Una chica muy especial (Libro 2º - Capítulo 9)

Ady, pasa por pequeños apuros y humillaciones ante los conocidos y sobre todo, porque Carlos la azota, ante los demás. Antonio, se sabe poseedor de Ady, pero no le gustan las cosas fáciles y así se lo hace saber a ella. También la expilca, lo que significará su vida, siendo su esclava. Ady, Ama a Carlos, pero desde hace unos días se ha enamorado de Antonio, a pesar de su situación. Los dos coinciden en muchas cosas, pero el destino parece estar marcado de antemano............... Espero que os siga agradando esta enorme serie............. Un beso muy fuerte............para TR (Alex, FX, Germán y Breo)........y para mis lectores y lectoras. ..............Sandra Raquel.......

Una chica muy especial

Libro 2º - Capítulo 9º

Carlos, cogió de manos de Antonio, el látigo terrible y flageló las nalgas de Ady, sin piedad. Hasta 10 latigazos hizo que cayeran en las tiernas carnes de su esposa, mientras ésta gemía, gritaba y se contorsionaba, ante el dolor de los latigazos. Ady, sin embargo, no se dejó caer al suelo. Y aunque su cuerpo se retorcía ante cada latigazo, mantenía la posición.

Los demás, que de lejos veían esas escenas, se sentían abrumados, salvo Elías que disfrutaba con cada latigazo asestado sobre el cuerpo de Ady.

Claudia, por su parte, estaba lívida. Sin saber que hacer o decir. Sólo miraba cómo en una nube.

Sandra y Raquel, se sentían bien, aunque un poco asustadas de Carlos, al que creían más neutral.

Arturo, por su parte, se sentía fatal. A él no le gustaban esas cosas y le horripilaba que en su casa hubiera actos como aquel, pero siendo Carlos el autor y además con su inmediata mujer, lo vió con otro ojos distintos.

Arturo, podía apreciar la belleza de líneas de Ady. Su mujer Sandra, era muy similar a Ady, pero ella sólo buscaba su propio placer, por lo cual Arturo, la dejaba desfogarse con Antonio.

Cuando Carlos, regresó a la mesa, los semblantes de todos cambiaron, menos el de Elías, que se le caía la baba de recordar lo que había visto.

Antonio, abrazó de nuevo a Ady, que temblaba y tenía un llanto silencioso, animándola a caminar hasta su casa.

Cuándo desaparecieron de la visión de los demás, Antonio, se acercó a ella y la besó en la boca, acariciándola las tetas. Ady, tardó en reaccionar, pero al final correspondió al beso de Antonio y se olvidó de sus males.

Claudia, sabía que pasaría la noche follando con Carlos, pues se le veía lascivo, además que su mano izquierda palpaba el muslo de ella, hasta la ingle. No la importaba dormir y follar con Carlos, pues había sido uno de sus amores no correspondidos. Tenía un poco de miedo a que él, se propasase con su cuerpo, tan animado cómo se le veía.

Ady y Antonio, terminaron de subir hasta el ático, que fue cerrado con llave, para evitar intrusismos.

  • Ady, ya estamos solitos. Cómo te encuentras?.

  • Ya muy bien, Amo.

  • Mientras estemos sólos, no me llames Amo. Me gustas y sé que lo sabes. Serás capaz de follar durante un buen rato?.

  • Claro que sí, Antonio. Te has tomado algo, verdad?.

  • Sí un cóctel de hierbas que parece ser que permite follar y correrse un montón de veces en 5 horas. Este es el panorama, amor. Te animas?.

  • Claro que me animo, Antonio. Además me gustará follar con mi Amo, por primera vez.

  • Una contestación muy adecuada. Quieres perder media hora y te curo de las marcas?.

  • No, amor, me servirán de estímulo hacia tí. Salvo que te guste que esté sin marcas, claro.

  • Ady, para follar, me da igual. Además así estás más sensibilizada y medio vestida. Lo digo por la marcas en tu piel.

Ady, sonrió y asintió ante las palabras de Antonio. Y se dejó desenganchar de las pulseras que estaban unidas a su collar. Después, Antonio, la quitó el collar, las muñequeras y las tobilleras, para qué se sintiese más libre con él.

  • Bueno, estás liberada. Aunque algo machacada, pero cómo bien dices tú, así estarás más receptiva. Acuéstate junto a mí y hablemos de tu futuro, de tu cuerpo, de tus sentimientos y pensamientos, de tí y de mí. Te parece bien, amor?.

  • Me parece de maravilla, Antonio. Me gusta estar en la cama contigo y hablando de estas cosas.

Antonio, la acarició el rostro en cuánto Ady se tumbó junto a él. Se quedó mirándola cada parte de su cuerpo, sin acariciarla. Sólo mirándola, lo que Ady agradeció cómo un detalle especial.

  • Ady, por más que quiera buscarte defectos, sólo logro darme cuenta de que estás sublime. Y que serás alguien muy deseado en este mes. Eso me preocupa un poco, porque tus nalgas enloquecen, pero tus tetas también. Sí a todo eso añadimos tu método de sumisión y amor. Se monta un ser muy especial, ansiado y deseado, desde cualquier punto de vista.

  • Eso es malo, verdad?.

  • Es bastante malo y peligroso, al menos para tu cuerpo y para tí.

  • A qué te refieres, Antonio?.

  • Pues que quienes te vean te llamarán para hacer mil diabluras contigo.

  • Antonio, estoy contigo y nadie me verá, así que no hay motivo de alarma.

  • Lo hay, Ady. Porque durante este mes, muchos clientes míos te podrán ver y hasta acariciar, delante de mí. Así que, sí, eres un peligro para tí misma.

  • Hay forma de poderlo evitar, amor?.

  • No Ady. Deberías renunciar a ser mi esclava desde ya. Si continúas siendo mi esclava, no podré negarme a peticiones de mis clientes, que pagan mucho por tener a mujeres cómo tú.

  • Antonio, yo no puedo renunciar a ser tu esclava en las primeras horas de serlo. No me parecería ético. Salvar mi piel, a cambio de abandonar algo que me gusta junto a tí, no creo que vaya conmigo. Por otra parte, me siento aterrada, con lo que pueda ser de mí, sí sigo siendo tu esclava. Ayúdame.

  • Ady, no debes sentir miedo alguno. Ya has sido azotada varias veces y hasta atormentada por mí. No será muy distinto, aunque sí será muy humillante y algo duro también. También tienes bazas a favor. Porque sabes de programación y webs, así que es fácil que quién quiera tenerte, esté interesado en ambas perspectivas. Tengo un cliente, que podría ser la llave de entrada a ese mundo. Es algo obeso y adusto, pero sabe comportarse y desde luego reconoce el talento. Tú debes decidir, si sigues o nó, Ady. Y con todas las consecuencias. Aunque te garantizo que estarás protegida de por vida, ante lesiones y otros males.

  • Jo, tal cómo me lo pintas, debería decir que renuncio a ser tu esclava.

  • Harías bien. Pero ten en cuenta de que Carlos está de acuerdo en que seas mi esclava y él conoce a mis clientes y sus mundos, así que sí él confía en mí, quizás tú te sientas mejor.

  • La verdad, es que me lo pones más fácil aún. Siento miedo, pero también siento curiosidad. Y sí además estoy protegida, creo que seguiré siendo tu esclava, pase lo que pase. Aún así, este mundo nuevo, me dá pavor.

  • Me encanta tu decisión, egoístamente hablando, porque ya tenía un cliente interesado en nuevas chicas.

  • Ya tenías concertado un acuerdo con un cliente, sin tener chica?.

  • Sí, pero no hubiese habido problema, sí no lo hubiese logrado. Es un buen cliente, que quizás esté muy interesado en tus ideas para crear una web de adultos. Lleva intentando lograrla, desde hace un año. Así, que es fácil que tu seas la más idónea para ser cedida y que le des todo cuánto necesita.

  • Antonio, me entra una duda enorme y urgente. Sí un cliente tuyo, me pide sexo, que debo decidir?.

  • Mis clientes están limpios, de enfermedades. Así, que debes aceptar la relación, sin oponer resistencia.

  • Vale, así lo haré si surgiera. Pero, le puedo dar largas?.

  • Siempre que puedas, hazlo. Pero no tenses la cuerda demasiado, porque te podrías encontrar con tormentos y sexo depravado.

  • Vale, lo tendré en cuenta, Antonio. Qué pasará con Claudia, durante estos 30 días?.

  • Claudia, estará muy atareada, cerrando la tienda. Además Carlos se encargará de ella, además de qué, entre ellos dos prepararán nuestros enlaces respectivos.

  • O sea, que nos enlazaremos los cuatro a la vez?.

  • Sí, pero no revueltos, claro.........jajajajajajaja.

Ady, le miró sonriente, aunque un poco asustada de lo que podría significar aquello, pero se refugió en sus besos hacia él.

Antonio, la correspondió, mientras acariciaba sus tetas, con gran devoción, rozando los pezones de ella, que él notaba la inflamaban aún más.

Ady, no podía resistirse a las palabras de sus amores y mucho menos a sus sabias caricias, que la hacían enloquecer de sensaciones agradables.

  • Antonio, me gusta ser acariciada, amada y tratada por tí.

  • Menos mal que no nos escucha tu marido, porque se liaría una buena.

Ady, sonrió y le besó en los labios, mientras se dejaba acariciar los pezones con unas sensaciones muy estimulantes.

  • Ady, sellamos el pacto de entrega a mis clientes preferenciales, durante este mes?.

  • Vale, lo sellamos, porque lo que provenga de tí, ya me dará una garantía. Pero, cómo lo sellamos?.

  • Muy sencillo, mi esclava de amor. Juras ante mi polla, que obedecerás mis decisiones, sean cuales fueren. Y que te comportarás legalmente, con respecto a mí. Después para sellar el juramento, besarás mi glande y mis huevos. Y dirás....: "Sí ésto no cumplo, que los horrores arrasen mi cuerpo". Con éso será suficiente.

  • Eso es fácil de jurar, mi amor. Y estoy dispuesta a hacerlo ahora mismo.

  • Pues hazlo ahora. Y piensa que es un juramento y a lo que te expone, esclava mía.

Ady asintió y se separó del cuerpo desnudo de Antonio, para ponerse entre sus piernas y recitarlo todo, para después besar su polla y sus testículos, quedando así a merced de las decisiones de él.

Antonio, la hizo tumbar de nuevo junto a su lado y durante unos minutos, se sintió bien contemplándola desnuda y sumisa ante él. Ady, era una locura de sensaciones, que Antonio vivía muy fuertemente. Antonio, deseaba más tener a Ady cómo esposa que a Claudia. Pero todo estaba ya decidido y no había por el momento manera de cambiar todo aquello. Aún así, sabía que con Carlos no habría problema para hacer cambio de parejas, porque Carlos era el promotor de la idea. Pero, sí pudiese ser el esposo de Ady, se sentiría totalmente realizado. Por otra parte había que contar también con ellas. Sí ellas decidían unirse con quienes se habían comprometido, habría problemas.

Ady, le miraba extasiada.

  • Antonio, que piensas.....puedes decírmelo?.

  • Sí, es muy simple Ady. Me gustaría que mi pareja fueses tú.

  • Jo, éso sí qué es un buen lío. Pero a mí me agradaría también casarme contigo, por si te vale de algo.

  • Quizás Carlos y Claudia ya se entiendan bien. Habrá que sondearles y deberás hacerlo tú, Ady. Primero deberá ser Claudia. Sí ella dice que sí le gustaría casarse con Carlos, que es fácil que lo diga y lo sienta, deberías sondearle a Carlos. Quizás diga que sí, pero que necesitará un recuerdo o algo así. Tú dile, que lo que él quiera, siempre que no afecte a tu integridad y dignidad.

  • Lo ves todo demasiado sencillo, amor.

  • Lo veo bastante claro, pero has de tener en cuenta tu vida junto a mí, si lo logras. Con Carlos estarías más tranquila.

  • Lo sé, a pesar de los latigazos que me ha dado delante de todos.

Estaban en esa disyuntiva, cuando escucharon golpes de llamada en la puerta. Antonio, se levantó para abrir y aparecieron Carlos y Claudia, completamente desnudos y abrazados.