Una chef en busca del amor 3

“A partir de ahora yo haré que tú me quieras aquí a tu lado.”

Era mejor rendirme esa noche, así que me fui directo a mi departamento.

Desperté  cerca de las 8 am y puedo jurar que me quede mirando el techo media hora pensando en Andrea. Yo se que quiero (me decía) pero ella, ¿quiere lo mismo?... Me di un baño y tome el primer Ferry a Isla Mujeres, era más que obvio que necesitaba un day off, me puse mi mejor bikini y me tire en un camastro en el instante que baje del ferry.

Ese día era solo para mí, ese era el plan, no mujeres, no Andy, no había plan más allá de escuchar el mar Caribe. Eran cerca de las 3 cuando decidí ir a comer, cuando la silueta de un ángel me hizo sombra, perfectas curvas, perfecto cabello, y esa perfo que ya había visto en algún lugar, me estiro la mano ofreciéndome una cerveza, levante la mirada y me encontré con esos ojos hermosos que ya me habían quitado el sueño antes.

Andy: Brindemos!

Yo: Hola, ¿me estas siguiendo?

A: venga Dallas! No seas tan intensa, Cancún es chico fue coincidencia

Yo: ok! Fingiere que te creo (estire la mano y le di un trago largo a la cerveza),  te invito a comer ¿quieres?

A: si, pero primero entremos al mar, muero de calor.

Jugueteamos un rato en el mar, mas de una vez intento hundirme,  yo más de una vez intente robarle un beso y entre juegos paso 1 hora, decidimos salir del agua, me tomo de la mano y una descarga eléctrica se apodero de mi cuerpo, me gusto esa sensación. Tome una toalla y seque su cuerpo, tan despacio que podía delinear cada una de sus curvas, le di un beso en su cuello y al instante se erizo su piel, sujete su mano y la guie a un restaurante comimos, era algo tarde y estaba por zarpar el ultimo ferry del día, ella se quedo en alto total…

A: Y si nos quedamos esta noche?

Yo: Podría pasar todas las noches contigo…

A: Pero?

Yo: Pero mejor, en Cancún.

Amaba isla mujeres pero no como para pasar una noche ahí.

La  jale hasta el ferry, sin dudarlo nos situamos en la parte de arriba, un grupo de chicos subieron a hacer ambiente para el regreso, la brisa del mar, la música y esos ojos que te tientan a bajar al infierno. Recostó su cabeza en mi hombro y comenzó una guerra de besos, uno más intenso que el anterior, amaba la forma en que mordía mi labio. El viaje de  media hora se volvió cortísimo. Una vez bajando del ferry le propuse comernos Cancún en una sola noche, bar tras bar se fue consumiendo la noche entre brindis, shot tras shot, besos, sensuales balies, recorrimos la playa cerca de las 6 am el sol iba brindando sus primeros rayos ella tomaba mi mano, hasta que nos sentamos en la arena después de haber dejado un largo camino de huellas plasmadas.

Yo: gracias por esta noche maravillosa!

A: gracias a ti!

Yo: Por cierto! ¿Cuál es tu juego?

Andrea: simple!

“A partir de ahora yo haré que tú me quieras aquí a tu lado.”

Sus palabras retumbaron en cada rincón de mí ser no entendí si era bueno o malo, no entendí si debía huir en ese instante, pase muchos días pensando en cómo llevarla a la cama y ella realmente buscaba algo real, algo a lo que yo no estaba acostumbrada, citas, flores, regalos, y todas esas cosas cursis a las que nunca me había enfrentado…

Algo interrumpió mis pensamientos, era el tono de su celular.

A: me tengo que ir, lo siento, me hubiera encantado desayunar contigo.

Yo no podía articular palabra así que solo asistí y ella se retiro plasmando un beso en mi mejilla

A: te veo esta noche en el bar!

Después de un rato me levante y me dirigí a mi departamento, dormí unas 4 horas, al despertar sentí en el pecho el sentimiento de necesidad, y no sabía si necesitaba de sus besos, de sus ojos, de su voz o de ese calor que sentía al estar cerca de ella. La llame puesto que yo tenía su número y ella el mío no.

Yo: hola guapa! Pudiste dormir algo?.

A: Dallas hermosa! Qué bueno que llamas, intente localizarte toda la mañana, el bar no abrirá en 3 días por remodelación.

Yo: ok! (no sabía que decir, invitarla a salir o dejar que ella dijera algo)

A: Y por otro lado debo viajar al DF y quería ver si… ¿querías venir conmigo?

Como negarme ante tal belleza

Yo: claro! ¿Cuando salimos?

A: esta misma tarde, te veo en el bar a las 4

Termino la llamada y mi cabeza no dejaba de pensar, ¿en qué plan iríamos?, hace años que había dejado en DF realmente no extrañaba nada de aquel lugar pues haberlo dejado me había dado la libertad de ser quien soy, me había hecho independiente y había formado una estabilidad económica.

Empaque y llame a Kate para decirle que pasaría días fuera de Cancún, sin pedirme mucha explicación al asunto partí rumbo al bar. Llego Andrea.

A: Lista? (me dio su mejor sonrisa y se le veía muy energética a pesar de la desvelada se le veía radiante)

Yo: Claro! (le di un beso en la frente y tome su mano dirigiéndonos al vehículo que nos llevaría al aeropuerto)

Una vez ahí abordamos el avión, dios! Que haría 2 horas en el aire con esa mujer que estaba cual huracán destruyendo todo en mí...

A: pasa algo? , estas muy callada

Yo: no! Solo que hace años no voy al DF

A: no te preocupes! Será divertido lo prometo!

Yo: ¿a qué vamos con exactitud?

A: Te dije que soy pintora? Pues vamos a unas reuniones de un proyecto personal, no nos quitara mucho tiempo.

Yo: ok!

De pronto siento como se acerca a mi oído y susurra ¿te quieres comer conmigo el DF también?

Sentí como el color de mi cara cambio totalmente.

Puse mi mano en su entrepierna, me acerque a su oído y respondí, hace días que lo que quiero comerme es otra cosa, apreté mi mano y pude notar como su respiración cambio, cerca del final del vuelo ella puso un audífono en mi oído.

A: solo escucha!

Y a mis oídos llegaron las siguientes palabras:

Eres vino tinto, mi trago predilecto.

Derrámate en mi cuerpo, absorberte en mi piel.

Y que esta noche se demore en exceso.

Que minutos se hagan horas devorándote mujer.

Al momento que aterrizamos en el enorme DF sentí sus labios sobre los mios…


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cancion: YOU de Romeo Santos