Una buena polla por el culo
Quedar para pasar una buena noche recibiendo por el culo.
Llevaba unos buenos meses sin tener sexo y ya estaba bastante caliente por lo que decidí entrar otra vez a un portal de la web para ver si pillaba algo. Soy versatil, pero esa noche tenía ganas de ser pasivo, un buen pasivo. Nada de sumiso ni sometido, sino un pasivo que sabe disfrutar como hombre y hacer disfrutar a otro tan hombre como él. Decidí hacerme un perfil muy caliente distinto al que usaba regularmente para quedar con tíos. Esta vez tenía ganas de comerme una polla grande y que me diera por el culo un tío bueno, cachas y bien macho.
“Hola, Soy un tío pasivo que le gusta que le den duro. Busco un tío cachas activo con una buena polla para un buen rato de sexo”
Acompañé con una foto mia de espaldas mostrando mi culo. Seguro que alguien caería.
No pasaron muchos minutos hasta que comencé a recibir propuestas:
“Hola, yo tengo lo que andas buscando, quiero darte por ese culo tragón este pedazo de polla hasta reventarte. Seguro que gozarás como la perra caliente que eres” Incluía sus datos para que lo llamara y una foto. No era lo que andaba buscando, tenía un poco de tripa y era demasiado musculado y peludo para mi gusto, tipo oso. Además no me gusta que me traten de perra ni que me mujeréen.
“Hola guapo! Tienes un culito precioso, me muero por comérmelo y partirlo con mi polla, te dejo una foto y mis datos para vernos ahora mismo si te apetece” Este estaba mejor, pero tenía una cara poco agraciada por decirlo menos.
“Que tal tío!, Yo tengo lo que buscas. Me encantó tu culito y quiero hacerlo mío. Tengo una polla de 20 cms gruesa y dura esperando por tu boca” Me dejó sus datos y este si que me moló. Era guapo que te cagas. Ojos claros, linda sonrisa, torso musculado en el punto preciso y una piernas tonificadas que me dejaron la polla morcillona de sólo pensar en el buen rato que pasaría con ese machote. Le contesté:
“Que tal guapo, pues no hago esperar más a ese pedazo de polla, voy ya! Y me la trago toda!” Ya me había duchado y estaba listo para la batalla, cogí condones y lubricante por si es que el tío no tenía y partí a la dirección que me dijo.
Cuando llegué estaba un poco nervioso. Me abrió la puerta y el tío sólo llevaba unos pantalones cortos deportivos. Lo miré de pies a cabeza y quedé fascinado, no podía creer el pedazo de tío que me iba a follar, alto, atlético, con una sonrisa encantadora y unos brazos con los que seguro me sujetaría firmemente en unos minutos más. Yo la verdad es que tampoco estoy mal, no soy tan atlético, pero estoy delgado sin ser una huesiloca, soy de piel blanca y no tengo mucho pelo, mido 1,74 cm y tengo el pelo negro y los ojos marrón.
-Que tal guapo- me saludó con un beso.
- No tan bien como tú- contesté con una sonrisa. Cerró la puerta detrás de mi.
-Yo te veo perfecto- Dijo cogiéndome la cara y morreándome con brusquedad. Yo me excité de inmediato y mi pene se puso duro dentro de mi pantalón.
Él rápidamente con sus manos en mis hombros me indicó que me pusiera de rodillas.
-Anda, chupalá que te está esperando ansiosa.
No tardé un segundo en bajar esos short y meterme ese mazo de carne de 20 cms gruesos y hermosos, apenas podía tragar y él me sujetó la cabeza y comenzó a follarme la boca. Yo estaba fascinado, caliente y me encantaba a pesar de las arcadasque me provocaba. Su polla sabía a macho, salado y jugoso. Me tuvo varios minutos ahí en la entrada de su piso alternando las folladas un tanto bruscas con algunos lamentazos para que recuperar la respiración. Luego me cogió del brazo y me puso de pié y me llevó al salón.
-Quitate la ropa que quiero ver otra vez ese culito.
Obedecí. Me desnudé rápidamente para quedar a su disposición.
-Estás muy bueno tío- dijo besándome el cuello y bajando por mi pecho. Me sentó en el sofá y comenzó a chuparme la polla. Hice además de poner mi mano en su cabeza y él la quitó. Quería chuparla a su ritmo. Levantó mis piernas y comenzó a lamer también mi culo.
Yo estaba en el quinto cielo disfrutando de su lengua caliente que abría y dilataba mi agujero cada vez más. Metía sus dedos gruesos y escupía lubricándolo bien. Me hizo girarme y ponerme en cuatro patas para dejar mi culo levantado a su disposición.
-Que sabroso culo tienes cabrón! Voy a disfrutarlo mucho!. Me dio un par de nalgadas fiermes que me pusieron a mil. Siguió metiendo su lengua dentro de mi ano y con su mano cogió mi polla y comenzó a masturbarme. Yo temí que en cualquier momento me corría, pero el controló muy bien y se detenía en el momento preciso.
-Quieres que te la meta?- me preguntó.
-Si- contesté.
-no te creo, no pareces desearlo tanto.
-Damela por favor, quiero esa polla dentro, follame tío!!
-Mmm, ahora si, pero aún no estoy convencido.- dijo torturándome un poco.
-Por favor tío, no esperes más meteme esa polla, dame fuerte. Pétame el culo de una vez cabrón!- Le rogué.
No dijo nada y de una sola embestida clavó ese pedazo de carne en mi culo dilatado y lubricado sólo con su saliva. Me dolió, pero lo disfruté. Grité, y luego con las embestidas sucesivas fuerte y enérgicas seguí gimiendo y gritando, pero estaba gozando como nunca. Me sujetaba de los hombros y clavaba su polla en lo más hondo de mis entrañas. Yo sentía que me iba a correr.
Se detuvo intempestivamente y me tomó de las caderas para girarme. Me puso de espaldas y levantó mis piernas, escupió en mi culo abierto de par en par y nuevamente me embistió sin piedad.
-Te gusta tío? Me encanta como se traga mi polla tu culito, lo tienes suave y apretadito. Dime que te gusta-
Me encanta tío… Follame duro…AAAh… AAhh… -dije entrecortadamente.
Esta es la primera de la noche tío, mira que me has gustado más de lo que yo pensaba. Te voy a dar como nunca te han follado.
-Estoy disponible para ti todo lo que quieras guapo!!
Luego de eso se salió de mi culo, se puso sobre mi pecho y comenzó a pajearse sobre mi cara, yo daba lamentazos a su verga que estaba pronta a descargar su leche. Yo en tanto me masturbaba con energía y estaba también a punto de correrme.
-Ya viene tu leche, quiero que te la comas toda!...AAHh …Ahhh… gimió descargando un buen chorro de esperma sobre mi cara y mi lengua. Yo eyaculé casi al mismo tiempo salpicando un poco en su brazo y su costado.
-Muy bien tío, eres un pasivo genial…
Con su mano recogió su leche que tenía sobre mi cara y lo metió en mi boca. Tenía un sabor salado que me gustó mucho y la idea de que esa noche volvería a probarla me puso caliente de inmediato. Pero eso es para el próximo relato.