Una amiga de mamá (2)

Después del jugueteo, empieza la acción

Continuación del relato "Una amiga de mamá (1era parte)"

Pero por el contrario, juntó sus manos con las mías y me dijo.

-Sos muy seductor

-Sólo con quienes lo merecen.

Su mirada se clavaba en mis ojos de manera penetrante, y sus pezones empezaban a demostrar que se estaba calentando tanto como yo.

-Voy a besarte… le dije acercándome a su boca.

-Pará - me dijo poniendo un dedo sobre mi boca – Prometeme que esto no sale de acá.

-Ni decirlo - y arremetí de vuelta hacia sus labios.

-Paraaá, despacio, se suave – ya me estaba enseñando como le gustaba a alguien con su experiencia -Y prometeme que vas a enseñarme como se usan – Girando medio de costado y agarrando los preservativos para mostrármelos.

-Tus deseos son órdenes.

Y la tome de la cintura al tiempo que ella rodeaba mi cuello con sus manos fundiéndonos en un beso mortal. Suavemente recorrí sus labios con mi lengua buscando la suya hasta que cedió y me dio paso a su boca juntando su lengua con la mía variando la intensidad hasta alcanzar un ritmo frenético.

Fue un beso húmedo, largo, lleno de pasión. Nos fuimos separando con pequeños piquitos hasta terminar por abrir ambos los ojos. Permanecíamos quietos igual que nuestras manos.

-Hace tiempo que no me besan así.

-Quiero más – le repliqué

Repetimos el beso con la diferencia de que ahora nos movíamos suavemente el uno sobre el otro. Mis manos buscaron rapidamente su colita. La sensación que sentí al tantear su carne sobre el cuero no la había sentido nunca. Me confieso medio fetichista de algunas prendas femeninas con los portaligas, las polleras y pantalones de cuero y las botas altas, cualquiera sea su material.

Manosée, apreté y sobé sus nalgas con ambas manos hasta dejar una laburando ambos cachetes y con la otra comenzar a recorrer el resto del cuerpo. Subí acariciando su espalda y ella empezó a animarse recorriendo mi espalda con ambas manos. Bajé mis besos a su cuello y un suave quejido me inspiró a pasar mi mano a su parte delantera. Recorrí su lomo por el costado y me dirigí a sus pechos mientras volvía con mis besos sobre sus labios. Amasé ambos pechos y me quedé con la mano sobre uno de ellos, movi mi rostro hacia atrás y ella me miró expectante. Con una pierna me abrí paso por entre las de ella y me acerqué hasta acerle sentir mi verga en una de sus piernas. Su reacción fue rodear mi cintura con sus manos y echar su cabeza atrás junto a un sonoro gemido, mmmmhhh

Aproveche para comerle más el cuello a lengüetazos y hacerle sentir mi erección, mi mano bajó de su pecho a su cintura por la espalda y con la otra atraje su pierna recogiéndola sobre mi cintura. La recargué un poco más sobre la mesa y llevé mi boca a sus pechos chupando sobre su camiseta. Parada sobre una pierna, con la otra colgada de mi cintura, la sostuve por detrás con una mano, y la recargué un poco más hacia atrás, con la otra mano me abrí paso sobre nuestros vientres para depositarla a la altura de su pubis. Paseé mi mano con la palma bien sobre toda la extensión de su monte de venus mientras ahogaba sus gemidos con otro profundo beso de lengua. Su mano buscó la mía sobre su vagina y acompañaba mis movimientos, dejé de besarla, tome esa mano y la depsite sobre mi miembro instandola a moverse sobre el. Nos mirábamo mientras masajeaba mi pija lentamente y yo volvía a su concha. Empezó a apretarme fuerte la verga y yo volví sobre sus genitales. Nos matábamos con el manoseo.

-Cómo estás…. Me dijo

-Así me ponés vos mami…..

-Mmmm bebé, haceme el amor ahora.

Ya la tenía cocinada, pero preferí hacer uso del sommier de dos plazas de mis viejos

-Acá no le dijé, dándole una palmada en la colita.

Nos separamos, prendí un cigarrillo, agarrá la cajita de preservatios, los cigarrillos, un cenicero y rodeandola por la cintura la conduje a la habitación de mis viejos.

Entramos y me miró, me dijo.

-Es la pieza de tus viejos no?

-Si, es la más cómoda para la situación, me parece.

-Me siento re zarpada.

-Quise besarla pero no se dejó me sacó el cigarrillo y se escurrió juguetona hacia un costado de la cama. Llegué y la apoyé por detrás, dejando los cigarrillos, los preservativos y el cenicero sobre la mesa de luz. Giró y nos empezamos a manosear de vuelta, me fue llevando para atrás hasta sentarme sobre la cama. Se abrió de piernas para sentarse encima mío dejando su concha sobre mi paquete, nos seguimos besando y manoseando mientras se movía sobre mí como una auténtica puta veterana. Como lo que era. Metí mis manos bajó su camiseta y exploré la piel de sus de tetas en directo contacto. La despojé de la camiseta y bajando por su cuello empecé a besarle las tetas sobre el corpiño de encaje. Seguía moviéndose imparable sobre mi como cogiéndome ambos con los pantalones puestos. Amasaba su culo mientras me sacaba mis zapatos y ella se sacaba el corpiño dejandome sus tetas libres. Lamí, sorbí y mordisqueé esas tetas puntudas con enormes pezones mientras ella pedía a gritos.

-Así, asíi, más, comeme entera.

Me fue desabrochando la camisa hasta quitarmela siendo ella ahora quien habiéndose bajado de mi quedando agachada de frente a mi torso me chupaba entero. La levante agarrandola de las tetas. Me paré y la giré. Le fregué mi pija bien en la cola mientras manoseaba sus tetas desde atrás y le besaba atrás de la oreja. Sus gemidos eran incontenibles. Bajé a su conchita, la manoseé un poquito más y le quité el cinturón. Desabotoné el pantalón y bajé el cierre. La hice ponerse a 90ºgrados entre su cuerpo y sus piernas y tras besarle la cola sobre el pantalón se lo empecé a bajar. Llevaba unas medias de lycra largas color carne sobre su bombachita de encajes, a juego con el corpiño que ya no traía. Al llegar abajo descubrí que sus botas llegaban a bajo de la rodilla. Forcejeé para quitarle los pantalones y me dijo, "primero las botas".

Ni loco, "es un sueño, y no te las pienso sacar", le dije. "Sos más degenerado de lo que parecías", dijó, "eso es lo que te pone caliente o no?", contesté. Costó por la altura del taco pero salio el pantalón. Ahí la tenía. Botas altas, medias de lycra y las tetas al aire. Masajeaba su cuerpo mientras subía besándole las piernas sobre sus medias. Me quedé en su cola, la que llene de lengüetazos y metí mi cabeza entre sus piernas para comerle la concha sobre sus medias y su bombacha. A esa altura ya gritaba, me pare. La hice girar y la acosté en la cama. Me acosté medio de costado y mientras chupaba sus tetas metí mi mano entre sus medias, luego entre su bombacha y pase mil veces la palma de mi mano sobre su húmeda y peluda concha. Saqué mi mano e hice que me la bese. Me incorporé sentándome en la cama. Giré y encendí un cigarrillo. La miré y le dije:

-No pienso sacarte ni las medias ni las botas.

-Y cómo vas a cogerme entonces.

-Voy a tener que romperte la bombacha.

Corrí las medias hacia abajo un poquito y corté la bombacha por ambos laterales de un tirón. Salió facil por entre medio de sus piernas. Creí que se enojaría, pero dando una profunda pitada dijo, "mmm que salvaje sos". La locura nos desbordaba.

Subí las medias hasta su cintura y me acomodé encima de ella que me recibió abriendo sus piernas.

La recorrí a besos babeando sus pechos una vez más hasta que llegué a su monte de venus. Flexionó las piernas como una reacción involuntaria, lo que me permitió deslizándome un poco más hacia atrás dejar mi cara a la altura de sus labios mayores. Los lamí un rato hasta que con mis manos clavandolas en la lycra hice un agujerito y tironeé abriendo las medias lo justo y necesario sobre la extensión de sus genitales.

Acomodé sus piernas sobre mi espalda y me dediqué a deleitarla con un cunninlingus casi de experto.

Se retorcía sobre si misma y me masajeaba la cabeza ahogándome práctimente contra su concha. Mientras mezclaba gemidos con alaridos alternando frases como: "sí, por favor", "no parés mi amor", "comeme la concha", "así chupame toda, así".

Estaba empapadísimo y la lengua casi me dolía cuando decidí para y volver encima de ella para besarla haciéndole sentir su sabor en su boca. Me hice a un costado y prendí un cigarrillo. Montó la mitad superior de su cuerpo sobre el mío, y me dijo: "sos un cerdo, ahora a vas a ver". Manoteó mi paquete, y se alejó dando una pitada a mi cigarrillo. Me quitó las medias, los pantalones y jugó con sus manos y su boca sobre mi verga slip mediante. Lo quitó. Agarró el pedazo y lo sarandeó un rato. Me miró sin soltarlo y dijo: "pedimelo", "chupamela hermosa", le contesté. Gimió, tomo aire y se lo mando a guardar hasta el fondo, lo saboreó en su boca como nunca me lo habían hecho, disfruté mi cigarrillo mamada mediante y al apagarlo volví del paraíso al que me había transportado su pete al ver los preservativos. Abrí la cajita, tomé uno y me senté, la agarré por la cabeza separándola de mi pija a la que succionó con fuerza por última vez. Le mostré el preservativo y le dije: "ahora si, agarrás así (mostrandole como apretar la punta) y lo extendés sobre la pija. "así?, me dijo mientras lo agarraba. Lo pusó sobre el glande y lo empezó a estirar despacito hacia abajo. A mitad del pene lo soltó tomó el pene por su base y terminó de ponerme el profiláctico con la boquita. Lo chupó un par de veces más hasta que la besé y hechándome sobre mi espalda le dije, "ahora sí, cogeme con esas ganas que tenés, como nunca te cogiste a nadie". Se subió a mí, se acomodó y se fue clavando de a poco la verga hasta el fondo. Me besó, me acariciaba. Yo jugaba con sus nalgas. Se irguió y le apreté las tetas, saltaba sobre mí, el ritmo crecía, me estaba matando, sus músculos vaginales apretaban mi verga con demencia, casi me dolía, empezó a darle y darle con ganas. Encontré su ano y ensalivando mis dedos lo maltrataba. "Así, Así, más, Así, más"… pedía verga hasta que cayó de nuevo sobre mí. Todo indicaba que tras tanto jugueteo previo había acabado en cinco minutos. Sus movimientos disminuyeron aunque seguía ensartada "Me mataste", susurraba mientras me lamía el lóbulo de la oreja, la desmonté de mi verga y la hice ponerse en cuatro.

"No me vas a dejar así" dije mientras me acomodaba detrás suyo metiéndosela de nuevo.

Seguí cogiéndola y le manoseaba las tetas. "como me gustas", le dije. Paré. Me estiré y todavía con la verga adentro prendí un cigarrillo. Se lo pasé tras darle un par de pitadas. Disfrutaba verla fumar mientras la cogía. Me estaba por venir y aumenté el ritmo. "No puedo más", "terminá de una vez" me pidió. Acabé y saqué mi pija de su concha. Cayó rendida, me acomodé en la cama boca arriba, me quité el preservativo y lo dejé en la mesa de luz. Encendí el cigarrillo que mas me gusta, el de después de coger, y se acomodó otra vez con medio cuerpo encima mío.

-Me cogiste como hace tiempo no lo hacían, dijo

-Sos terrible vos, hiciste realidad uno de mis sueños más eróticos

La besé y agarré el preservativo y se lo dí

-Tomá, guardate el recuerdo

Mordió sus labios inferiores y me dijo: "que tonto sos…", nos besamos de nuevo.

Sonó el teléfono.

Era Claudia, su hija "mi vieja está ahí" preguntó.

-No, pasó temprano, pero mi vieja no estaba y se fue, por?

-No sé, salió del laburo temprano y todavía no llega

-Ya va a aparecer quedate tranquila – le dije

Volví a la cama. "Era tu hija preguntando por vos", dije. Miró la hora. Ocho y cuarto. Se levantó presurosa, se cambió en un santiamén y me dijo, "me voy mi marido tiene que comer temprano, esta noche se va a cazar al campo con mi hijo y unos amigos"

Sonreí, y le dije "a que hora se va?". "Más o menos a las doce saldrá, por?". "Me vas a invitar a tu casa esta noche entonces". "No sé, si Claudia se va a lo del novio puede ser", me dijo, me besó, salió de la habitación, regresó, "te llamó a eso de las once, dale?".

"Ok, no me falles", le contesté. Se fue dando un portazo y gritando, "descansá…. Nos queda mucho por delante"….

Cuando me levanté encontré rota en el piso su bombachita.

Me fui a bañar, comí algo liviano y esperé el llamado que, minutos antes de las once me confirmaría otro sueño erótico hecho realidad.