Una blanca experiencia

A traves de un secreto se llega a determinados conocimientos que pueden ser determinantes para conseguir lo que se quiere a traves de la dominacion y el sometimiento de los deviles.

Experiencias con mi madre

Mi madre, ahora tiene 43 para 44 años, esta de buen ver, y es muy ardiente, mantenemos relaciones desde hace 7 años, cuando yo tenia 16 para 17 años, ahora tengo 23 para 24 años. Mi madre se llama Beatriz, mi padre Pascual y yo me llamo Javier. Lo nuestro empezó de forma muy distinta a la vuestra. Yo con 15 años me di cuenta de que mis padres tenían unas relaciones sexuales diferentes a la mayoría de la gente. Mi padre siempre tenía excitada a mi madre, cuando llegaba a casa, al rato o iba a la habitación, o al water, o a la buhardilla, tardaban entre 10 minutos y media hora en salir y mi madre salía colorada y mucho más excitada; y luego mi padre no se cortaba para tocarla y seguirla excitando. A las noches muchas veces salían a dar un paseo y pasear al perro, un Terranova, y mi madre volvía mucho mas excitada, algunas veces veían películas porno y luego salían. Un día a las 2 de la madrugada después de ver la película, mi madre se levanto a la cocina donde estaba yo tomando un vaso de leche en el balcón; se dirigió al frigorífico y saco un calabacín y un pepino, y se puso a frotarlos con el trapo de la cocina, traía simplemente puesto un body, de esos que son faja y corpiño, enseguida apareció mi padre, que cogio el calabacín y el pepino, los sopeso y pregunto si no los había mas gordos y cortos. Estuvo mirando en el frigorífico y saco una berenjena, se la dio a mi madre, que se puso a frotarla con el trapo, a la vez que se recostaba en la mesa. Mi padre cogio el calabacín y lo unto con una especie de aceite, y presionando el culo de mi madre lo introdujo dentro de el, después mi madre se dio la vuelta y se tumbo en la mesa y mi padre repitió la operación con la berenjena y se la introdujo en la concha; entonces empezó a frotar el sexo de mi madre con la mano y un liquido muy espeso; mi madre entre gemidos, se resistía diciendo, la miel no, la miel no; entonces mi padre le abrocho la parte baja del body y la llevo a la habitación cogida de los pechos. Al cabo de un rato aparecieron vestidos y con la correa del perro, y salieron a la calle. Yo me puse un chándal y Salí detrás de ellos. Mi casa, no lo he dicho antes y tiene mucha importancia, estaba situada en el perímetro del pueblo, dando al campo y huertas. Mis padres caminaron un largo rato, mi madre cada vez suspiraba y jadeaba con más fuerza, se detuvieron detrás de una chabola y mi padre sequito el pantalón y el calzoncillo, lo doblo y se sentó, y le mando a mi madre desnudarse hasta quedarse en body solamente. Mi madre obedeció y una vez en body, se coloco a cuatro patas delante de mi padre y se puso a mamarle el cipote. Al cabo de un rato mi madre se puso de pie delante de mi padre, y se levanto la falda, y mi padre le abrió el body y retiro la berenjena de la concha de mi madre, diciéndole, ahora empieza la fiesta para los dos putita. Entonces mi madre se volvió a poner a cuatro patas delante de mi padre y empezó a chuparle el cipote de nuevo, mientras mi padre soltaba el perro, que se colocaba detrás de mi madre lamiéndole el culo y la concha, sobre todo la concha, mi entras mi padre le decía a mi madre, bebe, bebe zorrita. Después de un largo rato, mi madre se volvió a poner en pie, mientras mi padre le decía, has estado a punto de alcanzar ese orgasmo tan esquivo y que llevas buscando toda la semana. Mi madre se puso de espaldas a mi padre diciendo dame miel, dame miel, mi padre procedió a retirarle el calabacín del culo, diciéndole, si quieres miel tendrás que dártela tu; a lo cual mi madre respondió, si, si dame la miel que ya me unto yo; mi padre le paso un frasco, diciéndole, pero hoy el culo también; y mi madre como una niña o una posesa repetía, hoy en la concha y en el culo, hoy en la concha y en el culo. Enseguida se arrodillo delante de mi padre, y volvió a mamarle el cipote, diciendo cada vez que se lo sacaba de la boca, dame de beber, dame de beber, y el perro, que se había situado detrás de ella le volvía a chupar una y otra vez culo y concha; haciendo jadear a mi madre como una loca. Mi madre se puso en pie y se coloco de espaldas a mi padre y se sentó encima de su cipote de forma que este le entraba en el culo. Mi padre la sujeto de las tetas y el perro se puso a lamer la concha de mi madre que permanentemente añadía miel en su concha. Entonces mi padre le dijo, hoy estas para que te cubra el perro en esta misma situación, y recostándose hacia atrás, hizo que mi madre quedase tumbada encima de el boca arriba, con toda la concha abierta. Mi padre entonces le dijo, perrita, perra, que tal que te cubra el perro. Mi madre respondió jadeando, lo que tú quieras, lo que tú quieras, pero déjame alcanzar el orgasmo. Mi padre dijo con el perro dentro, sino lo dejamos para mañana. Mi madre tiro de la cabeza del perro y le hizo subir, con mucho trabajo, ya que el perro no quería dejar el banquete, hasta que el cipote del perro, rabo de aquí en adelante para no confundirlo con el cipote de mi padre, quedo a la altura de su concha. Mi padre aumentaba el movimiento en su culo y la presión en sus tetas y pezones, haciendo que mi madre gimiese, casi aullase, haciendo que el rabo del perro, casi flácido batiese en su concha y vientre. Mi padre le dijo masajéalo, sacale punta, cosa que hizo con premura. Entonces mi madre loca intentando la penetración del perro, empezó a incorporarse y el perro le lamía el morro, la cara y mi padre le dijo juega con su lengua, juega con su boca y abre la tuya para el. Mi madre estaba fuera de si, el perro respondía, aunque mi madre no conseguía la penetración del perro. Así estuvieron hasta que el perro, sin penetrarla, se llego en su vientre. Mi padre hizo subir el perro hasta que su rabo quedo a la altura de la cara de mi mama, y le dijo a ella; perra, si lo necesitas dentro, lamelo, chupalo, mámalo; cosa que mi madre se puso a hacer de inmediato, hasta que el perro se corrió en su boca, cara y pecho. Entonces mi padre se vino en su culo, y le dijo se acabo, mi madre decía no, no me dejes así. Mi padre le respondió que no se iba a quedar así. Se puso en pie, hizo poner a cuatro patas a mi madre y que le chupara y limpiara el cipote, mientras el perro le lamía el culo y la concha a ella. Mi padre se vistió y se volvió a sentar; y mi madre recogió el calabacín y la berenjena y procedió a introducírselos en el culo y concha respectivamente, dirigiéndose a mi padre para que le abrochase la parte baja del body. Pero mi padre la sorprendió diciéndole, quitártelos, que están secos y además tienes que acostumbrarte al perro, perrita. Úntalos en el semen del perro que tienes en tu pecho y vientre y mécetelos así, para saber los efectos del semen del perro en tus agujeros. Mi madre obedeció la orden como un zombi, al igual que la siguiente, que le decía que chupase todo el semen que tenia en su cara y los restos del pecho y vientre. Entonces mi padre le abrocho el body y le mando que se vistiese. Reemprendieron el paseo, y los jadeos de mi madre volvieron a aumentar, y entonces mi padre, le dijo, voy a salir de viaje, lo hacia con frecuencia, y cuando venga, estarás lo suficiente preparada para que te cubra el perro como la perra que eres; pero eso aunque te va a gustar mucho, te va a doler mucho también, y lo tendremos que hacer en el monte, en la casa de Navarra. La casa de Navarra esta en un pueblo cerrado, en el que solo se abren las casas de los vecinos en verano y con buen tiempo, un lugar aislado y casas de grandes paredes de piedra. Mi madre, decía que lo que el quisiera y cuando quisiera. Mi padre procedió a decirle que estaría fuera quince días y que la llamaría todos los días, para que se masturbase y gozase con lo que el le dijese y ordenase, que este iba a ser su ultimo orgasmo en tres semanas. Mi madre alcanzo el orgasmo como una loca, chillando gimiendo y diciendo, haré todo lo que quieras, cuando quieras y como quieras; y alcanzando un segundo orgasmo le dijo coere con quien quieras, hombre o mujer; y te ofreceré a mi hermana como deseas, alcanzo el segundo orgasmo. Ya casi llegaban al edificio de casa, y mi madre seguía igual de excitada a punto de un nuevo orgasmo, entonces mi padre le dijo, después de esta nueva experiencia y mientras me cojo a tu hermana, tu cojeras con uno distinto y con el perro todos los días hasta quedarte embarazada. Mi madre se cayó al suelo con un último orgasmo diciendo, si preñada, con un hijo de puta dentro de mí, y tú le harás uno a mi hermana. Mi padre la levanto, la beso y la introdujo en el portal diciéndole, serás una gran puta, mi puta y perra particular, y no pararas de coger, al menos hasta que yo me canse o encuentre algo mejor. Mi padre se marcho aquella misma mañana. Al mediodía, comiendo mi madre y yo, sonó el teléfono, era mi padre. Los pezones de mi madre se pusieron tiesos, se levanto y salio a su cuarto. Mi padre la hizo masturbarse; se dio bodymilk, por los pechos, y cuando estaba a punto de correrse, se cortó la llamada. Volvió a la mesa enseguida, pero toda arrebolada, y muy excitada. Esa noche, se repitió la llamada, ya estábamos en la cama, al cabo de un rato mi madre salio del cuarto y fue directamente al frigorífico y sacando un pepino y un calabacín se los introdujo en el culo y concha respectivamente; se quejo de que estaban muy fríos, y volvió a su cuarto. A la mañana, estaba con la bata y el body, faja, braga puesto y casi no podía sentarse, desayunamos y mi padre le volvió a llamar, con lo que le decía, la puso de nuevo a punto de un nuevo orgasmo. Así estuvo varios días, hasta el sábado. Yo llegue y me prepare, fingiendo irme me despedí y salí. En ese momento, sin esperar a que cerrara la puerta, ella llamo por teléfono. Al cabo de un rato yo volví a entrar, mi madre estaba en la sala hablando con mi padre, había puesto el manos libres, y estaba masturbándose de nuevo con un calabacín y pidiéndole que la dejara correr. Mi padre le dijo que le contara como le había ido con su hermana y mi madre le dijo que se habían hecho una tortilla las dos esa misma mañana y que su hermana se había ido muy enfadada. Mi padre le pregunto si la había dejado correr, y mi madre le respondió que tal y como el le había ordenado, no. Mi padre la felicito y le pregunto cuando iban a volver a estar juntas. Mi madre respondió de nuevo que le había dicho que volviese esa noche, que su marido estaba fuera también y que dormirían juntas, tal y como el le había indicado, aunque ella no creía que volviese. Mi padre le dijo que volvería y que cuando volviese, que lo primero que debería de hacer era besarle en la boca y oprimirle en la entrepierna y que se dejaría hacer. Sonó el timbre y mi padre le dijo a mi madre cuelga, te llamare a media noche. Era mi tía, cuando abrió mi madre la puerta, entro y pregunto si estaba yo; mi madre no le contesto, le beso la boca y la toco como mi padre le acababa de decir, en cuanto soltó el beso, mi tía dijo que venia a decir que lo de la mañana no sabia como había podido pasar y que venia a disculparse. Mi madre volvió a besarle, llevándola al sofá, la tumbo y la desnudo, le dio muchísimo placer hasta el punto de conducirla dos veces al orgasmo. La dejo en el sillón, diciéndole no te muevas que ahora vuelvo. Salio y llamo a mi padre, y le dijo que tenia a su hermana rota de placer y sometida como el había dicho que se pondría, en el salón. Mi padre le respondió, que lo que tenia que hacer era llevarla al dormitorio, meterle algo lo mas grande posible en el coño y comprobarle el culo, si no estaba usado dejárselo, y si estaba usado, meterle algo grande también. Que fuesen objetos lo mas grandes posibles, que la mantuvieran en la línea del placer dolor, que la hicieran sentir llena. Que le pusiera el body que había comprado para la ocasión y que comprobase que le quedase ajustado, mas bien prieto y pequeño y que le haría alcanzar a lo largo de la noche los suficientes orgasmos, como para que se quedase en la cama a la mañana siguiente cansada y sin moverse. Le dijo también que ya le llamaría a lo largo de la noche, para según como estaría su hermana, hablar con ella, mientras ella se corría. Mi madre volvió al salón e hizo con mi tía, su hermana, lo que mi padre le indico. Hicieron de nuevo una gran tortilla, mi tía se volvía loca de placer y suplicaba continuamente un orgasmo, pero mi madre no le iba a la zaga, estaba también rota de placer, que no podía materializar, estuvieron varias horas hasta que sonó el teléfono de nuevo. Era mi padre, que hablo con mi madre, que enseguida puso al limite del placer a mi tía que tan pronto suplicaba que le dejase alcanzar el orgasmo, como suplicaba que se le mantuviese el placer que no se la dejase llegar, entonces mi madre le paso el teléfono a su hermana, y se puso a hablar con mi padre, y mi madre se aplico a comerle la concha y a trabajarle los pezones, haciéndole alcanzar un orgasmo bestial, mi tía chillaba como un animal en celo, debatiéndose entre un nuevo orgasmo y el mantenimiento del gran placer que la esclavizaba a la voz de mi padre. Mi tía conecto el manos libres, y oí la voz de mi padre que le decía, aguanta tu placer, yo te daré mucho mas de lo que has tenido nunca, tendrás un hombre o cien pero tu serás la que disfrutes, no dejes que la perra de tu hermana te haga alcanzar el orgasmo, y te prive del resto del placer, tu necesitas todo. No te corras en su cara, deja tu pis fluir en ella. Mi tía, Esther, obedeció a mi padre; mi madre hizo intención de separar su cara, pero mi tía se la sujeto con fuerza, toda la fuerza que daba su impresionante orgasmo. Mi tía incorporo a mi madre, se besaron, se abrazaron y se durmieron abrazadas. Desayunando estaban, mi tía y mi madre, muy contentas cuando yo baje a desayunar. Me pregunto mi madre cuando había llegado anoche que no me había oído. Le dije que hacia solamente un rato que había llegado y mi tía riendo me dijo, mentiroso, anoche no ligaste nada y te recogiste temprano, llevamos varias horas levantadas. Las dos estaban muy excitadas. Lo que me llamo la atención del desayuno fue que a pesar de los calores que hacia, las dos estaban con bata de invierno. No acabábamos de desayunar y sonó el teléfono, hice intención de cogerlo y mi madre se adelanto diciendo, es para mi, ya lo cojo en el dormitorio, vosotros acabar de desayunar. Mi tía puso mala cara, pero obedecimos, se notaba que la excitación de mi tía subía por momentos. Enseguida apareció mi madre diciendo que había llamado papa, que estaba muy bien y que me mandaba saludos. Yo me levanté diciendo que iba al water y salí de prisa; dejando la puerta de la cocina entre abierta, abrí y cerré la puerta del water con fuerza y me quede en la puerta de la cocina donde podía ver sin ser visto y oír perfectamente lo que decían mi madre y mi tía. Mi madre le dijo a mi tía, que Pascual quería saber si ella había aceptado enfajarse y lo que tenia dentro metido; que debían de ir a su casa, en el edificio de al lado, y desde su dormitorio, el de mis tíos, debería de llamarle a mi padre y hacer lo que el le dijera. Mi tía respondió vamos ahora no hay nadie, ni habrá en toda la mañana, necesito un nuevo orgasmo. Mi madre le respondió que no que ella debía ir a su dormitorio a esperar la llamada de mi padre, que esa era su indicación y la de que le iba a permitir un orgasmo esta mañana. Mi tía, le dijo que no sabia con el placer que tenia como podía aguantar sin llegar; mi madre le respondió, ya aprenderás no te preocupes; y por un orgasmo harás todo lo que te diga, y por no perder esos orgasmos y por que no se sepan muchas cosas, te dejaras ir y harás todo lo que te mande. Y muy celosa, se notaba de manera descarada, le dijo y te arrepentirás mil veces de estos momentos iniciales de placer. Mi tía le respondió, que a pesar de que casi la había violado, no estaba enfadada con ella, ya que lo que le había dado esa noche, nunca lo había tenido y estaba deseado seguir. Remato diciendo, si tu marido estaría aquí, ahora, me dejaría hacer por el a pesar de que me quedaría preñada, con total seguridad. Pero deseo y necesito ser suya, cuando regrese, me pasare todo el día con el en la cama. Mi madre, seguía muy celosa, le dijo eso es lo que harás y en estos días, en esta próxima semana, solo harás lo que Pascual te diga y nada mas, despídete de tener relaciones con tu marido. Mi tía riendo, salio diciendo, peor lo tendrás tú que no lo tendrás hasta que yo esté complacida y satisfecha. Salude a mi tía, que se despidió dándome un beso en la boca y rozándose contra mí. Mi madre salio detrás de ella, diciendo que se iba a descansar a su cuarto y que pondría música de relajación un tanto alta, que si me molestaba que me iría a dar un paseo o que me fuese a mi cuarto. Ella también estaba muy excitada. Cogio el teléfono de la cocina y me dijo que como estaba la tía en casa no había podido hablar con mi padre y que iba a hacerlo ahora, que no cojiese yo el teléfono para nada, ya que no sabia cuanto estarían hablando, ni si podría contactar con el ahora, por lo cual si no lo hacia, la llamaría el después. Llamo mientras se alejaba, y pude oír como iniciaba la conversación, cerrándose en su cuarto, poniendo la cadena de música muy alta y cerrando las persianas. Yo entre en el water que daba a su habitación y pude ver como se desnudaba, mejor como se quitaba la bata y el body faja y suspiraba, a la vez que decía, la tienes en su cuarto y dispuesta a llamarte, esperare tu llamada, pero aunque muy caliente mas que una burra en celo, no esta lo suficiente para que la trabajes solo, y mucho menos para que la pongas con el perro, ya sabes el pánico, que a mi hermana, le dan los perros. Mi madre conecto el manos libres y de rodillas a los pies de la cama, ligeramente apoyada en esta, empezó un mete saca muy suave con lo que tenia penetrándole la concha y el culo, mientras mi padre le decía que mi tía estaba en el otro lado del teléfono a punto de correrse de nuevo; que estaba haciendo lo mismo que ella y que en cuanto estaría sometida, ella (mi madre) recibiría su visita y que la haría llegar al orgasmo, y entonces ella debía de sujetar a su hermana para que a partir de ese momento no alcanzaría mas orgasmos hasta que no estaría el que le daría el orgasmo que ella esperaba y que el deseaba desde hacia tanto tiempo. Oíamos perfectamente como mi padre cojia a mi tía, ahora por delante, ahora por detrás, un orgasmo seguido de otro, y siempre pidiendo mas. Mi madre hacia lo mismo que mi tía, pero sin alcanzar el orgasmo, llorando y suplicando que a ella se le permitiese también; entonces mi tía le respondió, con gran susto por parte de mi madre que no sabia que su hermana la escuchaba, tu te correrás cuando yo valla ahí, y te meta mi puño, no eres mas que una puerca viciosa, a la que su marido tiene que tener controlada, yo seré tu controladora y carcelera; me darás placer cuando te lo pida y si lo haces bien tal vez te deje llegar alguna que otra vez. Me acerque silenciosamente a mi madre, me había desnudado, ella no notaba mi presencia; me puse de rodillas detrás de ella, extraje el calabacín que ella agitaba frenéticamente en su concha, sujete sus pezones y apreté sus pechos, ella estaba horrorizada; aboque la cabeza de mi miembro en su concha y bese sus labios cuando se volvió a mirar. Separando su boca de la mía, empezó a chillar, mi madre, penetrame, quiero ser tu esclava y quiero tener ese hijo de puta que tu deseas. Que me preñen para ti. Que disfrute mi hermana, que llegue al clímax, que yo la abriré para ti. Será muy feliz, dándote todas las satisfacciones. Mi padre respondió, penetrada te tengo, llena de leche también, ahora va tu hermana para ahí, a ayudarte a llegar. Yo no pude aguantar más y me corrí, dentro de ella, dentro de mi madre. Mi madre se revolvió y metió mi polla en su boca, sorbiéndola, aprovechando todos sus jugos, separándola, a todo esto no había dejado de agitar la berenjena de su culo. Yo sentía una enorme presión en mis huevos, y ella clavando sus uñas en ellos me dijo lléname la boca, suelta tu carga, tu pis que inunde mi boca. Me orine en su boca, y mi pene recobro todo su brío. Mi madre a cuatro patas moviendo su culo, esperaba una nueva penetración que no se hizo esperar, chillo del dolor y el placer que le causaba mi corrida impactando en lo más profundo de su concha, en su matriz. Mi padre de nuevo al teléfono, le dijo a mi madre, nunca has estado tan perra, si llego a estar ahí, sin esperar mas, te confiaría al perro. Mi tía dijo entonces, déjamela a mi; déjame que le haga lo que te dije y veras que dócil estará cuando tu llegues. Mi padre le dijo a mi tía cuelga y vete a hacer cargo de la perra de tu hermana y haz con ella lo que me dijiste. Enseguida mi padre le dijo a mi madre, creo que tú hermana esta en condiciones de gozar como tu ayer, déjate hacer y sometela, a la noche, me llamas cuando estés con tu hermana, para que yo hable con ella en ese momento, haciendo lo que tú hiciste la semana pasada con el perro, ¿te acuerdas? Mi madre se estremeció de placer de pies a la cabeza y me volví a correr en su concha. Entonces mi padre le dijo a mi madre, menos mal que yo no estoy ahí, porque sino acabarías preñada tu y según creo tu hermana también, mi madre respondió creo que ya lo estoy; y mi padre se despidió con una gran carcajada. Loco de placer coji a mi madre, le retire la berenjena que seguía llenando su culo y le ensarte mi cipote, ya recuperado, en su lugar y de rodillas, a cuatro patas le hice ir hasta el frigorífico, abrirlo y seleccionar una impresionante berenjena; ella asustada me dijo ¡no!; yo le respondí ¿quieres seguir? Pues adentro perra; ni lo dudo se lo introdujo en la concha de un solo golpe, chillo y lloro; mientras le retiraba el cipote del culo y le introducía de nuevo la berenjena que poco antes le había quitado. Le dije a mi madre, ahora viene la tía Esther, déjate hacer mientras la pones viciosa; pero no dejes que te quite nada del culo o de la concha, ni se te ocurra dejarte abrir el body. Pero la quiero perra, muy perra como papa te ha dicho, por que quiero cojerla al igual que a ti y dejaros preñadas a las dos como dice papa; pero antes y para entonarme, la pondremos con el perro a ella primero y luego a ti; que mientras que yo me corra en su concha saboree la leche del perro; y de madrugada, la quiero coger y hacerle que me suplique un hijo de puta, como tu lo has hecho, mientras habla con su marido. Mi madre me dice, escóndete ahí, en el rincón del armario y déjame hacer, y haremos todo lo que dices y también la enseñaremos a que saboree todo de ti Tan pronto entro mi tía Esther, se puso a besar a mi madre, a tocar sus partes bajas, notando que las tenia ocupadas se excito mucho mas de lo que ya estaba; devoraba la boca de Beatriz, diciéndole, cuando venga Pascual, veras lo que es bueno, voy a hacer de ti una autentica perrita para el. Mi tía le decía a su hermana, mi madre, he cojido con tu marido, después de que tu me preparases la concha con tu boca el me la lleno con su leche, una y otra vez y me siento extenuada de placer, me siento preñada por el es lo que mas deseo en este momento. Todo esto se lo decía a mi madre, presionándole la berenjena y el calabacín tratándoselos de introducir mas en sus agujeros; y mi madre se dejaba hacer, solo se resistía y presionaba, hasta hacerla chillar, los pezones de su hermana cuando esta trataba de extraer, la berenjena o el calabacín de su interior. Esther se aplico a sorber los jugos que salían del interior de mi madre, mientras mi madre le retiraba el calabacín que mi tía tenia en su concha, entre grandes suspiros de esta. Beatriz, se puso a comerle la concha a su hermana, llevándola a un nuevo orgasmo; introdujo primero un dedo, después otro, y después otro, en la concha de su hermana, hasta introducirlos todos, y a continuación introdujo su mano, hasta la muñeca; Ester pataleaba, lloraba, gritaba, gemía, y suplicaba ahora que la dejase, ahora que le diese mas. Beatriz entonces le dijo, lo que necesitas es un buen cipote dentro, y Ester dijo dámelo ya no me hagas esperar mas. Mi madre le dijo, vamos a ir a la calle y vas a coger con el primero que encontremos y que te deje preñada; Esther respondió entre los estertores del placer que quería un hijo de puta. Entonces mi madre le dijo, pero primero te lo va a hacer el perro. Su hermana respondió, que me lo haga quien sea, pero que me lo haga ya, que me llene de leche. Mi madre con gran habilidad, puso a cuatro patas a su hermana, sin sacar su mano de su coño y la hizo dirigirse hacia mí. Colocándola delante de mi cipote y diciéndole, ni se te ocurra levantar la vista, comete este cipote y todo lo que te dé; mi tía se corría de puro placer y yo la acompañaba. La oportuna intervención de mi madre me salvo; intervino diciendo, mi hermanita desea que riegues su boca, pero también desea que riegues su concha; entonces y de forma automática me orine en la boca de mi tía, que se lo tragaba todo mientras mi madre le decía, que no se te pierda ni una gota, si quieres la descarga en tu concha. Saque el cipote de la boca de mi tía para hundírselo en el coño, donde se lo agite, mientras ella pedía que descargara, que le hiciera un hijo de puta, que la preñase, pero que la inundase con mi leche. Yo crecido le dije, tienes todavía mucho que hacer y trabajar mas todavía; eres una puta muy pasada y mas usada todavía y yo necesito un virgo que romper; Esther suplicando, que le diese mi leche en su concha, me dijo que era la primera vez que lo hacia con quien no era su marido, y que su marido había sido el único hombre en su vida, hasta que ayer y hoy lo había hecho con mi madre y por teléfono con mi padre; que nadie había tenido su boca y mucho menos nadie se había meado dentro de ella; decía todo bordeando el orgasmo. Entonces le dije si es así desvirgare tu culo, se puso a llorar e histérica se aparto, diciendo eso no, eso no. Entonces mi madre, separándome se puso a comer su concha; la tumbo encima de la cómoda, de forma que sus brazos y cabeza colgaban por un lado y sus piernas por otro; apoyando en la cómoda, la zona de su espalda que iba de debajo de los omoplatos a la parte superior de sus nalgas. Mi madre frotaba los pechos de su hermana con una especie de crema pegajosa, dándole mucho placer, luego dándole su concha a lamer, se puso a masajear la concha de su hermana, introduciendo dentro de la misma, aquella crema, con sus dedos incluso con su mano. Esther estaba fuera de si, me suplicaba que le rompiese el culo, que me corriese en su concha y que la preñase, que me seria siempre fiel y que haría lo que yo le dijese. Mi madre reteniéndole el placer, pero sin dejar de untarla con la crema, que no era otra cosa que miel; le dijo todo eso te lo tienes que ganar; pascual llamara dentro de un rato y querrá hablar contigo mientras disfrutas y llegas, tu te comportaras de modo natural y no dirás nada de Santiago; mientras tanto, quédate así, masajéate y úntate tu, demostrando como necesitas la corrida de Santiago en tu concha y dejándote hacer todo. Mi madre salio de la habitación, volviendo al instante con el Terranova, que se aplico a lamer, la concha de mi tía, que se volvía loca de placer y mi madre se lo retenía a duras penas. El Terranova, seguía comiendo de la concha de mi tía, y mi madre me situó encima de la cara de mi tía, de forma que mi tía me pudiese comer y chupar el culo, diciéndole a su hermana, esto me lo ha prometido a mi Pascual, pero nunca he accedido, pero tu chupa sorbe y saca algo de ahí: Yo creía volverme loco del placer que me estaba dando la lengua de mi tía en el culo: Mi madre muy lanzada, le puso el teléfono a su hermana, diciéndole, Pascual esta escuchando, dile lo que necesitas, y a mi me dijo suelta tu vientre, que coma, comerá todo, así lo hice y la boca de mi tía se lleno; oí como mi padre le decía que no se podía comer y hablar a la vez, el pensaba que era mi madre la que lo hacia en la boca de su hermana. El Terranova subió chupando, del coño a los pechos de mi tía, de forma que esta se volvía loca, entonces mi padre dijo deja ya de comer y morreate con tu nuevo amante; yo me aparte de la cara de mi tía y me situé entre sus piernas; mi madre me la aboco en culo virgen de mi tía, y esta nada mas sentirlo chillo, romperme el culo, clavamela ya. Yo con un seco golpe se la introduje hasta el fondo, ella chillo, como una loca, no se si de dolor, de terror, o de placer, a los segundos se corría, mientras comía el morro del Terranova, y recibía mi leche en la concha, ya que yo había desplazado mi cipote de su culo a su concha, al no poder retener por mas tiempo mi leche dentro. Mi madre le decía, no eres mas que una perra, no eres mas que una puta perra, que ya tiene dueño de por vida, y sin el permiso del cual no cojera ya con nadie, pero no parara de coger con quien el le diga y cuando el le diga. Mi tía respondió, soy la más perra de todas las putas, soy la más puta de todas la perras, y a partir de ahora solo haré lo que me diga mi dueño, el que será el padre del hijo de puta que deseo tener. Mi padre dijo muy bien muy bien, dormir juntas, que mañana ya os despertare. Mi madre le respondió lo que tu digas mi señor, cuando vengas podrás disfrutar de las dos e incluso cojernos para preñarnos. Mi padre colgó, creo que cuando se corría. Mi tía volvía a estar fuera de si de nuevo por efecto del placer. Su hermana la puso boca abajo en la cómoda, de forma que solo apoyaba su vientre en la misma. Yo me situé delante de la cara de mi tía, introduciéndole mi cipote de nuevo en su boca y haciéndole que lo chupara; mi madre hizo que el perro la cabalgara por el coño y desde atrás. Yo del placer volví a mearme de nuevo en su boca; entonces mi madre le dijo a su hermana, ¿no quieres hablar con tu marido?, mientras mi hijo te coje el culo y derrama dentro de tu concha, para preñarte. Mi tía al borde de un nuevo orgasmo le dijo que si. Mi madre fuera de si también, le dijo pues prepárate, y cojio el teléfono y se puso en contacto con mi tío; yo penetre a Esther por el culo, mientras se puso a hablar con su marido, diciéndole lo mucho que lo necesitaba y como lo deseaba; su marido estaba asombrado y le pregunto si estaba borracha, a lo que ella respondió que si, pero de lo mucho que necesitaba de el. Me volví a correr dentro de su concha: Introduje mi cipote en su boca cortándole la conversación, me lo limpio de nuevo y me lo enderezo. De nuevo penetre su culo, mientras me pedía mas, y hablaba con su marido tiernamente; me volví a correr en su concha, me parecía imposible poderme correr tantas veces en un día y mas imposible en tan corto espacio de tiempo. Esther estaba fuera de si, y entrecortando su conversación con su marido, pedía más. Volví a introducir mi cipote en su boca y a intervalos de la conversación me lo limpio y volví a obsequiarle con una gotas de pis, las ultimas, estaba completamente seco de todo, o al menos eso creía. Mi madre, se planto delante de su hermana, que seguía hablando con el cabrón de su marido; me indico que le cojiera los pechos y se los castigara, que apretara fuertemente sus pezones y sus pechos sin parar; puso el perro entre las piernas de su hermana, he hizo que la penetrara. Esther con el teléfono en la mano, sus pechos en mis manos, y el cipote del perro en su culo, mientras mi madre le sujetaba las piernas a la altura de su pecho, se corrió y acabo la conversación con su marido, busco mi culo con su boca y se puso a ordeñarlo, de forma instintiva, mi ano se relajo con su lengua y soltó lo ultimo que quedaba dentro de mi cuerpo, con ello alcanzo un ultimo orgasmo y perdió la consciencia. Entre mi madre y yo la tumbamos en la cama, la rellenamos, es decir le introdujimos un pepino en el culo y una berenjena en la concha, la enfajamos y a dormir. Mi madre estaba guerrera y quería mas; pero yo en esos momentos estaba vació, y se entretuvo hablando. Me contó como mantenía una fantasía, desde el principio de su relación con mi padre, en la cual cojia primero con mi padre de cualquier forma y en cualquier sitio. Habían ido en el coche al monte, a la playa, al parque, primero de noche y después de día, la hacia masturbar, en algunas ocasiones desnudar, y luego cojia con ella. Mas tarde las fantasías habían subido de tono; hasta que en una ocasión, la había puesto fuera de si, eran fiestas y había bebido, y la había paseado desnuda, en el coche, por el centro de un pueblo que estaba en fiestas; había permitido que un hombre subiera al coche con ella desnuda, y la tocase en su presencia, hasta acabar cogiéndola. Ese día y mientras el otro la cojia por la concha y se le corría dentro, mi padre la había desvirgado su culo. Se había quedado preñada y había tenido que abortar. después del aborto y durante la especie de cuarentena que había tenido que guardar; mi padre la había puesto a mil todos los días, con diversos juegos, hasta que un día toda llena de miel se encontró con la lengua del Terranova, que es muy parecida a la de un hombre, en su concha y en sus tetas, y una enorme necesidad de ser penetrada; lo hizo con el perro y mi padre lo gozo, hasta el momento que el perro se vino que segundos antes la separo e hizo que el perro se viniese en su cara. A partir de ese momento que mamo con ganas el cipote del perro, mamo el de mi padre también, empezando a beber su pis, y así hasta lo que yo conocía; ya que ella me había visto como les seguía y observaba. Le dije que conmigo tendría que hacer algo igual o más, ella me dijo que lo deseaba. Yo crecido le dije que seria igual o más fuerte que con mi padre, que a partir de ahora, se quedaría preñada y pariría; y que con mi padre dejaría de hacerlo o lo minimizaría al máximo. Mi madre con lagrimas en los ojos me dijo que haría todo lo que yo le dijese o pidiese, y cuando se lo pidiese; que junto con su hermana, que haría lo mismo que ella, seriamos un trío inseparable, que si hacia falta dejarían a sus maridos. No se como, pero se me había enderezado, la introduje en la concha de mi madre y descargue un nuevo rió de semen dentro de ella, que dócilmente me la limpio con su boca, hasta que solté mi pis dentro de su boca, y a continuación me lamió el culo, limpiando los restos de lo que le había dado a su hermana, le llene la boca de forma imprevista, y aquí mi mayor sorpresa, y la definición de una nueva relación. Cojio mi madre, con la boca llena de mis excrementos y se tumbo al lado de su hermana, y morreandose con ella, le trasmitió parte de su contenido diciéndole esto es lo que mas nos une. Sin quererlo, y gracias a las perversiones de mi padre, había obtenido un par de esclavas y realizaría unas fantasías sexuales increíbles. Las dos hermanas mi madre y mi tía, se comían la concha, locas de placer hasta casi alcanzar el orgasmo, justo en ese momento las detuve, obedecieron sumisas. Mi tía ofrecía su boca, para que se la utilizase, diciendo lléname con lo que tu quieras, pero déjame venirme, no puedo soportar esto ni un segundo mas. Estaba de rodillas, mi madre desde atrás, le cojia los pechos y presentaba sus pezones, enhiestos, cual lanzas preparadas para ser arrojadas. Ver la cara de viciosa de mi tía y de mi madre, con sus aros en las orejas y los pezones de mi tía, y su concha abierta, a punto de romper, derramando cual un manantial chorros de flujo; le dije a mi madre que esa noche que era la ultima que podíamos disfrutar de su hermana, antes de que regresaría su marido, que la quería atada y bien atada en la cama; de forma que su sexo y sus pechos quedasen en oferta, sin que ella se pudiese mover; que quería su boca bien cerrada, de forma que no se le oyese una sola palabra. Las hice vestir a las dos, les dije que fueran a la ciudad, antes de que cerraran el Sex-sop, no sabían donde estaba y se lo indique, que comprasen correas, cuerdas, mordazas y algunos vibradores de varios tamaños, una fusta, un azote, unas pinzas, unas cadenas, unas esposas y unos bodys de cuero que les ciñesen mucho mas que aquellas fajas que tenían. Les dije que si no traían todo lo que les decía, que se atuviesen a las consecuencias. Esther dijo que ella no tenia dinero para pagar todo aquello, y que para un juego era demasiado. Mi madre me beso en al boca, y se dirigió a su hermana, se morreo con ella, apretó sobre su concha, hasta que Esther se arrodillo delante de mi, babeando, suplicando que la llenase, que me ofrecía su boca, pero que le llevase de nuevo al orgasmo, que le diese mi leche en su concha, que quería ser mi puta, mi perra; perdía la razón. La levante, y le dije traer los juguetes, pagas con tu tarjeta, que se entere tu marido de lo puta y perra que eres; y añadí, os pasáis por la farmacia a la vuelta y compráis material para curas, un par de agujas de coser y hilo de sutura, y una lavativa completa. Mi madre cojio a su hermana del brazo y le dijo, cuanto antes salgamos antes llegaremos y se dirigió a la puerta de salida. Todavía oí a Esther, decir camino de la calle, que le daba mucha vergüenza y mucho miedo todo; mi madre le dijo: ¿quieres repetir el placer de hoy?, a lo que mi tía respondió: "no renunciare a el por nada del mundo", entonces mi madre le dijo, pues andando a hacer las compras, para disfrutar de la noche. Y no te preocupes de si cojes con el perro o con mi hijo, preocúpate de gozar y no pienses que harás cuando estés preñada, disfruta buscando quedarte, goza dejándote someter y tu placer será el tuyo. Con Pascual has gozado, lo que jamás habías gozado con tu marido, y con Javier, puedes gozar muchísimo mas todavía, no te preocupe ser su esclava, preocúpate de que te use y te dé placer, yo te aseguro que harás todo lo que te pida, como si te lo mandase, preocupándote de su placer, mucho mas que del tuyo propio, por que solo conseguirás llegar al orgasmo con su placer. Y no Olvides que dolor o placer, serán irrelevantes, lo realmente importante será su placer.