.

Ady, por su parte, le admiraba y hasta sentía ya un gran cariño hacia él. Le encantaba mirarle y escucharle. Era un ser que se dejaba querer, aunque le hubiese conocido en una situación extrema, era un hombre al que adorar.

  • Siga, mi Señor, por favor.

Pero en esos momentos, se encendieron todas las luces y aparecieron las doncellas para colocar la mesa y todos los abalorios, sobre la misma.

  • Seguiremos, después mi amada princesa Adya. Ahora no tendremos más remedio que degustar las exquisiteces de mi cocina, qué espero te agrade.

  • Será un placer degustarlas y un honor compartirla con Ud, mi Señor.

Tonino, quedó tan agradecido del comportamiento y respuestas de su princesa, que sintió la llamada de su mujer, diciéndole que la hiciera suya. Y él estaba en ese menester ya, porque su princesa Adya, debía ser el sumun de su amor.

  • El honor, será mío, pudiendo degustarla junto a mi princesa Adya de Amor.

Ady, supo, que él estaba enamorado de ella. No sabía como reaccionar, ya que Antonio la esperaba en la casa dentro de menos de dos días. Pero ella, también se sentía encariñada y quizás hasta enamorada de aquel hombre. No sabía justificarlo aún, pero lo que sentía por dentro le decía que Tonino le daría la vida, mientras Antonio le daría placer y dolores de cabeza. Cómo actuar, consecuentemente?. No tenía ni idea y prefirió apurar los cartuchos, antes de significarse.

Cuándo la mesa estuvo colocada y adecuada, Tonino se levantó de su sillón y extendiendo su mano, invitó a Ady a levantarse y acompañarle hasta la mesa, en donde dos camareros aguardaban.

El servicio de comedor, estaba maravillado con aquel acontecimiento inesperado. Al menos de poder vestir sus mejores galas, ante una pareja muy especial. Les agradaba ver a su Señor, feliz y quizás hasta enamorado de nuevo. Algo que algunos no había vivido, pero si conocido por los relatos verbales de los demás.

Ady, se sintió sumisa, pero al mismo tiempo feliz. Tonino era el tipo de persona que le gustaba para todo. Tenía dos defectos......Su edad y su enorme polla. Ady, sabía que podría hacerse con la polla, pero desconocía como le afectaría la edad a él.

  • Adya, mi princesa de Amor. Estás pensando en cómo satisfacer a un hombre de mi edad, verdad?.

  • Uy, nó......bueno sí........bueno nó..........jo, no lo sé, mi Señor.

  • Tranquila princesa mía. Mi destino está trazado y escrito y cuándo deba abandonar este mundo, me iré. Antes, me gustaría verte bien colocada, para que puedas vivir un poco de la vida que aún no has vivido.

  • Gracias, mi Señor. Es Ud un encanto de persona.

  • Comamos ahora, que tendremos mucho tiempo de hablar de todas estas cosas que nos afectan.

La comida estaba deliciosa y especialmente bien atendida por los camareros y las doncellas, que servían todo con gran pulcritud y entusiasmo.

Ady, con su vestido de época estaba sublime, pero ella se fijaba más y más cada vez en su anfitrión. Le gustaba Tonino. Se sentía maravillada, sosegada y feliz junto a él.

  • Adya, perdona este comentario. Sí alguna vez te llamara Silvia, sin darme cuenta, claro.....te molestaría?.

  • Claro, que nó, Tonino. Pero me gustaría llamarte de ahora en adelante de otro modo. No me gusta Tonino, la verdad.

  • Antonio es mi nombre, pero aceptaré mi nombre o cualquier alias que quieras, siempre que estemos a solas. Sí no te parece mal.

  • Gracias, así lo haré. Me gusta estar contigo y cómo me tratas. Me siento otra mujer, con todos los respetos hacia tí.

  • Me encanta que te sientas así. Tengo 62 años y sé que soy demasiado mayor, pero sí tú lo deseases, te podría dar aún un poco de mi jugo. Y quizás hasta un hijo, si lo desearas.

  • Me encanta esa proposición, Antonio. Realmente, debería pensármelo, porque me siento maravillosamente bien junto a tí. Y sí me gustaría ser madre de un hijo tuyo. Sé que mi vida va muy acelerada y que debería pensarlo todo, porque he saltado de nada a todo. Pero me siento sin tiempo de reacción. Te gusto cómo esposa, Antonio?.

  • Adya, me encantas cómo persona y me gustas como una esposa. Y así lo deseo. Tú me has dado todo lo que necesitaba. Si te tuviera para mí, me harías el ser más feliz del universo. Y además prometo que intentaré que tú, tengas un hijo mío. Sí es niño, cómo sí es niña, me encantará.....pero alguien común de los dos, amor..........perdón....Adya.

  • No te sientas mal, por llamarme amor. La verdad es que yo me siento enamorada de tí. Y nadie me apartará de mi camino. He comprobado demasiadas cosas en demasiados pocos días. Conclusión, me siento de maravilla junto a tí, aunque seas demasiado mayor para nuestro hijo o hija. Pero lo asumiré, porque llevando tu sangre, nuestra sangre, será una delicia de criatura, verdad?.

  • Adya, sí lo que escucho es tu deseo fiel, me habrás hecho el ser más feliz del mundo. Sí, lo he entendido desmedidamente, lloraré de pena, pero lo aceptaré.

  • Lo has entendido, tal cómo lo siento. Sé lo diré a Antonio y supongo que lo entenderá. Pero sí no lo entendiese, me daría igual. He elegido a la persona, a la que deseo tener y dar mi amor y mi cuerpo. Y a ser posible entregarle un hijo o una hija. Y esa persona eres tú, Antonio. No podré ser como tu mujer Silvia, porque la edad nos distancia, pero haré lo posible para honrarla.

  • Adya, pase lo que pase, ya la has honrado bastante grandemente. Me siento feliz y contento de tenerte cómo amiga. Mucho más de poderte tener cómo esposa..........y Algo inimaginable para mí, como la madre de nuestros hijos. Sí lograra ver a alguien con mi sangre y la tuya, mi vida se daría como zanjada, hasta que el destino me llamara a sus posesiones.

  • Antonio. Mi vida ha sido un relámpago en la tormenta. Pero me ha traído a tí. Me gusta tu presencia, me gusta tu persona, me gustas tú. Y me encantaría ser la madre de tus hijos e hijas.

  • Adya, eso siginificaría que deberías quedarte preñada cada año. Serías capaz de soportarlo?.

  • Serías capaz, tú?...........pués lo mismo, mi amor. La relación sexual va a ser más complicada, pero ya lo hemos logrado una vez, verdad?. Pués lo lograremos las veces que haga falta. No me da miedo tu polla y me alegro de haberte encontrado, pués lo que tú me ofreces es, cuánto he ansiado en mi vida.

  • Adya, observando lo que estás dispuesta a hacer, debo ser sincero y decirte, que antes que tódo éso ocurra, deberás pasar por cesiones con otros socios míos y muy probablemente con tu anterior amor. Sí estás conmigo, sufrirás de sus manos castigos fuertes y muy humillantes. Aún así, estas dispuesta?.

  • Jo, amor. Eso deberías habérmelo dicho antes, no te parece?.

  • Adya, las cosas las digo cuándo me apetecen. Sí me aceptas, antes pasarás por muchos calvarios. Sí no me aceptas, sufrirás lo suficiente cómo para pensar que hubiese sido mejor aceptarme. Ahora, tú decides, amor.

  • Tonino, me pareces vulgar. Jamás me había sentido más humillada. Y nunca te aceptaré después de lo que me has dicho.........jo y pensar que llegué a soñar con ser la madre de tus hijos. Eres un miserable, Tonino.

  • Bien, estabas en tu derecho de réplica, Lo que te dije al principio era y es verdad, pero..........antes debes pasar por mil calamidades que nos satisfacen a todos los del club. Y cómo veo que ya no serás mía, te entregaré a la mazmorra para que seas atormentada cruelmente, por mis hermanos. Ya no hay vuelta atrás, Ady. Estás sentenciada a sufrir durante dos días seguidos. Luego te soltaré con tu amor, que de seguro te hará la vida imposible, cuando se entere de todo ésto.

  • Tonino, no podríamos llegar a un acuerdo amistoso?.

  • Podríamos llegar al mismo, pero necesitaría de ti un juramento y un papel firmado. Serías mi esclava personal, durante un año. Sín limitaciones para castigos. Harías cuánto te ordenase, sin rechistar y además estarías desnuda todo el tiempo.

  • Jo, es demasiado fuerte para mí. Prefiero caer en manos de mis verdugos por el tiempo que me toque estar con ud.

  • Adya, me has vuelto a encantar. Me has maravillado con tus respuestas. Quizás me taches de sádico y cobarde, pero nada más lejos de la realidad. Tus respuestas han sido coherentes. No habrá martirio para ti, mi preciosa niña. Para tí, sólo habra un mundo feliz.

  • Antonio, tódo ésto fué una prueba?.

  • Pués claro que sí, mi pequeña. Yo no puedo ser malo y bueno a la vez. Me porto mal algunas veces, pero pocas veces. Cuando te conocí, supe que serías mi pareja perfecta. Pero quise asediarte, para ver como te defendías,

  • Jo, estoy hecha un desastre de emociones. Ya no sé lo que quiero, ni lo que deseo.

  • Adya, acéptame. Pero debes saber que vivirás en un mundo fantasioso, poblado por muchos seres que te adorarán, pero además te harán temblar. Vestirás en las fiestas con trajes atrevidos, a veces desproporcionados y algunas veces muy ultraeróticos. Tus desnudos, serán frecuentes entre mis invitados. El sexo aflorará de vez en cuando, pero éso lo tienes dominado ya. Sólo te resta sentir mi mundo.

  • Tonino, sí soy tu mejer, tódo éso me va a suceder?.

  • Sí Adya. Seas mi mujer o nó, todo éso lo vivirás. La ventaja está en lo que te ofrezco, con el fin de paliar tu status de mujer. Si no deseas contestar rápidamente, en la mazmorra con un latigazo cada 30 segundos, tendrás tiempo de sobra. Me respondes yá, o prefieres pensarlo con el cuero abrasando tu piel?.

  • Te responderé ahora mismo, amor. Me parece una crueldad abusiva, por tu parte. Me encantaría ser la madre de tus hijos, pero me lo pones bastante difícil. Harás que sea atormentada y hasta follada por tu equipo, antes de que tú me penetres y siembres tu semilla. Qué gano yo con éso, amor?.

  • Adya, una mujer no es un ser inferior al de un hombre, pero tienes que ser consciente de qué hay demasiados seres depravados y que esperan poder usar sus últimos cartuchos. Tengo amigos de ese tipo, que sólo esperan poder aprovechar estas incisiones en sus vidas. Y tú, deberás soportarlas, amor.

Ady, sopesó todo lo que su vida la deparaba. No tenía a nadie y con Tonino se había sentido bien. Cierto, que era depravado. Pero no más que Carlos o Antonio. Y él si le estaba ofreciendo un futuro inmediato. Decidirse era traumático. Por otra parte, la había comenzado a gustar esas sesiones de tormento. Y se excitaba al pensar en otras perversiones.

  • Tonino, acepto tu propuesta. Deseo ser tu esposa. Pero deberás hablarlo tú con Antonio, vale?.

  • De acuerdo, Adya. Bienvenida al club. De todos modos, te garantizo que no estarás desasistida. Yá que vás a ser la madre de nuestros hijos, alguien siempre estará pendiente de tí. Sé que te gusta descubrir cosas nuevas. Otras, que odias. Las vivirás todas, pero siempre bajo mi protección, por lo cuál te haré sentir, lo que realmente anhelas sentir.

Ady, se quedó pensativa, aunque ya no se sentía con ganas de discutir. Le gustaba Tonino y estaba ya decidida a dar el paso total. Sí, tenía que vivir en su cuerpo, todas las fantasías que había imaginado, las soportaría de algún modo. Lo principal, era hacerse con una vida estable, junto a alguien a quien apreciaba, amaba y deseaba.

  • Tonino, cómo prefieres que te llame de ahora en adelante?. El nombre que realmente te agrade que sea dicho por tu esposa.

  • Antonio o amor, me encantarán siempre. Y además desde este mismo instante puedes utilizarlos, porque me sentiré muy bien al escucharlo de tí. Sin embargo, sí me llamaras por mi seúdonimo o señor, o amo, o lo que se te ocurriese en ese instante, no habrá problema alguno para tí.

  • Antonio, estoy absolutamente segura, de que seré la madre de nuestros hijos. Pasaré lo que tenga que pasar, pero ya no dudaré nunca más.

  • Adya, me congratulan tus palabras. Me hace sentirme joven de nuevo y enamorado. Tendrás que sufrir algunas penalidades, pero sé que las soportarás sin mayores traumas. Lo demás será privado entre los dos. Te enseñaré muchos medios y mecanismos de mi mundo, que deberás programar y supervisar. Pero serás reconocida por toda mi casa, cómo la Señora. Y esa parte, es importante. Aunque ya sé que muchos de mis sirvientes te adoran ya, al haberme aceptado. Raúl, será tu protector y chófer oficial. Confía en él, cómo de tu sombra. Nunca te fallará. Aún así, pondré a un segundo hombre para tu cuidado, que debo seleccionar con las sugerencias de Raúl. También, otro asunto más. Sí llegaras a sentir excitación sexual, con Raúl o tu segundo protector, podrás realizar con ellos lo que desees. Sólo, me lo deberás decir en cuánto nos veamos. Raúl, es cómo un hijo para mí. Queda entendido todo, mi amor?.

  • Perfectamente, Antonio y Amor. Y me gusta ser tuya y sobre todo tu esposa. Pero..........nos casaremos de algún modo?.

  • Por supuesto que sí, mi niña. Por la iglesia, sí es tu deseo, engalanada y con cantidad de doncellas listas y prestas a servirte. Te diré algo mi amada princesa. En el castillo, me consta ya que están todos encantados con la nueva Señora. Y éso, es un paso muy significativo para tí y para mí. Podrás cambiar algunas normas y hasta gratificaciones, pero sé comedida, porque las revoluciones siempre comienzan por abajo. Aunque, quizás tú, logres que todo el servicio te siga fielmente.

  • Crees que realmente, se sentirán bien conmigo?.

  • Totalmente, tu dulzura es balsámica. Me has encantado a mí, que era la parte más difícil. Si quieres hacer una prueba, baja ahora mismo hasta las cocinas y cotillea, sin descaro, cuánto hacen. Pregúntales lo que te plazca y se condescendiente con ellos y ellas. Y sí además te interesas por sus vidas cotidianas, verás las reacciones de ellos y ellas.

Tonino, le explicó un poco por encima, cómo estaban configuradas las jerarquías y los puestos de trabajo. Ady, asentía a todo y sabía más o menos cómo podría funcionar todo aquello. Y se animó a bajar ella sola, con un vestido algo más liviano, aunque decente.

  • Te contaré a mi vuelta, amor.

Ady, se puso un vestido de sport, pero con media manga y unas sandalias. Y se acercó hasta las cocinas.