Una aventura

Mi aventura en el trabajo

Hola amigos,

este es mi primer relato por lo cual espero me manden sus comentarios y sugerencias.

Me presento soy Arumi una chica de la Ciudad de México de 28 años ex gorda jaja pero gracias a ello creo que tengo unas nalgas y unos senos bonitos, ahora ya no estoy gorda y también gracias a que soy alta (1.70) tengo unas piernas hermosas que me gusta enseñar cuando uso vestidos y pantalones ajustados.

Lo que les contaré sucedió hace unos meses en el año pasado. Estaba escuchando música con mis audífonos en la oficina y me di cuenta que mi compañero Manuel me veía mucho, pensé que se me había subido mi vestido pero me lo revise y no, la verdad me estaba poniendo nerviosa porque días antes mientras me despedía me dio un beso en la boca, pero no pasó a más.

De pronto me llego un mensaje de Miguel mi novio y me dijo que si nos veíamos y le dije que si, después del trabajo, estaba contestando el mensaje cuando me llega uno de mi compañero:

M – Oye, te ves linda con ese vestido

A – Calla que me pones nerviosa

M - ¿Entonces cuándo vamos al hotel? Sabes que tengo ganas de hacerlo contigo

A – Un día de estos

Sus insinuaciones me ponían nerviosa pero aunque tenía ganas de hacerlo pero yo tenía a mi novio Miguel que iba casi diario por mi (la historia con él se las platicaré en otra ocasión), estaba son mis pensamientos cuando me llega otro mensaje.

M – Para que te convenzas te presento a mi amigo (su pene)

A – No te atreves

M – ¿Cuanto a que si? ¿Si te lo enseño vamos?

A – No sé, déjame trabajar

Y seguimos trabajando, un rato después, entro con mi jefe a checar unas cosas y cuando terminamos mi jefe se salió y Manuel se puso a un lado de mi escritorio y sacando su pene me dijo: Ahora salúdalo. Le dije ¡Estás loco! Y aunque lo vi de reojo me puse nerviosa y aunque solo fue un momento me di cuenta que era de buen tamaño con una cabeza grande.

Lo corrí de mi lugar y me quede pensando en su proposición.

Al llegar a las 7 de la tarde salí volando para que Manuel no me viera y llegue con Miguel que me esperaba afuera de la oficina, fuimos a cenar, aun tenía en mi mente el pene de Manuel por lo cual me calenté y me di un buen faje con mi novio, camino a mi casa solo se la mame en el carro y eso fue todo.

Llegando a casa, me mando un mensaje Manuel:

Te veo mañana en la plaza que esta por tu casa y nos vamos a un hotel cerca, no me digas que no, a las 11 te espero.

No sé si por la calentura que me dio al enseñarme su pene o a la mamada que le di a mi novio pero le contesté que sí, que ahí nos veríamos.

A la mañana siguiente me levante, me di un buen baño y me depile toda y elegí la ropa que me llevaría; un conjunto de brasier y tanga negros de encaje, unos jeans ajustados,

una blusa con los hombros descubiertos con escote y unos tacones azules.

La plaza me queda cerca, unos 5 minutos así que fui y al llegar mande un mensaje de donde estaba, me dijo que se estacionó en la puerta de la plaza y fui a su encuentro. Al llegar me da un beso en la boca y me dijo, vámonos.

Llegamos al hotel, pidió una habitación y subimos al primer piso, íbamos en el descanso de las escaleras, me tomo por detrás y me besó el cuello diciéndome –No sabes las ganas que tenía de estar contigo. Eso me éxito y me pegue a su cuerpo sintiendo su pene erecto en mi trasero mientras el tocaba todo lo que tenía a su alcance.

Llegamos a la habitación era un cuarto un poco grade al fondo la cama con espejos en una pared, una mesa pequeña, un mini bar, un baño con tina y regadera de mano y una ventana que da hacia un parque con unas cortinas gruesas, el fue a correr las cortinas y todo se obscureció, prendió la luz la cual era roja que iluminaba lo necesario.

Se acerco y me empezó a besar, siguió bajo hacia el cuello (sabe que es mi punto débil) sus manos recorrían todo mi cuerpo, me excitaba como me tocaba, lo hacía duro pegándome su miembro, me dijo – Te voy a comer toda. Yo solo asentí con un gemido, no podía articular palara, sentía lo húmedo de mi sexo, me quito la blusa, los jeans y solo me quede con el brasier y la tanga, me subí a la cama y le dije –Es tu turno, quítate la ropa. Se quito la camisa, y los pantalones, se le marcaba su miembro en el bóxer, se subió a la cama y siguió besándome. Me acariciaba el cuello, los senos, las manos y las bajo hasta su pene, lo sobe sobre el bóxer mientras él me quitaba el brasiere, bajo a mis senos, chupaba y mordía mis pezones que ya estaban duros, mientras yo saque el pene de su bóxer, estaba duro y grande.

Bajo su mano a mi vagina, jugaba con mis labios y de vez en vez metía un dedo o dos, bajaba poco a poco lamiendo y mordiendo mis senos, mis pezones, y mi abdomen hasta llegar a mi tanga la cual la bajo con los dientes a mis muslos para besarme entre pierna y llegar a mi clítoris, seguía con los dedos en círculos y los metía, mientras chupaba mis fluidos y mordía mis labios vaginales, estaba en las nubes, gemía y me retorcía del placer que me daba.

En un momento donde ya no aguantaba lo jalé lo bese, y le dije:

¡MÉTEMELA YA!

Me abrió las piernas, me rosaba mi vagina con su miembro, me la empezó a meter poco a poco hasta el fondo, después empezó el mete y saca muy rico, sentía cada parte de su miembro rosar mi vagina, llenándome por completo, me besaba bajaba a mi cuello y yo gemía más fuerte de placer con cada movimiento.

A - ¡Sigue! ¡Así!, así. Sus movimientos eran más lentos pero cada vez me la metía más duro, sentía tan rico su miembro dentro de mí. Estaba disfrutando tanto cuando me dijo:

  • Vas perra, esto querías.

  • ¿Quieres más?

  • Voltéate gatita

Me voltee de perrito y me volvió a penetrar, con mis fluidos la penetración era más fácil y me llenaba completamente; empezó a tomarme del cuello y apretármelo, después me jaló el cabello con una mano y con la otra me nalgueaba, estaba completamente a su merced, me poseía y me encantaba la forma en que me cogía.

Empezó a jalarme más del cuello y de lo excitada que estaba le pedía que me cogiera más fuerte. Me giré para estar boca arriba y baje un pie de la cama y la otra sobre su hombre, el me penetraba y yo pedía que fuera más fuerte, más rápido; empecé a gemir, me sentía en las nubes siendo poseída por mi macho. Subió la otra pierna a sus hombros y me penetraba más duro mientras me decía:

  • ¿Así te gusta no gatita?

  • ¿Querías esto no?

Yo seguía gimiendo y pidiendo que no parara y que me diera mas y mas, estaba a punto de tener un orgasmo fuertísimo sólo comprado con los que me daba Miguel, de pronto exploté en un orgasmo delicioso que me hizo gritar del placer y rasguñarlo en la espalda, mientras él seguía penetrándome hasta que sentí su pene ensancharse y expulsar dentro de mí su semen, era una sensación riquísima.

Me acomode en la cama, el se acostó a un lado de mi, el seguía acariciando y besando todo

mi cuerpo durante un rato y me volvió a penetrar pero ahora lento, poco a poco, me voltee boca abajo y ahora me penetro y volvió a nalguearme (eso me súper prende) pero más fuerte hasta que se me pusieron rojas y me dolía, empezó a ahorcarme, jalarme el cabello, morderme la espalda y yo solo decía:

  • Más, mas, muérdeme así, rico.

Me voltee y me volvió a penetrar y a correrse dentro de mí por segunda vez, no saco tanto como la primera vez pero cuando me la saco, sentía como salía su semen.

Me besaba los senos, el vientre, las piernas, hasta que dije:

  • Espera, necesito un baño

Me metí en la regadera, me bañé muy bien ya que me seguía escurriendo semen entre las piernas, salí con una toalla, después el se metió a bañar mientras yo me vestía y me arreglaba, salió, se vistió y nos quedamos otro rato besándonos, salimos del hotel, fuimos a comer y después me llevo a mi casa.

Quedamos que nadie sabrá de esto ya que él como yo tenemos pareja.

Espero les haya gustado, seguiré contando mis experiencias con mi novio, amigos y amigas jiji.