Un viernes especial
El marido facilita una cena para que su mujer caiga en brazos de un nuevo amante negro, la gran ilusion de ella.
Un viernes "especial"
Estuvimos cenando en un restaurante del centro. Ella llevaba un traje pantalón rojo, con una camiseta sin mangas blanca y debajo un conjunto azul de raso. Entramos a las 10, y desde que llegamos ellos no paraban de mirarse. Luego fuimos a tomar una copa cerca ya de las 12 a la zona de Huertas, y fué cuando empezó a llover, por lo cual propuse que fuéramos a casa. Al principio pensé que ella reacia a mantener relaciones con otros hombres en nuestra propia casa, se negara, pero dado como estaba la noche metida en lluvia, apuntó débilmente la posibilidad de irnos a bailar.
Yo sabia que los dos estaban desando meterse mano en cuanto estuvieran a solas.
Llegamos a casa y puse un poco de música salsa y le ofrecí a Ralf un Whisky, yo me puse otro y ella no tomo nada y se puso a trajinar por la casa. Por fin cerca de las 2 de la mañana, ellos se pusieron a bailar. Yo hubiera propuesto irnos los tres a la cama, y estaba de acuerdo con Ralf en ello, pero no lo creí oportuno ya que "oficialmente" yo no sabia de su intensa relación del fin de semana que yo estuve de viaje.
Cerca de las 2,30 decidí darles una oportunidad. Ya al llegar a casa les dije que subieran mientras iba a aparcar y según me contó ella despues, en el ascensor se morrearon e incluso ya dentro de casa se acariciaron por encima de la ropa.
Como digo, a las 2,30 decidí darles una oportunidad y como había dejado de llover dije que bajaría a dar una vuelta con el perro, que estaba incomodo. Tarde unos 35 minutos.
Según me marche, ellos empezaron a morrearse y fue Ralf el que sacándose su aparato la hizo sentarse en el sillón y que se lo chupara estando el de pie.
Cuando ya estaba bien duro, fue él el que se sentó en el sillón y quitándole a ella los pantalones y las bragas se la sentó encima ensartándola hasta arriba con sus 25 cms. Estuvieron follando hasta que a punto de correrse, él decidió, dado que no llevaba preservativo, correrse fuera y lo hizo sobre el estomago y el pecho de ella.
Luego la tumbó en el sillón y la acarició hasta arrancarle dos orgasmos. Cuando iban a comenzar una nueva tanda, con ella mamándole a él, yo volví pues de pronto había empezado a llover a cántaros otra vez.
Procuré no hacer ruido y desde el pasillo a través del espejo pude ver como ella se la estaba mamando, el sentado en el sillón y ella de rodillas entre sus piernas. Procuré no hacer ruido, hasta que vi como el se corría parte dentro de la boca de ella y parte fuera. Les di tiempo a recomponerse antes de hacer ruido en la puerta y simular mi llegada en ese momento.
Estuvimos charlando y bebiendo y a ratos ellos bailaban.
Ya cerca de las 6 de la mañana, Ralf dijo que se iba pues acababa de llegar el día anterior de viaje y estaba cansado. Me ofrecía acompañarlo hasta su casa para charlar con el del tema, pero luego sobre la marcha se me ocurrió algo mejor.
"Voy a buscar el coche y cuando esté en la puerta os llamo" era ocasión de darles una segunda oportunidad.
Me bajé a la calle y como estaba diluviando, llame para decir que tardaría un poco.
Nada mas irme se desnudaron y él le volvió a pedir que se la mamara. Se tumbaron sobre el sofá del salón y él volvió a metérsela hasta los huevos por el coño, Estuvo follándola hasta que a punto de correrse, quiso cambiar de agujero.
Ella al principio dijo que no, pero tras un poco de insistencia, la colocó con las manos apoyadas en el sillón y el culo en pompa y con cuidado despues de chuparle y ensalivarle bien el agujero del culo, se la fue metiendo despacio hasta que casi se la clavó entera. Ella me dijo que la sentía casi en la boca del estomago. Con un rítmico mete-saca estuvo bombeando su culo hasta que a punto de correrse, se salió haciéndolo en su espalda y nalgas.
En ese momento llamé yo para decir, y era cierto, que tardaría un poco más pues iba a echar gasolina.
Fue entonces cuando ella le pidió que le comiera el coño, a lo que Ralf se prestó gustoso arrancándole varios orgasmos y volviendo a empalmarse, con lo cual le dijo que quería volver a follársela, esta vez por el coño. La tumbó sobre la mesa del salón y se la follo en plan salvaje. Corriéndose sobre su vientre y sus tetas al terminar. Entonces llamé yo desde abajo diciendo que bajaran cuando quisieran. Al bajar les dije que se sentaran atrás tratando de que tuvieran algún toqueteo y demás mientras íbamos a llevarle a su casa, pero no se atrevieron.
Le dejamos en su casa y volvimos a la nuestra. Entonces en el dormitorio la desnudé, excepto la ropa interior que la hacia mucho más atractiva y la tumbé sobre la cama. La empecé a besar despacio en los labios y luego fui bajando por todo el cuerpo, le saque los pechos sin quitarle el sujetador y tras quitarle las bragas le comí el coño haciéndola correrse un par de veces. Yo ya estaba bien empalmado, así que me coloqué sobre ella y muy despacio se la fui metiendo, aumentando el ritmo de entrar y salir, saliendo del todo y volviendo a entrar hasta la raíz de mi pene.
Ella gemia y empezó a dcirme lo puta que se sentía y como le gustaba. Por fin nos corrimos juntos. Nos duchamos y nos fuimos a dormir, eran las 7 de la mañana y los dos trabajábamos ese sábado a partir de las 9,30.