Una chica muy especial (Libro 1º - Capítulo 13)

Primeras experiencias gratificantes de Ady con Tonino. Ady, experimetará nuevas sensaciones dedicadas a Tonino. Espero que os guste este capítulo. Un beso fuerte para mis lectores.... Y otro especial, para Alex (mi WebMaster preferido). Sandra Raquel.

Una chica muy especial

Libro 1º - Capítulo 13º

Ady, sopesó durante unos instantes, todo el panorama que se la ofrecía. Se vió agredida y salvajemente azotada. Ese mundo era aborrecible, pero Carlos la encantaba. Vivir su vida anterior, no era nada gratificante. La decisión era vivir en el dolor.......o......vivir sin vivir. Ady, decidió irse hacia su mundo nuevo, que aunque la hacía sufrir, al menos podía tener satisfaciones inmediatas. Miró a Tonino y realmente vió a alguien en quien poder confiar.

  • Tonino, acepto vivir esta vida y este mundo. Pero necesito antes, que Carlos lo corrobore. Podría ser?.

  • Lo será, Ady. Y gracias por decidirte a formar parte de nuestra familia. Ahora habrá que curar esas marcas. Te agradaría a sólas conmigo, o quizás ante los demás?.

  • Preferiría ahora mismo y después poder comer algo, aunque creo que necesitaría antes pasar por el aseo.

  • Al aseo pués. Te importa que esté presente?.

  • No me voy a escapar Tonino.

  • No es porque te escapes o no. Es simplemente porque me gusta verte desnuda, las pocas horas que me restan.

  • Pero si me mantengo con Carlos, no me verás nunca más?.

  • Es difícil la situación entre los dos, desde hace años, aunque seguimos colaborando y jugando juntos.

  • Y que sucede con Antonio?.

  • Antonio es el preferido de Carlos y le deja hacer de todo. Antonio, tiene buenas relaciones y a veces son aprovechables. Por mi parte no les pondré impedimentos, pero no me volverá a sorprender de ese modo tan pueril. Me enteré demasiado tarde, quién y qué eras para nuestra familia. No puedo castigar a mi hermano pequeño, pero si puedo dejarle sin contenidos.

  • Tonino, por favor, acómpáñame al aseo.

  • Tampoco pretendí ser tan vulgar, Ady.

  • Tonino, no eres vulgar. Eres una persona ya muy especial para mí. Y por favor, ven conmigo al aseo y después átame para quitar mis marcas. Me gustaría a solas.

  • Ady, alguien te ha dicho que eres un amor?.

  • Sí, Carlos mi amor y tu hermano, según parece.

  • Vale. Pregunta tonta, respuesta lapidaria.

  • Tonino, deseas desayunar tú, ya?.

  • La verdad es que me vendría bastante bien. Porqué, no desayunamos y después damos un paseo vestidos y más tarde te quito las marcas esas en privado?.

  • Acepto la propuesta, sólo me escuecen algunas marcas, pero tu presencia es gratificante, Tonino.

  • Olé, así me gustan los piropos. Desayunaremos pués, mientras hablaremos y después de dar un paseo mañanero, te quitaré las marcas, te parece bien?. Aguantarás hasta después del desayuno, para ir al aseo?.

  • Claro que sí. Ya se me han pasado las ganas.

Tonino sonrió y pidió el desayuno doble, para dos. Y ambos se recostaron en el enorme sofá, a esperar las viandas.

  • Tonino, no tienes porqué quedarte ahí pegado como una perdiz. Si no me tocas mucho, soy capaz de darte amor con la parte de mi cuerpo que prefieras.

  • Gracias Ady, pero sí me gustaría pasar mi brazo por detrás de tus hombros, aunque estás bastantes azotada y no sé si te molestará.

  • Tonino, pasa tu brazo por mis hombros. Me encantará sentirte, aunque haga aspavientos. Abrázame Tonino, por favor y ólvidate de lo que sienta. Tú compañía y tus caricias son inmensamente más gratas que mi dolor.

Tonino, pasó su brazo por los hombros de Ady y sintió cada estremecimiento suyo, pero no retiró ya el brazo y quedaron unidos. Ady se sentía ligeramente mortificada, pero al mismo tiempo sentía un extraño fuego de amor dentro de sí, por lo que el brazo de Tonino era una maravilla.

Pocos minutos después, un par de jovencitas entraban en la habitación y acercaban un carrito enorme, lleno de alimentos y bebidas. Tonino, las despachó con una sonrisa y en cuánto se hubieron ido, Tonino, cogió de la mano a Ady y se fueron a mear y lavarse un poco. No se enfriaría el desayuno, porque estaba bien protegido.

El aseo estaba en la habitación contigua. Era enorme y además de inodoro, bidé y lavabo, disponía de una ducha en el centro, sin separadores. En el lado derecho había un aparato extraño, aunque supo que se trataba de un cepo especial. Tenía un látigo fosforescente, colgando del aro más grande, que supo que era para el cuello.

Tonino, se percató de cómo miraba aquel aparato y la hizo acercarse hasta el mismo.

  • Has probado alguna vez este aparato, o similares?.

  • No, nunca. Pero sí, lo he visto en películas y revistas.

  • Vamos a hacer una cosa, si te parece bien. Pones tu cabecita en este medio aro grande y las muñecas en los pequeños. Lo cierro y ajusto y meas así, ante mí, te agrada la idea?.

  • No sé, si seré capaz de mear así.

  • Venga, por probar no pierdes nada.

Ady puso su cuello y muñecas en los medio aros y Tonino, la dejó así engarzada al cepo.

  • Ahora a mear, yo te ayudaré un poco. Abre la boca, así te entrarán más ganas.

Ady, supo que él mearía en su cara y boca, pero la abrió y espero paciente a que él se meara en la misma.

Un amplio y cálido chorro salió de su polla, impactando en la cara de Ady y un instante después dentro de su boca, haciendo espuma dentro y que Ady tragó a trompicones. Tonino, siguió empapándola de orines todo el cuerpo, hasta que el chorro decreció y por fín cesó.

  • Qué te ha parecido, Ady?.

  • Aggggggg, un poco salado para mi gusto. Y creo que se nos enfriará el desayuno, pero me ha gustado estar en este aparato.

  • El dasayuno estará en su punto. Ahora mea tú.

Ady, lo intentaba, pero al estar atada y ante su presencia, no lograba aflojar la vejiga. Miraba a Tonino, que la observaba impaciente. Bajó la mirada y se encontró con el látigo fosforescente.

  • Tonino, no puedo mear. Quizás si me azotas un poco se pueda desinhibir un poco mi sistema de cierre.

  • Bien, pasaremos a azotarte un poco. Te gusta este látigo, verdad?. Es de goma y produce grandes marcas, además de mucho dolor. Sí esto no te anima, tendría que aplicarte electrodos en tu vagina, para estimularla y después matar sus sensaciones. Pero, se me ocurre algo muchísimo mejor.

Y Tonino, la quitó los aros que la tenían sujeta y la llevó hasta el inodoro. Mea ahora, mientras iré limpiando un poco la ducha.

Y Ady, nada más sentarse orinó, entre algunos escozores en los labios vaginales. Cuando se quedó satisfecha, respiró aliviada y se levantó para ir a ayudar a Tonino.

  • Llegas a tiempo para la ducha, pero antes lávate bien los dientes, la boca y ven hasta aquí, nos ducharemos juntos.

Ady, se lavó los dientes y enjuagó su boca, con total deleíte de poder tener una sensación fresca dentro de sí. Y volvió, rápidamente, hasta donde estaba él. Y antes de que se diera cuenta, caía agua muy fina y fuerte sobre los dos.

Tonino, cogió jabón y se lo pasó por todo su cuerpo, para de vez en cuando hacer lo mismo con ella.

El agua jabonosa, resbalaba por sus cuerpos desnudos, entre risas y caricias suaves y excitantes. Ady, jamás se había reído tanto en su vida. Tonino, por su parte se sentía de maravilla en compañía de Ady, que la gustaba como compañera de juegos y amores. Y se reía con ganas, porque la risa de Ady era muy contagiosa y una vez arrancaba, no había forma de pararla.

En un momento determinado, sus rostros se encontraron a pocos cm uno del otro y los besos, aparecieron con una extraña sensualidad. Ady se agarró al cuello de Tonino y sus bocas se juntaron en un beso lento, largo y muy apasionado, mientras el agua corría resbalaba por sus cuerpos.

Ady, no sentía dolor alguno, cuando Tonino la acariciaba la espalda o cualquier otra zona de su cuerpo. Se miraban y se sonreían, para seguir besándose como sí fuese el último segundo en sus vidas.

Después de unos cuántos minutos de frenesí lleno de ansiedad y pasión, Tonino se separó lentamente de ella y tomándola de los hombros y la contempló con una sonrisa placentera. Después la dió un beso en la frente y se alejaron del chorro del agua, para caminar desnudos y empapados por aquella sala.

Y de repente, chorros de aire caliente les envolvió y les fué secando rápidamente.

Cuando estuvieron secos, salieron abrazados hasta donde les aguardaba el maravilloso desayuno.

Tonino, hizo sentarse a Ady y la sirvió apetecibles platillos, mientras él se ponía lo mismo, acompañados de zumo de naranja.

Estaban deliciosos y calientes. Y el zumo recién exprimido, se hacía disfrutar en el paladar.

Ady, no cesaba de mirar a Tonino, ya sin vergüenza alguna, mientras comía con enorme apetito. Le encantaba verle comer y cómo la miraba.

  • Tonino, que vá a suceder ahora con esto nuestro?.

  • Vas a ser mi cuñada. Me gustaría que fueras mucho más, pero lo llevo pensando todo este rato y lo mejor es que te unas a Carlos. Es mucho más joven que yo y además te sabrá dar todo lo que te agrada. A mí, creo que me seguirás viendo, porque voy a hacer las paces con Carlos. Le contaré todo y sé que lo entenderá. Y con todo me refiero, a lo que vamos a tener de amor durante unos cuantos días. Ya no saldrás de esta casa, hasta que venga Carlos a buscarte personalmente. Arreglaremos lo de tu trabajo de algún modo, ya lo verás.

  • Tonino, voy a ser colgada hoy de las..........tetas?.

  • Te apetece?.

  • No, sólo deseo estar contigo.

  • Bien, anularé la cita con mis amigos. Colgaremos a alguna de las chicas. Están deseándolo desde hace tiempo. Yo les doy largas y ellas lo soportan, pero ansían ser colgadas de las tetas y azotadas, porque éso les abre muchas puertas a su mundo, que adoran y desean.

  • Gracias, Tonino. Pero.........a tí te gustaría colgarme de las tetas a sólas?.

  • Pues sí, la verdad. Y además azotarte personalmente y sobre todo follarte y amarte.

  • Ah, vale. Entonces desearé ser colgada de las tetas, azotada y torturada, pero sólo para tí en exclusiva. Así me agradará mucho más.

  • Ummm, me gustan tus palabras, Ady. Todo, se hará a su debido tiempo. Tenemos muchos días de estar sólos. Te hartarás de mí. Y ahora sigue comiendo.

Ady, sonrió y siguió comiendo, agradecida.

Una vez terminado el desayuno, Ady se sintió bien. Sólo tenía una pega a su estado anímico. Y eran sus muchas marcas de los latigazos de las horas anteriores.

  • Tonino, a tí te agrada verme marcada por los latigazos?.

  • Sinceramente?.

  • Claro, me gusta ver el cuerpo de una mujer marcado. Me hace sentirme mejor.

  • Y en mi caso, también, verdad?.

  • Claro que sí, pequeña mía. Estás deliciosa surcada por los finos costurones de los latigazos.

  • Pero, te gustaría a tí más, quizás, ponérmelos, verdad?.

  • Claro que me encantaría de que esas marcas fueran hechas por mí. Que se le va a hacer.

  • Las podrias hacer tu, verdad?.

  • Ady.....a dónde quieres ir a parar?.

  • Bueno es que a mí me encantará estar marcada por tus latigazos, si a tí te gusta. Y pensé que con esa crema que tenéis, quizás después me marcases tú.

  • Sí lo he entendido bien, de llevar marcas en tu piel, te gustaría que te las hubiese proporcionado yo.......es así?.

  • Sí, así es. Tonino.....me encantará ir rayada de tu mano.

  • Bueno, eso supone aplicarte la crema esa que dices y después azotarte de lo lindo, hasta que quedes marcada, voy bien?.

  • Bueno, tampoco hace falta que esté tan marcada como lo estoy ahora. Sólo deseaba decirte, que prefiero llevar marcas realizadas por tí, a otras por extraños.

  • Vale, entendido, Ady.

Tonino, sonrió mientras seguía comiendo. Y la miraba cómo embobado. Qué tenía esta mujer que le volvía loco de animación y placer.