Una chica muy especial (Libro 2º - Capítulo 2)

Se genera un trío entre Ady, Carlos y Antonio. Pero no llegará a cuajar, ya que Carlos desfallece un poco antes de tiempo, por lo que Antonio aprovecha la visita de Ady, a su habitación. Antonio será duro con ella, pero al mismo tiempo siente muy emotivamente cuánto a ella le sucede....sin embargo, se mantendrá en su papel. Y......Ady, deseará saber más y más de ese mundo, aunque pase miedo y hasta terror. Espero que os agrade este capítulo. Un beso..................Sandra Raquel. P.D.: La 2ª quincena de Junio no podré exponer, por hallarme de vacaciones, pero intentaré enviaros unos cuantos por adelantado.

Una chica muy especial

Libro 2º - Capítulo 2º

Ady, pudo apreciar su polla enervada y ardiente y se sintió mejor, de estar todos completamente desnudos. Ady, deseaba también sentir la polla de Antonio, pero no hizo alusión alguna sobre el tema, ya que estaba segura que tarde o temprano aquella polla se clavaría en cada agujero de su cuerpo.

Antonio, ató a Ady en una enorme X, para así poderla azotar más completamente, ante la presencia de Carlos.

  • Antonio, azótamela fuerte, pero con cuidado, que tenemos que irnos a la cama y hacer el amor.

  • Lo haré con cuidado, sí me aseguras una plaza en el evento del amor.

  • Antonio, éso debería decirlo ella, no crees?.

  • Sí, ella va a decir todo. Está atada, desnuda y a punto de ser azotada para y ante tí. Y ella va a decidir si desea sexo conmigo?.

  • Bueno, dicho así Antonio, la verdad es que no. Vale, yo lo admito. Sí ella no se opone, tendremos sexo después.

Ady, sonrió a los dos. Y asintió, esperando ser azotada.

  • Carlos, ya que ella también está dispuesta, porqué no nos vamos a la cama ahora mismo y follamos?.

  • Antonio, por mí no hay problema alguno. Lo que ella decida se hará.

  • Queréis callaros los dos. Antonio, azótame para que sepa de qué va ésto. Después me dejaré follar por los dos, cómo deseéis.

Antonio y Carlos, se miraron estupefactos. Y Antonio se puso detrás de Ady, para lanzarla los primeros azotes. Sabía que deberían ir subiendo de tono y no ser crueles. Pero Ady, le ponía a tope de vueltas y de haber estado solos, la hubiese azotado rigurosamente. Eligió un látigo que marcaba poco, pero llegaba a sofocar del propio dolor.

Ady, sintió el primer latigazo en la parte alta de sus nalgas. Sus ojos se abrieron de golpe, pero se contuvo hasta de resoplar. Observó a Carlos, que le agradaba las caras que ella ponía. Ady, se sintió mortificada, pero deseó más latigazos. Y éstos, cayeron de un modo fuerte, aunque no brutal sobre sus carnes. Sus lágrimas afloraron ante la atenta mirada de Carlos, que tan sólo se masturbaba la polla, de verdadero placer.

Ady, se sentía muy dolorida, pero deseaba más latigazos aún, para ver si Carlos reaccionaba.

Antonio, muy consciente de los golpes que iba dejando, de vez en cuando se abrazaba por detrás a Ady y la besuqueaba. Al verla tan excitada, intentó una serie de latigazos mas fuertes y dolorosos en sus costados.

Ady, se removía con espasmos exagerados y sus lágrimas arreciaban, sin poderlas controlar.

  • Carlos, yo creo que ya basta para ser la primera vez.

  • No, Antonio. Ady y yo, deseamos llegar al final del túnel. Verdad, amor?.

Ady asintió, sin poder reprimir ya sus lágrimas que caían enloquecidamente sobre sus tetas.

Antonio, ya no era partidario de azotarla más, pero ante las indicaciones de Carlos, cambió de látigo. Cogió uno fino y muy elástico y azotó el cuerpo de Ady, hasta que ésta comenzó a gritar de dolor. En ese momento, Carlos se corría de placer, derramando su lechada sobre el suelo.

Antonio, detuvo los latigazos y se abrazó al cuerpo abrasado y cruzado de Ady, besándola, mientras Carlos jadeaba y hasta gritaba de sus espumarajos de esperma.

Carlos, se ha hecho muy tarde. Nuestra chica ya no se tiene en pie. Vayamos a la cama y durmamos. Mañana podremos proseguir, sí Ady lo desea. Ya no me apetece follarla. Al menos llorando, no me apetece. Os dejo mi cama. Me iré a otra habitación.

Antonio, desató a Ady y se fue de la presencia de ellos. Ady, dolorida y aún con lágrimas en los ojos, se acercó a su amor y le besó tierna y dulcemente.

Carlos, se había dado cuenta del estado en que se encontraba Ady y prefirió irse a la cama, para dormir unas horas junto a su amor.

Cayeron los dos en la cama de Antonio, como dos plomos. Ady se rehizo y cubrió con el edredón el cuerpo de su amor y el de ella. Y se abrazó a Carlos, para dormir junto a él.

  • Amor, no me vas a follar, esta noche?.

  • No, Ady. Estoy demasiado cansado. Pero haz una cosa, ve al cuarto de Antonio y acuéstate con él. El te follará, yo estoy agotado ya. Anda, ve con él.

Ady se levantó de la cama, un poco dudosa de si ir o no junto a Antonio. Al final, decidió que mejor era estar arropada que estar cómo una tonta desnuda en medio de lado alguno.

Buscó el cuarto de Antonio y lo encontró, pero él no estaba en la cama. Subió hasta la buhardilla y le encontró sentado, mirando el cielo estrellado.

Se acercó a él y le rodeó la cara con las manos, para decirle.....:

  • Antonio, estoy liberada de Carlos hasta mañana. Soy tuya para cuanto quieras, incluídos los latigazos.

Antonio se volvió y la abrazó fuertemente, al tiempo que la besaba con verdadero placer y amor.

  • Ady, has dicho que te entregas a mí para lo que desee?. Y si deseara azotarte más rigurosamente?.

  • Antonio, soy tuya.....haz de mí lo que desees.

  • Ady, deseo azotarte tus partes íntimas y después follarte, crees que lo soportarás.

  • Te refieres a azotarme la vagina y después penetrarme?. Si es así, no lo sé. Nunca me habían azotado, Antonio.

  • Pero, lo aceptarías verdad?.

  • Bueno........sí...........no sé.........sí, debo aceptarlo......ya no tengo más recursos. Me dejaré hacer por tí lo que creas oportuno. Enséñame este mundo que aún no entiendo, Antonio.

  • Ady, voy a intentar con Carlos que trabajes en prueba el primer mes, para mí. Te enseñaré ese mundo, que es una maravilla según dicen mis amigas. Te sentirías mal trabajando junto a mí el primer mes?.

  • Pues no. Vamos, no lo sé, pero estoy segura de que sabría superarlo.

  • Bueno, túmbate en el suelo. Te voy a colgar de los tobillos, con las piernas muy separadas. Después te azotaré las partes íntimas. Y después te follaré hasta reventarte. Te parece buena idea, Ady?.

  • Quitando lo de los azotes en mis partes íntimas, lo demás me parece bien. Pero, no me podrías azotar en otras partes?. Es que en mis partes íntimas no creo que sea capaz de soportarlo.

  • Ady, puedo azotarte las tetas, el vientre, los muslos y más partes, pero hasta que no te azote la vagina y el ano, no sentirás mi polla. Eso debes decidirlo tú.

  • Vale, pero prometes follarme después?.

  • Prometido, Ady.

  • Entonces azótame mis partes íntimas. Espero poder soportarlo, aunque estoy muy nerviosa.

  • No te preocupes tanto, primero siéntete bien cabeza abajo, después te follaré la boca, con algunos pellizcos fuertes en tus tetas y costados. Después, te azotaré los muslos y el sexo, sin miramientos. Te desataré y te follaré hasta que revientes en orgasmos.

Ady asintió y se preparó para ser colgada de los pies, con las piernas muy abiertas.

Fue izada, sintiendo una sensación extraña al estar cabeza abajo y con el sexo expuesto, de tal modo, que recibía una sensación de frescor en el mismo. Con sus manos, separó los labios vaginales y notó una sensación muy gratificante. Cuándo sus manos cayeron hacia el suelo, Antonio, las engarzó a las muñequeras ya dispuestas.

  • Qué tal te sientes, Ady?.

  • Sinceramente.........de maravilla. Aunque sé que lo voy a pasar mal, pero me encanta estar así ante tí.

  • Muy bien, lo primero es follarte en la boca. No sé si me correré o nó. Pero hay tiempo, porque no dormiremos demasiado.

  • Antonio, te gusto atada así?.

  • Me encantas, Ady. Pero lo probarás más veces, si tú estás dispuesta.

  • Sí, deseo probar todo lo de este mundo cerrado. Podrás dármelo de algún modo?.

  • Si, Ady. Siempre que te dejes hacer por otros y otras. Ya sé de tu condición hetero, pero si quieres todo, deberás aceptar las condiciones. Aunque iremos paso a paso.

  • No lo sé, aún. Azótame y fóllame después. Lo demás ya lo iré viendo.

Ady se sentía bien, atada bocabajo y con su sexo expuesto. Estar atada así era una gozada, por el morbo que producía.

Sentía una verdadera necesidad, de probar todo. Quizás de probarse a ella misma. Ya había sido azotada y la había gustado sentirse así. Pensó que quizás estuviese loca. En dos días su vida había dado un giro total, sin aún podérselo explicar ella misma. Pero estaba claro, que sentirse sometida y maltratada, la producía un efecto muy agradable. Pensó en Raquel y también en Sandra, que aprovechaban la mínima para ser atadas y atormentadas. Algo tendría aquel tipo de vida, que se hacía adictivo.

Antonio, terminaba de tensarla convenientemente, dejando su cabeza a la altura de la polla, rígida y palpitante de Antonio. Ver la polla desde abajo era una maravilla nueva. Se sentía ansiosa de tenerla en la boca, pero Antonio iba y venía, sin hacerla el menor caso.

  • Estás asustada, Ady?.

  • No........bueno, sí. Lo estoy, la verdad. Me agrada estar así, pero siento un temor fuerte, casi miedo.

  • Muy acertada tu respuesta, amor. Sólo estando asustada, podrás sentir todo el episodio. Sí no fuera así, sólo sentirías dolor. Y no habríamos logrado nada de nada. He pensado en ponerte un urticante suave en la vagina, para que ansiés más el ser azotada esa zona, con el fín de disminuir sus sensaciones.

  • Antonio, por favor no me pongas éso. Admitiré los azotes, de verdad.

  • Ady, entérate de que yo soy quién decido qué se hace, cómo y cuándo. Tú a soportar cada fase de los tormentos, sin chistar.

Ady asintió, o pensó que lo había hecho, pues al estar cabezabajo, no sabía controlar muy bien los movimientos. Se sentía, ligeramente desesperada de tener que soportar picores en sus partes íntimas, sin que ella pudiese apaciguarlos. Era un tormento más, pero para ella era el peor, aunque aún no había sido untada con el producto.

  • De todos modos, Ady. Cuándo te pongamos nuestra receta curativa, sentirás picores inmensos, que no podrás controlar. Así, que es mejor a probar, cómo te pones de excitación y ansiedad. Mientras actúa el producto, yo te follaré en la boca, sin que puedas hacer algo, para remediar tus picores.

Ady, se rindió a algo que no podría evitar y se preparó para un suplicio muy fuerte y cruel.

Vió acercarse a Antonio, que portaba un frasquito con un cuentagotas y se preparó para lo peor. Ella, deseaba ser azotada sin más, pero Antonio la preparaba quizás para su futura vida inmediata.