Una chica muy especial (Libro 1º - Capítulo 11)
Ady, en un ataque emocional, desea sentir lo más profundo del juego y así se lo dice a Antonio. Antonio, queda ligeramente perplejo ante semejante petición, pero rápidamente reacciona y llama a uno de sus contactos. Ady, vivirá una serie de experiencias, que la llevarán a desear no haber sido tan estúpida y eufórica....pero aún así, soportará todo y algo más. Espero que os guste........ Un beso. Sandra Raquel.
Una chica muy especial
Libro 1º - Capítulo 11º
Cuando estuvo limpio de flujos seminales, Ady se dejó caer sobre el cuerpo de él. Sus tetas frenaron la caída y se quedó expectante de ver que decidía Antonio. La apetecía ser azotada......y hasta torturada, estaba fuera de sí. Y se atrevió a decirle, con su cara pegada a la suya.....:
- Antonio, azótame las tetas y lleva a verme a tus amigos.....deseo experimentar todo.
Antonio, se quedó un poco paralizado, pues no esperaba semejante situación. Aún así, se repuso y sentándose en la cama, cogió el móvil y llamó a su contacto, mientras retorcía los pezones de Ady, que resoplaba de placer, aunque ardientemente dolorida.
Antonio colgó el teléfono y sólo dijo :
- A la ducha Ady, tenemos sesión esta misma noche. Y dúchate y lávate bien los dientes. Creo que pasaremos un buen domingo, allí.
Ady, salió disparada de la cama y se metió en la ducha. Se fregó su cuerpo, sintiendo escozores generalizados, pero la agradó la situación. Después se lavó los dientes y salió a la habitación, mientras terminaba de secarse.
Antonio la arrojó un vestido de color azul turquesa, con amplios escotes y sisas, muy vaporoso y minifaldero. Ady, quedaba muy expuesta sensualmente.
Ady, se lo colocó de manera informal, dejando que su hombrera izquierda cayera de su hombro y salió, junto a Antonio hacia su coche.
Ya conduciendo en la noche, Antonio la dijo.....:
- Me debes los azotes en tus tetas, vale?.
Ady, tocó el muslo derecho de Antonio e hizo una presión en el mismo, que significaba un sí. Se sentía altamente excitada y no sabía lo que podría suceder, pero estaba feliz de ir y averiguarlo por si misma.
Llegaron en poco menos de media hora. Había más de 20 coches de todos los tipos, pero todos de lujo.
Antonio, se encaminó por una senda asfaltada, llevando a Ady de la mano, ya sin pulseras. Ady, además de su minúsculo vestido, llevaba unas chanclas de tacón medio, que se le salían cada dos por tres. Y llegaron hasta una puerta en donde había un hombre, bien musculado y que sólo vestía un pantalón muy ajustado.
Hola Antonio, como fue todo tan rápido, se me olvidó preguntarte si deseabas privado o público.
Hola Andrés. Es verdad. Qué sea privado y de categoría libre.
Esta es tu chica?.
Lo es, Andrés. Busca lo mejor de lo mejor en el privado. Esperamos aquí, vale?.
Y cuando Andrés se adentró de nuevo en las tripas de aquella instalación, Antonio le dijo a Ady..........:
Estás aún dispuesta...?
Sí, Antonio. Estoy dispuesta........aunque acojonada. Pero sí deseo pasar los tormentos y suplicios que haya.
Muy bien, Ady. Sí nos admiten, cuenta con ellos. Yo seré un mero espectador. Lo que te hagan o dejen de hacer es cosa de ellos. Y ni se te ocurra retraerte y menos rebelarte. Ya no hay marcha atrás, lo entiendes?.
Si, Antonio, lo entiendo. Sé que he dado un paso apresurado y que no me puedo echar atrás. Lo soportaré, puedo pedirles que me pongan una inyección de aguante?.
Puedes hacerlo, Ady. Pero ellos supondrán que vienes con ganas de padecer. Aunque lo más probable es que ya piensen eso de tí.
Antes de que pudieran seguir hablando, Andrés salió, ya desnudo del todo, pidiéndoles que entraran. Que los socios importantes, deseaban la visita y que se comportarían de acuerdo a como fuera la mercancía.
Ady avanzó despacio seguido de Antonio y Andrés, cuya polla la ponía al borde de la lujuria.
Una vez dentro, Antonio se quedó rezagado y sólo Andrés la mostraba el camino a seguir. Una escalerilla que descendía en caracol y que se iba iluminando, según descendían.
Ady, con sus chanclas hacía un fuerte ruido sobre los escalones. Cuando se quiso dar cuenta, estaba frente a un enorme ser, completamente desnudo y de más de dos metros de altura.
- A partir de aquí, me encargo yo, Andrés. Vé de nuevo a la puerta privada.
Y Ady, se sintió minúscula ante aquel ser, cuya polla la amenazaba, pero estaba contenta de poder estar en aquel lugar, que posiblemente fuera la más peligrosa mazmorra de cuantas había en el continente.
Ady, así te llamas verdad?.
Sí.
Bien Ady, a partir de este punto, todas las zorras váis desnudas y atadas. Así que quítate el vestido y las chanclas.
Ady, obedeció y se quedó desnuda en un instante. Se dejó atar las manos a la espalda, por aquel tiarrón, que la imponía respeto, además de admiración. Y acto seguido, entraron en una enorme sala, en donde había mucha gente. Unos estaban desnudos y despatarrados en sofás. Algunos, estaban siendo mamados por chicas desnudas y con collar. Muchas de ellas con finas líneas rojizas de latigazos recientes.
El ambiente era placentero para los hombres, que deambulaban a su antojo, mientras las chicas, todas, sin excepción, caminaban como los perros y con una correa enganchada a su collar.
Ady, se sentía un poco intimidada y hasta asustada de ver aquel cuadro, mientras caminaba en silencio, desnuda, marcada y atada las manos a la espalda. Advirtió algunas miradas de los hombres, cuándo ella pasaba cerca de ellos. Y llegó hasta un enorme sofá en donde un hombre de una edad considerable, bebía y fumaba, rodeado por jovencitas desnudas.
Señor, ésta es la recomendada. Su nombre Ady. El encargo probar el recetario privado, Señor.
Muy bien. Una chica muy agraciada. Ady, bienvenida a mi casa. Arrodíllate entre mis piernas y hadme una mamada lenta y deliciosa. Después decidiré que hacemos contigo.
Ady, obediente y sin poder hacer nada por evitarlo, se arrodilló entre las piernas de aquel hombre y acercó su boca lasciva ante la verga que la apuntaba.
Cerró sus labios temblorosos en torno a aquella polla y apretó los mismos, mientras su lengua jugueteaba, ya con sus flujos salivares y activando el lento recorrido por la polla, aún un poco debilitada de posibles mamadas recientes. Sus manos atadas a la espalda la hacían sentirse aún más excitada y así intentaba comunicarlo con su boca. Ni se le ocurrió mirar la cara de aquel hombre, procurando no distraerse con sus caricias y algún que otro pellizco.
Ady, sentía en cada movimiento deslizante en su boca, como la polla iba aumentando de tamaño y consistencia. Y seguía lamiendo aquel glande inmenso, para dejar caer después su cabeza, hasta que polla topaba con su garganta. Acto, seguido ascendía succionando y tragando sus propios flujos, para después formar unos nuevos y volver a repetir la misma acción.
La polla ya palpitaba dentro de su boca y estuvo atenta a que sus lamidas fueran aún más gratificantes y excitantes. Sabía que la eyaculación era inminente, pues una de las manos de él, la acaba de agarrar el pelo y con frenéticos tirones, hacía que la polla topara con fuerza en su garganta.
Cuando todo se paró, sintió una contracción dentro de su boca, para a continuación sentir una lechada espesa y caliente que la inundó toda la boca y que ella tragaba cómo mejor podía, intentando no derramar una sola gota de tan preciado líquido.
Escuchó los sonidos que la garganta de aquel ser producían y pensó que se estaba sintiendo bien, con la mamada. Siguió lamiendo con mucha suavidad aquel miembro erecto, que iba cayendo poco a poco, mientras escupía nuevas lechadas seminales.
Cuando logró sorber las últimas emisiones de semen, limpió con cuidado la polla, que ya estaba flácida, hasta sentir un jadeo de placer de su portador.
Ady, se separó con cuidado y cuando la polla quedó sobre las ropas del anfitrión, sin que chorreasen baba alguna, se quedó de rodillas, expectante a lo que desease gustar.
Aquel ser, a quiénes todos llamaban Tonino, cogió con los dedos la barbilla de Ady y la hizo mirarle, para decirle..........:
- Ady, una magnífica mamada. Te felicito, porque me has hecho sentirme muy bien. Pondremos en esta estancia, una foto tuya desnuda, con el título de "mejor mamadora del año". Todos mis amigos y amigas, lo verán...además de esta pandilla de jovencitas inútiles, que espero aprendan pronto la forma de hacer una buena y digna mamada.
Ady, de reojo observó las turbaciones de aquellas jovencitas violentadas con las palabras de su Amo. Una, sin embargo se mostró mas fría y ardiente a la vez, cómo si hubiese sido insultada.
Su Amo, la vió y la dijo..........:
Susana, algún problema?.
Ninguno, mi Señor. Sólo que yo soy capaz de hacer esa mamada, cómo nuestra invitada, Señor.
Bien, Susana. Espero que estés acertada y después me hagas una gran mamada, porque de lo contrario, sentirás los castigos correspondientes. Quéda claro?.
Sí, mi Señor.
Y por el momento todo quedó ahí, pues Antonio y Andrés, entraban en aquella enorme sala.
Antonio, ven, siéntate a mi lado. Una chica muy especial esta Ady. Me acaba de hacer la mejor mamada de mi vida.
Me alegro que así haya sido, Tonino y que además te haya dejado satisfecho.
Bueno, creo que es el momento de comenzar. Susana y Vicky, os encargaréis de atar a nuestra invitada, en aspa y con mordaza de aro. La azotaréis con mucho rigor, a razón de 5 latigazos por cada parte de su cuerpo, que ya conocéis. La que falle, será azotada por Claudia, en las mismas partes. Ady, deseas algo antes de proceder?.
Ady, denegó con su cabeza, pues ya le estaba siendo ajustada la mordaza. Se sentía un poco más nerviosa, al estar Antonio presente. Pero fué capaz de escaparse a su hechizo y dejar volar su mente de sensaciones nuevas.
Ady, tranquila. Son solo sensaciones.....un poco dolorosas es verdad, pero lo soportarás bien. Andrés ponle una inyección en su teta izquierda, para que pueda soportar todo. Antonio, en cuánto a tí, elige a mis niñas, sin límites, las que desees y para lo que desees.
Gracias Tonino, me valdrán Silvia y Manuela, aunque de momento no preciso nada más. Y me encantará ver el tratamiento de Ady.
Muy bien, que comience la sesión.
Ady, se quedó sóla y aislada ante las miradas de Tonino y Antonio, Sabía que se veía su cuerpo en pantallas enormes, distribuídas por toda la sala. Aún así, se sentía bien y decidida a soportar todas las fases, que la mantenían muy excitada.
Susana y Vicky, se habían armado ya de látigos cortos y muy flexibles, para azotar todo el cuerpo de Ady. Las detectó un poco por detrás de sus flancos y supo que iba a sufrir los rigurosos y duros latigazos por medio de ellas dos.
Ady, sabía que iba a sufrir una crueldad desconocida aún para ella, pero se decidó a afrontarlo, máxime al estar Antonio presente. Además se sabía impotente ante las vicisitudes que surgieran de su entrega hacia ese tipo de vida y sensaciones. Pensó que las jovencitas para ser esclavas y sumisas de Antonino, habrían soportado mil y una barabaridades. Sí ellas pudieron, Ady sabía que podría soportarlo. Aún así estaba nerviosa y asustada.
Ady, supo del comienzo por un gesto imperceptible de Tonino hacia sus esclavas.
Y ady recibió unas fuertes descargas en cada uno de sus muslos, que la hicieron poner tensa y después gritar a través de su mordaza de aro.
La fuerza de los impactos era proporcional a la picazón en sus muslos, que mirándolos, se surcaban de marcas muy rojizas y ardientes cómo el mismo fuego.
Pero no había descanso para Ady. Los golpes caían continuados en cada parte de su cuerpo e iban ascendiendo. Su vientre recibía numerosos impactos que la violentaban, aún sin asimilar los recientes azotes sobre sus muslos.
Ady, se miraba las zonas azotadas y veía como se dibujaban líneas rojas sobre su piel, ya muy marcada de surcos encarnados. Ahora su vientre y nalgas eran los protagonistas. Ady, se removía llena de espasmos y gritos de dolor. Sabía que no podría cesarlos, aunque pidiera clemencia, pero eran demasiado insoportables para ella.
Era insufrible, pero ella sabía que podría soportarlo, porque Andrés le había inyectado un líquido similar al que Antonio le había puesto horas antes.
Eran líquidos químicos, para paliar la pérdida de consciencia y además aumentar las sensaciones de dolor. Era una crueldad más, pero que hacían su efecto, en seres cómo el de Ady.
Ady, gritaba en lo que le permitía la mordaza y de sus ojos llovían lágrimas, que todo el mundo presente podían admirar, pero más Antonio y Tonino, que estaban frente a ella.
Antonio estaba disfrutando con los azotes que Ady recibía en sus costados, que la hacían removerse en sus ataduras. Y se animaba cuando algún latigazo la pillaba los senos lateralmente. Era una maravilla, ver contraerse a Ady, por los efectos de los latigazos en esas partes.
Antonio, ya había solicitado los servicios en su polla enervada, de las dos jovencitas que le lamían con denuedo y placer, aunque sin comparación a las mamadas que le había hecho Ady, horas antes.
Ady, sabía hacerlo y demasiado bien. De hecho su amigo Tonino, se sentía agradado de las caricias bucales que le había hecho Ady, minutos atrás. Y Antonio, se acordaba de las caricias de Ady. Era una genialidad para cualquier ser.