Una carta para tus pies

Una carta para tu y tus pies.

Hola como estas, te sorprenderá que te escriba pero necesito decirte algo urgentemente.

Este día he decidido declararte un secreto que he conservado celosamente durante mas de 15 años.

El tiempo a pasado vertiginosamente y tus recuerdos aunque distorsionados, siguen estando muy presentes en mi mente.

Nunca quise decirtelo antes pero ahora me lleno de valor para confesarte sin tanto rodeo "que me gustan mucho tus diminutos pies".

Desde que era un niño me sentí muy atraído hacia ellos, jamas entendí porque pero no he podido desprenderlos de mis sueños ni un solo dia.

A pesar que tu eras 2 años mayor que yo, siempre nos entendimos muy bien.

Fuimos a las mismas clases de catecismo, de Ingles y de piano, también nos encontramos en los niños exploradores.

En fin, nuestras vidas estuvieron conectadas durante toda nuestra niñez y gran parte de nuestra adolescencia, y en todo este tiempo no hice mas que vivir en torno a tus bellos y perfectos piecitos.

Tu nunca te fijaste, pero yo siempre estuve pendiente de todo lo que hacías con tus pequeños pies;

Conocía cada detalle de todas tus sandalias y zapatos, distinguía todas tus calcetas, reconocía el olor de tus pies después de una actividad agotadora que los obligaba a transpirar en exceso, e incluso identificaba el numero de días que tenían sin ser lavados.

Como poder borrarlos de mis vigilias si eran tan graciosos, tan tiernos, tan rosaditos, tan traviesos, tan olorosos y tan inquietos.

Recuerdas cuando éramos niños y vestías aquellas lindas sandalias con dibujos de "Micky Mouse".

Probablemente ya lo hayas olvidado!

Tu pie encajaba perfectamente en ellas ya que habían moldeado de punta a punta su plantilla de caucho rojo.

Ni te imaginas, que si hablo con tanta seguridad del bajo relieve en la plantilla de tus sandalia es porque a escondidas, las tome varias veces en mis manos.

Me encantaban cuando estaban aun calientes después de una buena caminata sobre ellas y me las pasaba dócilmente por el rostro para sentir toda la forma de tus lindos pies grabada en ellas.

Conozco cada peculiaridad de tu tarso, metatarso y de tus dedos, y gracias a la vez que te jugué aquella broma en la que empape tus pies de pintura y luego te hizo plasmar tu plantas en un papel, conozco incluso cada una de las líneas de tus huellas.

Cada vez que introducías tus inquietos pies en tus sandalias, y se iban deslizando sobre la plantilla, escarbando lentamente con sus dedos los diseños originalmente impresos en la chancla ya casi desvanecidos y reemplazados por tus huellas.

Cuando por fin llegabas a la punta e instalabas el cordón plástico de la sandalia entre medio de tus dedos, yo sentía un escalofrío de arriba hacia abajo.

Usaste aquellas chancas durante casi 2 años y el día en que te obligaron a tirarlas a la basura lo hiciste junto con otros 4 pares que se encontraban también en estados comparablemente lamentables producto del largo uso y de la fuerte presión y el castigo que tus pies habían ejercido sobre ellas.

Aun recuerdo cuando aquel Domingo me dijiste que no podías salir: "Hoy no voy a poder salir a jugar porque mi mami quiere que ordene mi cuarto y que vote toda la ropa y zapatos viejos que tengo ahí, sobre todo las chancletas porque dice que ya apestan mucho"

Entonces espere, espere y espere... Hasta que vi a tu madre sacando una enorme bolsa negra de basura.

En seguida, aproveche que ya era obscuro para ir a recoger aquella bolsa repleta de objetos utilizados por ti, incluyendo las hermosas sandalias de Mickey Mause, que aunque no lo creas conservo en un cubo transparente especialmente diseñado para ellas, instalado en un lugar muy especial de mi casa aquí en París.

Fue toda una aventura el hacer llegar aquella bolsa a mi cuarto, y cuando por fin lo logre, tome automáticamente mis preferidas, las sandalias del ratón Miguelito y las bese y me masturbe con ellas en toda la noche.

El sabor de todo el sudor de tus pies recopilado y preservado en el hule creaba todo un alboroto en mi cuerpo.

Yo trataba de arrancar cada gota desde lo mas profundo de la plantilla, me restregaba tus sandalias por todo el cuerpo y colocaba sus suelas desgastadas en mi pecho como imaginando que tu estabas sobre ellas y que caminabas sobre mi cuerpo.

Durante todos estos años he desarrollado diversas técnicas para preservar todos los legados que tus menudos

pies esculpieron en dichas piezas de colección

Tus inconfundibles huellas perduran en cada zapato tuyo que guardo en mi casa y el recuerdo de tus pies continua cada día mas vivo en mi corazón.

Que bonito era verlos caminar, observar tu talon levantarse a cada paso,

Que exquisito era el olor que salía de entre tus dedos después de muchos pasos,

Que hermoso era verlos salir de su órbita, cuando dabas un mal paso,

Que sabroso era acaricias tus zapatos y chupar las huellas de tus pasos.

Tengo 3 galerías de fotos repletos con fotos de tus encantadores pies.

Esto explicara por fin la incógnita que por tanto tiempo tuviste acerca del porque había pedido a mis padres una cámara de fotos tan sofisticada cuando cumplí mis 13 primaveras.

Y de porque mi "flash" se encendía tan a menudo en dirección al suelo, capturando casualmente alguna peripecia de tus tenaces piecesillos.

El deseo por capturar en el lente cada gracias de tus sugerentes pies me incito a continuar mi carrera de fotógrafo y a convertirme en el artista que hoy día soy.

Todo gracias a tus pies!

Que hubiese sido de mi vida sin ellos?

Aquella noche en el rancho en la playa de tus padres en la que me confiaste, haber tenido un sueño muy raro y me dijiste: "Soñé cosas muy extrañas, creo que me divertía mucho y sentía como si alguien me hacia cosquillas los pies, además sentía como si los tenia mojados y el viento que soplaba parecía una nariz respirando entre mis dedos y me provocaba un frío intenso que rápidamente era calmado por un calor muy rico. Que crees que sea? mira mis pies los tengo todos cohibidos y chupados. Que raro verdad!"

Misteriosamente, tus pies amanecieron arrugados y fruncidos como si hubieran pasado sumergidos en el agua durante demasiado tiempo.

Pues dejame decirte que fue mi culpa ya que me la había pasado lamiendolos sin cesar en toda la noche, sin que tu te dieras cuenta.

Recuerdo cada una de las palabras que me dijiste aquel día ya que fue el mas bello de mi existencia.

Me enamore de tus pies y ellos nunca lo supieron y ahora que estoy lejos de ellos y me hacen mucha falta.

Daría cualquier cosa por verte abanicando tus dedos , empuñándolos, extendiéndolos, encogiéndolos montando los unos sobre los otros, mostrando sus uñas desafiantes y afiladas, los dedos de uno de tus del pies rascando entere medio de los del otro, tus arcos divinos y finos tomando forma de herradura para entrar en sus zapatillas.

Como poder olvidar!

Los necesito y ya no puedo seguir viviendo sin su compañía.

Quiero verlos en mi cara a cada mañana, quiero que me aplasten el rostro, quiero que me pisotees con ellos a cada noche, quiero que estén siempre a mi lado y estar a su servicio y disposición por toda la eternidad.

Quiero que me obligues a mamarlos todos los días, quiero que los metas en mi boca y que los hundas al máximo para que tus dedos acaricien mi garganta y yo poder atrapar tu talon con mis dientes.

Quiero dormir encadenado a ellos, quiero consentirlos adorar todos sus deseos y brindarles todas mi atenciones.

Pulir tus uñas, pintarlas y mantenerlas siempre hermosas, Encerar tus plantas con mi semen y hacer el amor a tus sandalias.

Déjame ser tuyo!

Contéstame esta carta si quieres que todo esto se realice.

Ven a vivir con migo y te juro que tu y tus pies serán tratados como reyes.

Piénsalo bien y no olvides que la felicidad de tus pies esta en tus manos.

Nadie en el mundo podrá tratarlos como yo.

PD no olvides en tus maletas, toda esa cantidad de sandalias y zapatos viejos que tienes.

Además te advierto que una gran cantidad de modelos te esperan en mi guardarropa, impacientes de poder ser calzados por los pies mas bellos del Universo

Besos y abrazos

Atentamente

Balcop