Una amante desconsolada

Carta de una amante desconsolada

cada mañana, al abrir mis ojos ya sin vida, miro mi cama con la única esperanza de encontrarte allí durmiendo a mi lado, pero no, no estás allí, no estoy entre tus brazos dándote un tierno beso y susurrándote al oído un buenos días amor, como quisiera volver al pasado, allí donde éramos felices a pesar de todo lo malo q nos ocurría y viviendo con el miedo de ser descubiertas, salgo de mi casa cerrando la puerta, esperando que al volver, tu amor mío estés esperándome con una gran sonrisa y tus brazos extendidos esperando que mi cuerpo entre en ellos, como olvidar tu aroma que me llenaba de vida, como olvidar cada facción de tu cara, como borrar todo lo que aviamos vivido si eras solo tu quien me completaba, estos días que no te tengo ya a mi lado se hacen una eternidad, ¿Por qué amor mío?, ¿Por qué si yo te amaba tanto te tuve que alejar de mi? Son preguntas que yo misma he escrito las respuestas, cada paso que doy se hace cada vez más doloroso, saber que recorro el camino de mi vida sin ti a mi lado me destruye, aquel día, cuando te fui a buscar al colegio donde estudiabas, me miraste y al verme ahí parada esperándote una gran sonrisa se formo en tu cara, ya había tomando mi decisión, era lo mejor para ambas amor mío, pero sobre todo te estaba protegiendo a ti, solo a ti del peligro que corríamos al estar juntas, cuando llegaste a mi lado tomaste mi mano, te pedí que fuéramos a un lugar donde no hubieran personas, me miraste desconcertada, pero no te di espacio para hacer preguntas, caminamos en silencio hasta llegar a los pies de un pequeño cerro en donde nos detuvimos, me voltee, no tuve la fuerza suficiente para mirarte a los ojos, esos ojos de los que me enamore desde el primer día en que los vi, aquellos ojos cafés que con solo mirarme hacían que mi corazón dejara de latir y a la misma vez latiera con toda su fuerza, solo tres favores te pedí ese día, los tres favores más dolorosos de toda mi vida, te pedí que me besaras, ese beso, fue el beso más apasionado y lleno de amor de toda mi vida, lo sentí hasta el fondo de mi ser, mi corazón ya roto por mi decisión se lleno de amor y se olvido de toda preocupación, solo existíamos las dos, llenándonos de amor, aquel amor prohibido, inocente y mal visto para todas las personas que nos rodeaban, al terminar ese beso te penetre con una mirada fría, tome todas las fuerzas posibles que tuviera para pedirte los últimos dos favores, baje mi mirada y lentamente fui articulando las palabras, con mi voz casi quebrándose pero firme te pedí que no me volvieras a hablar nunca más y que hicieras como que si nunca nos hubiéramos conocido, te quedaste en silencio, las lagrimas comenzaron a desbordarse por mis ojos y a recorrer mis mejillas, respire hondo y te mire, lagrimas corrían a cantaros por tu hermoso rostro, arranque mi corazón desde el fondo de mis entrañas y te lo di con un tierno beso en la mejilla, en verdad no quería separarme de ti, tú que con solo mirarme iluminabas mi vida, tú que eres la dueña de mi corazón, tu ahí parada frente a mi solo pudiste preguntar ¿por qué?, me volví fría y te respondí que era lo mejor para ambas, me abrasaste y me dijiste que si no estaba a tu lado no podría ser mejor, que sería peor, recordé lo que había pasado el día anterior, tenía que verte a escondidas y fuimos a un cyber con mis primas, allí  te abrase era realmente feliz, hasta que mi prima entro alterada a donde estábamos y dijo que mi papa había llegado, el miedo se apodero de nuestros cuerpos, pero sin vacilar Salí y le dije a mi papa que apagaría el computador y me iría, volví a donde tú estabas y te mire, en tus ojos había miedo y sabia que en los míos igual, tome fuerzas y te di un rápido beso en la mejillas y me fui, tenia temor, subí al auto con mis primas y no hable nada en todo el camino, llegamos a casa y Salí con mi prima a comprar y te llame, al oír tu voz un nudo se me formo en la garganta, te pedí disculpas por lo ocurrido y tú me dijiste que no importaba, que no era mi culpa, pero lo era, era mi culpa encontrarnos en esta situación, ahí fue donde tome la decisión más dolorosa de mi vida, ahora viéndote allí, llorando, te hice recordar aquel hecho, aquello que me hizo reaccionar y tomar conciencia, me pediste que por favor no me alejara, que nos amábamos y que nuestro amor era fuerte y podría soportar eso y mucho mas, allí entre tus brazos tome las últimas fuerzas, me hice fuerte, me aleje de tus brazos, te mire a los ojos, con una mirada fría, ya sin vida y te dije seria, y sin sentimientos un ya no te amo, esas palabras dolorosas que eran las únicas que podrían hacer que te alejaras de mi, las pronuncie, sabiendo que no eran verdad, pero esperando a que tu las creyeras, vi el dolor más profundo en tus ojos ya desolados, apreté mi puño y me di media vuelta y comencé a caminar, dejando mi corazón y mi alma allí contigo, abandonando el amor de mi vida solo para protegerla, odiando a todas las personas que no me dejaron ser feliz a tu lado y tirando a la basura mis ganas de amar, así paso el tiempo, no volví a hablarte, no conteste tu llamadas ni tus mensajes, ahora sin ti a mi lado, sin mi razón de vivir, soy un zombi, soy un ser vivo por fuera pero que por dentro no tiene vida, que camina sin rumbo por las calles, que para mí ya no tienen sentido alguno, dejarte fue lo más doloroso de mi vida, esperando que algún día te vuelva a encontrar y al fin podamos ser felices.