Una chica muy especial (Libro 1º - Capítulo 09)

Ady se somete a todo. Utiliza todo su cuerpo y sus manos para agradar a sus usurpadores. Se deja llevar por la inercia de sus fantasías, hasta grados ilimitados. Una mujer puede seguir estas formas, aunque de un modo más pragmático. Esto es una fantasía y como tal, está subida de tono. Pero aún así, se de casos reales que lo han pasado. En cualquier caso, espero que os gusten estos pasajes (capítulos). Un beso. Sandra Raquel.

Una chica muy especial

Libro 1º - Capítulo 9º

No había descanso. Era seguir en la penuria de los sufrimientos y de la acción. Sus manos entretenidas. Su boca cubierta por la polla de Carlos y su vagina recientemente inaugurada, suponía que por Antonio, fueran sus siguientes 90 minutos.

Ady, mientras era follada en boca y coño, al tiempo que movía sus manos masturbando otras dos pollas, volvió a pocos días atrás, cuando acababa de superar unas pruebas para un trabajo y sólo quedaba la entrevista.

Aquellos días eran mejores y muy gratificantes, hasta que su amor, decidió darla portazo. Sus amigos y amigas, apenas la hablaban, desde aquel día.

Ahora al menos tenía algo que sentir y un amor nuevo, aunque un poco peligroso para su integridad. Aún así prefería este tipo de vida, al que había recibido de sus más allegados amigos y amigas.

Este mundo nuevo, era demasiado sádico para ella, pero no tenía otra alternativa. Y mientras pensaba en todas estas cosas, las pollas iban pasando por su vagina o ano, por sus manos y por su boca.

Ady, ya había perdido la noción del tiempo y los personajes. Ya se habían corrido sobre sus tetas, un par de veces, pero seguían follándola y a veces agrediéndola con las manos. Su misión, ser generosa con sus manos y displicente con sus agujeros, que eran asediados continuamente.

Ady se sentía extremadamente dolorida y llena de esperma en todo su cuerpo, debido a las corridas de los hombres. Se sentía ya muy debilitada y mareada, cuando Carlos la recogió en sus brazos, después de que la desatase Arturo.

Ady, fue atada por las muñecas juntas y colgada sobre la piscina. Ady, se debatía entre las convulsiones y los espasmos de todo su tormento, mientras permanecía colgada y desnuda, sobre la piscina.

Cuando recobró el conocimiento, sintió que su estómago se le subía, hasta que chocó con el agua fría de la piscina. Quedó sumergida unos 10 segundos, para ser izada de nuevo.

Y antes de que se recuperase del susto, caía de nuevo a plomo sobre las aguas cloradas, quedando sumergida de nuevo. No supo cómo lo hizo, pero el caso es que se desenganchó de la cuerda que la ataba y buceó hasta una de las escalerillas. Logro ascender los escalones y después se escondió entre los matorrales, mientras el grupo la buscaba.

La anunciaron que si aparecía, sólo la darían 10 latigazos. Si era encontrada, sería torturada sin limitación.

Lo ideal era salir y aparecer, pero Ady quiso buscar las cosquillas a sus verdugos y aguantó en su nueva ubicación, para que la encontraran. Raquel y Sandra, que seguían todo el desarrollo de los acontecimientos, la encontraron y se la llevaron por un pasadizo secreto, diseñado por ellas mismas, sin que lo supiesen sus maridos hasta la parte más segura de todas las casas. Se trataba de un pasaje y estancia, entre los 4 garajes.

Ady no deseaba los 10 latigazos, deseaba más consideración, o bien el castigo de los autodefinidos cómo sádicos de la casa.

Sandra y Raquel, la guardaron en aquel lugar, hasta que se relajaron los ánimos.

Ady, las convenció para que la soltaran, porque si nó sería peor para ella. Sin embargo, Ady sabía de la necesidad imperiosa de Raquel de sentirse atormentada y humillada, en grados máximos. Sandra, tan sólo se resignaba a ser su amiga, aunque Ady la había convencido de poder encontrar un buen productor para sus pelis de corte sadomaso.

Ady, salió de aquel laberinto secreto y fue a su casa, en donde Carlos la esperaba, cómo si nada hubiese pasado.

  • Hola Carlos, ya estoy aquí.

  • Buena escondida has hecho, jajajajajaja. Ya cada uno está en su casa. Creo que deberías ir a ver a Arturo, el primero. El te aconsejará mejor que yo, pero sinceramente te diré del modo en que te comportaste, fue sublime. Una digna mujer. Las caras de Elías y Antonio, eran para imprimir. Echaban espuma por la boca, los dos. Jajajajajaja. Pasa por la puerta del baño comunicante, pero llama antes de entrar y espera a escuchar la voz que te permita entrar.

Ady, besó a Carlos, que la correspondió con un beso de los suyos, llenando de ansiedad y amor a Ady. Sabía que tendría que pasar por las manos de Elías y de Antonio, pero se sentía bien, ya que su amor la había aceptado en su huída.

Ady pasó de su puerta de baño, hasta la otra puerta que daba al baño de Arturo y Sandra.

Sandra le dio autorización para pasar y así Ady, la encontró en la bañera, excitada y jabonosa. Sandra ni se movió y Ady, tan desnuda cómo Sandra, se acercó hasta la bañera y se sentó en el borde, para hablar con ella.

Ady, se enteró de que Arturo estaba en su laboratorio y Sandra, chorreando agua, la indicó cómo llegar hasta el mismo.

Ady, salió del baño de Sandra y se dirigió hasta donde Arturo tenía su laboratorio. Estaba en el sótano. Ady bajó los escalones y al llegar a la puerta llamó con los nudillos de su mano derecha.

A la orden de "adelante", Ady abrió la puerta y se encontró con Arturo. Cerró la puerta y se acercó hasta Arturo, mientras éste echaba el pestillo.

  • Ya te habrá comentado tu marido cómo estaban los dos monos esos, verdad?. Echaban espumarajos por la boca. Creo que debes visitarles, uno a uno, pero te recomendaré algunas cosas. Cómo te interrogarán en donde estaba el escondite, te lo mostraré yo mismo, así podrás decirlo con claridad. Algo totalmente sencillo y sin que nada tengan que añadir ellos.

Salieron al exterior y un poquito antes del túnel que habían utilizado ellas, estaba ese escondrijo, que sólo sabía él y ahora Ady. Permitía la estancia de 5 personas, aunque por poco tiempo, pues rápidamente se quedaba sin aire.

  • En cuanto al pasadizo, te diré. Lo construímos entre Carlos y yo, antes de todo. Así que nadie más lo sabe. Salvo vosotras, claro. Si vas a ver a Elías, es probable que este torturando a su mujer para que le diga el secreto, intercámbiate con ella y hazte de rogar un poco y después se lo confiesas. Te torturará y casi seguro te azotará, pero tú disfrutarás de su desidia, para al final confesárselo. Después deberás ir junto al monstruo. Antonio es sádico. No necesita que le digas nada de nada. El sólo intentará hacerte daño, por el placer de hacerte sentir dolores atroces. Pero sí lo deseas, puedes pasar de él y volver junto a Carlos. Ahora ve hasta la casa de Elías y libera a su mujer, debes decirle que te entregas a él a cambio de que ella venga a mi casa. Después que no te pase nada que no desees, Ady.

  • Gracias Arturo, intentaré liberar a Raquel y después me someteré a los monstruos.

Ady llego hasta la casa de Elías y bajó directamente al sótano en donde Raquel yacía sobre un potro de tormento, muy tensada en sus ataduras y ligeramente flagelada en las tetas y vientre.

  • Hola Elías, vengo a liberar a Raquel, a cambio de mi cuerpo.

  • Vaya, vaya....la resbaladiza chica de Carlos. Así que libero a mi esposa y tu ocupas su lugar, verdad?.

  • No exactamente, Elías.......yo me entrego a tí, a cambio de que liberes a tu mujer y la envíes junto a Arturo.

  • Vale, la desataré y que se vaya. Creo que contigo tendré todo lo que necesito saber, Ady.

Ady asintió y notó una mirada gratificante por parte de Raquel, quién después de ser desatada, se fué, quedando a solas Ady y Elías.

  • Bueno, ya estamos solos tú y yo. Ahora te anunciaré tu castigo, que podría llegar a ser tormento, todo dependerá de tí. Cuando me confieses el escondite te azotaré las tetas y las nalgas. Vás a visitar a Antonio?.......o quizás prefieras volver al redil de tu casa?.

  • Iré a visitarle. Sé que me espera una buena, pero no puedo visitar a unos sí y a otros no.

  • Estupenda respuesta, verdad Elías?.........Jajajajajajaja

  • Hola Antonio, no te oí llegar. Bueno, antes de que se vaya contigo, debo azotarla las tetas y las nalgas. Te dejo casi todo su cuerpo para tí. Ady, por favor camina hasta esas cadenas que caen desde el techo. Nos confesarás a los dos, vuestro escondite, verdad?.

  • No, nunca lo haré ante los dos. Estáis conchabados y eso me enerva. Se lo hubiese dicho a Elías a solas.

  • Tendremos que torturarte entonces. Antonio que se te ocurre que la podamos hacer?.

  • Primero la ataremos al potro. Después ya te lo diré, aunque te encantará.

Y Ady fue atada sobre el potro que ocupara unos minutos antes Raquel. Fue tensada firmemente hasta que sus costillas se vieron a simple vista.

  • Elías, la heremos rabiar unos cuantos minutos, para nuestro deleite. Ponle una mordaza de pelota, para evitar que se autolesione. La pondremos urticantes en pezones axilas, ano y vagina. Y la dejaremos así, rabiando, mientras nuestra cámara graba sus padecimientos.

  • Una idea genial, Antonio. Grabaremos todo, aunque nosotros podremos estar más cómodos viendo el partido de esta noche. Un par de cubatas y bajamos a ver como va esta fiera, te parece?

  • Me parece una excelente idea Elías. La tocaremos con el spray de ortigas esas zonas, así sufrirá a tope, mientras mosotros nos divertimos viendo el partido, que seguro estará viendo Carlos.

Ady, atada y tensada, sudaba ya al saber en que consistiría su castigo. Antonio le quitó la mordaza de bola para escucharla-

  • Por favor, no me hagáis éso.......por favor. Admitiré cualquier otro castigo, pero mo me hagáis éso, por favor.

  • Nuestra chica, habla. Ady, te tratamos así porque es lo que mereces. Y después te azotaremos cada uno por su lado. Así que disfruta de estos rabiosos momentos de placer.

Y sin más comentario, el propio Antonio le colocó de nuevo la mordaza, para aplicar sobre sus pezones el urticante de ortigas, que además restregó con sádico placer por su vagina y ano.

Elías y Antonio, pusieron la grabadora en marcha y salieron de la sala, hablando alto y riéndose de Ady.

Ady, apenas podía moverse, pero cuando los picores llegaron, su cuerpo se removió. Las sensaciones eran tan terribles, que Ady sudaba y jadeaba sin cesar. La había gustado aquel mundo del dolor, pero no soportaba los picores. Mientras estaba en su mortificación, aparecieron Raquel y Sandra, que intentaron calmarla, con caricias en su rostro cubierto de sudor y lágrimas.

  • Ady, intenta soportarlo. Sólo dura 15 minutos. Después te sentirás bien, verdad Sandra?.

Sandra asintió, sin dejar de acariciar el rostro de Ady.

  • Ady, Elías no es tan malo cómo parece, a mí me trata cruelmente a veces, pero siempre tiene su parte dulce. Antonio es más volátil, pero aún por su fama de sádico, es un buen amigo para cualquier menester. Ya lo comprobarás con el tiempo, Ady.

Ady, intentó serenarse de sus picores, que subían grados a velocidades de vértigo, pero se relajó ante ellas en sus ataduras en el potro.

Sandra, le quitó la mordaza de bola y Ady pudo jadear y respirar un poco mejor.

  • Ady, cuando se conocen los tiempos, todo sale mejor, aunque se sufra lo indecible con las sensaciones. Estás muy marcada, por lo que aún no te han aplicado el bálsamo reparador. Sus sensaciones son, muy similares a estos picores que estás experimentando.

  • Vale, pero sí ellos querían verme debatirme y sufrir, porqué no se han quedado a contemplar mis padecimientos?.

  • Pues porque son así. Ellos saben lo que estás pasando. Nos ven y saben todo de todo. No nos caerá pena alguna, porque nos ha enviado el mismo Antonio. Y no podemos decirte más cosas, así que te colocaremos la mordaza de nuevo y te dejaremos a solas.

Raquel, se acercó a la boca de Ady y la dió un fuerte y prolongado beso con lengua, que Ady agradeció, aunque nunca se había sentido atraída por las de su mismo sexo. Después Sandra, la volvió a colocar la mordaza de bola y la dió un beso en la frente.

Y después Ady, volvió a quedar a solas.