Una aventura casi real 2

Continuación de mi relato anterior

Continuación de mi relato anterior.

Allí estaba. Con María en un bar, charlando como 2 amigas. Yo aflautaba mi voz para ser más femenina. Hablamos de todo un poco, pero sobretodo, de lo que acababa de ocurrir en la casa de su hermano. Le contaba como me había sentido, tan nerviosa y cachonda al principio y como me deje llevar por el momento que estaba viviendo. Le conté lo femenina que me sentí cuando los 5 amigos se iban turnándo para que yo les chupara la polla.  Lo debí decir demasiado alto porque, al los pocos segundos, un hombre de unos 50 años, vestido con unos pantalones cortos y un polo blancos se acercó a nuestra mesa y me dijo:

  • parece que te lo has pasado bien a juzgar por lo que dices y las manchas en tu ropa

Yo, lejos de ruborizarme y algo molesta por interrumpir la conversación que tenía con María, dije con mi voz de hombre:

  • Así es. Me lo he pasado en grande. Quieres que te la chupé otro hombre?

Él, se quedó sorprendido por mi voz y su expresión de incredulidad, recorriendo con la mirada  avergonzada mi cara maquillada y mi ropa. Sin decir nada, se fué sonrojado hasta la barra. Al momento escuché que le decían:  No me puedo creer que no te dieras cuenta que era un travesti! A lo que contestaba encogiéndose de hombros: No sé. Esta buena.

Me sentí halagada y profundamente conmovida y excudándome con María que tenía que ir a hacer pipí, me levanté de la mesa y fuí al servicio dando, antes de entrar una mirada a los parroquianos del bar que me miraban con cara curiosa, deteniéndome unos segundos en el hombre que nos había interrumpido un minuto antes.Me aseguré que entraba en los baños para chicas.Me coloque de espaldas a la taza, subí la falda y me sentaba mientras bajaba mi tanguita, como pensaba que hacían las chicas de verdad. Al momento, oí que la puerta de los baños se abría, la única chica en el bar era María. Pensé que había venido al baño para asegurarse que no me pasaba nada. Sentí un gran afecto por esa chica que acababa de conocer. Terminé de hacer mis necesidades, me limpié con un trozito de papel, bajé la tapa, me subí la braguita, me acomodé la falda y salí del cubículo. Para mí sorpresa, no era María la que me esperaba. Era el hombre de 50 el que estaba en el baño que se sobaba la entrepierna por encima del pantalón. Al verme salir, me miró con malicia y sin decir nada, de un empujón volvió a meterme en el cubículo del baño. Quedé sentada  en la taza, aterrada por las intenciones de ese hombre, al que pensaba que había ahuyentado.

  • ahora vas a saber lo que es un macho de verdad, maricón.

Dijo mientras se desabrochaba los pantalones y liberaba su verga de un tamaño promedio pero totalmente erecta.

Solo de oír maricón, mojé las bragas. Mientras él ponía su polla en mi boca y comenzaba a chuparsela, pensé:

q

ue me pasa? Solo oír que me decía maricón me excitaba!  Mientras se la chupaba, sentada en el vater, él, apartaba mi tanga con sus dedos buscando mi agujero anal. Me acomodé como pude para darle la máxima posibilidad posible, lo encontró y empezó a dibujar círculos para dilatarme. No le costó mucho. En cuanto pudo meter sin problema tres dedos, me levantó con brusquedad, me dió una bofetada que aún me duele, me dió la vuelta, me obligó a arquear mi espalda, me bajó las braguitas y apuntó su potente verga hacia mi agujero dilatado, comenzó el mete saca, con bastante violencia

  • Te gusta esto, verdad, maricón? Te gusta que te traten así

  • sss...sii...siiiiii. dije entre jadeos y gemidos.

  • Que eres?

  • Tu...pu...tita...ahhh! Tu putita!!

Me azotó fuertemente en el culo y me dijo

  • mi putita? No te equivoques, maricón. Las putas, tienen dignidad y cobran. Tú, no tienes dignidad y no cobras, lo haces por placer de verte humillado y usado, marica de mierda. Así que, que eres?

  • un...ma.. aaahh..ric...oooh...on!! Un maricón calienta pollas, chupapijas que quiero que me usen y humillen!

Con cierta pena, y lágrimas en los ojos, admití tal afirmación. Lo peor, es que tenía razón. Así me sentía y lo estaba disfrutando.

Derepente, sentí como su polla se hinchaba, estaba apunto de correrse. Le pedí por favor que no lo hiciera dentro. Volvió a darme otra cachetada y me dijo que haría lo que él quisiera y que se correría donde le plazca. Dicho esto, noté varios disparos de lefa caliente en mi interior. Sacó su polla de mi, dejándome con una sensación de vacío. Notaba como gotas de semen, salían de mi trasero y comenzaban a escurrirse por entre mis piernas.

  • mira cómo has dejado la tapa! Te ha gustado tanto que te has corrido varias veces. Limpialo con la lengua.  Me dijo señalando la taza del váter. Así lo hice. Él me miró con desprecio y salió por la puerta. No me había dado cuenta lo mucho que lo había disfrutado, pero, a la vez, me había hecho sentir sucio, despreciable, humillado y violado. Un torbellino de pensamientos vino a mi cabeza: me gustó mucho que me tratarán en  femenino en el bukkake. También me encantó y me excitó que este hombre me tratará de maricón. Realmente lo era? Solo ha sido un calentón? Pensé en mi mujer y me entraron remordimientos. Lloré sentado en el baño de chicas de ese bar. Miré el reloj, casi las 21:30. Debía irme a casa. Me recompuse como pude y salí. Al llegar a la mesa, María me miró inquisidora y me preguntó si estaba bien. Miré a todos lados avergonzado. Ése hombre ya no estaba en el local. Miré a María y bajando la cabeza, le dije: me acaban de violar y lo he disfrutado. No sé lo que pensar de mí. Lo siento, María. Debo irme a casa. Y me fuí. Al llegar a casa, estaba furioso conmigo mismo. Me miré en el espejo y me dije en voz alta: maricón! Al oírme decir eso, mi polla volvió a despertarse y me empalmé. Me puse videos porno de temática trans y me masturbé. Ya no sé cuántas veces eyaculé esa tarde. Más remordimientos. Me desnudé, tiré a la basura toda la ropa que llevaba y la peluca. Me acosté y me dormí agotado.

Han pasado varias semanas de esa aventura. Y otra vez, me vuelven los deseos de travestirme. Que me pasa? Que soy? Un hetero con fantasías y fetiches femeninos. Un travesti de clóset o, como dijo aquel hombre, un maricón que quiere que lo usen y humillen? Si quieren pueden dejarlo en comentarios. Espero que le haya gustado y besos para todos.

FIN