Un Viernes Diferente II

La mañana siguiente...

Saludos, gente de la ancestral tierra de TR, el lugar más cachondo de planeta Polvo. Este relato estaba terminado cuando el portátil pasó a mejor vida. Sin respaldos o *esperanzas, pensé que había perdido

todos

mis archivos e ideas de relatos y que era el fin… afortunadamente a pesar de todo, por fin mi memoria de superordenador ha servido de algo y, uno por uno, he recordado más de

280ideas

de relatos en

28horas y he pensado muchas más, aproximadamenteel 90% de mis proyectos, aunque varios de ellos tendrán que ser reescritos pero recuerdo lo que escribí y tal vez aproveche hacer pequeñas modificaciones. Ya basta de tanto lamento y pasemos al relato. Esta será una breve secuela no programada, pero no menos importante que las grandes producción de Holly Wood, esa tiaque tiene presupuesto para secuelas.*

PD: Este fue uno de los dos relatos terminados que logró sobrevivir a la muerte del portátil, gracias a que estaba guardado en el móvil.

Eric despertó en el lado equivocado de la cama, el sol entraba a raudales por las persianas y le daba en los ojos. Bostezando, cerró los ojos con más fuerza y se dispuso a seguir durmiendo, pero fue un esfuerzo inútil al que renunció después de unos segundos. Con los ojos aún cerrados, se estiró discretamente, sintiendo que sus músculos respondían, buscando dolores, molestias o hematomas.

Le dolían mucho las rodillas, la espalda baja y el trasero, lugares extraños para que ocurrieran lesiones por beber al azar, tal vez se había caído o le habían empujado en algún momento?

Trató de recordar lo que había sucedido la noche anterior, había tomado tres botellas en la casa de su amigo, luego caminó con Carlos para reunirse con los chicos, bebió dos botellas más y un trago antes de llegar al bar alrededor de las 9:00. Cuatro botellas más, bailó un poco, coqueteó un poco, no molestó a nadie. Los chicos se fueron a un club pero eligió seguir en ese bar.

Su memoria parecía funcionar más rápido. El recuerdo vino de improviso, conoció a alguien, ella le llevó a los baños, le hizo arrodillarse y la llevó a casa. Con cautela levantó la cabeza y miró, ella estaba dormida en su lado de la cama, con la sabana envuelta apretadamente alrededor de ella, la melena pelirroja extendida sobre las almohadas.

Al menos eso explicaba por qué estaba en el lado equivocado de la cama y por qué tenía tanto frío.

Se quedó ahí por un segundo preguntándose qué hacer, no era frecuente para él llevar a una chica a su piso, aún más raro encontrarla en la cama a la mañana siguiente. Mientras yacía allí, los recuerdos de la noche anterior comenzaron a regresar lentamente, su polla, le había dado una mamada en el baño, la llevó a casa y lo dejó mirando para Cuenca.

Su respiración profunda indicaba que no iba a despertar pronto, así que se incorporó y se sentó en el borde de la cama y se levantó muy cuidadosamente. Mirándola no pudo evitar sonreír, se veía tan tranquila y contenta.

Silenciosamente se puso un pantalón de chándal y comenzó su rutina habitual después de una noche de tragos, una vez que hubo terminado preparó una taza de café y empezó a freír unos huevos. Eric, distraído viendo cómo se freían los huevos, no la escuchó despertarse ni notó que entraba a la cocina hasta que sus manos rodearon su cintura y sus labios besaron su cuello.

"Buenos días, perra," susurró ella con voz ronca en su oído.

Saltó de la sorpresa, su agarre en su cintura se apretó y le atrajo hacia ella, chupándole el cuello y haciéndole gemir ligeramente.

"Te gusta eso, perra?" dijo, Eric solo pudo gemir en respuesta cuando una mano se estiró para pellizcar una de sus tetillas y la otra se deslizó debajo de su chándal para acariciar su culo.

Sus manos ahora se apoyaban sobre la mesa de la cocina con firmeza mientras empujaba hacia atrás, haciendo que su culo estuviera lo más expuesto posible para su uso. En poco tiempo su chándal estaba alrededor de sus tobillos y las manos de ella estaban separando sus nalgas ampliamente, la polla de Eric estaba semi dura por la excitación y expectación, a partes iguales nervioso y emocionado de saber qué haría ella a continuación.

"Vamos a refrescarte la memoria," murmuró ella mientras el ano de Eric palpitaba, tratando de atraerla.

La respiración del muchacho era agitada cuando sintió que ella le besaba el culo, que todavía se sentía muy sensible por la noche anterior, pero cuando lo lamió lentamente de arriba a abajo, el dolor fue reemplazado gradualmente por una placentera sensación de hormigueo. Gimió de nuevo y arqueó su espalda, presentándole su trasero a su dueña.

La cocina se llenó con el sonido de su experto beso negro y los gemidos de Eric, llenos de lujuria; eran más fuertes al sentir la sensación de su lengua follando su culo, el chico se aferraba desesperadamente a la mesa, con los nudillos blancos, los ojos bien cerrados y de puntillas, con la cara contorsionada en un rictus de placer, mientras ella le comía el culo sin tregua, Eric creía que se iba a correr con solo sentir esa lengua traviesa lamiendo e invadiendo su ojete.

Sin previo aviso, detuvo su asalto al ojete de Eric, que ahora jadeaba y casi se derrumbó sobre la mesa, respirando con dificultad, el sudor le corría por la espalda y el pecho. Segundos después sintió la polla perfecta de esa mujer presionando contra él, sus pezones duros clavándose en su espalda y sus labios rozando su oído, "Listo?" preguntó ella, Eric no respondió, se concentró y obligó a su esfínter a oponer la menor resistencia posible.

La escuchó gemir en estado de shock mientras atraía sus nalgas hacia atrás, gimiendo mientras su polla se clavaba sin ninguna resistencia en su culo, hasta los huevos, ambos gimieron cuando eso sucedió. Cogiendo un par de segundos para respirar y esperar, Eric comenzó a relajarse un poco. El dolor de la penetración inicial se alivió y fue reemplazado por una plenitud muy agradable, el chico lo interpretó como una señal y se alejó de ella hasta sentir la cabeza de su polla acercándose a su entrada, luego empujó hacia atrás, follándose el culo con esa estaca.

Ella le dejó follarse lentamente, permaneciendo inmóvil mientras Eric se movía suavemente hacia delante y hacia atrás sobre su polla, a veces apretando su esfínter, amando la sensación de ese rabo venciendo la resistencia de su agujero y después, lentamente sacaba su polla de su culo y repetía el proceso, una y otra vez, ante la mirada complaciente de esa mujer.

Eric comenzó a moverse más rápido, su culo hambriento engullía la polla de su amante sin ningún esfuerzo y lo único que importaba eran el inmenso placer que esa polla encendía en él cada vez que se hundía en su culo. Pronto sus gemidos se hicieron más fuertes y ella jadeó con más fuerza, agarrando la cintura del muchacho, sus uñas se clavaron en sus caderas en tanto asumía el control de la follada y empezaba a taladrar su retaguardia con un ritmo fuerte y frenético, profiriendo toda suerte de obscenidades en voz baja mientras mordía y chupaba el cuello de Eric y arañaba su espalda, marcándole como de su propiedad.

Así continuaron por varios minutos en los cuales solo se escuchaba los escandalosos gemidos de los dos amantes y el sordo choque entre los huevos de ella y las nalgas de Eric. Cuando la mujer estaba al borde del orgasmo, de pronto sacó su polla de su culo, le apartó de la mesa y hizo que se arrodillara frente a ella, con una mano agarró su cabello y con la otra sacudía frenéticamente su polla. Eric se mordió los labios y la miró a los ojos mientras sacaba la lengua, lamiendo la cabeza de su polla mientras ella se corría con grandes gemidos.

Mirándole a los ojos con fiereza, murmuró, "Todo tuyo!!", Eric solo pudo gemir en respuesta cuando varios trallazos de lefa salpicaron su rostro. Cuando el éxtasis del orgasmo comenzó a disminuir, soltó el cabello de Eric y apoyó ambas manos sobre sus hombros para mantener el equilibrio. Liberado de su agarre mortal, cogió su polla y la introdujo en su boca, balbuceando de satisfacción mientras tragaba el semen restante que rezumaba de la punta del glande. Ella se estremeció cuando sentía la lengua de Eric lamiendo su glande mientras su miembro se ablandaba en la boca del chico.

Una vez recuperado el equilibrio, soltó sus hombros y sacó su flácida polla de la boca de Eric. Él miró hacia arriba y la vio mirándole, sonrojándose mucho, su expresión posterior al orgasmo la hacía lucir angelical, viendo la mirada de adoración y devoción del chaval; además de su polla dura, sonrió con una sonrisa pícara y su polla lentamente comenzó a dar señales de vida una vez más.

"Esto va a ser divertido. No te lo dije anoche, pero mi nombre es Anabel," dijo ella.