Un viaje placentero (re-subido)

Como norma general siempre me levanto muy caliente aunque haya follado el día o la noche anterior, pero esto es algo que me ocurrió de camino hacia el trabajo...… uuummm.

Un viaje placentero (re subido)

No me gusta alardear… al menos demasiado, soy a la vista de todo un chico hetero, dicen que soy serio y quizás por este motivo y algunos otros soy respetado. Soy amante de mí querida esposa, hetero y activo… muy activo según mi mujer, pues no hay día que se vaya con su mañanero a trabajar. Mirad, para aquellos que tanto me preguntan sobre mi persona, os diré que actualmente tengo cuarenta y picos años, aunque dicen que nos los aparento (Dios, procure que siga manteniendo la vista… ja ja ja). Mido un metro ochenta y tres centímetro, peso setenta y ocho kilos, mi físico es normal para nada fibroso… aunque eso me gustaría. Mis cabellos son castaños aunque a día de hoy cada vez más escasos, soy como dicen por ahí… un osito, por la cantidad de vello que tengo.

Pero bueno dejare de hablar de mí, centrándome en la continuación de mi confesión, os debo decir que es re-subida, pues fue publicada precisamente a día de hoy doce años (11/Nov./2006)… uuuffff, como pasa el tiempo. En su momento comencé por presentarme, haciéndoos saber que mantengo relaciones tanto con chicas como con hombres maduros, ya que estos me producen mucho morbo. Explicando que es lo que me gusta, pues me gusta dejarme hacer y que se aprovechen de mí cuerpo, disfrutar a la hora de realizar sus fantasías, pues no hay mejor satisfacción propia que la de mí macho… mmm. Mis historias son fruto de experiencias vividas, os intentaré contar lo mejor que pueda, seré breve aunque el placer no se debe resumir y menos emitir. Comenzare…

Como norma general siempre me levanto muy caliente, aunque haya follado los días anteriores o la pasada noche, es algo natural en mí. Lo que a continuación os voy a relatar, es un hecho que me ocurrió de camino hacia el trabajo, normalmente suelo arreglarme mucho pues me gusta a pesar de ir a trabajar, suelen decirme en esto que parezco una tía por lo que tardo tanto en el baño como en arreglarme. Luego mientras conduzco, suelo ir siempre acariciando mi miembro, pues es raro la vez que no me este “tallando” mi miembro por encima de mi pantalón, notándose lo erecta y dura que la tengo, eso y la mancha húmeda debido a mi excitación.

Un día de tantos, me paso una cosa inusual, recuerdo que era martes del mes de noviembre y fue un día muy lluvioso, estaba en el interior de mi coche a eso de las nueve de la mañana. Durante el trayecto, suelo escuchar música más que noticias u otros eventos, a pesar de estar lloviendo suelo llevar la calefacción quitada, pues soy más de llevar el aire acondicionado a pesar de ser otoño. Conducía con la vista al frente, mientras recordaba mi último encuentro, estaba pensando en cómo podría redactarla para poderla enviar a todorelatos.

Tiempo que se me pasa más rápido y que de paso ante el inmenso trafico me relaja, pues como bien sabemos la lluvia nos hace ser más precavido. Acción que no significa que conduzcamos mejor, sino que aumentemos el tiempo de llegada. Bueno continuo, como os he dicho el tráfico era muy lento y eso que apenas había salido de casa, deteniéndome cada apenas un metro, coincidiendo una nueva detención a la de una parada de autobús. Llevaba al menos cinco minutos detenido, minutos que se me hicieron breves por mis calientes pensamientos… mmm. Cuando unos porrazos en la ventanilla me hicieron salir de mi trance, mire hacia mi derecha al tiempo que baje la ventanilla. Donde apareció el rostro de un hombre mayor, hombre al que eche al menos los cincuenta y tantos años. Este tras haber bajado la ventanilla, me pregunto...

  • "Perdona, siento haberte interrumpido, pero quería pedirte que si me podrías acercar más al centro, ya que no llega el bus y con esta lluvia llegare tarde”.

Petición que apenas pude escuchar entre la música y el bullicio, pero que este volvió a decir al tiempo que señalaba a la parada…

  • “¿Qué me dices?".

Respondiéndole…

  • “Pues no sé, mire usted no suelo llevar a extraños en el coche, ya sabes no solemos fiarnos de desconocidos, además no sé si tenemos la misma dirección".

Este introduciéndose un poco más en el interior de mi coche por la ventanilla, me respondió…

  • “Perdona que te ponga perdido el asiento de agua, pero me estoy empapando. Mira la verdad es que si nos vemos cada mañana, da la casualidad que yo trabajo cerca que ti, trabajo en las oficinas de los juzgados".

No dejándome contestar, mirándome mientras una sonrisa lasciva se le dibuja en la cara, soltándome…

  • "Quizás te venga bien un poco de compañía y una buena conversación. ¿Qué opinas?".

Me quede titubeando pero fue los incesantes claxon los que me hicieron finalmente aceptar, y nada más pulsar el botón el cual abre los seguros del coche. Este abrió la puerta con rapidez, echo su paragua detrás del asiento del copiloto al tiempo que su chaquetón mojado, acabando por entrar y sentarse, colocándose el cinturón de seguridad.

Recuerdo que no dejaba de mirarme de una forma extraña, su mirada lasciva me ponía nervioso, pensé que quizás antes me hubiera visto como me frotaba mi miembro, acción por mi parte que haría pensar que es una manera de provocar. Pero tuve la poca delicadeza de fijarme en su entrepierna, pues tenía una llamativa erección, quedándome un poco nervioso. Nada más ajustarse el cinturón, cogió y se presentó…

  • “Gracias por llevarme, te lo agradezco de corazón, otros no lo hubiera hecho. Bueno, yo me llamo Manolo y tú…”.

Tras responderle haciéndole saber cómo me llamo, tiempo que me fije bien en él, pues este hombre de complexión delgada, cuyos cabellos abundantes eran de color blanco. Viendo que vestía correctamente, pues llevaba pantalón de pana marrón, camisa celeste con un chaleco de pico encima. Comenzamos a hablar de cosas triviales, continuando por el trabajo y finalmente del tráfico, acabando por hablar de lo buena que están las niñas. Pues vimos algunas como si hubieran salido de la discoteca, chicas que iban con falditas muy cortas, tan cortas que iban a ras del culo y blusita muy sexy, prendas que dejaba a la imaginación el resto. Pensamientos que nos puso aún más caliente, continuamos con comentarios sobre lo buenas que están las chicas últimamente, soltando este…

  • “Están para cogerlas y cogerlas echarla sobre el maletero, no quitándoles ni las braguitas, metiéndoles el ‘pollón’ y que sepan lo que es una buena polla”.

Comentario que acabamos por reírnos ambos. Entonces ocurrió algo inesperado, pues este coloco su mano izquierda sobre mi muslo, no dije nada… me quede callado y sin saber cómo actuar. Cogiendo este y deslizo su mano hacia mi rodilla, volviendo ahora a ascender hasta mi entrepierna, tocándome levemente con las yemas de sus dedos mi miembro… uuummm. Sintiendo como recorría mi tronco hasta mi grande… uuuffff, dejando una evidente mancha húmeda por mi indiscutible excitación. Soltándome…

  • "Menuda erección tienes, no te duele de como esta, no me extraña que tengas el aire frio puesto”.

  • “Sabes, te estado observando más de un día como te calientas y hoy le echado huevos para decírtelo".

Dijo, mientras deslizaba su mano por mí erecto miembro, apartando torpemente y tarde su mano en el momento que nos pasaba una moto, o incluso un autobús. Volviendo a los pocos minutos su mano a mi muslo, seguía moviéndola como si me tanteara. Viendo que no decía nada y menos lo evitaba, ascendió su mano hasta mi bragueta, bajando la cremallera e introdujo su mano dentro… mmm, acabando por coger mi miembro y soltar…

  • "Joder que calientes estas, no te haces una idea de cómo me tienes a mí”.
  • “Tienes prisa por llegar al trabajo, porque si quieres en la siguiente salida podrías salirte, deteniendo el coche a los pocos metros a la derecha, donde hay un camino que va hacia unos arbustos”.

  • “No temas, no tengas miedo, te voy a solucionar tu problema de erección".

Torpemente le conteste…

  • “Qué salida debo coger, perdón digo… no soy lo que piensas, además esto es nuevo para mí".

Este ríe y me contesta…

  • "Mira, coge esa primera salida en dirección a la Pablo Olavide, nada más salir pégate a la derecha pues te encontraras un camino de albero, camino que acaba en una zona arbolada y cañizos”.

  • “Además no debes preocuparte, probándolo una vez te aseguro que te harás adicto".

Puse el intermitente de la derecha, tomando la salida indicada y salir por ese camino que este tan detalladamente me explico, detuve el coche donde me indico y antes de nada, llame a una compañera de trabajo al móvil, compañera a la cual avise que me encontraba en un atasco y seguramente llegaría tarde. El no perdía el tiempo, mientras yo hablaba le dio por desabotonarme los botones de mi camisa, continuando por acariciar mi pecho y besar mis pezones… ooohhh. Mientras su mano aun dentro de mi pantalón, continuaba acariciando mi miembro.

Mi compañera tuvo que tragárselo, ya que escuchaba de fondo la música que provenía de la radio del coche y del mismo ruido del motor de este. Nada más apagar el motor me dispuse a quitarme el cinturón, cuando este introdujo una mano por debajo de mi asiento y la otra en la cabecera de este quedándome un poco sorprendido por no saber sus intenciones. Pero en un par de minutos más tarde salí de dudas, pues mi cuerpo cayó hacia atrás al tiempo del respaldar de mi asiento. Actuando con rapidez, echándose literalmente sobre mí, pegando sus labios sobre los míos… labios que rehusé, continuando este por besar mis mejillas, cuello hasta mí pecho… mmm. Notaba su habilidad de sus labios y su lengua, besando, lamiendo e incluso succionando mi piel… uuuffff.

No perdía el tiempo, pues con su mano izquierda con dificulta logro quitarme el cinturón, sacando su mano derecha del interior del pantalón, acabo por desabotonarme el botón de este, tirando con fuerza hacia abajo. Me quede un poco asustado ante la confianza que cogío, aún más al verme como un extraño dejarle hacer, no era mi primera vez pero no precisamente era el lugar idóneo. Además estaba nervioso, no solo por donde estábamos, sino porque no dejaba de escuchar el pasar de automóviles a escasos metros de nosotros. Este como si la cosa no fuera con él, volvía a subir su boca hasta mis orejas, comenzando a chupar y ensalivar mis lóbulos, pidiéndome…

  • “Bésame, entrégame tu lengua, te aseguro que te va a gustar”.

Su mano se encontraba ya agarrando mi miembro, tratándolo como si fuera de una polea y tiraba de ella una vez tras otra. Sus dedos agarraban mi glande jugando con mi capullo… mmm, calentándome aún más de lo que estaba y volviendo a bajar, llevándose con sus dedos mi prepucio hasta la base, donde me lo recorría pasándome las yemas de sus dedos por mis testículos, acabando por deslizarlos por el perineo… uuummm, haciéndome cerrar mis parpados de gusto, mientras me susurraba al oído...

  • "Tócame mi polla, quiero sentir tu mano... mmm, cojéela as lo mismo que te hago yo a ti".

Alargue la mano hasta su entrepierna tocando su bulto por encima, notaba lo dura que la tenía, siendo una de sus manos quien saco su miembro del interior de su pantalón. Acabando por sujetarme mi mano y llevarla hacia su miembro, poniendo cierta resistencia por mi parte, pero acabo por apretar mi mano contra su miembro, acabando por notar lo caliente que él también se mostraba. El olor a polla excitada lleno el interior del coche, volviendo a agarrar mi mano y colocándola alrededor de su miembro, mostradme e indicándome como debía de masturbarle… uuummm (joder, como si fuera esa mi primera vez). Comencé a hacérselo torpemente, fingía que nunca lo había hecho, aunque creo que eso le gustaba más.

Acabo este por agachar su cabeza colocándola entre mi cuerpo y el volante, introduciéndose mi miembro en el interior de su boca… aaahhh, dándome al principio lengüeteadas para recorrerlo a base de bocaditos, yo me estremecía y creía morir de gusto. Se empezó a tragar mi miembro poco a poco… uuuffff, mientras que una mano me pajeaba alternando con caricias a mis testículos. Mientras con la otra, no dejaba de acariciar mi vientre en una posición más incómoda para él. Se incorporaba una y otra vez, chupaba y jugaba con mis pezones… uuuffff, mordisqueaba y los succionaba… ooohhh, produciéndome mucho placer tanto que los tenía como piedras de duro.

Pero su mano derecha no dejaba de acariciar mi miembro e incluso cuando empecé a soltar más líquido seminal mojando sus dedos se los llevo a su boca, haciéndome ver lo bueno que eran… uuummm, acabando por recoger nuevamente un poco más e introducírmelos en mi boca, obligándome a saborearlos… ooohhh. Haciendo que mi lengua y mis labios se los limpiara, obligándome a saborear mis propios jugos, acabando por bajar sus dedos humedecidos por mi saliva hasta la entrada de mi orificio.

Al principio acariciaba alrededor… mmm, pero poco a poco frotaba con la yema mi orificio, ayudándose con saliva y presionaba su dedo… aaahhh, hasta notar como lo introducía al final su dedo. Bajo de nuevo su cabeza entre mis piernas y de una atragantada se introdujo mi miembro totalmente en su boca, yo estaba a punto de caramelo y creo que él lo sabía por qué empezó a acelerar. Comenzando yo a gritar…

  • "Aaaaaahhhh!!!... Aaaaaahhhh!!!... Aaaaaahhhh!!!, me viene".

El no dejaba de chupar, succionar mi miembro, pasar su lengua en el interior de su boca contra mi tronco, mientras su dedo jugaba con mi orificio… uuummm, entrando y saliendo… aaahhh. Hasta que no pude más y acabe corriéndome en su boca, tanto placer me estaba dando que presione su nuca contra mi vientre, notando en verdad que él deseaba apartarse. Que quería retirar su cabeza, pero yo no le dejaba por el éxtasis del momento, momento en que note como me estaba mojando con mi propia leche, no dando importancia en esos momentos, menos aun cuando note como este recogía con sus dedos mi semen y aprovechaba estos… mmm, como vaselina al llegar a introducirme dos de sus dedos de golpe en mi interior. Lo deje incorporarse descansando ambos, acercándose a mí me coloco su brazo alrededor de mi cuello oprimiéndome hacia abajo, tirando hacia su entrepierna. Soltándome…

  • "Ahora te toca a ti, hazme lo mismo… veras como te gusta, solo tienes que tener cuidado de no apretar con tus dientes".

Introduje mi cabeza entre sus piernas, dejando su glande a escasos centímetros de mi boca, abriéndola y saque la lengua pasándola por su glande, parándome en su orificio como queriendo penetrarlo… mmm. Pose mi mano sobre su tronco y comencé a bajarle su prepucio, ayudándome con mis propios labios hasta dejar su glande a la vista… uuuffff, acabando por introducírmela por completo y soltar este entre gemidos…

  • "Oooooohhhh!!!... Dios, como lo haces sigue.... uuuuummmmm!!!".

Mi cuerpo semí tumbado sobre él, acabo este por colocar su mano derecha sobre mis nalgas desnudas, comenzando a magrearlas e ir deslizando de nuevo sus dedos por mi orificio, jugaba con el… uuummm. Entrando y saliendo su dedo hasta bien metido su nudillo, moviéndolo en círculo como si deseara ensanchándolo… aaahhh, haciéndome notar como de gruesos eran sus dedos… uuummm. Cuando me introdujo el segundo quería hasta gritar de placer, pero inevitablemente era algo inútil… uuuffff, pero ese segundo dedo dejo sitio al tercero y no dejaba de mover esos dedos… aaahhh, movimientos que me pusieron de nuevo a mil antes de tiempo. Acabando por decirme…

  • "Sigue... sigue... no pares… ooohhh, me voy a correr ya mi niño… uuummm, quieres probar buena lechecita".

Pero yo en vez de retirar mi cabeza, acelere con la chupada convirtiéndome en un diablillo con su polla en mi boca, empezó el a notar mis amígdalas de lo profunda que me lo introduje. En uno de esos tragantones que casi me daban arcadas, note los chorros de su corrida directamente contra el fondo de mi garganta… mmm. Chorros abundantes y cálidos… aaahhh, intente apartarme… cosa que no me permitió, obligándome a tragarme toda su leche y minutos después. Comenzando a cogerme la cabeza con fuerza, moviéndola de arriba hacia abajo, como si me follara la boca,  dejándole la polla limpia de restos algunos y encima de nuevo lista… uuuffff. Soltándome…

  • “Eres todo un maestro chaval, me la has puesto de nuevo tiesa, pero es una pena pues mi próxima corrida no tardo nada en correrme”.

Me mira mientras no deja de masturbarse, y me suelta…

  • “Sabes, ahora que lo pienso aún tenemos tiempo para hacerte un hombre en todos los campos".

Mientras tiraba de sus prendas inferiores hacia abajo, empezó a echar el respaldar de su asiento hacia atrás, dejándolo al mismo nivel que el mío. Me cogío de nuevo pero por mi cintura, echándome hacia el pero de tal forma que quede de espalda, pego su cuerpo al mío notando su respiración sobre mí. Comenzó a besarme mi cuello bajando hasta mi cintura, acabando de nuevo subir hasta acabar por colocarse de rodillas sobre el asiento, notando sus piernas una a cada lado de la mía. Sintiendo el peso de su cuerpo descansar sobre el mío… mmm, escuche un ruido de algo rasgar y eche la cabeza hacia un lado, mirándole que por el reflejo del cristal veo que se va colocando algo y tras ver como tiraba un envoltorio por la ventanilla, adivine que se trataba de un preservativo.

Volvió a echarse parcialmente sobre mí, colocando sus brazos a ambas lado de mí cuello posando sus labios en ellos, note como una de sus manos descendió al tiempo que acariciaba mi espalda… uuummm. Mano que descendió hasta mis nalgas, bajando por mis glúteos para volver a subir, deteniéndose en mi orificio… ooohhh, e introduciendo uno de sus dedos poco a poco… uuummm. Dejo que aparto al tiempo que dejo cae su cuerpo, notando como algo aún más grueso y largo se va alojando dentro de mí… ooohhh. Llegándome a soltar…

  • “A que creías que era uno de mis dedos… eeehhh, te he tenido engañado… uuummm”.

Claro que me cuenta que era su polla… aaahhh, como para no notar que aquello era su miembro… uuummm, pues no solo era más grande sino grueso… uuuffff. Pero no quise quitarle la ilusión a él, que me en verdad lo sabía. En sus embiste… aaahhh, acabo por colocar su mano en mi boca, oprimiéndome como para que no quisiera que gritara, aunque yo simplemente jadeaba, mientras el empezó a decirme cochinadas mientras me penetraba…

  • "Que culito tienes… uuummm!!!, joder que bien te lo he trabajado… ooohhh!!!, apenas has notado cuando te la he metido ooohhh!!!”.

  • “No grites preciosa que te voy a dejar… aaahhh!!!, echa una nena zorra… uuuffff!!!".

Entre exclamaciones, obscenidades, jadeos e insultos, me embestida duramente, no dejándome de soltar…

  • "Que caliente me tienes putita, que pena que no estemos en una cama… uuuffff!!!, te podría colocar boca arriba con tus piernas en mis hombros y follarte hasta preñarte... aaaahhh!!!”.

  • “Dios me voy a venir ya… aaahhh!!!, como quisiera hacerlo dentro tuya ooohhh!!!".

Notaba como se le hinchaban las venas, como sus movimientos eran cada de ser lentos al tiempo que se convulsionaba, convirtiéndose en embistes cada vez más rápido y brutales… ooohhh. Notando como se le hinchaba su preservativo dentro de mí, preservativo que se llevó de leche caliente, acabando por dejar su pesado cuerpo sobre el mío durante unos minutos hasta que se pudo sobreponerse. Luego entre alegorías por su parte fue colocándose sus ropas, colocando el asiento derecho y tras mirar el reloj, me soltó…

  • “Podemos irnos ya… no”.

Yo continuaba semí desnudo boca abajo en el sillón del conductor, sintiendo mi polla dura y dolorido mi culo. Pero tras zarandearme este, acabe por ponerme derecho y salir del interior de mí coche. Me coloque mis ropas, orine y tras colocar derecho el asiento… acabe por sentarme, mirando la hora que ya iba bien tarde, me puse al volante y le comente…

  • "Sabes una cosa, me has dejado insatisfecho mientras tú te has quedado como nuevo… verdad”.

  • “Sabes una cosa no... me debes una, pero la dejaremos para la próxima vez que nos veamos".

Soltándome este entre risas…

  • "Que hijo de puta eres, mira cabrón has disfrutado tanto como yo, pero si quieres mas no arranque el coche que te la chupo otra vez o mejor aún, si quieres en la oficina conozco un compañero al cual podemos invitar".

  • “Todo depende de ti, si te vez envalentonado y dispuesto entre mi amigo y yo te damos fuerte, tú me dices”

Cojo y le contesto…

  • "Vale te cojo la palabra, quizás tu amigo me puede satisfacer mejor que tu".

Lógicamente acepto, no hubo intercambio de numero de móviles como hoy día, sino fuimos más directo, ya que me cito en los aparcamientos subterráneo junto a las escaleras de acceso. Bueno creo que mejor será dejarlo aquí, aunque tengo aun como continuo con su compañero, pero eso será en otra ocasión… mmm. Espero que os haya gustado tanto como a mí, espero vuestros comentarios. Mi email (lógicamente todo junto) es… Jhosua 1974 @ Gmail . com