Un viernes por la noche

Después de disfrutar de la fiesta mi amigo me llevó a mi casa, sin antes poder gozar de lo que nos quedaba de la noche...

Era una noche de un viernes común y corriente cuando estaba lista para ir a la fiesta de mi amiga. Después de varias horas de arreglarme, salí espectacularmente de mi casa con una mini falda de mezclilla (yo le digo putifalda) y una blusa negra un poco escotada sin mangas, pelo lacio, tacones negros, todo de maravilla.

Llegué a la dichosa fiesta y mi amiga estaba hasta las chanclas (sumamente alcoholizada) al igual que varios de sus amigos y amigos míos, decidí proponerles a mis amigos que estaban en sus 5 sentidos ir a otro lugar para divertirnos.

Nos dirigimos a un "cantabar" que se encontraba como a unos 15 minutos, llegamos y nos dirigimos a las mesas de arriba, pues el lugar se compone de dos pisos, cuando entramos todo mundo me miraba por traer mini falda en una noche que llovía, o no sé si por que realmente me veía muy bien.

Ordenamos unas bebidas alcohólicas y nos ambientamos, cantamos alguna que otra canción y todo iba de maravilla, decidí ir al baño pues ya me había tomado bastantita bebida, caminé y pasé por una mesa de unos señores de cómo 30 en adelante, lo cual uno de ellos me gritó "Mi reina",para ser piropo no estaba tan grotesco como los comunes, pues la verdad es que sí me incomodaba que me gritara, así que lo ignoré y me metí al tocador, cuando salí me armé de valor para volver a pasar por el mismo lugar, entonces cuando pasé me volvieron a gritar ahora más de ellos y me dijeron "Mamacita, ¿Te invitamos una copita?" la verdad es que me sentía toda una puta, pero hasta cierto punto me agradaba la idea de sentirme deseada.

Llegué a mi mesa y todo continuó normal, unos coqueteos con un amigo Paco, y escuchando a otro amigo cantarme canciones de despechados por nunca hacerle caso, el caso es que ya me ponía más cachonda con mi amigo Paco, la cerveza se me había subido a la cabeza y sólo pensaba en besar a mi amigo, así que decidimos pedir la cuenta después de varias horas, dada la madrugada y como Paco traía coche le pedimos aventón, claro yo sería la última en llegar a mi casa.

Dejamos a todos y finalmente quedaba uno, así que ya pronto llegaría a mi casa y yo aún no tenía ni un solo beso de Paco, cuando llegamos a la casa de mi último amigo, le comenté que si no me devolvía unos cuadernos de la escuela que le había prestado, para que en lo que los buscaba yo besaría a Paco, pero no accedió pues estaba ya muy cansado y mi plan falló.

Nos arrancamos pero no teníamos cigarros, entonces nos detuvimos en un Oxxo ( que es un supercito pequeño, algo más grande que una tienda), me bajé con él del coche y nuevamente pude observar como los de a mi alrededor me miraban y yo nuevamente me sentí una puta comprando cigarrillos, cada quien compró los que fuma y nos subimos nuevamente al coche, solamente quedábamos él y yo.

Paco puso música de fondo de esas románticas para la ocasión y yo ya no sabía que plan inventar para poder al menos besarlo, fue entonces cuando estábamos a punto de llegar a mi casa, después de fumar en el transcurso y hablar de cualquier babosada, cuando le dije que se orillara tantito por que tenía que decirle algo muy importante, así que se orilló y pensó que le diría una mala noticia, cuando le dije es que... él me miraba atento para escuchar cuando no se ni cómo ni en qué momento me le lancé y ya lo estaba besando, al fin después de tantas horas de sufrimiento y frustración lo besaba con mucha enjundia, la idea de estar en su coche me causaba más excitación, jugamos un rato con la lengua y los labios, entrando más en calor, le decidí quitar la chamarra y yo me quité la mía.

Empezó a besarme el cuello mientras yo le empezaba a abrir el pantalón, nos besamos y me desamarre la blusa (pues se amarra del cuello), su pene estaba completamente duro al igual que mis pezones, nos pasamos a la parte de atrás del coche para tener más espacio, lo cual me puse en sima de él quedando yo arriba, le desabotoné la camisa y le lamí cada pezón, luego me detuve con el de la izquierda y le di unas ligeras mordiditas y unas grandes lamidotas, mientras el masajeaba mi hermoso culo, sentí como me bajó la tanga que ya estaba mojadita, así que yo bajé un poco más con mi lengua hasta llegar a sus hermosos 18 cm erectos.

Abrí mi boca, puse mis labios en la punta de su pene, y con ellos empecé a mover su cabeza en círculos diminutos, después con mis labios recorrí su tronco de un lado a otro mientras mi lengua aleteaba por todo su pene hasta llegar a su extremo, besé toda la longitud de éste mientras mi mano derecha acariciaba sus testículos suavemente, metí y saqué su pene de mi boca hasta que ya no pudo más y se vino en mi boca, tragándome todo el semen que salía a chorros, mi lengua lamió todo sin dejar una gota, me puse boca abajo, y él encima mío, su boca jugó un rato con mis pezones y su lengua masajeó mis pechos.

Bajando poco a poco, con las yemas de sus dedos jugó con mi bello púbico y pellizcó mis labios mayores lentamente mientras yo me excitaba cada vez más, los juntó y los besó suavemente, con su nariz los separó y con su lengua acarició todo mi sexo formando círculos con ella, empezó a morder y a chupar suavemente mi clítoris, empezó a lamerlo hasta llegar a la entrada de mi vagina, introduciendo su lengua dura en la entrada de mi vagina introduciéndola poco a poco y jugando con ella, la movió como loco.

No esperamos más y me senté en él y sobre su erección, mi vagina ya lo suficientemente lubricada por mis jugos, empezó a bombear lentamente mientras tocaba mis pechos, lo movía bastante bien, metía y sacaba, mientras nos besábamos, por lo que pude alcanzar un gran orgasmo y sentir cuando se venía dentro de mi.

Después continuamos besándonos, nos vestimos y nos pasamos nuevamente a la parte delantera del coche, nos fumamos un cigarrillo y llegamos a la puerta de mi casa.

Me despedí de él con un beso corto en la boca y me bajé del coche, mientras el policía me abría la puerta y me miraba como aquellos señores en el cantabar, sintiéndome la puta más deseada y realizada de la noche.