Una breve fantasía

Fantasía de una amiga feminizando al sumiso que soy.

Imagino que entro en línea y que esa vieja amiga que hace mucho que no se conectaba finalmente vuelve a aparecer "on line" en messenger. Empezamos a platicar, tratando de ponernos al corriente en nuestras vidas. Hablamos de nuestros trabajos, de nuestras vidas amorosas, de la familia y de mil trivialidades. De pronto ella sugiere el vernos para tomar un café o una copa y seguir platicando en un ambiente menos cibernetico, consiente de sus gustos caros le comento de que mi situación económica no se encuentra precisamente en un buen punto, ella dice que así lo sospechaba, que nunca cambiaré, que soy el mismo, y ofrece ella invitar el encuentro. Yo acepto, mas por los grandes deseos de volver a verla y reanudar una vieja amistad que por las ganas de visitar ese nuevo bar. Acudo al encuentro, un poco cansado y desaliñado por la jornada de trabajo, ella aparece radiante, fresca y hermosa como siempre. Yo siempre en secreto había estado enamorado de ella, situación que pensaba que ella no sabía, pero esas son de las cosas que creo que no se pueden ocultar del todo. Empezamos la plática y ella pregunta acerca de mi vida amorosa, yo con un poco de pena le empiezo contando mis desventuras en el amor y el romance y el cómo mis problemas económicos no han sido de gran ayuda en mis relaciones amorosas, ella ríe picaramente con cierto toque de coquetería y de pronto comenta - Bueno, pero imagino que sí has tenido sexo con alguna de ellas, o con otras ¿no? Yo aún mas apenado le confieso que mi vida sexual está aun peor, le confieso sin saber porqué el hecho de que llevo mucho sin tener un encuentro sexual. Ante esto, decido cambiar el juego y opto por preguntarle a ella por los mismos temas. Ella me cuenta que no ha tenido suerte en el amor, pero que sin embargo su vida sexual es mas que satisfactoria, y sin ningún reparo empieza a contarme sus últimas aventuras sexuales, siendo por demás explicita en las escenas, en las palabras, en los físicos y en los tamaños. Sin darme cuenta durante toda esta plática se dirige a mi como "Manis" (apocope que hermanita, manita, amiga, chulis...)

Despues de varias horas, y de varios tragos la plática no cambia el rumbo ella sigue hablandome de los hombres con los que ha estado, de sus aventuras sexuales, de los hombres en el bar que le resultan atractivos, algunas burlas y risas de los dos acerca de otros menos afortunados, de los flaquitos, de los gorditos, de los feos. De nuevo, sin darme cuenta ella empieza a hacerme preguntas, jugando a entre los dos tratar de adivinar el tamaño de los miembros de los hombres, de cómo son en la cama. De pronto mi mente empieza a imaginarse esos grandes penes, esos hombres desnudos enfrente de mi, imaginándolos en una habitación conmigo y yo siendo su mujer y teniendo sexo con esos hombres, desde los mas guapos y atractivos, hasta los mas feos, rudos y vulgares, pasando por los no atractivos por sus pocos atributos. Mi cara, mis gestos y mis risas delataron, al parecer, mis pensamientos. En un momento de la plática ella me señala

  • No "manis", con un hombre como ese... bueno con cualquier tipo de hombre, tienes que aprender a ser toda una puta, tienes que aprender a mamarselas muy rico, y disfrutar de tener su semen en la boca...
  • No sabe feo?

  • No manis, y aunque te sepa feo tienes que decirle que te encanta y poner cara de que lo disfrutas "manis". Y tambien, para mantenerlos siempre a tu lado tienes que aprender a coger como toda una profesional "manis", tienes que saber montarlos muy bien...

  • Pero uno como ese lo ha de tener muy grande, no "manis"? te debe casi, casi que partir en dos
  • Ay "manis" es solo cuestion de saber cómo, y de que te acostumbres Poco a poco mi amiga me iba haciendo sentir como si yo fuera una mujer mas, sin darme cuenta esa idea me era agradable.
  • Manis... no te interesaría estar con un hombre? quizá tendrías mas suerte que con las mujeres "manis", y si aprendes a comportarte, quien sabe, a lo mejor y acabas resolviendo tus problemas económicos "manis"
  • ¿Cómo?

  • Pues sí tontita, puedes encontrar un hombre que te mantenga a cambio de que aprendas a ser...

  • Su putita???

  • No mames!!! Tú nunca serías su putita, para eso tendrías que haber nacido mujer. No "manis", serías su putito, quizá un putito muy femenino, pero un putito "manis", nunca se te olvide que eso eres "manis" un putito, jotito, mariconcito, que no eres suficiente hombre para estar con una mujer... Traté de decir algo, pero antes de poder emitir un sonido ella me soltó una bofetada tremenda en pleno bar. Por no provocar una escena, que se que ella le molestan de sobremanera me limité a sonreír ruborizado y bajar la mirada.

  • Mira "manis", no creas que no me di cuenta que durante toda nuestra plática se te iluminaba la cara al pensar en las vergas de esos hombres, que no me di cuenta como estabas encantado de imaginarte con ellos y ser su putito, y de traer medias, lenceria, ligueros y zapatillas y estar maquillado como toda una puta de la calle. Ella alcanzó a ver como me iba ruborizando sin decir palabra, mi silencio le confirmaba que había logrado su misión, la de descubrirme como todo un putito.
  • Que bueno que no digas nada "manis", por eso es que ninguna mujer te pela, todas podemos adivinar el putito que eres... pero no te sientas mal, a mujeres como yo nos gustan los putitos como tú, nos gusta divertirnos con ustedes, así que te tengo una propuesta que te conviertas en mi putito sumiso, en mi jotito, en mi barbie putito para vestirlo y feminizarlo y enseñarlo a complacer a los hombres. Qué dices? aceptas? De nueva cuenta trate de pronunciar palabra, pero ella colocó su dedo indice en mis labios y continuó:
  • Si aceptas "manis" quiero que te pongas de rodillas y beses la punta de mis zapatillas Así lo hice, ella ordenó la cuenta, pago, y salimos de aquel bar.

Salimos de aquel bar. Yo imaginaba que mi amiga había llevado su carro, así que una vez que el valet parking trajo mi auto esperé unos minutos a que llegara el de ella, ella volteó y me dijo - Yo manejo

  • Y tu carro?

  • No lo traje, así que te llevaré a tu casa y después me ire a mi casa en tu carro "manis"

  • Oye, pero yo mañana debo de ir a trabajar

  • Lo se, por eso mañana tendrás que llegar a mi casa a las 6 de la mañana, para recoger tu carro "manis"

  • Pero porqué tan temprano "manis"

  • Porque desde mañana empezara tu entrenamiento para que seas todo un putito "manis". Mañana llegaras a las 6 a mi casa, me prepararas el desayuno, lavaras y plancharas mi ropa, y despues te tendrás que bañar y arreglar para irte a trabajar, así que mañana quiero que llegues con tu ropa para ir a trabajar. Entendiste "manis"? No tenía ninguna alternativa, había quedado clara mi posición de sumiso, así que tenía que aceptar todo lo que ella dijera, no sabía porqué, pero sabía que así tenía que ser. Al día siguiente me desperté a las 5:45 a.m., me bañé, opté por ponerme unos pants, a fin de poder llevar a cabo todas las labores que mi amiga me iba a poner a hacer. Salí de mi casa, llamé un taxi y me diriji a casa de mi amiga. Al llegar a su edificio el portero me recibio con una mirada un tanto maliciosa, me dio la llave del departamento de mi amiga y me decidía a llamar el elevador cuando el portero me indicó que mi amiga había dejado instrucciones de que subiera por la escalera de servicio. Ella vivía en un quinto piso, así que al llegar a su departamento me encontraba un poco cansado, abrí la puerta y enfrente de mi me topé con mi amiga con cara de molestia, tan pronto cerré la puerta de tras de mi ella me soltó otra bofetada que casi me tira al piso. A lado de ella se encontraba un hombre semidesnudo, alto, corpulento, velludo, el cual se rió ante la bofetada que me había soltado mi amiga.

  • Este es el putito que te conte amor, desde hoy va a ser nuestra sirvienta.- Dirigiéndose a mi- "Manis" el es Ricardo, mi novio, y desde ahora tendrás que servirnos todas las mañanas y en las tardes despues de tu trabajo.

Yo me limité a asentir con la cabeza, Ricardo me revisó de arriba abajo, me rodeo a fin de ver todo mi cuerpo y mi complexión, me sentí como un animal en ese momento. Ricardo se dirijió a Laura, mi hasta ese momento amiga y comento:

  • Amor, y este putito va a hacer las labores vestido así?

  • No amor, ¿cómo crees?. "Manis" sube al cuarto de servicio, la puerta esta abierta, adentro esta el que desde ahora va a ser tu uniforme siempre que estes aquí. No tardes que ya son 6:30 y todo tiene que estar listo antes de las 8:30 para que te de tiempo de irte a trabajar "manis"

  • Amor, no creo que esté bien que le sigas diciendo "manis", creo que tenemos que buscar un nombre para este putito, uno que le haga entender su papel de sirvienta y que le recuerde que debe de comportarse lo mas femenino posible amor. ¿Que te parece Cleotilda?

  • Suena genial amor. Bueno creo que ya escuchaste, desde ahora tu nombre es Cleotilda, entendido "Cleo"?

  • Sí "manis"

  • No "Cleo", desde ahora tendras que llamarme Señorita, y tendrás que hablarme de usted, entendido?

  • Sí "Señorita"

  • Bueno, basta de platicas sube a cambiarte y espero que tengas listo nuestro desayuno en 20 minutos.

No me dieron oportunidad de decir mas, así que subí al cuarto de servicio, abría la puerta y me encontré con una cama en donde encima se veía un uniforme de sirvienta cortito negro con delantal blanco, unas medias negras tambien y unos zapatos de tacon bajo del mismo color, un coordinado de pantaleta y sujetador con relleno color blanco, una peluca castaña oscura y un butplug. Me apuré a ponerme ese uniforme, por ignorancia de cómo colocarme el butplug no me lo pusé y baje con el en la mano para preparar el desayuno. Me encontraba preparando el desayuno, cuando entró a la cocina mi amiga, puso su mano en mi culito y notó que no traía puesto el butplug

  • Cleotilde, ¿porque no traes puesto tu pequeño entrenador?

  • Perdón señorita, es que no sabía para que era esto

Lo tomó, sin dejarme protestar me alzo el uniforme, bajo un poco mis pantaletas y lo introdujo de un solo golpe, con lo que me hizo emitir un pequeño grito. - Mas te vale que no se salga, lo vas a traer puesto todo el día, en la noche que regreses quiero vertelo puesto, sino me haras enojar y tendré que castigarte. ¿Ya esta listo el desayuno? Con lágrimas en los ojos le contesté que sí, ella me ordeno que lo llevara a su recamara y que volviera a subir al cuarto de servicio a lavar y planchar su ropa. Obedecí sin protestar, llevé el desayuno a su cuarto, lo deje sobre una pequeña mesa y salí a la azotea para lavar, planchar y apurarme a vestirme para irme a mi trabajo.

Me encontraba ya en la azotea lavando y planchando cuando subió mi amiga, acompañada de otra de las sirvientas del edificio.

  • Cleo, te presento a Juana, ella es la sirvienta de la Srta. Raquel, que es una vecina muy amiga mía, y Juana siempre ha sido muy atenta y amable conmigo. Ya le conté de tu situación, y ella se ofreció muy amablemente a enseñarte a ser una sirvienta muy eficiente. Sólo que a cambio tú tendrás que ayudar a Juana con lo que ella te pida. Incluso Juana se ofreció a en el momento que yo quiera a presentarte hombres para que puedas salir en tus fines de semana. ¿Qué te parece Cleo?

Las sonrisas tanto de mi amiga como de Juana no dejaban lugar a dudas que no tenía escapatoría y que lo mas que podía hacer en ese momento era limitarme a sonreír, y fue lo único que hice.

  • Bueno Cleo, ya casi es hora de que te vayas. Antes de arreglarte quiero platicar contigo algunos puntos. Aquí tienes las llaves de tu carro, las llaves de tu departamento me las voy a quedar yo para sacar copias de ellas, para poder entrar libremente a tu casa. Cuando termines tu trabajo quiero que regreses aquí y sigas haciendo las labores de toda sirvienta. Iré a tu departamento y traeré para acá tu ropa de trabajo, ya que de ahora en adelante este cuarto va a ser donde vas a dormir, al menos por el tiempo que dure tu entrenamiento, podrás ir a tu departamento en tu día de descanso. Todos los días debajo de tu ropa de trabajo tendrás que llevar puestas pantaletas y medias, y obvio tu pequeño amiguito bien metido en tu culito. Por lo que respecta a tus finanzas no quiero que te preocupes, me entregarás todas tus tarjetas de crédito, tus números de cuentas y tus accesos de seguridad, tu dinero estará custodiado por mi. Tendrás lo suficiente para comer todos los días, el combustible de tu automovil y esas pequeñas cosas. El dinero para esos gastos te lo daré semanalmente como pago a tu trabajo de sirvienta en mi casa, y otros trabajitos que después te enterarás. Claro que cualquier falla o avería o si rompes algo o echas a perder algo se descontará de tu pago semanal. Ahora apurate a vestirte y vete a trabajar, saliendo de tu trabajo ve a esta dirección, ahí se encargaran de depilar todo tu asqueroso cuerpo. Entendiste todo putito?

  • Sí señorita

  • ¿Qué eres?

  • Un putito, Señorita

  • Que bueno que empiezas a entender. Bueno Cleo, apurate a cambiarte, te espero despues de tu trabajo completamente depiladito y con tu uniforme.

  • Sí Señorita

Esa fue mi primera mañana como su sirvienta. Me cambié, dejando puestas las pantaletas, las medias y el butplug. Durante el día de trabajo el butplug se me clavaba mas cada vez que me sentaba, y tuve que sacarlo y volverlo a meter cada vez que iba al baño. Al principio me dolía, y me avergonzaba la situación y la posibilidad de que alguien en mi oficina se diera cuenta, pero poco a poco me fuí acostumbrando a él e incluso por momentos me agradaba tenerlo en mi hasta ese día virgen culito.

Al terminar el día de trabajo en la oficina regresé al departamento de mi amiga. Siguiendo sus instrucciones fuí a la estetica donde me depilarían por completo. Afortunadamente cuando llegué estaba casi vacía. Me acerque a una de las dependientes y le comenté que tenía una cita para depilación, ella checo la agenda y al encontrar mi cita dijo en voz alta: - Sí Cleotilde, aquí esta tu cita, ya veras te vamos a dejar toda depiladita, vas a sentirte una chica limpia y hermosa. Toma asiento en seguida te pasamos.

Toda la gente volteó a verme, yo me encontraba sonrojado no sabía que decir. Me acerque para reclamarle a la Srta. su indiscreción, pero ella al ver mi intento me murmuro al oído:

  • Preferirías que te hubiera dicho "Putito" y que comentara algo acerca del juguetito que traes guardado en tu colita?

Me limité a quedarme callado y aguardar pacientemente.

Finalmente llegó mi turno, me hicieron pasar a un cuarto pequeño, pero muy iluminado. Me pidieron que me desnudará por completo. Así lo hice. La señorita que entró para llevar a cabo la depilación era una mujer alta, fuerte, un poco pasada en carnes, con gesto rudo. Ella me ordenó recostarme boca abajo en la camilla. Una vez que me recosté. ella amarró mis tobillos y muñecas a la camilla e intrudujó una pelotita con correas en mi boca. La situación me impedia moverme o tratar de escapar, y también impedía que pudiera gritar o protestar. En esa posición la señorita se dedico a depilarme con cera todo mi cuerpo, y aprovechaba de vez en vez para jugar con el butplug, apretándolo mas lo cual me obligaba a gemir. El mismo procedimiento realizó al depilarme por el frente. La parte de mis genitales fue sumamente dolorosa, las lágrimas me brotaban irremediablemente. Al ver mi sufrimiento ella sonrió y me dijo:

  • Que lindo putito eres, mira ya casi vamos a terminar y vas a quedar lindisimo. Es mas, tu patrona nos dio un regalito para ti si te portabas bien, y creo que te lo mereces. Dicho esto volvió a ponerme boca abajo, sacó el butplug que traía puesto y lo cambio por uno de mayores dimensiones. Sentí que me moría, afortunadamente esta ocasión tuvo a bien ponerle un poco de lubricante para que no fuera tan dramatica la experiencia. Pero de igual modo sentía que me rompían por dentro. Antes de liberarme jugueteó con el butplug un buen rato y despues me desamarró. Apuré a vestirme, y salí corriendo rumbo a casa de mi amiga aún con lágrimas en los ojos.

Subí a la azotea y entré al cuarto de servicio pensando en cambiarme la ropa. Cuando entre al cuarto de servicio ví encima de la cama toda mi ropa de trabajo diario (mis trajes, camisas, corbatas, y dos de mis pares de zapatos), abrí uno de los cajones del tocador y me encontré con pantaletas, tangas, sujetadores, corpiños; pura ropa interior femenina, no fina, sino al contrario bastante corriente y barata, y muy vulgar y sexy, toda conencajes. En el otro cajón encontre medias y pantimedias de todas las texturas. Encima del tocador había una pequeña nota "La ropa que esta encima de tu cama es la que usaras para ir a tu trabajo, pero siempre usaras ropa interior muy femenina y en vez de calcetines tendras que usar medias y pantimedias". Resignado a mi nueva vida me cambie de ropa, me puse el uniforme, cerré la puerta tras de mi para bajar al departamento de la "Srta." cuando enfrente de mi me topé con Juana - Buenas tardes Juana

  • Buenas tardes Putito. Que lindo te ves, pareces todo un mariconcito. Oye necesito que me hagas un favor.

Recordé lo que me había dicho la Srta. que tenía que ayudar a Juana siempre que me lo pidiera. - Si Juana dime.

  • Que bien que te comportes como debes. Bueno pues, necesito que vayas a la farmacia y traigas unas medicinas que necesita mi Patrón, y despues que vayas a la panadería y compres 6 piezas de bolillo. Y por favor apúrate. Cuando regreses me buscas en la cafetería que está en la esquina. Me entendiste Putito?

  • Sí Juana, sólo paso con la Srta. Laura a avisarle que ya llegué.

  • Yo le aviso, tú ve y apúrate.

  • Sí Juana, voy

Bajé por las escaleras de servicio, estaba a punto de pisar la calle cuando el portero (Don Javier) me interrumpio:

  • Hola putito

  • Buenas tardes señor

  • No me digas señor, me llamo Javier

  • Perdón, Don Javier

  • No seas tan formal conmigo.- Me dijo al tiempo en que se me acercaba y me apretaba las nalgas- mmm... veo que traes un juguetito en tu colita, te gusta No sabía que responder así que me limite a bajar la mirada.

  • No te preocupes putito, hoy en la noche pasaré a tu cuarto y te enseñaré lo que es una verdadera verga.

  • Gracias Don Javier, pero la verdad es que...

  • No digas nada, tu patrona ya me dio permiso y me dio copia de la llave de tu cuarto, así que espero que me recibas bien y te portes como toda la linda putita que eres. Sabía que no podía escaparme de esta, así que lo único que le dije fue un timido

  • Sí señor Finalmente salí del edificio y fui a cumplir con los pedidos de Juana. Por mi apariencia era obvio que no era una mujer, me veía como un putito vestido de sirvienta/puta. En mi camino a los lugares que me mando Juana muchos hombres me decían cosas, burlas, incluso mas de uno se atrevió a tocarme las nalgas y hacerme comentarios obscenos. Acabé los pedidos y regrese a encontrarme con Juana, ella me hizo llevar los paquetes hasta el departamento donde trabajaba y despues me mandó de vuelta con mi patrona. Al entrar al departamento de mi patrona me recibió con una fuerte bofetada.

  • ¿Dónde has andado putito de mierda?

  • Srta. discúlpeme, es que me encontré a Juana y me pidió que le fuera a hacer unos encargos

  • ¿Para quien trabajas para Juana o para mí?

-Para usted Srta., pero usted me dijo que tenía también que obedecer a Juana y... Otra bofetada, con cara de enfado mi patrona me dijo:

  • Te voy a pasar esta vez, espero que no vuelva a suceder. Juana vino a decirme lo que te había pedido, pero me dijo que estabas muy entretenida platicando con Don Javier... así que en verdad eres un putita no? pues bueno, a partir de ahora dormirás con Don Javier en su cuarto, y tu cuarto será sólo para que planches y para que te arregles para ir a trabajar. Desde hoy serás la putita de Don Javier, entendiste putito?

  • Pero Srta. yo, yo, ... yo no quiero

  • Harás lo que yo te ordene entendido?

  • Sí Srta.

  • Muy bien, ahora vete ya que Don Javier te esta esperando en su cuarto... Ahhh pero antes de que te vayas.

  • Dígame Srta.

  • Ricardo y yo estuvimos platicando y creemos que antes de que te estrene ese culito Don Javier necesitas primero entrenar ese culito de puta que tienes y para eso te compramos otro juguetito, así que volteate para que podemos ponertelo.

  • No Srta. por favor, no, por fa voooooor!!!!! Ayyyyyyy !!!!!! me duele mucho!!!!!

Ricardo se acerco a mi, coloco una pelotita roja en mi boca con correas para que no pudiera gritar, sentía que me partían en dos. Mientras me estaban haciendo eso ví como Ricardo se excitaba y como se empezaba a masturbar. Antes de terminar tomó un vaso y derramo en él todo su semen.

  • Muy bien putita, que bueno que no grites. Mira si dejas de gritar y te tomas este vasito de leche podrás ir con Don Javier sin el juguetito puesto. ¿Qué dices?

Sólo pude mover mi cabeza en sentido afirmativo. Despues de eso me quitaron de un solo golpe, sentí un dolor profundo. Me quitaron la pelotita de la boca y tuve que tomarme todo el semen de Ricardo. Tanto mi amiga como su novio se veían complacidos con la escena. Mi rostro mostraba señales del semen en las comisuras de la boca y así me mandaron a visitar a Don Javier.

Llegué al cuarto de Don Javier, toqué timidamente la puerta. Don Javier abrió vestido unicamente con boxer y una playera que dejaba ver su enorme panza, sus piernas velludas y se notaba que su pecho se encontraba igual, me miró de arriba a abajo y comento: - Que lindo te ves putito. No pasas por vieja, pero te ves muy rico putito, yo creo que esta noche nos vamos a divertir mucho, no crees???

No tuve otro remedio que intentar sonreir y decir "Si Don Javier".

Una vez que estuve dentro de su cuarto sacó su enorme verga de sus boxers la cual ya estaba completamente dura y grande, chorreando liquido preseminal.

  • No te quedes ahí parado putito, mamamela para poder irnos pronto.

  • Irnos???

  • Claro putito, despues de que me la termines de mamar saldremos a pasear un rato, ya veras que te la vas a pasar muy bien.

Continuara