Una chica muy especial (Libro 1º - Capítulo 02)

Primera exèriencia de Ady, antes de firmar su acuerdo profesional. Esta sesión denota la fuerza de los eentidos. Espero que os guste. Un beso. Sandra Raquel.

Una chica muy especial

Libro 1º - Capítulo 2º

Ady, en un modo más entrecortado de respiración y sus contínuos jadeos, anunciaba algo que ella intentaba disimular, aunque le placía que Carlos la sintiese congestionada de placer.

Los labios de ambos se unieron de un modo mecánico, provocado por el hechizo de la sensualidad y el creciente frenesí de placer.

Primero, sus labios se rozaron tímidamente, para poco a poco sellar la presencia de ambos, mientras sus danzarinas lenguas marcaban el compás de voluptuosidades que se iban conformando, a medida que las caricias de Carlos se hacían más progresivas.

Ady, temblando de excitación y placer, rodeó el cuerpo de Carlos con sus brazos y con sus manos comenzó a leer, cada porción de la piel tersa y desnuda de su amante.

Las lenguas ya no jugaban, sino que estaban enzarzadas en una lucha sin cuartel, horadando cada rincón de la boca del contrario, cómo explorando el territorio a conquistar.

Los dedos de Carlos, pellizcaban y retorcían los pezones de Ady, al darse cuenta de que éso la ponía más frenética y voluptuosa.

Ady, dejó escapar una lágrima de dolor, cuando Carlos la retorció uno de los pezones un poco más de la cuenta, pero no se retiró y su boca bebía apasionadamente los flujos bucales de Carlos, al tiempo que él hacía lo propio con los de ella.

Sus bocas se retiraron unos instantes, para poder respirar y recobrar energías, mientras sus ojos brillantes anunciaban algo a lo que no deseaban renunciar ninguno de los dos.

Ady, más decidida que su amor, se dejó resbalar por el torso de Carlos, hasta quedar de rodillas y con su boca a pocos centimetros de la polla de Carlos, quién expectante, mantenía su polla a corta distancia de la boca de ella.

Carlos, al ver la boca semiabierta de Ady, adelantó un poco sus caderas hasta que la polla tocó los labios trémulos y excitados de la boca de ella.

Ady, rodeó la polla enorme y maravillosa que le ofrecía su amor y mientras le lanzaba una tierna y voluble mirada desde su posición, comenzaba con una felación que indicaba minutos placenteros de algo por descubrir.

Ady, esperaba que Carlos no se corriera muy rápidamente, para lo cual puso en práctica su plan de suaves caricias. Dar placer, pero no avanzar la excitación más de la cuenta.

Ady, sabía controlar éso por su experiencia con otros chicos, pero no sabía cómo los sentiría Carlos.

Por su parte, Carlos volaba en sensaciones tan placenteras que no deseaba alcanzar la eyaculación y seguir disfrutando de aquellas maravillosas punzadas de placer.

Ady, que sentía las palpitaciones de la polla que tenía en su boca, rodeaba la polla con su lengua y después succionaba un poco el glande para hacerle enloquecer.

Su lengua se movía con frenesí pero controlando cada pulsación de Carlos, manteniendo de ese modo un nivel de convulsión inminente, pero no definitivo.

Sintió la presión de los dedos de Carlos, sobre su rostro y supo que Carlos deseaba eyacular, por lo que su lengua comenzó a vibrar salvajemente sobre la misma y sus succiones fueron aumentando en intensidad, hasta que sintió la rigidez del miembro y supo del inminente orgasmo y eyaculación por parte de él.

Carlos se removía angustiado, dentro mil agujas de placer inimaginables y ahora, se pegaba más y más sobre la garganta de Ady, quién seguía lamiendo y succionando aquella polla álgida y a punto de estallar, al tiempo que escuchaba los angustiosos jadeos de placer de Carlos, quien ya apenas se movía.

Un alarido estremecedor fue naciendo de la garganta de Carlos, al tiempo que su rigidez anunciaba la inminente y frenética eyaculación.

Carlos quiso separarse de la boca de Ady, pero ésta se agarró a sus nalgas y decidió tragarse la lechada violenta que ya comenzaba a surcar el conducto seminal.

Ady, sintió un pequeño borbotón, que impactó en el cielo de su boca, para inmediatamente después, una álgida y caliente lechada de semen, que inundó toda su boca y que ella fue tragando poco a poco, mientras su boca se volvía a llenar de esperma caliente, entre alaridos enormes de Carlos, quién temblaba y palpitaba en todo su ser.

Carlos, se sentía morir a cada instante y revivir, para volver a soltar una nueva riáda de esperma en la boca de su joven amiga y amor, que no había derramado ni una sola gota de su precioso líquido seminal.

Cuando Carlos terminó de eyacular, Ady seguía trasegando, ya con más calma, por lo que podía degustar el semen, hasta que poco a poco la polla de Carlos se fue aflojando.

Pero Ady, la mantuvo dentro de su boca, lamiéndola con mucha suavidad hasta tragarse los últimos efluvios de emisiones seminales.

Cuando se retiró un poco, dando libertad a la polla, Carlos la miraba agradecido y alucinado aún con el placer que le había logrado producir. La izó hacia sí y colocó sus labios sobre los de ella, besándola, dulce y apasionadamente.

  • Ady, gracias por esta maravillosa actuación tuya. Jamás había experimentado nada igual.

Ady, sonrió y pegándose a Carlos, abrazada y sudorosa, le besó de nuevo en los labios, sintiéndose cómo poseída de un amor y serenidad especial, al tiempo que Carlos la abrazaba con suma ternura, pegándola contra su cuerpo, también sudoroso y aún palpitante.

  • Ady, creo que deberíamos cenar algo, para fortalecernos un poco. Junto a tí, me siento de maravilla. Me gusta tu contacto, tu presencia y todo lo que eres capaz de darme, que hasta el momento es una maravilla y enorme.

  • Muchas gracias, Carlos. Y sí, creo que lo mejor sería cenar algo.

La cena consistió en ensalada aderezada con algunos condimentos, que Carlos eligió. Ady, que seguía tan desnuda como Carlos, cenó con fruicción, sin dejar de mirar a Carlos y tampoco de aceptar sus miradas y algunos pequeños contactos en sus tetas.

La conversación, fue prácticamente inexistente, pero las miradas y remiradas, eran fuego puro.

  • Ady, hemos estado muy callados, es verdad........pero nuestras miradas han dicho lo que deseaban contar?.

  • Las mías sí....y hasta me atrevo a decir que las tuyas también, Carlos.

  • Entonces nos espera la cama, para terminar la primera parte de nuestro contacto, verdad?.

  • Exactamente, Carlos........nos queda aún esa parte, aunque si no te ves con fuerzas, a mí me ha gratificado sobradamente la versión inicial.

  • Qué dices, mi amor.......Mirá, como está mi pollita....crees que valdrá para lo que falta?.

  • Ummmmmmmm........pués la verdad que vista desde aquí, sí que parece que esté dispuesta. Crees que no hará falta mamada previa?

  • Ady, gracias por el comentario......pero no, no creo que haga falta mamarla. Creo y confío en que se colará solita en el agujero que marques. Alguna vez te han sodomizado?.

  • Nunca, pero tengo ganas de experimentarlo, Carlos..........podría ser?.

  • Pues lo experimentaremos juntos. Ardo en deseos de follar por el culo a una chica desde hace siglos. Y mira por donde, mi amor se me presta a ello. Lo soportarás?.

  • Lo soportaré, sí lo soportas tú, Carlos.

  • Uuuuuuuuuummmmmmm...........creo que sí.........vamos a la cama, deseo penetrarte analmente mi amor.

Ady, sonreía para sus adentros, ilusionada por recibir la primera penetración anal con sexo real, pués ella ya lo había sometido a dildos de plástico. Y se dejó llevar dócilmente hasta la cama, para ser follada analmente.

Sí un mes antes, la hubiesen dicho que aquello sucedería, se hubiese carcajeado. Ahora, disfrutaba de parte de lo que siempre había soñado. Y además tenía un trabajo especial entre manos. Era más de lo que se podía pedir.

Carlos y Ady, llegaron hasta la cama. Una cama enorme de 2 metros por 2 metros. Ideal para cualquier fantasía. Ady se sintió maravillada y se lanzó sobre la cama, para ver su consistencia, imagen que agradó a Carlos, que la observó mientras rebotaba sobre el amplio espacio de la cama.

  • Vaya, parece que te gusta mi cama......es confortable?.

  • Es muy confortable, aunque creo que necesitaré brújula para guiárme, Carlos.

  • Jajajajajaajjajaja........Nunca me habían dicho semejante cosa, pero te parece bien esta brújula que apunta siempre a tu cuerpo?.

  • Es la brújula más maravillosa y exacta que he conocido, Carlos.

  • Por cierto, Ady.........tienes algún problema o rechazo a que tu ano y vagina sean usados?.

  • Ninguno, Carlos. Estoy ansiosa de sentir, experimentar, vivir y disfrutar.

  • Entonces te tomaré de diversas formas en todas tus aberturas, Ady.

  • Mmmmmmmmmmmmmmmmmmm........estoy ansiosa por sentirlo, amor.

Carlos, sin decir palabra alguna se abalanzó sobre Ady y trás abrazarla y besarla, la hizo poner a cuatro patas, para sodomizarla.

Su polla se lo pedía y Ady, también.

Acopló el glande de su polla en la abertura del ano de Ady, y descargó saliva sobre el mismo.......y fué probando la penetración, poco a poco, hasta que vió cómo su glande era engullido por el ano de Ady.

En ese punto empujó y sintió el recorrido estrecho y cómo Ady, resoplaba al tiempo que sus caderas se ensanchaban.

Carlos apretó más y más hasta hundirse en la sima profunda, mientras Ady jadeaba de mil modos distintos, casi todos de placer....aunque había algunos de dolor, pero que a ella no la importaban.

Cuándo Ady sintió la polla de Carlos dentro de su recto, se sintió cómo empalada.......pero a la vez gozosa de tal experimento.

  • Ady, estoy dentro de tí..........sigo hasta el final aquí?.

  • Sí, por favor.......me siento muy........ummmmmmm...placenterera de sentirte.....sigue......sigue así.........y descárgate cuando gustes..........uffffffff.

Carlos se sintió aliviado, al tiempo que animado con las palabras susurrantes de Ady y comenzó a sacar y meter su polla en el estrecho conducto anal de Ady, mientras ésta rebotaba a cada empellón.

Ady sentía esa sensación inicial que se suele notar en los comienzos de cualquier penetración. Dolor no sentía, sólo un roce fuerte que la provocaba calor y que ella transformaba en placer.

Carlos, a cada momento más ardiente y con su polla más enervada, surcaba el recto de Ady ya, sin miramiento alguno, al tiempo que escuchaba los jadeos de ella y veía como pivotaban sus tetas, tras cada una de sus embestidas.

Carlos la agarró por el pelo, lo que hizo que Ady levantara un poco su cabeza y mientras jadeaba y gritaba de placer, Carlos se hundía una y otra vez, con mayor dureza y arraigo.

Ady se sentía de maravilla, siendo sujetada su corta melena por Carlos, mientras jadeaba y gritaba del placer de semejante penetración.

No se sentía mancillada y mucho menos violentada, aunque las fuertes penetraciones de Carlos, algunas veces la dejaran lágrimas en sus ojos.

Y llegado un momento de extremado placer en su recto........y según le venía un orgasmo, no demasiado conocido para ella.....Carlos reventó dentro de su recto, entre enormes gritos y hasta pellizcos, que obraron a favor de Ady, que orgasmó como una posesa.........sin dejar de gritar, mientras Carlos eyaculaba su esperma, en ráfagas continuas.

Ady, se quedó totalmente inerte, para poco después notar el cuerpo de Carlos que caía sobre el suyo, sin ya fuerza alguna.

  • Amor, discúlpame si fuí algo brusco. Era mi primera vez que lo hacía por ese conducto.

  • Carlos, discúlpame, sí no supe estar a la altura, también fué mi primera vez, por ese conducto.

Se miraron los dos y rieron, aún con pequeños síntomas de respiraciones entrecortadas y jadeos de placer.

  • Precisamos de un buen lavado, verdad?.

  • Sí, creo que nos vendría muy bien, Carlos.

Ambos, cómo sí se conociesen de toda la vida, abandonaron el dormitorio para ir al aseo, cogidos de la mano.

Ya en el baño, cada uno lavó al otro, entre risas y pequeños saltitos del contrario. Todo parecía indicar que el sexo renacería de nuevo entre los dos.

Salieron de la ducha y se secaron mutuamente, pero sus cuerpos se iban excitando progresivamente, siendo ellos conscientes de esa sensación, aunque intentaron disimularla en gran medida.