Una braga blanca me deja sin palabras...

Aquello fue una autentica ensoñación y una sorpresa mayúscula...

Hola de nuevo...

Quiero hablarles de Luci.

Luci en una mujer espectacular...

Tiene buen culo, ojos azules, risa sensual..., además tiene que ser muy caliente en la cama, se nota.

Tendrá unos treinta y pocos...

Bajita con dos buenas tetas...

Huele espectacular...

¿Cuando la vi por primera vez?

Estaba hace unas semanas con un amigo en su domicilio despidiéndome, después de haber cenado juntos los dos matrimonios en una cafetería cercana.

Habíamos acabado la fiesta tomando una copa en su casa y ambas mujeres habían ido al servicio, ya nos íbamos...

Hablábamos de cosas sin importancia, cuando desde el piso de arriba se oyeron pisadas y alguien parecía dispuesto a bajar del piso superior a través de los dos tramos de escaleras.

Estábamos justo debajo de la escalera y pensé que sería su esposa....

Tanta a Marga como a ella, les había perdido la pista y no sabía dónde estaban, aunque suponía que cada una en un servicio escanciando sus respectivas vejigas.

Había pensado en aquel coño de Elvira haciendo un enorme pis..., mientras yo devoraba su cueva madura mojada, al mismo tiempo que su rico néctar dorado...

Pensé que estaba en un sitio privilegiado para ver un primer plano de su tremendo culo..., pero al verla de frente solo podría observar su abultado sexo que seguramente mostraría sus enormes labios a través del pantalón que Elvira suele llevar.

Me excité tan solo de pensarlo.

La mujer de Javier es una madura muy interesante que buenos dientes que alegran su sonrisa y un culo espectacular que querría disfrutar, aunque en primer lugar querría repasar oralmente su seguro espectacular coño.

Javier y Elvira en un matrimonio ya en los sesenta de buen ver, con los que Marga y yo desearíamos deleitarnos oralmente en alguna ocasión..., aunque su tradicionalismo creo que nos lo hará prácticamente imposible de realizar.

Las pisadas iban apoximadandose...

Los primeros escalones de arriba dejaban ver unos zapatos de tacón marrones con ribetes dorados preciosos, sin duda para disfrutar de una salida nocturna...

Javier ya me sacaba de dudas..., mientras ambos mirábamos hacia arriba...

-          Es mi sobrina Luci, que esta unos días con nosotros y sale esta noche a dar una vuelta...

Era sábado por la noche y sin duda era noche de sexo...

Ambos seguíamos hablando pero sin dejar de mirar la escalera..., sin duda Javier también quería disfrutar del posible espectáculo.

Los bellos zapatos en el siguiente escalón se tornaron unos pies maravillosos de piel blanca semidorada por causa seguramente de unos días en la playa.

Nos llevamos una alegría ambos..., Javier y yo principalmente ya que en ese segundo escalón nos dejaba entrever que Luci venía con una falta y podríamos dejar que nuestros ojos disfrutasen de ver su ropa íntima.

El siguiente escalón ya veíamos parte de sus rodillas y algo de su muslo, ya que la falda era una prenda abierta.

Sus rodillas y ese soberbio muslo que ya podíamos disfrutar eran de carne deseable recién duchada,  depilada y seguramente con alguna crema corporal que le daba a sus piernas un brillo que hacia nuestras delicias.

Ya no hablábamos de nada.

Ambos elevábamos nuestras cabezas para disfrutar del espectáculo.

Yo en mi mente ya apostaba por qué tipo de prenda llevaría la deseada Luci.

Pensaba en una braga tipo tanga traslucida que me permitirá ver con todo detalle incluso sus carnosos labios sexuales.

También apostaba por una braga negra de encaje que podría hacer las delicias de cualquier  amante nocturno de sábado, aunque en ese caso..., yo no disfrutaría de unas vistas detalladas.

Contuve mi respiración..., era cosa de unas décimas de segundo más.

Tragué saliva..., creo que Javier también...

Guau..., el espectáculo estaba servido.

Disfrutábamos de un primer plano a escasos setenta u ochenta centímetros de nuestros ojos..., que obviamente no parpadeaban.

Ver aquella imagen de su sexo y sus dos muslos profundos,  a mí particularmente me dejó prácticamente perplejo...

No había acertado en mi apuesta.

Una soberbia braga blanca de algodón acompañaba a aquel bello par de muslos que durante una fracción de segundo..., en donde pude hacer  el recorrido visual completísimo de aquel fotograma sensual que se me estaba quedando grabado en mi mente de por vida...

No habíamos reaccionado aun cuando Luci ya bajaba el resto del tramo y estaba delante de nosotros sonriendo...

Javier me presentaba.

-          Luci, es mi amigo José Miguel, con quien hemos cenado esta noche.

-          Encantanda, José Miguel.

-          Encantado Luci.

Mientras seguía sonriendo y su cuerpo se colaba entre ambos en dirección a la puerta de la calle y se despedía pude oler aquel aroma a hembra recién aseada y perfumada que iba sin duda a la captura de un hombre que la follara en condiciones durante toda la noche...

Su fragancia a leona cazadora sensual me estaba excitando por segundos.

Notaba mi polla ya emborrachada de humedad preseminal y con muchas probabilidades haría un sexo vehemente esta noche con Marga.

Nos despedíamos de Luci...

-          Pásalo bien y disfruta

-          Adiós tito..., adiós José Miguel.

-          Adiós Luci...

Ambos nos mirábamos..., quizás pensando lo mismo..., pero sin decirnos nada.

Aquel momento sin palabras era roto por nuestras mujeres que llegaban en ese momento de su ritual de vaciado de vejiga.

Nos despedíamos.

Ya no pensaba en el soberbio culo y sexo de la tia...

Mientras agarraba la mano de Marga mi mente analizaba el fotograma de aquella braga blanca con todo detalle.

Los labios abultados de la joven eran notables.

Analizaba con detalle en mi mente aquella fotografía y notaba su pubis, el borde de la braga sin nada de pelo..., y el claro oscuro de su ingle izquierda al andar en que ese ligamento de unión actúa dejando apreciar el contorno de ambos lados de ese soberbio muslo sensual, deseable y más que erótico...

Ver aquella braga blanca y todo lo que la rodeaba había sido sin duda una sorpresa extraordinaria para aquella noche de sábado.

Deseaba por un momento meter mi nariz y mi lengua en ese espacio escaso entre aquella braga blanca y ese sexo fresco y oloroso que iba de caza.

Hasta pronto amigos.

PEPOTECR.