Una chica muy diferente

Tras mi orgasmo, corrida que traga por completo, viendo incluso como le salían por las comisuras de sus labios, orgasmo que tras hacerla levantar le comí la boca, saboreando mi propio semen de su boca… aaahhh!!.

Una chica muy diferente

Antes de nada agradecer a todos y todas aquellos que me seguís leyendo, agradecido como satisfecho que todas mis experiencias os hay gustado, siendo la causa de vuestro disfrute. Bueno comenzare, mirad aquella experiencia me ocurrió hace ya demasiados años, años en que comencé a ir a la zona del Charco de la Pava, años en que aquella zona era totalmente diferente a la que conocemos actualmente. Antes estaba más abandonado de la mano de dios, cuyo abandono nos venía de miedo, pues era más fácil de encontrar algo de provecho y de paso, poderlo hacerlo allí mismo. Tendría yo aproximadamente unos veinte seis años, año arriba año abajo más bien sería año abajo, algunos de los que allí conocí me decía…

  • “Eres un polluelo para los que estamos aquí, carne fresca que hay que catar… uuummm!!”.

O sea que era un manjar muy apetitoso para muchos… mmm!!. Mirad en aquella época aquel lugar era nueva para mí, lugar que conocía de oídas, lugar recomendada por “amigos”. Recuerdo que la primera vez que me aventure en esa zona, fui asustado, tanto que mi miembro no lograba mantener la erección. Ese día como las dos semanas restantes fueron iguales, pero no me fueron en vano, pues pude ver como actuaban los que iban… mmm!!. También os puedo decir que no hubo uno que no se acercara, uno que envalentonado me magreaba a su antojo hasta que yo de una manera incontrolada, acaba por venirme y ante esto, avergonzado me marchaba.

Luego, echándole huevos a uno de esto de que se acercaron, acabe por salir de mi coche y continuar la conversación fuera, conversación corta y breve. Pues finalizaba con que esa persona, comenzaba a magrear mi entrepierna con una mano al tiempo que con la otra, masajeaba mi pecho… uuummm!!. Momento en que me dejo llevar por el placer, momentos en que saca con mi ayuda mi miembro fuera del pantalón, mientras que descubre mi pecho y besa… aaahhh!!. Acabando por arrodillarse e introducirse mi miembro dentro de su boca, chupando mi glande al tiempo que pajea mi tronco… uuuffff!!, o simplemente magrea mis testículos… ooohhh!!. Siendo rara la vez en que no aparezca el mirón o mirones de turno, personas que se contentan con mirar mientras se masturban. Mirones que a veces se nos unieron, dependiendo de esa persona que este participara al final o no, pues cuando me preguntan…

  • “¿Quieres que participe o no?”.

Dependiendo de cómo sea ese otro hombre y de lo excitado que estuviera, yo era el que debía de decidir, siendo la mayoría de las veces en que aceptaba… mmm!!. Pero no siempre me tocaba a mí recibir la mamada, pues eran otros los que solicitaban mí boca, boca joven y que piensan inexperta… mmm!!. Hombres maduros… uuummm!!, hombres que tras entablar una conversación no dejan de magrearse, acabando por sacársela del pantalón e invitarme a que se la cogiera… uuuffff!!. Siendo yo el que tras acercarme mimosamente, acababa agarrándosela y comenzar a pajeársela al tiempo que estos me metía mano, mano digo por no decir comerme algo, pues aquellos eran hombres que buscaban mi boca y era cosa que rehusaba. Ante mi negativa, no contentándose con caricias o magreos, besaba mi cuello, oreja e ir descendiendo hasta mi pecho… uuummm!!. Pues cuando desabotonaba los botones de mi camisa y la abría, como hienas se lanzaban hacia mi joven cuerpo, cuya piel besaban y lamian… mmm!!, acabando en mis pezones los cuales aguantaban… eso sí con gran placer, como me los chupaban, lamian, absorbían y finalmente mordían… ooohhh!!.

Acabando por arrodillarme o colocarme en cuclillas, lamiendo primero y minutos después chupársela… ooohhh!!, estos suspiraban y gemían como pocos. Llegándome a veces a asustarme, no porque le produjera algún dolor sino porque esos gritos de placer… alertaran a otros. Luego no me duraban mucho más y entre convulsiones, acababan corriéndose. Algunos avisan, otros simplemente disfrutan de ver mí rostro al ver esa expresión, expresión que a veces es de placer y en otras simplemente es sorpresa. Pero los maduros con los que comencé por aquel entonces, no se contentaban solo con una mamadita, pues deseaba acariciar mi cuerpo, cuerpo que lógicamente no era vestido y entre caricias y magreos, acababa prácticamente desnudo en el interior de mi coche, mientras acostados sobre mí acababan corriéndose… ooohhh!!.

Pero bueno ya en otra ocasión me extenderé sobre mis follamigos de ese lugar, pues os debo de decir que en aquella zona, no solo encontré hombres en busca de sexo, pues como muchos sabrán, aquella zona era zona liberal y libertina. Digo esto, porque llegue a encontrarme desde parejas que buscaban un trio, hasta la pareja en la cual el marido ofrecía a su esposa, cosa ilógica pero cierta. Siendo yo testigo, no solo por ver como otros lo hacían sino por haberlo probado yo mismo… mmm!!. Esposas que no estaban nada mal, habiendo de todas las edades desde las más jóvenes que deseaban probar, como las maduras que buscaban catar otras pollas y de paso, como me hacían saber…

  • “Esto no lo hago por mí, sino por satisfacer las necesidades y fantasías de mi marido”.

Maridos que algunas veces se contentaban con mirar y en otras acababan participando, pero como he dicho antes aquella zona había de todo. Siendo lo más normal y frecuente las prostitutas, como en otras ocasiones chicas jóvenes, chicas que iban bien vestidas y que me hacían saber que eran universitarias. Universitarias que me hacían saber que no eran prostitutas, pero lo cierto es que a su manera lo ejercían, siendo a veces más putas que las mismas prostitutas, aunque no sabían valorarse bien. Como aquella que conocí que me ofreció una mamada por treinta euros y un completo por cincuenta euros, no solo lo rechace por caro sino comenzamos a pujar su precio, acabando esta por aceptar un completo por veinte euros. Acabando en una zona arbolada, donde tras besos y magreos acabe por despojarla de sus ropas… mmm!!, acabando esta por colocarse a horcaja encima y botar como una posesa, deseando que acabe ya… uuummm!!. Pero bueno, hubo de todo…

Yo era uno de esos que cuando salían de mi trabajo a eso de las siete y media u ocho de la tarde, tomaba la A-49  hasta la Avenida Carlos III (Ctra. Cádiz-Huelva), acabando por girar en la rotonda que accedes desde esta misma avenida como por la calle Francisco de Montesinos. Tras entrar por este acceso que en aquellos tiempos, no tiras de frente sino que tienes que escoger entre derecha o izquierda, tomando la derecha y como ahora no accedes a una gran explanada descubierta, pues en aquellos años, esta estaba repletas de islotes de maleza, donde podrías acabar con cualquiera… mmm!!.

Bueno continuo, tras acabar por acercarme hasta dicha zona. No importándome a veces el día que fuera, pues como aquel viernes tarde cuando me acerque al charco de la pava, no siendo mi presencia allí muy habitual, no solo por el día sino por la hora. Ese día fui en busca de lo de siempre, fui en busca de morbo, buscando alguna situación que me pusiera bien caliente. Deambule durante horas, deambule hasta que la tarde se hizo noche, llegando a pensar en irme hasta que un coche llamo mi atención. Coche no porque ya lo hubiera visto antes, sino que ese día en las veces que había pasado por dicha carretera no estaba. De primera me quedé observando, viendo como algunos se acercaban y acababan por marcharse.

Comencé primero a pasar con mi coche por tantear, tras un par de pasada pude ver que era una hermosa chica, chica que estaba sola en el interior de vehículo. Acabando por detener mi coche detrás del suyo, envalentonándome en salir de mí auto e ir caminando hacía este, pensando en que era una prostituta por la hora y lugar. Pero tras entrarle nervioso, comenzando por preguntas como la hora a pesar de llevar yo reloj, comencé poco a poco a entablar una conversación, conversación que no pude evitar clavar mis ojos en su escote… uuuffff!! (Menudas tetazas tenia). Esta se me presento como Mónica, haciéndome saber que tenía todas las papeletas que le habían dejado plantada. Viendo ella la incomodidad de la conversación, ya que ella estaba sentada mientras yo permanecía fuera de pie, acabando por salirse fuera, continuando con nuestra conversación. Momento en que no pierdo detalle de su físico y anatomía… uuummm!!, pues estaba buenísima la muy cabrona… uuuffff!!. Encima cuando sale del coche es cuando más me fije en ella, sobre todo en esa botas altas de caña negras, botas que llegaban hasta las rodillas… mmm!!. Mirad para haceros una idea como estaba vestida, ella iba con falda negra, blusa trasparente de gasa negra, una chaqueta color crema, medias negras y botas altas de caña… uuuffff!!.

Bueno como os he dicho, continuamos la conversación fuera de su coche, primero está se apoyó sobre la puerta de su coche, para más tarde y viendo que se nos alarga la conversación, acabo por sentarse sobre el capot. Pudiendo ver el detalle de ver que esas negras eran de tipo liga… mmm!!, desliz que supuse que fue a agrede. Comenzamos a hacernos preguntas personales, preguntas a modo de indagar sobre nosotros. Pues a pesar del color de su piel, color que es de una chica normal de aquí, pero no es tono de su voz, llegándole a preguntar de donde es y esta, respondiéndome…

  • “Soy de Brasil pero me considero Sevillana, pues llevo quince años viviendo aquí en Sevilla”.

  • “Estudio turismo y lo compagino trabajando en una tienda de ropa (Mango)”.

Muy completita para tener solamente veintidós años, chica que se le veía muy femenina, disfrutando en ese momento de su compañía y sonrisa. Morena de cabellos largos, cuyos ojos castaños me embriagan, no muy alta pues me hace saber que mide el metro sesenta y cinco, motivo por el cual lleva ese tipo de botas… bueno y que le gusta. Que pesa los cincuenta y ocho kilos, cuyo cuerpo veo y atestiguo que para mí. Metiéndome en una conversación sátira y picarona, donde comenzamos a hablar de fantasías e incluso morbo, coge esta y me suelta…

  • “Pues sabes una cosa, me considero en la cama muy sumisa, pero la verdad es que soy una mujer a la que le encantaría dominar”.

Entre risas y piropos, coge y me suelta…

  • “Pues soy extremamente viciosa, me gusta el juego de la seducción”.

Teniendo una erección de cojones, decidí cambiar el ritmo de la conversación. Preguntándole por ese gilipolla que le había dado plantón, comenzó a contarme que a ese lo conoció de coincidir en una discoteca. Comenzando a salir durante unas semanas, pero tras un mal entendido le dio plantón sin explicación alguna, acabando este por quedar hoy aquí para darme una explicación, explicación que viendo la hora no me va a dar. Se le veía a la chica apenada, mostraba síntomas de malestar, quizás ese chico le importaba en serio, aunque dada la hora yo se otras que ya se habrían marchado, por lo que no me fiaba del todo.

Entre una cosa y otra, recuerdo que me fui acercando a ella. Mónica seguía sentada sobre el capo del coche, sentada y con sus pies apoyados sobre el parachoques. Cuyas piernas se enfundaba en esas botas negras de caña hasta las rodillas, cuyos muslos se apreciaban enfundados en unas medias negras tipo de ligas… uuummm!!. Pero mis ojos estaban clavados en sus senos, mirada que se dio cuenta, poniéndose melosa y acabe por colocarme entre sus piernas. Llegándome a preguntar...

  • "Dime con sinceridad, no te cortes… sinceramente que es lo primero que pensaste de mi tras verme".

Respondí...

  • "Pues la verdad, pensé que eras una prostituta, ya que el sitio y la hora”.

Poniéndome a la defensiva, continúe…

  • “Tú que pensarías…”.

Pensé que me daría una bofetada y en de eso me dio un piquito, soltándome…

  • “Te lo has merecido por sincero”.

Pero aquel beso la verdad me dio alas, ya que tomándola con ambas manos por el cuello… la bese, ella no rehusó mis labios dándome la sensación que lo deseaba… mmm. Comenzamos a comernos la boca, deslizando mis manos desde su cuello hasta su cintura al tiempo que ella, poso una de sus manos en mi mejilla al tiempo que con su otro brazo me rodeo, no dejando de comernos la boca… aaahhh!!. Colocándome entre sus muslos, ya que ella continuaba sentada sobre el capot de su coche, cuyas botas descansaban apoyadas en el parachoques, manteniéndose de esta manera con sus piernas separadas. No recuerdo cuanto tiempo nos llevamos dándonos besos y muerdos, pero ella no dejaba de acariciarme tanto cuello como rostro, mientras yo acariciaba espalda, cuello e incluso nalgas… aaahhh!!. Creo recordar que en un momento dado, llego ella a separar sus labios y soltarme…

  • “No deberíamos seguir, debería de advertirte una cosa, yo…”.

Pero la verdad es que en esos momentos no quería saber nada, ya que no le deje que me dijera nada, volviéndola a besar. Comenzando ella a acariciar mi pecho y en minutos, bajo primero la cremallera de mi suéter, continuando por desabotonar los botones de mi camisa, adentrando sus cálidas manos en el interior y sentirlas sobre mi pecho… aaahhh!!. Para esos momentos sentía mi polla explotar, deseaba follármela allí mismo, pensamiento que desee hacer… uuummm!!.

Coloque una de mis manos sobre sus pantorrillas, acariciándole las piernas desde sus tobillos hasta sus rodillas… mmm!!, adentrándome cada vez más e introduciéndola por dentro de su falda… ooohhh!!. Acariciando el exterior de sus muslos hasta sus nalgas… mmm!!, mientras ella suspiraba y gemía entre besos. Tras ascender hasta sus rodillas, continúe pero en esta ocasión por la parte interna, no parando ella de gemir y eso que aún no había llegado a su entrepierna… uuuffff!!. Acabándola por sacar y buscar sus senos… mmm!!, mientras mi boca no dejaba de besar y lamer su cuello, gimiendo y jadeando entre convulsiones, soltándome…

  • “Malo… que eres muy malo… mmm!!, no sigas por ahí que me pierdes… aaahhh!!”.

Cosa que continúe al tiempo que mis manos se introducían bajo su blusa, descubriendo las aureolas de su sujetador… ooohhh!!, siguiendo su prenda interior hasta su espalda y soltar la hembrilla, dejando suelto sus senos… mmm!!. Senos que ella me dejo besar y chupar, no dejando de mirar a nuestro alrededor, aunque sabíamos de sobras que había mirones, mirones que más bien eran los típicos merodeadores… ooohhh!!. Chupaba y mordía sus pezones… ooohhh!!, soltándome esta…

  • “Con cuidado bestia… aaahhh!!”.

Mis manos no dejaban de acariciar sus muslos, no dejaba de descender por esto hasta sus nalgas… mmm!!. Hasta que mi mano derecha la introduje entre sus piernas… mmm!!, llevándome la tremenda sorpresa de notar algo que no esperaba. Aquello me corto de cuajo, mientras ella no dejaba de decirme…

  • “Intentaba decírtelo, pero tú no me dejabas, no quería que esto llegara hasta este momento”.

Recuerdo que la chica no dejaba de excusarse, excusas que en verdad tenía toda la razón. Ella estaba apenada con cara de circunstancia, mientras yo permanecía callado, ausente sin saber qué hacer, estaba pensando y tomar una decisión. Yo permanecía aun entre sus piernas, mientras ella continuaba sentada sobre el capot, cuyos pies apoyados sobre el parachoques la mantenía. Aunque mis manos la verdad, continuaba en su cuerpo, pues mientras la izquierda la tenía en su cintura, la derecha la tenía bajo su falda, manteniendo mi mano posada sobre su muslo. Llegando ella a hacer el gesto con su mano de quererme apartar, gesto que hizo al tiempo que me soltaba…

  • “Quita… no aguanto más esta tensión, aparta que me marcho”.

Cosa que la verdad no la deje… que queréis que os diga, no os miento, es una tía impresionante a vista de todo, además estaba yo como una moto. Cosa que sin decir palabra y que a ella le dejo sin palabras, cogí y la bese… mmm!!. No fue un piquito y menos un muerdo, fue una comedura de boca… aaahhh!!. Aún recuerdo su expresión, aquella cara de sorpresa al no esperarse eso de mí. Ella se quedó inmóvil, siendo yo ahora el que actuaba, comenzando nuevamente a acariciarla, acabando mi mano en su entrepierna y tomar su miembro… uuummm!!. Miembro que no era muy grande la verdad, pues conociendo a muchos transexuales y de los cuales la media era diecinueve centímetros, ella le mediría no más de ocho o nueve centímetros, un micro pene como dirían algunos. Comencé a masturbárselo mientras ella me miraba con desconcierto, cuyos ojos como platos ignoraban mis actos… uuummm!!. Siendo ella la que tras bajar la cremallera de mi pantalón, introdujo su mano dentro y cogió mi erecto miembro, mientras me miraba con ojos perverso… ooohhh!!. Sintiendo su mano deslizarse por mi miembro una vez tras otra, soltándome…

  • “Gracias”.

Acabando por apartarme al tiempo que se baja del capot, no dejando de masturbarme con ambas manos… ooohhh!!, colocándose en cuclillas e introducirse mi miembro dentro de su boca… uuuffff!!. Comenzando a comérsela y tras sacársela, decirme…

  • “Uuuffff!!, joder que dura la tienes… uuummm!!, me gusta… aaahhh!!”.

La hice levantar y comerle la boca, mientras magreaba sus senos… mmm!!. Ayudándola a volverse a sentar sobre el capot de su coche, descendiendo desde su boca hasta sus senos y finalmente hacia su entrepierna… uuummm!!. Tomando su miembro y tras un par de sacudidas, acabar por introducírmelo en la boca hasta sus casi inexistentes genitales, comenzando a saborear tanto su glande como su tronco… aaahhh!!. Aunque para aquellos mirones y merodeadores, aquello más les parecía que le estaba comiendo su coñito… uuuffff!!.

Ella disfrutaba de esa comida de polla, disfrutaba de como saboreaba su glande, disfrutado de como mi lengua se deslizaba por su tronco y descendía hasta sus genitales… uuuffff!!. Dejando caer varias gotas de salivas, salivas que me ayudo a jugar con su perineo y su orificio anal, juegos que me dedique primero con un dedo entre jadeos de esta… aaahhh!!, finalizando por ser hasta tres… ooohhh!!. Mientras que ella gemía y disfrutaba, acabo por pedirme…

  • “Fóllame por favor… uuummm!!, fóllame… ya… aaahhh!!”.

Cosa que hice tras ponerme un preservativo, advirtiéndole primero…

  • “Debes de saber que nunca he follado a un tío ni a travesti, solo a mujeres… cosa que pienso qué eres tú”.

Cogí sus piernas y con su ayuda me las puse sobre mis hombros, tirando de su cintura hacía mi… uuummm!!, tome mi miembro y lo coloque en su entrada anal y tras presionar un poco… ooohhh!!. Comencé a introducírsela… uuuffff!!, follándomela allí mismo… aaahhh!!, embistiéndola con fuerza y con ganas de destrozarla… ooohhh!!. Mientras ella no dejaba de gemir, suspirar y sollozar, besándome y alternaba sus caricias a sus propios senos con masturbarse… ooohhh!!. No deje de embestirla con fuerza y ella no dejaba de gimotear, de sollozar, de suspirar y de estremecerse hasta que acabe por correrme entre un sonido casi ahogado por mi parte. Quedándome inmóvil mientras ella sentía como mi corrida llenaba el preservativo… aaahhh!!, me miraba y sonreía, acabando por apartarme nuevamente entre besos y arrodillarse. Coger mi miembro y tras quitarme el preservativo, ver como se lo introduce dentro de su boca a pesar de estar impregnado en semen… uuuffff!!, chupándomela y absorbiendo lo poco que queda de mi orgasmo… uuuffff!!.

Chupándomela mientras comienza a masturbarse, acelerando su mano al compás que su boca… ooohhh!!. Sintiendo mi miembro endurecerse en segundos y en nada por su habilidad… uuummm!!, acabo por hacerme alcanzar un nuevo orgasmo al tiempo que ella obtenía el suyo… ooohhh!!. Orgasmo que traga por completo, viendo yo como incluso como le salían por las comisuras de sus labios, orgasmo que tras hacerla levantar le comí la boca, saboreando mi propio semen de su boca… aaahhh!!. Mientras descansábamos al tiempo que reponíamos nuestras ropas, ella mirándome coge y me suelta…

  • “No comprendo bien lo que ha pasado aquí, no soy de las que se suele dejar llevar”.

No respondo, me callo y finalizamos como se inició… con una conversación, hablando de lo que ha ocurrido esa noche, riendo entre caricias y apartando sus cabellos de su rostro, vuelvo a besarla, quizás sabiendo que no nos volveríamos a vernos. Ella no dejaba de decirme que me lo agradecía, no dejando de decirme que el gesto que había hecho por ella significaba mucho, pues no muchos hombres hubieran actuado como yo. Cosa que ignora que no es mi primera vez, quizás se lo imagina cuando se la chupe, pues esa habilidad no es de una primera vez. Marchándonos cada uno en su coche, marchándonos satisfechos… muy satisfechos. Pero antes de marcharnos, nos hemos intercambiado no solo el correo sino el número de teléfono, pues deseaba una segunda cita, confesándome…

  • “No suelo quedar en mí casa con chicos, pero tú me has demostrado que eres diferente”.

Os puedo decir que no hubo segunda cita, no porque yo no quisiera, sino porque las circunstancias no lo permitieron. Quizás sabiendo ella que yo estaba comprometido, compromiso que no lo veía como para estar con él para compaginar nuestra relación. Pero bueno la cosa acabo muy bien, quizás en otra ocasión os hago saber mis visitas a estas señoritas, señoritas como Nagore, una venezolana que me demuestra el macho semental que aun lleva dentro, macho que le cuelga entre sus piernas de veintidós centímetros… uuummm!!. Pero mi última vez ha sido hace unos meses, meses que coincidió con un trabajo en el cual fui a Barcelona, donde por un portal de citas de sexo por internet . Deambulé por cada uno de sus apartados, acabando por encontrar y contratar a una chica llamada Sandra, una chica española muy bella y que aunque me salió un poco caro el servicio, os puedo asegurar y recomendar que fue espectacular…

Bueno dicho esto me presentare, me llamó José, soy a la vista de todo un chico hetero y dicen que serio, pero esto no es un motivo para no ser muy puta. Soy hetero en mí vida personal, pero tras quedarme sólo me convierto en esa puta que todo macho activo desea… uuummm.

Os diré que actualmente tengo cuarenta y cuatro años, años muy bien llevados en mí juventud, pero con el paso de los años van haciendo mella, aunque dicen que nos los aparento (Dios, procure que siga manteniendo la vista… ja ja ja). Mido un metro ochenta y tres centímetro, peso setenta y ocho kilos, mi físico es normal para nada fibroso… aunque eso me gustaría. Mis cabellos son castaños aunque a día de hoy cada vez más escasos, soy como dicen por ahí… un osito, por la cantidad de vello que tengo. Bueno, espero que os haya gustado tanto como a mí recordarla, espero vuestros comentarios tanto por este medio como a mi email (lógicamente todo junto) es… Jhosua 1974 @ Gmail . com