Una Chica Monumental
Hace algunos meses, en la oficina donde trabajo, conocí una chica monumental, ella era demasiado bonita, vestía un Jean gastado que parecía pegado a su piel, un top fucsia que dejaba su cintura descubierta y apretujaba unos hermosos y erguidos pechos.
No veía la hora de escaparme al baño y cascarme una buena paja en su honor, ella sonreía al mirarme como si lo supiera, cuando terminé el trámite la saludé y salí hacia el baño, estaba casi comenzando cuando ella entró y me dijo:
- ¿te ayudo bebe?, ¡creía que me moría de la vergüenza!
Pero ella no perdió el tiempo y empezó a cascarmela acariciando mis huevos, espera que cierro bien dijo.
Trabó la puerta y comenzó a mamármela.
Se metía el glande hasta la garganta, para luego sacarlo y darle vueltas a su lengua por alrededor de el, cerraba los labios y chupaba como un bb su teta, para luego intentar meter su lengua por el orifico, me volvía loco.
Ella era una diosa, se levantó y sacándose el top dejó sus tetotas al aire, chúpalas bebé, dijo, besándome enloquecida, metiendo su lengua dentro de mi boca, tomó mi cara y me retiró unos centímetros y mirándome a los ojos dijo:
- te gusta el gustito a tu pija que tiene mi boca? -si, respondí casi sin pensar.
Ella me llevó mi boca hasta sus tetas y yo no me hice esperar, eran duras, pesadas, con un pezón pequeño color rosa, mientras le chupaba las tetas, guió mi mano a su entre pierna, se sobaba la concha con mis dedos, luego desprendió el jean y lo bajó, volvió a sobarse y descubrí que allí algo latía.
Quise separarme de ella pero no me dejó, mientras buscaba en su tanga encontré una pijita de unos 10 o 12 centímetros totalmente erecta, y empecé a pajearla por instinto, ella gemía en voz baja y me devolvía las caricias, volvió a besarme con lujuria, mientras me decía:
- manoséame toda, amor, soy tu puta.
Llevé mis manos a su culo, acariciando su orificio anal intentando meter mis dedos dentro, ella besaba mi cuello, mis orejas, lamía mis labios, era toda una gata en celo, me dijo al oído: -¿querés cogerme la cola, bebe? mámame la conchita un poquito y te la doy.
Bajé hambriento hacia su entre pierna sin darme cuenta de lo que hacia, al encontrarme con su pija quise levantarme pero ella de un solo empujón me lo metió en la boca.
Sostenía mi cabeza con sus manos mientras se movía atrás y adelante, yo de a poco empecé a mover la lengua alrededor de su glande, mamaba pensando en como ella me lo había hecho a mi.
Ella soltó sus manos y yo seguí chupandosela, me decía:
-así bebé, mámale la pija a mamita, así, así uyyyyyy, que placer, asiiii amor asiiii, vení cogeme el orto mi amor, metía su dedo en mi boca recogía las babas y se lubricaba el ojete.
La sacó de mi boca y se dio vuelta, y dijo cogeme ahora, se apoyó en la puerta y sacó la cola hacia atrás, yo la penetré de un solo empujón y ella ahogó un gritito con mi mano, no aguanté más y dos o tres empujones acabé dentro de ella mientras ella lo hacia entre mis dedos.
Nos vestimos apurados y me dijo: - te espero en mi casa esta noche, te quiero coger yo pasándome un papel con su domicilio.
A la noche luego de dudarlo varias horas llegué hasta allí, si alguien quiere compartir sus relatos conmigo, escríbanme, me gustan los de travestis, lesbianas e incesto, besos.
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