Un Viernes Diferente
Una noche de chicos se convierte en una buena noche.
Saludos a todos, recuerdo cuando la televisión era muda (bueno, no es que lo recuerde pero... en fin), seria algo perfecto en estos tiempos para no escuchar las sandeces de ciertos personajes. Esta historia contiene Dominación suave, fetichismo de pies y algo de seducción, creo; no recuerdo muy bien pues estaba muy cansado para ojear el relato después de terminarlo. Si continuas leyendo más allá de mi comentario de apertura, significa que estas de acuerdo con el breve resumen de contenido en la línea anterior, saludos y buen domingo.
Las salidas nocturnas de chicos siempre empiezan igual, un grupo de amigos reunidos en la casa más grande, la de Carlos; luego terminaban en los bares locales durante unas horas antes de pasar a un club cuando los bares cerraban.
Era más o menos lo mismo todos los viernes, los mismos colegas, los mismos chistes, las mismas historias, los mismos bares, los mismos clubes. Dicen que la definición de locura es hacer lo mismo una y otra vez y esperar un resultado diferente.
Bueno, ese viernes sería una verdadera locura para Eric.
La única razón por la que Eric siempre quedaba con Carlos era porque habían crecido juntos, era su mejor amigo y él era bueno en conseguirle tias cachondas cuando el pobre no estaba muy sobrio y podría ser algo perturbador para las chicas.
Esa noche era igual que las anteriores, Eric odiaba la música y se sentía un poco incómodo, pero de vez en cuando coqueteaba y se convencía de que era un precio que valía la pena pagar.
El bar favorito del grupo en el que se encontraban estaba abarrotado, la música estaba alta y las bebidas circulaban por doquier sin problemas. Por una vez Eric estaba disfrutando de las bromas y el cachondeo de sus amigos cuando sintió que se le erizaban los pelos de la nuca.
Alguna vez has tenido la sensación de que te están observando? Como si pudieras sentir la mirada de alguien? O sentirla desnudándote y poseyéndote con sus ojos? Así era como se sentía Eric en esos momentos y su expresión era parca.
Los amigos de Eric planeaban moverse a un club cercano pero les rogó permanecer un rato más, la sensación de ser observado le estaba desconcertando y, siendo totalmente honesto, tenía una extraña curiosidad por saber qué podría pasar si se quedaba.
Pensó en tomarse un último trago para relajarse y terminar la noche, el bar se estaba vaciando y la música estaba más tranquila mientras la gente se iba en busca de más acción o allanar el camino con algún ligue casual. Al ver como se quedaba solo en el bar, los nervios de Eric disminuyeron y pronto sus amigos se despidieron antes de dejarlo solo, al estar indispuesto para seguir bebiendo.
Con su trago en mano, Eric se recostó contra una columna lejos de la multitud cada vez más reducida y las luces brillantes, la fría soledad fue un consuelo extraño para el muchacho mientras ojeaba el lugar, suspiró.
"Pensé que nunca se irían," susurró una voz en su oído, haciéndolo sobresaltarse un poco.
"Quiénes?" preguntó casualmente sin mirar atrás, siguiendo el juego.
"Tus amigos," dijo la voz, la palabra "amigos" estaba llena de ironía.
Comenzó a protestar cuando un dedo se posó sobre sus labios y luego la voz susurró, "Sshhh…" que se convirtió en un soplo suave en el oído de Eric.
Eric se estremeció involuntariamente y su misteriosa torturadora se rió y ronroneó, "Mmmm, eres sensible y muy receptivo, eso me pone." Suavemente lamieron y besaron su cuello justo debajo de su oreja, la mujer desconocida rió de nuevo mientras el chico temblaba y suspiraba.
Quienquiera que fuera, realmente sabía lo que estaba haciendo.
"Estás temblando, estás asustado chaval?"
Eric negó con la cabeza.
"Eres lindo cuando estás asustado" dijo ella y estremeció a Eric comenzó a trazar con su delicada uña carmesí la silueta de los labios del chaval, que separó sus labios ligeramente mientras seguían jugando con él y negaba con la cabeza, como tratando de resistirse.
"Mentiroso," dijo la voz de la mujer, burlona. "Estás muy asustado y muy excitado," siguió ella hablando en voz baja, "Ni siquiera tengo que mirar para saber que ya estás empalmado."
Un silencio embarazoso siguieron las palabras de la mujer, pero esta no se detuvo en absoluto y Eric tampoco daba señales de querer alejarse de ella.
"Ni siquiera he comenzado a jugar contigo todavía."
Ante esto, él trató de girarse y enfrentar a su torturadora, pero el dedo que había estado tocando sus labios se movió hacia abajo y agarró su mandíbula, sosteniendo su cabeza en su lugar lo suficiente para demostrar su control sobre él y la situación.
"No, no, no, nada de mirar hasta que yo lo diga, chaval travieso," susurró en su oído y reanudó sus besos y acaricias.
"Qué quieres?" preguntó Eric. Lo que había comenzado como un curioso coqueteo ahora había tomado un giro un poco más oscuro y mientras la parte racional de su cerebro le decía que se fuera, él estaba borracho y ella estaba presionando teclas que no sabía que tenía y lo mantenían inmovilizado y queriendo más.
Su magistral control sobre la situación le estaba excitando más de lo que le gustaría admitir a Eric. La mano alrededor de su mandíbula se relajó en una caricia por su pecho, y se deslizó bajo su pantalón, apretando juguetonamente su polla y escuchó a su atormentadora ronronear mientras sentía la lujuria creciendo dentro de él.
"Mmmm... creo que protestas demasiado... pero tu polla me dice que te encanta esto..." dijo ella y apretó y acarició suavemente su verga mientras susurraba.
De hecho, podía sentir como su polla respondía a sus expertas atenciones.
"Qué quieres?" repitió Eric.
"Qué es lo que quiero?" la voz se hizo eco de su pregunta con fingido asombro, "Qué quiero? Bueno, pensé que habría sido obvio desde el principio mi querido muchacho," susurró juguetonamente y su mano continuó acariciando la polla endurecida de Eric.
"Te quiero a ti," respondió ella, "Te he estado observando por un tiempo, creo que podrías ser el chico más solitario que jamás haya tomado una cerveza. Puedes estar rodeado de tus amigos y aun así te ves completamente perdido, estás tan desesperado porque alguien te posea que es como la señal de Batman. Quizás nadie más pueda verlo, pero yo sí puedo intuirlo."
"Eso no es…" trató Eric de responder pero el dedo regresó a sus labios y le hizo callar de nuevo, esta vez la mujer mordió y chupó suavemente su cuello, dejando moretones, marcándole como suyo.
"No mientas, te has estado mintiendo a ti mismo por mucho tiempo, es hora de que vengas conmigo y aceptes la verdad." Con eso, separó sus labios e introdujo su dedo, mientras ella lo movía suavemente hacia adentro y hacia afuera.
"Quieres tener una dueña, necesitas tener dueña, anhelas esto," susurró seductoramente la mujer. "Te lo voy a demostrar. Iré al baño para discapacitados y tú vas a contar hasta 10, luego golpeas la puerta y entras."
Eric se tensó y dejó de chupar su dedo, ella notó su resistencia y comenzó a besar y morder su cuello suavemente. Bajando la cremallera de su pantalón, metió la mano dentro y acarició lenta y firmemente la polla del chaval, que ahora estaba jadeando levemente.
"Listo?" susurró juguetonamente.
Negó con la cabeza con rapidez.
"Obstinado hasta el final, ya veo," dijo ella y envolvió su brazo posesivamente alrededor de la cintura de Eric, inclinándose y pegando su espalda contra ella. Podía sentir la seductora calidez de su cuerpo y su perfume era una enigmática mezcla de oscuridad y seducción.
"Trágate tu orgullo y admite que quieres esto, quieres que te posea y te haga sentir lo que nunca has sentido," dijo ella.
El chico se dio vuelta para mirarla, sus voluminosos labios de un tono rojo oscuro, grandes ojos marrones mirando intensamente. Puede haber sido un truco de la luz, pero en ese momento ella tenía una belleza etérea y sobrenatural.
Cualquier última resistencia se derrumbó bajo el peso de su mirada seductora.
"Ven conmigo," dijo ella. Eric no estaba seguro de si era una orden o una súplica.
Eric asintió, sin apenas atreverse a respirar.
El leve atisbo de una sonrisa apareció en sus labios perfectos y sus ojos brillaron momentáneamente, luego se dio vuelta y caminó hacia los baños, mirando hacia atrás con una mirada de “ven aquí” mientras abría la puerta.
Mientras contaba, los segundos parecían extenderse a horas mientras Eric debatía si realmente iba a seguir adelante con eso. Este tipo de cosas no les pasaba a chicos como él, si ya con obtener una segunda mirada contaba como una victoria en su libro de ligues.
Reuniendo todo su valor, se dirigió al baño en el que había desaparecido la mujer misteriosa y llamó suavemente. Abrió la puerta, entró sigilosamente y ella echó el cerrojo detrás de él. Ambos se miraron y él se acercó para besarla pero la mujer lo repelió y se alejó riendo. Ella se movió sensualmente, acariciando su cuerpo, provocando a Eric. "Puntos por entusiasmo chaval, pero necesitas que te enseñen tu lugar," dijo ella.
Se volvió a acerca y se frotó contra el cuerpo de Eric y este luchó contra la urgencia de tocarla, tenía la sensación de que si quería llegar a algún lado con ella tenía que jugar su juego, a su manera.
"Pronto podrás tocar," le indicó la desconocida.
Ella bailó sensualmente para Eric, el chico estaba frustrado y cada vez más excitado. Necesitaba toda su fuerza de voluntad para no empujarla contra la pared y follarla bien duro. Ella se movió y ambos fueron a parar frente a un espejo de cuerpo entero, cada músculo de Eric se tensó por el esfuerzo de contenerse, ella se siguió moviendo sensualmente contra el cuerpo del joven, obviamente sintiendo un gran placer en su frustración, tomando sus manos entre las suyas y usándolas para acariciar su voluptuosa figura. Ella se deleitaba con el poder que tenía sobre él, sus ojos ardían de lujuria, sus carnosos labios rojos ligeramente abiertos suplicaban ser besados.
Se volvió y jugueteó con los labios de Eric, ambos se rozaban ligeramente, mordiendo juguetonamente su labio inferior mientras rodeaba su cintura con sus manos y sus cuerpos se juntaron. Eric lo interpretó como un permiso para tocarla y sus manos se posaron sobre su trasero y la acercaron con fuerza.
Detuvo sus intentos de besarlo y lo apartó nuevamente, ambos respiraban con dificultad y la pequeña habitación olía a lujuria y sexo.
"Desnúdate," ordenó la desconocida mientras volvía su atención al contenido de su bolso.
Emocionado y nervioso, Eric se desnudó hasta quedarse solo con los calcetines y los calzoncillos blancos, mirándose en el espejo, con un postureo presumió algo de musculo, por horas pasadas en el gimnasio. "Esos también," dijo y el chaval notó el tono burlón en su voz. Le arrebató los calzoncillos de las manos y los guardó en su bolso.
Le miró inquisitivamente, "Perfecto," ella dijo devolviendo la sonrisa.
Sacó lo que parecían ser un par de aros de oro y un pequeño paquete de algo que parecía un labial dorado, luego se estiró y metiendo mano dentro de su vestido, sacó algo de su trasero. "¿Sabes qué es esto?" preguntó con tono bromista. Eric asintió, esta mujer era incluso más depravada de lo que pensaba, pues además de no llevar bragas; tenía un butt plug dorado en la mano, parecía tener 10 cms de largo y 4 cms de ancho en su punto más ancho.
Se acercó a él, acariciando su pecho desnudo, pellizcando sus tetillas, la polla de Eric hacía ligeros en respuesta. Ella se rió mientras rodeaba lentamente al chaval, mirándolo, tocando sus brazos, su pecho y sus nalgas. "Lo has hecho bien hasta ahora, ahora voy a hacerte una prueba para ver si realmente eres digno de mi tiempo."
"Qué tipo de prueba?" preguntó.
"En primer lugar, no hablas sino te lo pido," indicó ella y abofeteó suavemente la cara de Eric, pero sus ojos eran amenazantes. "En segundo lugar, voy a ver qué tan sumiso puedes ser, si me complaces, te daré una recompensa. Si estoy satisfecha, te llevaré a casa y te daré lo que realmente necesitas, lo entendiste?" dijo la mujer dándole una nalgada para dar énfasis a sus palabras, Eric se sobresaltó un poco pero se contuvo de hacer ruido alguno.
Asintió de nuevo, sin saber si se le permitía hablar o no.
Ella sonrió ante su silenciosa respuesta, "Confía en mí, te encantará esto."
"Ahora" dijo ella entregándole los aros de oro, que en una inspección más cercana se parecían más a pinzas para pezones, "Póntelos". Eric se colocó las pinzas en sus tetillas, bufando un poco de dolor. La dama se lamió el labio cuando notó que las pinzas en las tetillas del chaval habían endurecido aún más su polla.
"De rodillas," ordenó. Eric se arrodilló en el suelo frío y ligeramente pegajoso. "Ahora, para la prueba real, tienes que contar hasta 10 para meterte esto en tu culo," instruyó sobre el butt plug.
Abrió el labial, que en realidad era un discreto bote de lubricante y roció un poco sobre el butt plug, "Listo?" preguntó ella.
Guardando silencio, Eric sintió como si eso fuese una pregunta retórica.
La mujer le entregó el butt plug, y el chico comenzó a sudar, era esto realmente lo que ella quería? A Eric le gustaba ver a las actrices porno tomar por el culo y ver a dos lesbianas lamiéndose el culo sin restricciones, pero nunca antes había tenido nada en el culo, ni siquiera lo había pensado.
Ella comenzó a contar con voz lenta y algo fuerte, que hizo eco en las paredes de azulejos.
Una voz en la cabeza de Eric habló, "Ya llegaste hasta aquí, hora de hacerlo."
La desconocida se había sentado en el asiento del inodoro como si fuera un trono, con las piernas cruzadas a la altura de los tobillos y estiradas. Su piel blanca se veía muy sexy y su belleza era realzada aún más por su ajustado y corto vestido de seda negro.
Respiró hondo, le dio la espalda y se puso a cuatro patas, empinando su culo y arqueando la espalda. Luego extendió la mano hacia atrás y palpó alrededor hasta que la punta del butt plug tocó su culo virgen.
Eric jadeó y se estremeció un poco ante la sensación cuando la punta fría y dura presionó contra su esfínter, el muchacho escuchó la risa coqueta de la mujer detrás de él. Haciendo más presión y apretando los dientes, deslizó un par de centímetros dentro y luego los sacó, empujando hacia afuera con los músculos de su trasero mientras volvía a empujar el plug dentro e instintivamente lo volvió a sacar.
Eric comenzó a desinhibirse, toda su atención estaba centrada en el plug y el palpitante movimiento de su ano mientras se lo abría con el plug, apenas se había percatado que ella había dejado de contar y que los únicos sonidos eran sus gemidos ahogados de dolor/placer mientras se sometía al plug, la desconocida sonrió y se deleitó en como Eric se sometía a sus deseos.
Eric continuó moviendo lentamente el plug dentro y fuera de su culo, cada vez tratando de tomar solo un poco más, haciendo una mueca de dolor por el grosor, gimiendo de placer cuando el agudo dolor punzante de la penetración comenzó a desvanecerse a una simple y placentera pulsación mientras obligaba a sus músculos anales a abrirse alrededor del plug. El placer palpitante aumentó cuando llegó al punto más ancho del plug, luego los músculos de su ano succionaron instintivamente el resto del plug.
El placer estalló como un espectáculo de fuegos artificiales, esto era tan diferente a todo lo que había experimentado antes el chaval, el dolor, el placer, la libertad de entregarse a esa mujer era indescriptible, sus nervios estaban a flor de piel y su polla bien empalmada.
"Buen chico," dijo ella en un susurro ronco.
Se enderezó y se tomó un momento para intentar recuperar la compostura, su polla se había ablandado por el dolor inicial pero ahora estaba dura. No le había dicho que se pusiera de pie, así que permaneció de rodillas.
"Date la vuelta y gatea hasta mí."
Eric se dio vuelta para mirarla, su hermoso rostro reflejaba que estaba muy excitada, se había sacado las tetas del vestido y estaban coronadas por pezones perforados que pedían ser mordidos y succionados, mirándolo a los ojos lentamente abrió las piernas.
Cuando ella abrió las piernas, una breve expresión ilegible cruzó su rostro, una extraña mezcla de emoción, desafío y ansiedad. Luego pareció recuperar el control de sí misma y le hizo señas a Eric con el dedo para que siguiera adelante. Se arrastró hacia ella hasta que pasó sus manos por su cabello, acercándolo aún más, él la miró con nervios y excitación anticipados.
"Es hora de tu recompensa, cierra los ojos."
Eric cerró los ojos obedientemente y se puso de rodillas.
"Manos a la espalda y abre la boca, saca la lengua."
Una vez que cumplió con su pedido, pasó uno o dos segundos simplemente pasando sus dedos por su cabello, se sintió extrañamente relajado. El tiempo pareció detenerse mientras seguía acariciándolo, había una ternura inesperada en su toque y Eric se sentía respondiendo instintivamente a sus caricias, moviéndose hacia ella, queriendo más.
Luego pasó el momento y le agarró del cabello con firmeza y tiró de él dolorosamente mientras guiaba a Eric lentamente hacia abajo entre sus piernas.
Con entusiasmo sacó la lengua lo más que pudo y se acercó, ella lo mantuvo firmemente en su lugar, burlándose de Eric, tomándose las cosas con mayor calma. Entonces, lentamente movió la cabeza de Eric hacia adelante hasta que solo la punta de su lengua hizo contacto con algo caliente, húmedo, pegajoso y sorprendentemente duro.
Eric estaba confundido por la sensación inesperada, pero olía divino y tenía el sabor a un afrodisíaco increíble, así que habiendo retirado su lengua en estado de shock, la extendió tentativamente para explorar el sexo de la desconocida. Lamió de nuevo y fue recompensado con un gemido de ella y más de su jugo, lo tragó, era exótico, embriagador y adictivo.
Él quería más. Se esforzó y volvió a lamer un poco más de esa néctar glorioso rezumando de su glande. Ella gimió en agradecimiento y dejó escapar un suspiro, ahora tirando suavemente de su cabello para instarle a Eric a continuar.
Ya no había dudas de que su mujer misteriosa tenía una polla entre las piernas, tampoco había dudas de que no se iba a detener, el sabor, la sensación y el olor de su sexo contra su lengua eran demasiado buenos para detenerse, quería hacerla correrse. Necesitaba saborear su semen mientras ella perdía el control y disparaba su carga sobre él. Quería untarse la cara con su semen y lucirlo con orgullo como señal de ser de su propiedad.
Tomando esa polla en su boca, hizo girar su lengua alrededor de la cabeza, ella controló el paso y el ritmo de su mamada, animándolo a tomar un poco más hasta que la punta de su polla tocó la parte posterior de la garganta de Eric. Él se atragantó y ella echó su cabeza hacia atrás para que solo la punta de su polla tocara los labios del chico para que pudiera recuperar el aliento.
Una vez que recuperó la compostura, comenzó a succionar la cabeza de su polla como un bebé necesitado de su alimento, su líquido preseminal fluía copiosamente, sus gemidos eran ahora continuos y cada vez más fuertes. Eric llevó sus manos a sus caderas y empujé hacia adelante al tiempo que la mujer se ponía de pie, ella relajó su agarre y dejó que el muchacho adorase su polla a su propio ritmo, mirando su polla en la boca de su ligue, admirando la sumisión y adoración en sus ojos mientras él chupaba lo mejor que podía, solo deseaba hacerla correrse en su boca.
Tenía los ojos cerrados, la boca abierta, su respiración cada vez más irregular a medida que la acercaba al orgasmo. Las manos de la mujer habían abandonado la cabeza de Eric y estaban ahora sobre sus hermosas tetas, magreandolas, pellizcando y tirando de sus pezones mientras se mordía el labio para tratar de ahogar sus gemidos.
El muchacho decidió arriesgarse y deslizó sus manos de sus caderas entre las piernas de la mujer, abriéndolas más, luego comenzó a acariciar suavemente sus bolas mientras la pajeaba con una mano y chupaba y lamía apasionadamente el glande.
"Oh joder!" jadeó ella, y sus manos regresaron a la cabeza de Eric instándole a seguir, él continuó trabajando su polla y bolas durante uno o dos minutos más hasta que sintió como sus huevos se tensaban y su polla ponerse increíblemente más dura. Soltó sus bolas y movió su mano hacia adelante, separando su trasero con sus dedos, buscando su agujero.
Ella se inclinó hacia delante y movió sus caderas, tratando frenéticamente de follarle la cara mientras Eric continuaba chupando y acariciando su polla, mientras jugueteaba con su culo usando sus dedos.
"Oh joder! Me vengooo pequeña ZORRA!" chilló ella.
La andanada de improperios llegó con una explosiva descarga de lefa. La fuerza del primer disparo le tomó por sorpresa y soltó su polla mientras se atragantaba con su semen, los siguientes dos o tres disparos golpearon su cara y cabello mientras el semen seguía brotando de su polla en poderosas explosiones. Eric dejó de ahogarse y llevó su polla de nuevo a su boca, a donde pertenecía; lamió los chorros restantes de esperma, saboreando el sabor y la textura a la vez tan extraños y tan familiares, tan naturales.
Ella comenzó a recuperarse de su explosivo orgasmo y apartó a Eric de su sensible polla, lo miró con feliz aturdimiento orgásmico en su cara y él sintió mucho orgullo por haber sido capaz de hacerla correrse. Sostuvo su mirada y abrió la boca para mostrarle el semen en ella, luego lo tragó.
"Joder, eso estuvo bien," suspiró ella. Eric nunca se había sentido tan feliz de hacer correrse a una mujer.
La mujer tomó su cabeza entre sus manos y untó su semen sobre él, pintando sus labios con su semilla. Los dos estaban sin aliento, "Ven conmigo," susurró en ese mismo tono dominante pero vulnerable.
Asintiendo, se puso de pie de manera inestable, sus rodillas le dolían por haber estado tanto tiempo apoyadas en el frío suelo de baldosas. Se vistió sin su ropa interior que había sido reclamada por ella. Una vez que ambos estuvieron vagamente presentables, le tomó de la muñeca y lo llevó a la salida del bar.
Afuera nos detuvimos, era una noche fría y clara, un halo de luz rodeaba la luna.
Sin pensarlo, Eric se quitó la chaqueta y la puso sobre sus hombros, ella lo miró con una mezcla de confusión y desconcierto. "Hace frío," dijo a modo de explicación. Creyó haberla pillado oliendo el borde de su chaqueta y sonriendo para sí misma cuando no estaba mirando.
"Arrodíllate," dijo con un ronroneo bajo y sensual.
Cuando se arrodilló frente a ella, aprovechó la oportunidad para verla adecuadamente por primera vez, parecía ser de su misma estatura con sus tacones altos, su vestido de seda negro terminaba en la mitad del muslo, abrazando sus voluptuosas curvas en los lugares correctos. Sus labios estaban pintados de rojo, carnosos e increíblemente apetecibles. Sus grandes ojos marrones brillaban con triunfo y lujuria, su rostro en forma de corazón enmarcado por una mata de cabello rojo brillante que caía por su espalda.
Se veía cada centímetro de la sofisticada femme fatale, contrarrestada por la chaqueta de traje varias tallas más grandes sobre sus hombros, dándole un aire de vulnerabilidad.
Desenganchó la correa de cadena de su bolso, la llevó a los labios de Eric; que la miró y besó. Ella sonrió y la envolvió alrededor de su cuello, sujetándola en su lugar y usándola como una correa improvisada.
"Llévame a casa," dijo simplemente.
Poniéndose de pie, Eric la condujo a su piso, felizmente fue solo una caminata de diez minutos, caminaron en silencio y el chico envolvió su brazo alrededor de su cintura, acercándola más a él y ella se inclinó hacia él mientras caminaban, su cabeza casi descansando contra el hombro del joven. Pasaron por las puertas de seguridad del edificio y se metieron al elevador sin que los vieran. Se miraron, intensamente, ella chasqueó los dedos y señaló al suelo.
Eric cayó de rodillas, ella levantó el pie y lo colocó en su hombro, el chico miró hacia arriba y vislumbró un encaje negro antes de encontrarse con su mirada. Besó sus dedos al descubierto en el tacón antes de pasar a su tobillo, ella sonrió y Eric lo consideró como un permiso para seguir, besando y acariciando su pierna hasta la rodilla, que envolvió alrededor del cuello de Eric, acercando al chico mientras tiraba de la correa de cadena, arrastrándolo debajo de su vestido y entre sus muslos.
El elevador se detuvo y las puertas se abrieron mientras besaba y mordisqueaba la parte interna de sus muslos, aprovechando la oportunidad para jugar con ella un poco y aumentar el placer de su ‘’conquista’’. Eric la condujo a su piso debidamente y ella se sentó en el sofá, otro chasquido de sus dedos y se arrodilló en el suelo junto a ella, excitado y ansioso por ver qué pasaría después.
"Vodka" dijo simplemente y Eric se levantó para ir a la cocina a por él.
Cuando regresó, se había quitado los tacones y tenía los pies sobre la mesa de café, relajándose en el sofá. Hasta ese momento Eric nunca había apreciado lo sexy que pueden ser los pies de las mujeres, estos eran delgados y delicados, con esmalte de uñas rojo brillante en los dedos.
Le dio la bebida y volvió a arrodillarse, ella tomó un sorbo y suspiró de placer, "Buen chico," susurró sonriéndole. Envalentonado, quitó sus pies de la mesa y comenzó a darle un masaje en los pies.
Comenzó con largos movimientos deslizantes desde su tobillo hasta los dedos de los pies, pasando sus dedos por la parte superior de su pie y los pulgares firmemente por su planta. Ella gimió de placer y se hundió en el sofá, empujando el pie hacia adelante y abriendo las piernas. Animado por su respuesta, Eric masajeó los dedos de los pies con los dedos antes de dar marcha atrás y pasar de los dedos de los pies al tobillo, luego trabajó la planta de su pie con los pulgares, presionando firme y profundamente, pasando los pulgares desde el talón hasta los dedos. Después estiró su pie, pero sosteniendo la planta en una mano y presionando los dedos de sus pies con la otra, antes de terminar con movimientos más suaves desde su tobillo hasta los dedos de los pies. Notó que sus uñas de los pies estaban pintadas del mismo tono de rojo que sus uñas y labios. Cambió de pie y comenzó el mismo masaje con su otro pie, sus suspiros y gemidos de placer eran como música dulce para los oídos de Eric mientras masajeaba amorosamente su pie.
Ella levantó su pie en reposo y lo colocó suavemente contra la cara de su anfitrión, que chupó sus dedos, la lengua bañaba su pie mientras continuaba masajeando su otro pie.
Eric estaba más duro de lo que nunca había estado en su vida. Terminó el masaje y estaba chupando los dedos de su otro pie mientras ella terminaba tranquilamente su bebida, luego plantó sus pies en su pecho y lo empujó hacia atrás en el piso. Se sentó a horcajadas sobre su pecho, sus piernas inmovilizaron los brazos de Eric a su costado.
"Un esclavo debe conocer su lugar," dijo ella.
Eric asintió rápidamente. Ella se incorporó, se dio la vuelta y presentando su trasero a la cara de Eric, se inclinó hacia delante, se subió el vestido y las bragas de encaje negro las hizo a un lado, "Cómeme el culo," ordenó y se sentó al revés, plantando su hermoso culo en la boca de Eric.
No tuvo que decírselo dos veces, el muchacho estaba en el cielo! Su culo lleno de curvas era una mezcla perfecta de suavidad y firmeza. Su apretado ojete estaba a disposición de un excitado Eric, que comenzó a besarlo suavemente al principio, luego con creciente pasión y urgencia cuando ella comenzó a gemir. Cuando su trasero se humedeció por su saliva y su esfínter se dilató un poco más, comenzó a sacar su lengua, usándola como una polla para follarla con la lengua hasta que ella comenzó a mover sus caderas hacia delante y hacia atrás en respuesta. Luego dio varias lamidas largas y húmedas, desde su perineo hasta la parte superior de su culo, realmente tratando de mojarla y amando la sensación de su culo retorciéndose frente a él, luego volvía a follarla con la lengua, su culo ahora estaba ansioso, abriéndose para aceptar la lengua de Eric y ella apretó sus músculos mientras el chico la metía lo más que podía.
Lamió amorosamente y ella empezó a acariciar su polla hasta ponérsela completamente dura, en ese momento Eric se sintió realizado, supo que su vocación en la vida era darle placer a esta mujer, cuando y donde ella lo demandara.
Eric estaba chupando su culo apasionadamente, amando la sensación de su estrecho esfínter estirándose en su boca, cuando ella se levantó abruptamente.
"Ya es suficiente, perra, tienes una buena boca, pero eso no es lo que quiero ahora. Tráeme otro trago."
Sin pensarlo, gateó hasta la cocina para prepararle otro vodka, luego en un golpe de inspiración se desnudó en la cocina y regresó para servirle desnudo, arrodillándose a sus pies, sus manos en la cabeza, mostrando su tonificado cuerpo de gimnasio. Ella estaba sentada en el sofá, luciendo como una reina majestuosa en su trono, su vestido arrebujado alrededor de su cintura, su polla de 19 cms estaba dura y goteando líquido preseminal que sabía al más dulce de los néctares, la boca de Eric se hizo agua al verla.
Ella miró hacia abajo y Eric siguió su mirada hacia sus pies, él sabía lo que quería, así que levantó su delicado pie y comenzó a chupar sus dedos mientras ella frotaba su otro pie sobre su dolorosamente duro (y aún ignorados) 17 cms de polla gruesa. Gimió mientras ella jugueteaba con su pie, a veces acariciando su verga o el glande con los dedos de los pies antes de frotar y luego patear suavemente sus huevos, riendo mientras Eric hacía leves gestos de dolor.
Sacó su pie de la boca de Eric y lo reemplazó con el otro mientras usaba sus dedos mojados para jugar con las pinzas en sus tetillas, que se había puesto en el baño del bar. Eric gemía y se retorcía mientras ella jugueteaba y movía las pinzas en las tetillas con los dedos de los pies, mientras el chico lamía la planta de su pie desde el talón hasta la punta de sus dedos. Él quería chuparle la polla de nuevo, pero ella lo mantuvo alejado del objeto de su deseo con sus pies provocadores mientras Eric empujaba hacia adelante en un intento de acercarse.
Después de terminar su bebida, se puso de pie y se quitó el vestido y las bragas. "Abre la boca," dijo mientras le acercaba a la cara sus bragas. Obedientemente Eric abrió de par en par y ella empujó el ovillo de encaje negro con brusquedad en su boca y la cerró con fuerza. "No quisiera que los vecinos llamen a la policía cuando te desvirgue," dijo ella guiñando un ojo con picardía.
Sus sentidos se saturaron con el sabor y el olor de su sexo, era casi abrumador, era el paraíso y no pudo evitar gemir de placer y su polla dura como una roca rezumaba líquido preseminal al tener sus bragas en la boca.
Una fuerte nalgada en su firme trasero le devolvió a la realidad, la mujer miraba con seguridad y mucha confianza, además de un atisbo de lujuria, "Menuda zorra eres," dijo ella, "Creo que vas a necesitar que te mantenga con una correa muy corta hasta que aprendas a comportarte correctamente." Tiró de la correa de cadena improvisada con fuerza alrededor de su cuello, los eslabones de la cadena de metal se clavaron dolorosamente en el cuello de Eric, dificultando su respiración.
"Ahora muéstrame tu habitación," ordenó.
Eric la guió a la habitación, que estaba escasamente decorada como el resto de su piso, una cama grande dominaba el centro de la habitación. Le empujó sobre su espalda y se subió encima de él, sus pollas estaban juntas, mezclando su fluido preseminal.
Metiendo la mano entre sus piernas, le sacó el butt plug sin ninguna advertencia previa, Eric murmuró de dolor y conmoción por su repentina remoción, ella sonrió y dijo, "No te preocupes nene, pronto tendrás una de verdad y se va a poner mucho mejor." Separando más las piernas, Eric levantó las caderas, ofreciéndose sin sentido a ella. La mujer cogió una almohada y la empujó bajo sus caderas, luego empujó las piernas de Eric hacia delante hasta que tocaron su pecho, la cabeza de la dura polla de su ligue descansaba sobre su ano, babeando líquido preseminal.
Se miraron el uno al otro por un largo momento, luego ella empujó, Eric balbuceó de dolor, no era más gruesa que la suya pero en ese momento su polla se sentía como el extremo grueso de un bate de béisbol.
"Relájate nene y déjala entrar. Sabes que quieres esto, entrégate a mí." Eric apretó los dientes alrededor de las bragas en su boca e hizo todo lo posible para relajar su culo, el dolor de la penetración era implacable, ineludible, intolerable, inevitable. Mientras ella trabajaba la cabeza de su polla dentro de él, hizo una pausa, su rostro enrojecido de triunfo, sus ojos llenos de lo que podría ser amor.
Ella se mantuvo así y soltó sus piernas, Eric las sostuvo y se abrió lo más que pudo, tratando de someterse a ella por completo. Ella dejó que la gravedad y el peso de su cuerpo impulsaran lentamente su polla dentro de Eric mientras la resistencia de su joven amante se debilitaba y su culo se abría para dar la bienvenida a su dueña.
Lentamente, el dolor se desvaneció para ser reemplazado por pequeñas oleadas de placer, similares al placer de tener el butt plug en su culo solo que mucho más fuertes, mucho más intensas. Eric sintió el cambio en su cuerpo cuando la tensión se desvaneció y sus manos tentativamente alcanzaron las nalgas de su dueña para empujarla más profundamente dentro de él.
Fue solo cuando sintió su vello púbico pulcramente recortado hacer cosquillas en sus huevos, que Eric se dio cuenta de que había estado conteniendo la respiración. Se quedaron así por un tiempo, su polla enterrada en su culo hasta la base, los músculos de su trasero apretando su polla con tanta fuerza que era capaz de sentir los latidos de su esfínter alrededor de esa verga.
"Listo?" preguntó ella, escrutando su rostro. Eric asintió al no poder hablar con las bragas de ella en su boca.
Ella sonrió y su rostro se iluminó, se inclinó hacia delante y lo besó tiernamente, luego se preparó y lentamente sacó su polla, los músculos del culo de Eric se aferraron a su polla con fuerza, tratando desesperadamente de evitar que esa polla abandonase el lugar al que pertenecía. Ambos gimieron al unísono, ella con satisfacción dominante, él con gemidos ahogados en dichosa sumisión.
La cabeza de su polla una vez más se acomodó en la entrada de su agujero, luego empujó y su polla se deslizó más fácilmente, el dolor inicial de la penetración se desvaneció más rápido, el dolor palpitante y placentero llegó más rápido y más intenso que antes.
"Oh joder," pensó Eric mientras los fuegos artificiales de placer comenzaron a retumbar en su ser, estallando en su cabeza, sus tetillas apretadas, su polla, su culo y cada rincón posible.
"Oh si nene, esto es lo que siempre has anhelado," susurró ella en su oído mientras Eric sentía como su culo ordeñaba instintivamente la polla de su hermosa, desconocida y perfecta amante.
Ella se echó hacia atrás hasta que la cabeza de su polla estuvo en su entrada posterior y se deslizó lentamente dentro de Eric con un movimiento suave, luego comenzó a follarlo con movimientos largos, constantes y más fuertes, la deliciosa fricción y el agonizante placer de esa polla en su culo enloquecieron de placer a Eric, que no paraba de gemir ahogadamente como toda una zorra.
Su polla estaba más dura de lo que nunca había estado en su vida, babeando constantemente líquido preseminal mientras ella le follaba expertamente, su rostro ahora contorsionado de placer, estaba balbuceando incoherentemente, la cabeza de Eric sacudiéndose de lado a lado, las manos ahora aferradas a las sábanas, suplicando mentalmente que no parase, que nunca dejase de follarle, que se corriese dentro de él, una y otra vez.
Su ritmo se estaba volviendo errático, así que Eric supuso que se estaba acercando al clímax, para su sorpresa, se detuvo con solo la cabeza de su polla dentro de él. Abrió los ojos por primera vez desde hacía varios minutos, ella sonrió con maldad, "Listo?" jadeó ella, pero sin llegar a tener tiempo para asentir en respuesta, ella tiró de las abrazaderas de los tetillas, estirándolas dolorosamente, tanto como pudiese, Eric gritó amortiguadamente a causa de las bragas de encaje negro en su boca mientras ella removía las anillas, seguida rápidamente por una increíble mezcla de dolor y placer. En el mismo momento, reanudó sus furiosas embestidas tan rápido como le fuese posible pudo.
El placer y el dolor fueron demasiados, Eric puso los ojos en blancos mientras se corría en el orgasmo más salvaje en toda su vida. La sensación de su culo apretándose alrededor de esa polla resultó ser demasiado para él y con un grito de salvaje lujuria, ella también comenzó a correrse dentro de Eric y colapsó encima de él.
Permanecieron así el resto de la noche, agotados y enteramente satisfechos, saciados, él lleno de semen y sudoroso. Eric durmió como un bebé, nunca se había corrido tan fuerte ni se había sentido tan bien rindiéndose a los deseos de una desconocida y su magnífica polla.