¿Una aventura?

Tiempo sin escribir, aquí de nuevo, en intento de escritora; tratando de despejar la mente o mejor tratado de desocuparla con tantas cosas que llevo. Esta historia no es tan triste como La Parada De Autobús pero, tampoco tan alegre, como es mi vida últimamente.

Estaba yo sentada, en la arena de la playa viendo el mar… Suena como canción de Roció Durcal, lo sé.

Pero, es así… Así comienza  este relato.

En la playa, sentada, viendo al mar pensado que hacer con mi vida, me encontraba a la mitad de mi vida y  sentía que no había hecho nada como ella. Era soltera, sin hijos, con media carrera, trabajando todos los días por un salario miserable a un jefe déspota y miserable. Lo de sola, al parecer nunca encontré un hombre con quien hacer pareja siempre les encontré defectos, que no está enamorada o al momento de tener relaciones no sentía nada de las que pocas amigas que tengo me comentaban. Lo de  media carrera, no termine la universidad porque me tuve que poner a trabajar al quedar sin nada y sin ayuda de la familia cercana  y termine con un tecnológico con mucho esfuerzo y lo del jefe miserable porque con la poca experiencia que tenía y sin terminar mis estudios un amigo me recomendó en una empresa y me dieron el trabajo de asistente administrativa desde eso hace más 15 años y debido a que nunca culmine mis estudios nunca me dieron un ascenso o bonificación porque eso estaba reservado a los que si tenían estudios o palanca como decimos por aquí. Es que eso de  “lamboniar” al jefe nuca se me ha dado y por eso no logre avanzar y no fue porque no cumpliera con mi trabajo, lo hacía bien, cumplía los horarios y entrega a tiempo los informes y participa de los proyectos pero, los méritos siempre se los lleva otro. En fin, una sombra más en esta vida. Todo eso pensaba y reflexionaba sentada en la playa.

Era como todas las tardes que me sentía triste y trataba de alegrar un poco mi alma contemplando un hermoso atardecer después de salir temprano de la oficina cuando el jefe se encontraba de viaje.

No sé, si por la crisis de la mediana edad, pensaba en todas las locuras que había hecho en los últimos meses, haciendo toda clase de locuras con mi pequeño grupo de amigas. Nos habíamos juntado una tarde viernes para finalizar la semana y liberar el estrés del fin de mes. Fuimos a un pequeño bar cerca de nuestras oficinas. Éramos  amigas que nos conocimos desde más de 10 años porque laboramos en el mismo edificio de oficinas del centro de la ciudad nos hicimos amigas almorzando juntas en lugar donde vendían almuerzos ricos y baratos que después cerraron pero, permanecimos juntas buscando un lugar.

Bueno les cuento todo esto para que entienda un poco a donde me llevo toda esta nueva aventura.

El grupo estaba conformado por Amanda 35 años casada y con 2 hijos; Petra 32 años casada con 1 hijo; Luisa 33 años recién divorciada de un marido abusador sin hijos, la más joven del grupo Mónica 28 años recién casada y yo,  Thar,  la mayor 40 años.

Somos un grupo muy disparejo, la verdad, Amanda es extrovertida,  a pesar de ser casada y con hijos se conserva muy bien y hace ejercicios, dice que lo hace por su esposo y para mantener la pasión entre ellos, son una  pareja muy amable. En fiestas especiales me invitan a pasar con ellos para que no las pase sola. Luisa en cambio debido a los celos de su marido y abuso es introvertida y tímida, pero de cara muy bonita y el mejor cuerpo de todas se iba a dedicar al modelaje y el exmarido prácticamente la obligo a casarse y no se lo permitió, de cosa la dejaba trabajar y siempre le vivía llamado, sus celos se salieron de control y un día la golpeó brutalmente con nuestra ayuda lo denuncio y después de un largo proceso de 2 años logro divorciarse. Petra también está felizmente casada con guapo arquitecto, de todas es la que tiene mejor estabilidad económica y trabaja para no aburrirse en la casa, una morena muy hermosa, con la alegría caribeña y le gusta bailar, la fiesta y es la que nos arrastra a todas sus locuras,  Mónica una joven profesional, recién casada, con un joven muy caballeroso y futuro empresario, viven todavía en su luna miel con pocos meses de casados. En su despedida de soltera la pasamos superbién y fue la puerta para que comenzáramos con una serie de eventos que nos llevarían a un final complicado y por último, yo, Thar; nada del otro mundo con algo de sobrepeso y poco agraciada mis amigas dicen que si me esmerara más en mi arreglo me sería más fácil conquistar pero, ya yo no creía o tenía poco interés en ello.

En fin, ya teniendo un poco del panorama seguiremos en relato, esa tarde nos reunimos en el bar recordando la despedida de Mónica, a Petra se le ocurrió la brillante idea de visitar la semana siguiente un bar de ambiente que su esposo había remodelado recientemente y tenía invitación abierta como cortesía por su excelente trabajo, no pareció una locura al principio pero después de unas copas y los argumentos de Petra a su invitación, mas unidos a la curiosidad termínanos aceptado quedando de acuerdo asistir al lugar. Nos despedimos esa noche y la semana paso rápido y llego el sábado más rápido de lo esperado con los whatsapp de Petra rogando que ninguna se echara para atrás en la nueva experiencia.

Nos recogido en su auto y nos llevó a un lugar a fueras de la ciudad estilo mansión a simple vista era mansión enorme con jardines y para nada nos hubiéramos pensado que era el dichosos bar de ambiente que había estado hablando Petra, lo que nos imaginábamos era que de todas las fiestas, borracheras y locuras que  habíamos hecho en los últimos meses que esta superaría a todas y nos dejarían, por lo menos a mí, con tanta pensadera y reflexiones.

Llegamos, nos recibió el valet y Petra le entrego las llaves del carro, informado que ya teníamos al conductor designado para llevarnos en caso que lo necesitáramos. He de reconocer que mis amigas se habían esmerado en su arreglo personal se veían hermosas en sus vestidos para la ocasión que según era de coctel, yo por más que ellas me ayudaron con el arreglo me veía bien pero, nada como ellas.

Entramos por una puerta doble, aun lugar espectacular, por lo menos para mí que nunca había estado en un lugar como ese, elegante, muy bien decorado, con una excelente música  y ya la fiesta cuando llegamos estaba avanzada. Cuando una alta, hermosa y elegante mujer venía a recibirnos, saludo a Petra con dos besos y le dijo la agradable sorpresa que era verla, en verdad que no pensaba en que ella asistiera y en tan buena compañía. Petra nos presentó a cada una a su anfitriona, dándonos la bienvenida y la mano se presentó como Jane Parker y nos ofreció acompañarnos a nuestra mesa.

Debo reconocer que me impresiono mucho no le calculaba más de 35 años con un hermoso cabello rubio y perfecto cuerpo que se ajustaba a su vestido como un guante que atrapaba miradas, tenía unos bellos ojos azules muy envolventes.

Como siempre mi torpeza salía a relucir cuando me pillo mirándola de más y ya habíamos llegado a nuestra mesa. Me ruborice  y me deje caer en la silla con la cabeza baja. Solo para mirar en unos segundos dedicarme una pequeña sonrisa y decirle a la mesera que tomara nuestro pedido de bebidas y que se reuniría con nosotras más tarde después de saludar al resto de sus invitados. Esperaba que ninguna de mis amigas se diera cuenta de lo sucedido pero, Petra y Amanda en seguida hicieron comentario, yo me hice la desentendida y empezamos a ver el lugar que a pesar de su elegante decoración nos distaba mucho a un bar heterosexual, lo único que se veía como decía una reina  hace tiempo, “hombre con hombre, mujer con mujer y en su sentido inverso”. Bailando, charlando, bebiendo y uno que otro toque y beso.

Llegaron las bebidas y empezamos a beber; hubo show con hombres, con mujeres, bailes, brindis, orquesta y la  noche avanzaba bien. Bailamos, nos invitaron a bailar y Petra me hablo de Jane que era la socia mayoritaria del nuevo lugar que era gay y actualmente era soltera, no sé porque me daba información de ella si ni siquiera había vuelto a parecer en la mesa. Y Amanda me anima para sí regresaba a la mesa a conversar con ella y saliera de la duda, de lo que una vez conversamos en su casa.

Hacia como un año le confesé que tal vez no me gustaba estar con hombres porque me sentía mejor con mujeres pero, que me negaba aceptar mi condición por medio al rechazo. Ella me dio su apoyo y confianza y que contara con su apoyo y de su marido, ya que me consideraban parte de su familia y que a ellos no les importaba, que buscara mi felicidad y que al diablo los demás y sus prejuicios. Su apoyo me dio un fresquito pues no quería perder la amistad del grupo y alejarme. Unas semanas después les contamos a las demás cuando me sentía más confiada, la única que intento decir algo fue Mónica que venía de una familia y educación muy religiosa pero, la amistad peso más y a la final  termino aceptando.

Siguiendo con el relato, de esa noche Jane regreso a nuestra mesa ya pasada la media noche y se dedicó a hablar con Petra, Y yo opuesta en la mesa la miraba y ella me dedicaba una que otra sonrisa o mirada. Otra vez, las chicas me sacaron a bailar y Petra y Amanda  siguieron la conversa con nuestra anfitriona. Nosotras esa noche ya con tragos lo que logro recordar era dedicarnos a bailar con quien nos invitara o en grupo con nuestras canciones favoritas.

Estaba en esa cuando siento que alguien se me acerca por detrás y me susurra en el oído que si puedo bailar con ella, cual será mi sorpresa cuando veo a Jane dedicarme otra hermosa sonrisa, tomarme de la mano y arrastrarme a un extremo de la pista.

Ya separada del grupo de baile empezamos a bailar una nueva canción un poco movida y yo solo me podía deleitar en sus suaves y sexis movimientos de baile trataba de seguirle el ritmo pero, el alcohol más mi torpeza de sentirme un poco incomoda y nerviosa al tenerla tan cerca no me dejaban. La pise  dos veces y así termínanos la canción.

Terminamos tomando una copa en la barra donde me invito hablar un poco, me hacía preguntas muy cerca del oído ya que la música nos dejaba escuchar poco. Que donde vivía, a que me dedicaba, que me parecía el lugar y así a cada pregunta respondía a ella de igual manera con una respuesta  corta y una sonrisa boba y era que su perfume, su manera de hablar y el pequeño roce al acercarse me tenía alucinando como no hace mucho. Solo pensaba y ahora que, ¿me está coqueteando?, ¿Y qué hago?, ¿Sera verdad que la más linda de la fiesta me está cayendo a mí? Y todas las estúpidas preguntas que se podrán imaginar.

Y así seguimos como hasta las dos de la mañana bailando, tomando y teniendo pequeñas charlas que se mezclaban con las de mis amigas, la verdad no recuerdo mucho de lo que hablamos.

Cuando llego la hora de despedirnos y  de irnos a nuestras casas porque aunque mis amigas tenían permisos de sus parejas, no debíamos de abusar de pasar un buen momento y llegar a la hora.

Jane nos acompañó al carro con nuestro chofer asignado a llevarnos a todas y dejarnos en nuestras casas, me paso una tarjeta con su número, con un “llame pronto” y un pequeño beso cerca de las comisuras de los labios. Insinuante por cierto, se despidió de todas con un regreso pronto de todas y de Petra que hablarían después para ponerse al corriente.

No creo que mis amigas pararan mucha bola a lo sucedido porque ya estaba en sus tres quince así que nos subimos al carro dando las gracias, guarde la tarjeta en mi bolso y nos dirigimos a casa de cada una a mí me dejaron de ultimas, era la que menos había bebido como siempre y me asegure  que estuvieran seguras en sus casas.

Después de dejar a Amanda y Petra  en sus casas, Luisa y yo nos dirigimos con el chofer a mi pequeño a apartamento, ya que habíamos quedado en eso para no molestar a sus padres a esas horas ora que ella se había ido a vivir con ellos después de su divorcio.

Al llegar Luisa, tomamos agua nos colocamos las piyamas y al ir a la cama me comento que como habían quedado la cosas con Jane que nos vio hablando mucho y bailando y que vio cuando me pasaba algo al momento de despedirnos además del beso.

Yo de nuevo solo sonríe como tonta al recordarlo pero, le dije con sinceridad que solo habíamos hablado y que me había pasado su número para que la llamarla y quedáramos luego. Pero, que no me hacía muchas ilusiones pues era una mujer espectacular y fuera de los alcance para mí. También le dije que valoraba mucho su amistad y de las otras tres locas que tenía por amigas al tratar de que yo conociera a alguien y que me animaran.

Nos a costamos dormimos y ella se fue a la mañana siguiente y así paso este fin de semana y así comienza esta nueva historia de 3 partes que iré subiendo cada vez que pueda.