Una ama de casa muy especial (09-Final)
Una ama de casa muy especial (09-Final)...
Todavía no eran las 10 de la mañana cuando sonó el timbre. Caray con Jaime, por puntual no será.
Yo estaba en planta desde las 8 de la mañana, arreglándome para el "presupuesto". Había tomado un magnífico baño de sales, me había perfumado y después busqué entre la ropa interior que me había traído Arturo para mi ejercicio profesional. Me había decidido por un tanga y sujetador blanco, de blonda, de esos que vuelven loquitos a los tíos que los ven, pero que a nosotras nos molestan bastante por lo que pican en las tetitas. Pero, total para lo que iba a durar. Me puse un liguero y medias blancas. Encima un vestido camisero, muy escotado y con mucho vuelo, ligerísimo y muy transparente...
Labios rojos, pelo suelto sobre los hombros y ... al ataque...
Abrí la puerta y ahí estaba, no era una preciosidad. Tendría unos 45 años, bastante calvo, bajito y con una tripita incipiente:
- Jaime, supongo.. - - Si soy Jaime y usted Maria, ¿verdad? - - Si, pase por favor...
Entró diligentemente. En fin, ya que me había preparado veríamos si había algo que aprovechar en el tal Jaime. El me miraba con verdadera fruición, parecía que iba a comerme ahora mismo.
- He preparado un poquito de desayuno
- Huy, por mi no se moleste tengo que hacer régimen - - Hombre, no irá a despreciármelo ¿no? Además no solo de pan vive el hombre, dije mientras humedecía mis labios con la puntita de la lengua. - - Está bien señora, vamos allá
Entramos en la cocina y ahí estaba en la ventana de enfrente Ernesto a ver que podría atisbar, menudo voyeur que está hecho. Le guiñé un ojo y corrí las cortinas.
- ¿Qué prefiere café o té? - - Café por favor. - - Siéntese aquí, estará más cómodo. Le dije acercándole la silla. Se sentó y yo mientras me agachaba a coger las pastitas que tenía preparadas para la ocasión. Mi culo estaba al lado de su cara. Me podía ver perfectamente las nalgas a través de las transparencias del vestido. Notaba como tragaba saliva. - - ¿ y qué es lo quiere que le haga exactamente Sra. Maria? - - Un buen servicio. - - ¿cómo?
- Ah, se refiere al presupuesto. Me interesaría cerrar la galería, con un ventana corredera. Pero ya hablaremos después ¿no? Ahora desayune tranquilo.
Me senté frente a él. Mis rodillas rozaban las suyas, había que ver como se estaba acalorando, empezaba a sudar:
- Póngase fresco si quiere aquí hace mucho calor. Me había descalzado y mi pie le rozaba la pierna.
Se quitó la camisa y tampoco estaba tan mal, era mas fuerte de lo que parecía.
- Bien Sra. Maria ya hemos desayunado ¿ dónde está la galería?
Se levantó como si le pincharan en el culo. Este era mas bien tímido.
- Aquí está, le dije. Me puse en medio de la puerta obligándole a rozarme al pasar. Sudaba muchísimo, sacó el metro y empezó a medir. Yo me arrimaba cada vez más, tanto que se me mojó el vestido con el sudor de su espalda. - - Vaya, menudo metro mas largo que tiene ¿no?
Menudo paquete que se le estaba poniendo. Se volvió de golpe y me apalancó contra la pared, besándome desesperadamente. Sus manos no paraban, en un periquete me dejó en ropa interior:
Joder, Maria, estás buenísima. Menuda jaca!! Ya está, ya me hablaba de tú. Esto estaba visto para sentencia, en unos minutos me estaría follando, seguro. Como sudaba el tio, me estaba poniendo perdida. Me escapé de su abrazo y salí corriendo pasillo arriba
Maria ¿dónde vas? Mala puta no me dejes así. Gordito pero ágil, me cogió por la cintura antes de llegar al dormitorio. - - Espera, hombre. Vamos a la ducha. - - Ni ducha ni hostias. Vamos a follar. Dicho y hecho. De un empujón me entró en la habitación y me tiró en la cama. Se quitó los pantalones y menuda tranca.
Se tiró encima mío y en un segundo me dejó sólo con el liguero y las medias. Otro fetichista...
- Menudas tetas y menudos pezones. Decía mientras me los lamía y mordía. Ya ni me acordaba del sudor, al contrario, me empezaba a gustar, así nuestros cuerpos resbalaban mejor. Como se movía el tío, menuda agilidad, ahora te muerdo el cuello, ahora una teta, ahora te chupo el clítoris. Me estaba poniendo como una burra en celo...Y yo como no soy manca empecé a a sobarle la tranca... - - Vaya polla tienes, corazón, ¿me dejarás comértela? - - Pobre de ti si no te la tragas toda, putita mía. Toma chupa...
Empecé a mamar con verdadero ahínco, como si fuera la única del mundo. Eso es lo bueno que tengo, cuando follo con alguien es como si fuera lo último que voy a hacer en este mundo y pongo mis cinco sentidos en ello.
Ya estaba grande, pero se estaba poniendo enorme. Y yo chorreando...
- Anda cabronazo, fóllame, métemela toda.
Como si hiciera falta que le dieran instrucciones. Me puso de lado y me la metió desde detrás mientras me pellizcaba el pezón, mejor me lo retorcía y me mordía el cuello. Vaya manera de follarme.
- Así, Jaime, así, menudo polvo. - - Y después seguiremos por aquí. Decía mientra me metía dos dedos en el culo. - - Por donde quieras, mi amor
Ahora me tenía a cuatro patas, acariciándome el clítoris, mientras culeaba como un poseso.
- Me corro , Maria, gritaba mientras empezó a soltar su leche en mis entrañas. Que bestialidad, vaya forma de correrse, me rezumaba su esperma. Me giró boca arriba y me la puso en la boca. - - Anda mi vida chúpamela un poquito.
- Está riquísima. Estaba sudando como él, aunque todo el sudor debía ser suyo.
Nos quedamos un ratito quietos. Yo mantenía su verga en mis manos y él me metió dos deditos en el chocho. Al cabo de un ratito, ya estaba otra vez...
- Maria, ahora te voy a dar por culo. - - Mira, Jaime, ahora mismo nos vamos a la bañera. Estás sudando como un cerdo. - - No puede evitarlo, ¿te molesta? - - No hombre me ha encantado, pero antes de seguir nos bañamos, o mejor seguimos en la bañera. Anda vamos. Voy a preparar el baño..
Salí corriendo y abrí el agua. En un momento estaba dentro de la bañera. Menos mal que el gili de mi marido hizo poner una megabañera, aunque solo la usamos una vez...
- Jaime, ya puedes venir... - - Aquí me tienes. Se metió en el agua y empezó la fiesta. Que manera de meterme mano. Yo ya estaba mas que dispuesta al folleteo. Le enjabonaba el cuerpo y la polla estaba que se salía. - - Vacía la bañera y abre la ducha. Cogió la leche hidratante y empezó a metermela por el culito, un dedo, dos, tres, preparándose el camino.
- Abre las piernas, apóyate en la pared... - - Despacio Jaime, por favor... Lo temía pero lo estaba deseando como una loca... -
- Tranquila, putona... ya debe estar inaugurado ¿no? Puso la punta del capullo en el culo y empezó a empujar.... - - Ahh!! Despacio, semental, despacio...
De una enculada me ensartó. Casi no podía ni respirar. Poco a poco empezó a moverse despacio mientra me metía dos dedos en el coño...
- Venga muévete, tu putita. Así culea.
Y yo, obediente como siempre, cumplí sus órdenes a rajatabla. Empecé a mover las caderas desesperadamente dándome y dándole gusto. Estaba a punto de correrme y va el bestia y me la saca de golpe... - - ¿qué haces? Sigue.... - - Ahora vamos a cambiar de agujero. Me cogió por la cintura y me la metió en en chochito, hasta el fondo. Le rodeé la cintura con mis piernas. Nos besábamos apasionadamente. Otra vez sudando...Ahora si me corrí...
Me la sacó otra vez y me hizo arrodillar ante él
- Trágatelo todo, guarra. No pude con todo, me rezumaba por la comisura de los labios, cayéndome en las tetas... Vaya corrida...
Me levantó cariñosamente
- Maria, eres una zorra impresionante, te voy a follar hasta que me pidas que pare... y por el aluminio no te preocupes, te voy a cambiar todas las ventanas.
Y cumplió su palabra, tengo el piso mejor acondicionado del barrio y todavía no le he pedido que pare de follarme...
Yo seguí con mi dinámica habitual. Profesionalmente soy una putona de prestigio, muy valorada, y en mi domicilio no falta absolutamente de nada. Tengo muy buenos suministradores...
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