Una aventura en casa de mi prima

Experiencia que viví cuando tenía 19 años que desencadeno en una etapa de lujuria en mi vida.

El relato que ahora les contaré sucedio alrededor de 11 años atrás cuando tenía 19 años de edad. Mi nombre es David y actualmente tengo 30 años. Recién había comenzado mis estudios universitarios tuve un acercamiento con tres primas paternas como nunca antes había sucedido ya que normalmente solo las veía en ocaciones muy especiales como navidad, día de los padres, madres, etc. Lo cierto es que durante un tiempo mis primas Claudia de 16, Liz de 17 y Patricia de 16 siempre me abordaban con la pregunta de cual de ellas era la mas atractiva para mi. Yo desde un inicio optaba por evadir la respuesta para no herir sus sentimientos aunque por dentro empezaba a sentir un ardor por Claudia.

Ella era una chica de verdad muy guapa, sin tener un cuerpo de película era como a mi me gustan las mujeres, morena como de 1.65 m de estatura con piernas muy bien formadas senos grandes (talla 34 D) y un trasero que no tenía nada que envidiar. Liz, su hermana mayor, era un poco mas rellenita aunque con los mismos atractivos, grandes senos y culo tentador. Finalmente, Patricia otra prima común de los tres era la mas esbelta y tambien la que tenía mejores senos. Yo para ese entonces era bastante Delgado y de 1.81 metros de estatura.

Un buen día me decidí a pasar por su apartamento al salir de mis clases. Allí se encontraban Liz y Claudia, pasamos una tarde bastante placentera y ellas seguian con sus preguntas. Yo les dije que para poder decidir cual era las mas atractiva al menos debia besarlas para tener una mejor idea. Liz inmediatamente acepto y Claudia dudo por un moemnto aunque pienso yo que para no quedarse atras al final tambien accedió. Mi beso con Liz fue de lo mas caliente, ella en seguida busco el contacto con nuestras lenguas yo por mi parte aprovechaba para tantear un poco ese culo que me traia loco. A partir de ese beso me di cuenta que ella quería conmigo.

Claudia por su parte me dio un beso mas tímido pero despues de lo recibido por su hermana yo hice de las mias para aprovechar la occasion. Sin embargo, ella no se dejor tocar de la misma manera que su hermana. A partir de ese momento entre ellas dos comenzo una competecia por ser la que mas atenciones recibia de mi. Por mi parte yo aprovechaba cada oportunidad que ellas me daban para hacer mas cosas.

Con Liz me acostumbraba a dar eternos besos de lengua y mis manos se posaban por todo su cuerpo aunque por encima de su ropa. En las escaleras me quedaba masajeando sus tetas por sobre la blusa sintiendo su excitacion en sus pezones. Claudia seguía un poco mas recatada y isempre estabamos en el juego de yo avanzo y ella me agarraba las manos. Ya yo estaba decidido a poseerlasy contando con la confianza de mi tia que le facinaba verme por alla mas seguido me as ingenie para tener mejores acercamientos.

Luego de unas tres semanas de visitas continuas yas yo andaba con mi verga parada desde que entraba al apartamento. Una noche en la que me pase de hora y de verdad se me hizo muy tarde mi tia insistió en que me quedara a dormir hasta el otro dia. Yo acepte sin duda y ella me intaló en una cama que tenía junto a la mi primo pequeño de 7 años, quedando justo al lado del cuarto de mis primitas. A la mañana siguiente pude sentir como mi tia se preparaba para dejar a mi primo en su escuela e irse para su trabajo. Mis primas por suparte deberían arreglarse para irse caminado a su escuela al tiempo que yo me iba.

Justo cuando sonó la puerta señal de que mi tia se habia ido, entró Liz a la habirtacion con la escusa de recoger algo que habia dejado en ese cuarto. Yo la vi desde mi cama, ella tan solo tenia puesto una bata de dormir poco sexi para decir verdad, una tanga bastante pequeña y sin sosten. Al sentarse sobre la cama de mi primo yo aprovece y me coloqué por detrás abrazandola y tomando sus tetats entre mis manos. Estaban duras y casi ni me cabían en las manos, ella reaccionó – No, por favor, pense que estabas dormido. Yo me limité a decir – shhhhhh! Mientras que seguia tocandolas ahora acompañado por besos un su nuca. Ella intentó resistirse y lo que logró fue quedar en frente de mi facilitandome el toque de sus senos ahora bastante excitados. Yo segui besandola y le dije – Mira como me tienes, llevando una de sus manos sobre mi verga encima del short.

Ella apretó y no la solto de inmediato. – Pero recuerda que somos primos! – Y que? Tu has estado jugando con este fuego desde hace algunos dias o es que no has pensado que esto pudiera suceder? Ella trató de reaccionar nuevamente pero yo la atrapé con otro beso largo mientras mis manos se apresuraron a meterse por debajo de la bata en busca de la carne de sus tetas. – No, no puede ser, dijo ella en un tono que ahora ni ella misma se creía. Termine de sacarle el camison y de Nuevo tome su mano y la puse sobre mi verga. Ahora ella sola la palpo para despues tocarla en carne viva debajo del short. – Está muy dura y caliente alcanzó a decir. – Si, asi es como me pones cada vez que nos besamos.

De inmediato la termine de acostar sobre la cama yle segui besando los senos al tiempo de que mi mano lentamente bajaba para jugar con su vagina. Primero sobre sus pantis y luego echando la tela de este a un lado para poder contemplarlo. Su vagina tenia una matica de pelos que me hacian sonar. Sin perder mas tiempo baje y commence a comermelo con ansias, ella tan solo suspiraba y apretaba las sabanas disfrutando de mi mamada. Mi lengua jugaba con su sexo hasta conseguir su clitoris completamente erecto.

Me concentré en este, lo mordía y le pasaba la lengua como si fuera un semilla en mi boca la cual quería pulir. Ella no pudo mas y tuvo su primer orgasmo. Yo no me detuve a esperar que se recuperara y continue chupando su clítoris hasta escuchar de nuevo los jadeos que anunciaban otra corrida. Una vez que se vino por Segunda vez, yo me incorpore a la altura de su cabeza y le dije, - ahora tu me dara placer, acercando mi pene a su cara. Inicialmente ella se echo hacia detras y me dijo que nunca habia llegado hasta eso. Yo atue como si no la escuché y de igual forma puse mi pene en la entrada de su boca. Ella entendió y rapidamente se lo metió en la boca. Comenzó a succionar rpidamente y de a ratos sacaba su lengua para jugar con el tallo de mi verga y el glandee. Para ser su primera ver se estaba acostumbrando a las mil maravillas. Al mismo tiempo yo inicie de nuevo los masajes laternados en sus tetas y en su rajita, teniendola a ella mamando mientras su cuerpo se estremecia de lujuria.

Cuando ya sentia que estaba por acabar decidi sacarselo de la boca para penetrarla de una vez. Ella me miró asustada aunque esta vez ni siquiera intento replicar conociendo que no aceptaria la negativa. La termine de acomodar a lo mas alto de la cama y con un movimiento de piernas pude abrir las de ellas lo suficiente para penetrarla. Liz tan solo miraba como con deseo, susto y curiosidad. De un suave empujo meti la mitad de mi miembro en su cueva caliente y humeda. Entonces, ella solo dijo, - termina de meterla de una vez y hazme tuya. Tome un pequeño impulso y volvi a entrar ahora metiendola por completo.

Mi prima se estremeció y luego de unos Segundo ambos estabamos encontrando el ritmo de la cajida. A cada vaiven ella me decia incoherencias y yo me medio levantaba para dejarle ver la penetración que tanta curiosidad le daba. Pasado un rato, le pedí cambiar la posición poniendola ahora en 4 patas. La vista de sus nalgas desde atras era imponente y me hizo masajearlas antes de volverla a penetrar, ella desesperada me recordo que la penetrara otra vez. Mi verga se enterro esta vez con mas facilidad, dada su lubricación y excitacion para el momento. Cabalgamos como dos minutos mas, yo pense que ya le dolerian las piernas pero ella no se quejaba, tan solo seguia disfrutando. Por fin, ya no aguante mas y la saque de pronto terminando de venirme sibre sus nalgas.

Ella se lamentó y me reclamó el por que no lo hice adentro. Yo tan solo contesté, - ya habrán mas ocaciones para hacerlo adentro. Cuando ya casi ambos desfalleciamos del sudor y cansancio de la faena realizada, tan solo escuchamos unos aplausos desde la puerta. Era Claudia y sabría Dios desde cuando estaba allí escondida. Sin embargo, ese problemon sera otra historia.