Una casa de masajes muy especial

Como conocí una casa de masajes atendida por una terapeuta muy profesional que además de aliviar algunas molestias físicas, me permitió explorar su fuerte temperamento al paso del tiempo

UNA CASA DE MASAJES MUY PARTICULAR

Viviendo en la ciudad de Monterrey, en México por el 2014, una tarde que estaba buscando en Internet un modelo de aire acondicionado para la casa, ya que ese verano el calor estaba muy fuerte, en una de esas páginas de buscadores diversos, me saltaba un anuncio de una terapeuta que anunciaba masajes ejecutivos, relajantes y terapéuticos que incluso controlaban hasta la migraña.

Como desde mi juventud he tenido episodios de migraña, que gracias a Dios conforme fui madurando se fueron haciendo más esporádicos, pero que cuando me llegaban a aparecer eran muy intensos, con curiosidad tomé los datos pensando en contactar dicha clínica en caso de que en un futuro me viniera uno de esos episodios.

Pasaron algunas semanas, compré el aire acondicionado para la casa y mejoró la condición del calor en el hogar tanto que volví a cotizar otro aparato de clima para otra de las zonas de la casa; en eso estaba cuando me vuelve a surgir el anuncio de la clínica de masajes y más por curiosidad u ociosidad del momento, apunté el teléfono y procedí a llamar para pedir informes.

Me tomó la llamada una voz femenina que sonaba como de una mujer mayor, no anciana pero si ya mayor, le pedí me diera informes de sus servicios y muy amablemente me preguntó el tipo de masaje en el que estaba interesado, relajante o terapéutico. Como no tenía prisa le pedí me diera informes de ambos y comenzó con el terapéutico y me dijo que este lo daba una terapeuta profesional, con más de 25 años de experiencia y que me aseguraba que la sesión de 60 o 90 minutos, a elección del cliente, lograba reparar cualquier malestar menor de cansancio, pesadez del cuerpo, cualquier tic nervioso e incluso reducir la frecuencia de dolores de cabeza y hasta la migraña. Como en carne propia he vivido los dolores de un episodio fuerte de migraña, con algo de escepticismo insistí en que me diera mas información de esta terapia como ella misma la llamaba; me dijo que por medio de un masaje tonificante se iban descubriendo los puntos desgastados del cuerpo y que una vez localizados, se procedía a suavizar las terminales nerviosas y finalmente con esta terapia se lograba mejorar la condición general del paciente, reduciendo estos malestares hasta por semanas y que al mismo tiempo el cuerpo quedaba con mucha energía, esta última frase la dejó sentir con un tono en su voz totalmente diferente, con un alto grado de sensualidad y haciendo una lenta pausa en sus frases, como realmente me considero muy avispado en esas señales de doble sentido, percibí que me estaba disfrazando el típico “masaje con final felíz”, lo cual me hizo sentir algo engañado, ya que de verdad me estaba interesando en lo de la terapeada para la migraña.

Algo molesto le dije con poco tacto que para que tanto verbo si realmente no era más que un masaje con final felíz. Como en cualquier lugar comíun y corriente de estos se podía obtener…, se quedó callada por espacio de unos 30 segundos, que hasta pensé, pinche vieja delicada, ya me colgó, pero no, con la misma voz calmada y realmente amable sin parecer molesta por mi comentario me replica, no señor, precisamente por eso al principio le pedí me indicara el tipo de masaje por el que estaba interesado.

Claro que tenemos el relajante, me precio de contar con el personal femenino mejor capacitado en la región para brindarle una experiencia única, no solo una sobada y su relajación, del tipo que el cliente solicite, no señor, mis terapeutas en un masaje de 90 minutos lo llevarán a sentir la mejor experiencia sexual en un masaje, ya que las tengo para dar placer real a mis clientes, no para un servicio corriente como usted dice, por ello también nuestras tarifas son diferentes, pero si hablamos de un masaje terapéutico este solo lo brindo yo, que tengo mis diplomas de formación en el extranjero, y me precio de que lo que ofrezco lo cumplo, el tipo de terapia que le podría ofrecer no se la va a dar nadie que yo sepa en esta ciudad, es más no se si en otro lado la ofrezcan de este nivel de profesionalismo. Un poco apenado le dije, de verdad no se moleste, lo que pasa es que al final de su explicación de esta terapia, su frase y el tono como me dijo que el cuerpo al finalizar quedaba con mucha energía supuse que era la forma de decir que quedaba listo para el final felíz…, pero en serio no se moleste, ya veo que habla de su profesión con mucha vehemencia y lo que menos quisiera es molestarla u ofenderla, pero en fin, le aseguro que mi intención era sin doble intención, y procedí a relatarle de mis episodios de migraña desde mi juventud y que era lo que me había llamado la atención de su anuncio y por eso mi interés en preguntar por la misma.

Muy cortésmente aceptó mis disculpas y de verdad que como una dama retomo el tema terapéutico muy profesionalmente y me dijo, mire, vamos haciendo lo siguiente, venga a conocer mi clínica, vea el tipo de personal que tenemos, nuestras instalaciones y le invito un café o un té y conversamos y si se anima ya veremos.

Total que en la llamadita para pedir informes fácilmente nos tomamos una hora, tiempo en el que nunca la sentí apresurada o queriendo finalizarla.

Ya para no verme mal y no sintiera el tiempo perdido le dije que la siguiente semana me abriría un tiempo por la tarde o noche y que pasaría a visitarle, solamente me solicitó que le llamara por lo menos con unas 2 horas de anticipación para que no llegara y estuviera ocupada, nos despedimos y colgué.

Pasaron los días normalmente, el trabajo, la casa, una salida con los amigos por la tarde y el sábado como si la hubiera llamado, que me empieza por la tarde un episodio de migraña, de los que de verdad tenía al menos 2 años de no padecer. Ni modo, pasé unas 20 horas durmiendo y a oscuras, ya para el Domingo en la tarde me paré, me bañé y comí ligero para volver a dormir y poder empezar la semana más o menos en condiciones normales.

Para el Jueves ya andaba con la pila muy baja y con el temor de que volviera el dolor de migraña, me acordé de la bendita terapeuta y tomé el teléfono y llamé, no me atendió ella, fue una recepcionista un poco más fría y en su papel, dando información y/o concertando alguna cita.

Le comente de la invitación que la señora me había hecho para visitar la clínica y me dijo espere unos momentos, voy a ver si la señora lo puede recibir…, pasaron como 3 minutos y me indicó que al día siguiente, Viernes, me podía recibir entre 6 y 7 de la tarde, entonces confirmé mi asistencia y a esperar con algo de urgencia al siguiente día.

El viernes transcurrió normal el día y ya para las 6 de la tarde hora en que normalmente salía del trabajo, tomé la nota de la ubicación de la clínica y me encaminé hacia allá.

Como el lugar no estaba en mis rumbos normales, me topé con un trafico muy denso y me demoré casi 45 minutos en llegar a mi destino, cuando el trayecto normal no debió haber pasado los 15 minutos.

Por afuera la clínica no tenía ningún letrero, se trataba de una casa habitación de 2 niveles en una zona residencial normal, en general se veía en buen estado y tenía espacio para estacionar 4 autos, había un lugar desocupado, me estacioné e ingresé a la casa, en donde al entrar había una recepción con una señorita bien arreglada al frente. Me presenté y pregunté por la Terapeuta indicando que tenía cita con ella, me pidieron esperara en uno de los sillones de la recepción y como a los 10 minutos bajo del segundo piso una señora de unos 55 a 60 años edad, vestida con unos leggins negros y sobre ellos una bata blanca con vivos azul claro que le cubría debajo de las nalgas. Por el tipo de bata no podía apreciar muy bien el cuerpo de la señora, pero no se veía muy delgada que digamos, y sin tener mucha abertura al frente si se le apreciaban unos pechos grandes y no caídos.

Ya mas cerca pude confirmar que estaba mas cerca de los 60 que los 50 años, ya que cuando me saludo sus manos pequeñas, suaves pero con vitalidad, mostraban lunares y pecas propias de la tercera edad, sin embargo cuando se acercó a darme un beso en la mejilla su cutis y en general el estado de su cara se veía mucho más joven que el resto de su cuerpo, pero a la vez o de primera impresión no se le veía que fuera producto de alguna cirugía, más bien se le veía muy hidratada y lozana la cara, casi sin arrugas y firme…

Su voz era exactamente como en el teléfono, rasposita, reflejando su condición de veterana, pero a la vez fresca y con cierto tono de vitalidad-autoridad.

Me pidió que la siguiera, que me haría un recorrido por las instalaciones, en la planta baja había una pequeña sala que comunicaba con 3 habitaciones muy similares en su interior, pintadas en blanco, muy limpias, sin muchos muebles o accesorios, una cama de masaje cubierta con toallas blancas., limpias y muy bien acomodadas, un estante o buro al lado con diferentes botellas de aceites de colores con tapas de corcho, un incensario y pajitas de diferentes colores, toallas mas pequeñas dobladas, y abajo 2 o 3 estantes vacíos. En la pared 2 o 3 cuadros y un gancho con 2 batas blancas colgadas y en el piso 2 pares de chanclas diferentes. Dos de estas habitaciones tenían un sillón de los que se usan para posiciones sexuales y una tenía un columpio colgado y las 3 con puerta interior que daba a un baño común muy grande, con unas 4 regaderas separadas, cabina de vapor y sauna, 2 lavabos, 2 bancas y lockers como para guardar ropa, con candados de combinación.

En ese mismo piso había una pequeña cocineta con cafetera y tetera, un horno de microondas y fregadero.

En el piso superior otra sala de 3 sillones amplios, con una pantalla de tv colgada transmitiendo imágenes diversas de paisajes y una música suave de sonidos del mar, había otras 3 habitaciones muy similares a las de abajo y 2 más que se veían diferentes.

Al entrar en una de ellas, mucho más grande, tenía al centro una cama de masaje pero un poco más ancha que las otras, como si fuera de cuerpo y medio, la pintura de este cuarto era de un tono oro pálido con las luces muy tenues, sin cuadros, pero en una de las paredes había colgados no menos de 7 a 10 diplomas de diversos cursos y técnicas que había tomado la Terapeuta, ahí pude ver su nombre que era Ana; el techo se apreciaba más oscuro y tenía igualmente el gancho con 2 batas y sus chanclas en el piso. Había una cómoda mediana que tenía algunas velas pequeñas mismas que también estaban por toda la habitación en diferentes soportes por las paredes, pero como que a diferentes alturas. Esa misma cómoda tenía muchas botellas con aceites de colores, sus inciensos y varios cajones inferiores. Había junto a una de las paredes un pequeño banco como para dar masaje sentado. Esta habitación tenía su propio baño privado, grande con tina de hidromasaje y todos sus servicios y un armario mediano para poner la ropa.

Me dijo la señora que la otra habitación era igual pero que no estaba en servicio, que la estaban pintando, regresamos a la sala del segundo piso, me ofreció un té y nos sentamos, me comenzó a describir ahora las terapias relajantes, me dijo que en estas primero el cliente tomaba un baño de vapor o sauna de 15 a 30 minutos, después una ducha de agua helada y un baño de frotamiento impartido por la masajista. Después pasaban a la sala de masaje y recibes un masaje descontracturante y relajante de unos 20 minutos y al final de este un masaje estimulante que puede incluir al gusto del cliente, masaje oral y/o sexo por 1 o 2 terminaciones y nuevamente una ducha final, con duración total de 90 a 120 minutos y con costos diversos de acuerdo al tipo de servicio brindado por la masajista, quien pudiera recibir o no una propina por el cliente, ya que su paga está completamente incluida en el costo del servicio. Sin mostrar un exagerado interés le pregunté del silloncito par poses y me explicó que sus masajistas estaban realmente preparadas para darte una super experiencia sexual con poses de Kamasutra incluidas, que eran una auténticas maestras del sexo y sonó una pequeña campana y aparecieron 6 señoritas vestidas solamente con una bata de colores diversos que apenas les tapaba las nalgas y con tacones muy altos, todas ellas fácilmente rebasaban el 1.70 d estatura, con unos cuerpos diferentes, desde muy delgada con formas, hasta una más bien carnosa con mucho culo y pecho pero con la cintura bien marcada.

Después del desfile de estas señoritas me preguntó que me habían parecido y si estaba interesado en alguno de sus servicios; le comenté que eran unas preciosidades sus niñas, pero que como le había comentado en nuestra primera conversación mi interés original era el masaje terapéutico y que quizá después probaría alguno más.

Entonces me dice, vienes con tiempo para tu terapia?, le dije que si que desde que el día anterior había confirmado mi asistencia, me había hecho espacio suficiente, me dice ok, porque mi terapia no toma menos de hora y media y después de darme el costo de la misma que me pareció un poco exagerado pero dentro de lo que había presupuestado, le dije cuando digas, estoy en tus manos.

Pasé a la recepción, pagué el servicio y me condujeron a la habitación del segundo piso, me llevaron hasta el baño y ahí me dijo la señorita de la recepción que me desnudara y que me introdujera a la Tina que ya se estaba llenando y que ahí estaban las esencias y los jabones para que hiciera uso de ellos y que en breve llegaría la Terapeuta. La luz del baño también era tenue, así que me desvestí, tomé alguna de las esencias la puse en la tina y me metí y accioné el interruptor del Hidromasaje. Como a los 5 minutos entro la Terapeuta y me pregunta si la temperatura de la tina estaba agradable, le comenté que sí, estaba tibia y muy agradable, con chorros de agua potentes dirigidos a las piernas y espalda. Ella venia con la misma bata pero no se le veía mas ropa, se sentó a la orilla de la tina y tomo una esponja grande y la enjabono y empezó a darme un ligero pero agradable masaje por la espalda, las piernas y en cierto momento me pido me pusiera de pie y me enjabonó todo el cuerpo, al pasar por mis genitales, tomo delicadamente mi verga que estaba solo morcillona, la palpó y siguió con la esponja, terminó y me pidió que me quitara el jabón, me secó con una toalla muy felposa y me entregó un pequeño bikini desechable para que me lo pusiera y pasara a la habitación.

Entre en la misma y ahí estaba ella en el armario preparando algunos aceites, no volteo a verme, me tendí boca abajo en la cama de masaje y se oía una música como tibetana a un nivel de sonido agradable, con las luces aún más bajas, casi en una semioscuridad y con muchas velas encendidas y un olor a incienso tenue pero muy agradable, entre maderas y cítricos.

Terminó sus preparaciones y acercó una mesita de ruedas a la cama de masajes y me comenzó a hablar con una voz suave y muy agradable, que tratara de vaciar de pensamientos mi mente, que me concentrara solo en la música, me acercó al oído algo como unos pequeños platillos que al sonar hacían una vibración de tono muy suave y bajo, repitió el sonido y acercando su boca a mi oído me pidió que me concentrara en una palabra que me iba a decir y que solo la repitiera cada 10 segundos más o menos y solo escuchara mi voz y el sonido de la música, ella me seguía diciendo algunas palabras al oído pero no las trataba de entender, seguí sus instrucciones y por un momento sentí cada vez más lejos mi voz y la música y una relajación diferente en el cuerpo, algo que no había sentido, como que si era mi cuerpo pero yo no tenía control sobre él, empecé a sentir unas manos que infundían calor donde me tocaran y a la vez una presión fuerte, no con dolor pero si con fuerza, se desprendieron en el ambiente algunos aromas muy agradables y comencé a sentir el masaje en la espalda, las nalgas, ella metió sus manos por dentro del bikini y me masajeo las nalgas y en ciertos momentos pasaba al frente y tomaba firmemente mi verga, sin sacudirla o masturbarme, pero si le daba sus apretones, de ahí a las piernas, luego en los brazos y pies y de regreso; empecé a sentir sus manos en mi cabeza, la frente, la nuca, las sienes y con algo de presión igualmente sentí calor en la cabeza y en la parte posterior del cuello y columna.

En cierto momento paró, prendió mas incienso y lo esparció abundantemente por la habitación, el olor me inundaba la nariz sin molestar pero si era muy penetrante. De pronto sentí que me tomó de los tobillos y no sé como pero me dio la vuelta en la cama sin ningún esfuerzo, yo no soy gordo pero tampoco delgado y me sorprendió la facilidad de su maniobra. Una vez boca arriba se acerco de nuevo a mi oído y me empezó a decir con una voz un poco mas grave y algo sensual que volviera a concentrarme en la música y solo en la música que ella seguiría con su terapia por mi cuerpo y que ya vería como me sentiría muy bien al terminar… Se acercó mucho a mi cara, comenzó a darme masaje en la frente, las mejillas, el contorno de la nariz y de la boca y regresaba, con sus manos tapó mis ojos y de momento me puso un antifaz y me pidió que los mantuviera cerrados.

Comenzo a bajar por el cuello, los hombros, el pecho y los brazos, le puso mucha atención, tiempo y fuerza a mis manos y dedos, los apretó, los jaló, los sacudió, doblo y tronó varias veces, regresó por los brazos y hombros, de ahí otra vez al pecho y el abdomen, ahí también sentí que lo trabajó bastante tiempo y con fuerza, paso de largo mis genitales y se fue a las piernas, desde los muslos hasta los pies y también se tardó y trabajó mucho mis dedos de los pies, volvió a ir subiendo por todo la parte frontal de mi cuerpo masajeando fuerte, llegó hasta la cabeza y me masajeó fuerte la cabeza, las sienes y el cuello.

Hizo una pausa y me dijo que me mantuviera lo más quieto que pudiera y siguiera tratando de tener la mente sin pensamientos, que disfrutara la sensación de mi cuerpo, que ella ahora “iba a sacudirse la energía negativa que me había sacado y que después terminaría con su terapia”.

Pasaron como 10 minutos, en ese tiempo alcance a escuchar como que ella sacudía sus brazos, se oía como una fricción, asimismo se oyeron como tronidos de sus dedos y después se sintió una corriente de aire fresco con unos tonos de aromas como mentolados y cítricos, y luego escuché como frotaba sus manos y otra vez las acerco a mi cara y de nuevo otros aromas muy agradables y como muy aceitoso el contacto de sus dedos.

De la cara pasó al cuello y hombros, con menos fuerza pero con un calor mas intenso, el pecho y el abdomen luego empezó a masajearme las piernas, de los muslos a los tobillos y de regreso hasta el abdomen, entonces sentí un cambio en el masaje, con menos fuerza pero mas lento, así paso del abdomen al costado de mi cintura y hacia abajo por el costado, comenzó a meter las manos por los costados del bikini del centro de mi abdomen a las ingles, no me tocaba la verga pero si la rozaba con sus manos, hasta ese momento yo había permanecido con los brazos a mis costados, pegados a mi cuerpo, pero al empezar a sentir el cambio en el ritmo del masaje y la zona donde estaban sus manos, acerque mi mano derecha hacia la espalda de Ana, como seguía con el antifaz no la veía pero sentí la tela de su bata, continué acariciando su espalda y fui bajando lentamente mi mano hasta llegar a sus nalgas; la verdad me impresionó agradablemente la sensación de dureza que sentía en sus carnes, unas nalgas firmes medianas pero redondas, plenas, ella no se alejó ni hizo ningún movimiento para que me detuviera, tampoco me dijo nada, así que lo tome como una aceptación de su parte y seguí con mi mano recorriendo sus nalgas, le sentí un bikini pequeño y metía mi mano por dentro de esta y le recorrí la raya de sus nalgas y llegué hasta su culo, quería seguir hacia su vagina.

Ella se hizo un poco más hacia abajo de mi cuerpo y ya no llegaba yo hasta su vagina, pero continué en la redondez de su culo a mi antojo.

Ella por su parte seguía con su masaje en el abdomen hacia mis ingles con las dos manos, luego empezó a pasar mas abiertamente sus manos hacia mi verga hasta que la tomo con una de ellas y la fue apretando sin llegar a causarme dolor o molestia, ya bien prendida de ella, empezó con unos movimientos lentos y fuertes desde la base hasta el prepucio, continuos pero no como una masturbación, se sentía diferente, después de varios minutos paró, ya mi verga la tenia completamente dura y con ganas de algo mas que un masaje, pero a la vez mi mente seguía tranquila y solo trataba de disfrutar las sensaciones de lo que estaba recibiendo y a la vez de su culo, el cual no dejaba yo de sobar y de alguna manera había podido avanzar otra vez un poco más y ya podía sentir un poco del interior de su culo y hasta un poquito la entrada de su vagina. Quiero mencionar que en este punto llegue a sentir muy calientes las partes de Ana y con algo de humedad en lo que podía alcanzar de su vagina, no sentí que quisiera detenerme, pero tampoco me alentaba a más.

De nueva cuenta me asió la verga y de nuevo con sus apretones y movimientos con fuerza de la base al prepucio y de regreso, pasó bastante tiempo con ese movimiento y de plano ya me estaba calentando mucho y mi verga pedía más, entonces me fui incorporando sobre la cama de masajes, me quité el antifaz y seguí con la mano derecha en el culo de Ana buscando llegar a su vagina y con la izquierda le fui metiendo poco a poco la mano por enfrente de su bata, traía un brasier negro de encaje sus pechos se sentían grandes firmes y no muy caídos, tomé uno de sus pezones y lo fui retorciendo y apretando sin llegar a hacerle daño, pase al otro aunque con algo de dificultad ya que no lo alcanzaba muy bien, pero no paraba, mientras tanto seguía sintiendo los apretones lentos pero constantes de Ana en mi verga y el vaivén de arriba abajo, volví a intentar llegar a su vagina con mi mano derecha y casi tuvo éxito completo, alcance a meterle un par de dedos y sentí su calor y humedad, pero duró muy poco tiempo, al mismo tiempo que se incorporaba, Ana soltó mi verga y se acomodó el brasier y la bata, con firmeza puso sus manos en el centro de mi pecho y me volvió a tender en la cama de masajes, se acercó mucho a mi cara y con una voz muy sensual me dijo que estábamos llevando la terapia por otro camino, que como me había dicho me aseguraba una completa satisfacción y mejoría con este masaje, que me sentiría con más energía en los días siguientes y que seguramente no me regresaría un episodio de migraña pronto.

Le dije que lo entendía pero que la estimulación que me había dado en la verga me estaba llevando a desear más y que lo poco que había podido tocarla, también me hacía sentir que a ella le también se estaba prendiendo.

No me contestó de inmediato, pero bajo una de sus manos y me agarró la verga, esta que seguía firme, se volvió a poner bien dura, sin soltarme se acerco a mis labios con su boca y me decía mira José, de verdad te digo que yo manejo absolutamente profesional mi terapia, en tu caso me dejé llevar un poco más allá porque me gustaste y aunque comenzaste a acariciarme no te sentí que te propasarías, mas bien como que me estabas dando placer como lo estabas sintiendo con mis caricias, y además si que lograste despertar mis impulsos, y seguía acariciándome la verga en forma pausada pero sin parar, le dije mira Ana de verdad que cuando me enseñaste tus instalaciones y hasta a tus niñas, yo seguí prefiriendo la terapia que me ibas a dar, pero como se fueron dando las cosas, cuando me fuiste acariciando la verga como lo haces realmente me encendiste y me encantaría probar más de ti, al tiempo de esta breve conversación yo ya había llevado mi mano por debajo de su bata y sin que ella me hubiera detenido ya tenia 2 de mis dedos adentro de su vagina y la acariciaba y sentía su calor y humedad, quiero decirles que Ana tenía una vagina amplia depilada pero su interior se sentía apretado, caliente y jugoso, llegue a rodear su clítoris con mis dedos y respondió al tacto poniéndose duro. Su voz se puso más sensual si era posible y me dice, te voy a confesar algo, yo desde luego que como mujer cuando alguien me gusta me prendo, pero no soy nada fácil para dejar acercarse de esta forma a cualquier hombre, normalmente rechazo cualquier intento de alguien a propasarse conmigo, porque así he sido siempre y porque además tengo ya mucho tiempo sin pareja sexual, como cualquier persona cedí a los deseos con una pareja y realmente me lastimó mucho, hasta el grado de mandarme al hospital por una golpiza que me propinó, y desde que logre separarme de esa relación enfermiza, me he contenido y te tengo que confesar que no ha sido fácil, mi temperamento es muy fuerte, soy muy caliente en cuanto al sexo, pero prefiero reprimir mis deseos a que me vuelvan a herir y además como te repito siempre he puesto una barrera entre mi profesión y mis sentimientos o deseos, la verdad es que aparte de que te has portado como caballero, me atraes, tienes algo que logro prender mis sentidos y por eso pasé de mi terapia normal a hacerte esas caricias en tu miembro, me gusto lo que iba sintiendo al palparlo y más cuando comenzaste con tus caricias, hace años que no dejaba avanzar a nadie a mis partes intimas y ya ves, no están del todo dormidas, ya respondieron a tus caricias, pero de verdad te pido que hasta aquí lo dejemos por esta ocasión y quizá si nos seguimos viendo lleguemos a más.

Me agradó mucho la confianza de Ana para contarme lo que le había pasado, pero me estaba siendo muy difícil parar lo que estaba sintiendo con sus caricias y además lo cálido y jugoso que sentía en su interior, pero pudo un poco más mi cordura y pare lo que estaba haciendo, saque mi mano de la vagina de Ana y simplemente la posé en sus nalgas y las acariciaba ya muy despacio sin buscar llegar a más.

Ella por su parte paro de apretarme la verga pero no la soltó completamente, puso su boca en mi pecho y me fue besando lento hacia abajo, pasó por mi abdomen y antes de llegar a mi verga se detuvo y me besaba de lado a lado el abdomen y el bajo vientre pero sin meterse mi verga a la boca, me mantuvo en un estado de excitación muy alto, con la verga bien dura y parada, la sobaba con delicadeza con su mano y en cierto momento la metió a su boca sin mamarla, la mantuvo ahí como dándome calor con su aliento, esto duro unos momentos más, después la sacó de su boca y me tomó la verga con la mano, me la apretó fuerte y se acercó a mi y me dijo, esta es una terapia que se desde tiempos antiguos para incrementar la firmeza y fuerza del miembro, no te dejes correr, vamos a llegar al límite y paramos y así lo vamos a repetir y verás como te sentirás con mucha energía sexual, esto hazlo tu mismo cuando te bañes y verás como tendrás más vigor sexual.

Yo como corderito me dejé hacer, me llevaba casi a venirme, paraba y me apretaba la verga, descansaba y otra vez, así como 5 veces, ya al final me dice, pobrecito de mi José, no te voy a dejar así, esto como verás ya no es parte de la terapia, es porque me gustas, bajó lentamente hacia mi verga, la metió a su boca y me la empezó a mamar lentamente pero riquísimo, hasta que unos minutos después le hice señas de que ya estaba por venirme, se la metió toda a la boca y se tragó todo mi semén, con todos estos ejercicios sé que fue una corrida abundante y espesa, ella no dejó nada, todo se lo tragó y me limpio con su boca todo lo que quedaba, termino, se acercó, me dio un beso profundo y me dijo no sabes el volcán que estás despertando, la próxima vez que estemos juntos te voy a dejar seco…

Me dejó reposar unos minutos más, me llevó a la ducha, me enjabonó, enjuagó, me secó y me vestí, me sentía ligerito pero con mucho vigor, con fuerza y sin ninguna molestia, me subí al auto y al ver la hora no lo podía creer, habían pasado casi 3 horas desde que llegué, me dirigí a casa pensando cuando podría terminar lo que empecé con Ana, pero ya habrá tiempo para contárselos.

Saludos desde la CDMX