Un viaje muy excitante
Un viaje en tren de diez horas, de noche en unas literas y una chica preciosa dormida...
Esta historia me ocurrió hace un mes, yo estaba sin trabajo y conseguí una entrevista para una gran empresa en mi ciudad, el único inconveniente es que la entrevista la tenia que hacer en otra ciudad, y estaba sin dinero, busque ofertas de vuelos, pero se salían de mi presupuesto, así que busqué en el tren eran 10 horas de viaje pero mucho más barato y más aun si viajabas de noche, así que compré el billete en uno de esos vagones con literas, para poder dormir un poco ya que, por la mañana sería la entrevista.
Llego el día del viaje, llegue pronto y en cuanto llego mi tren subí, al poco rato subió una chica, y se sentó en frente sería mi compañera de viaje, era preciosa, con el pelo largo, rubio, delgada y con una piel blanca y suave como la seda, llevaba unas minifaldas muy cortas negras y una blusa roja. Entones me hablo, nos saludamos y se quedó mirando por la ventana.
Yo estaba embobado mirándola, ella cruzó las piernas y se hecho hacia atrás tomando una posición más cómoda para el viaje, como llevaba unas falditas tan cortas se le asomó una especie de pantaloncito corto de encaje rojo, no podía separar la vista del encaje. Ella parece que se dio cuenta de que la estaba mirando y me dijo
Ella: Es un culote rojo, dicen que llevar ropa interior roja da buena suerte para las entrevistas de trabajo. (Dijo sonriéndose)
Yo: ¿A si? No me había dado cuenta, no estaba mirando ahí (Dije yo avergonzado)
Ella: ¿Por que viajas por placer para ver a alguien o por negocios?
Yo: Por negocios tengo una entrevista
Ella: Anda, igual que yo
Entonces se agachó para coger de su bolso un paquete de caramelos, y por su blusa entreabierta pude ver casi su pecho entero, ya que no llevaba sujetador. Casi se me cae la baba, ahora si que no podía apartar los ojos de su escote. Otra vez me pillo, y mirándome se puso erguida lentamente.
Ella: ya que vamos al mismo destino, si te apetece, después de tu entrevista podríamos tomar algo .
Yo: Valla me encantaría pero regreso nada más terminar, lo siento
Ella: valla que pena
Que mala suerte tenia, había estado casi un año entero soltero, y ahora que me había echado novia hacia sólo un mes, una mujer tan preciosa quería quedar conmigo, pero yo no era así no podía hacerle eso a mi novia, por mucho que me gustase la chica que tenia enfrente.
Yo: ¿Y de donde eres?
Ella: Soy de Zaragoza, ¿Y tú?
Yo: También de Zaragoza, pero de un pueblo, de Caspe, ¿lo conoces?
Ella: Claro he estado allí un motón de veces, y ¿allí querrías quedar conmigo a tomar algo alguna noche?
Yo: Valla lo siento de verdad, eres una chica muy guapa, pero la verdad es que tengo novia.
Ella: Bueno no soy celosa, si tú no se lo dices yo tampoco
Yo: no, no puedo (cada vez menos convincente)
Entonces me puse a leer el libro que había traído para el viaje, no podía seguir mirándola, de lo contrario, no se hasta que punto podría seguir siéndole fiel a mi novia, aunque de vez en cuando no podía evitar mirarla disimuladamente, se había recostado sobre el cristal, y se le veía casi entero la mitad derecha del encaje de su culote rojo, de verdad que estaba que no podría más.
Entonces ella anunció que se iba a acostar en la litera de arriba, pero que no me preocupase que no le molestaba la luz encendida para dormir, yo seguí leyendo mi libro y cuando pasó un rato vi que estaba dormida, ahora si podría mirarla tranquilamente sin que me viese con los ojos fijos en ella como un bobo.
Estaba tumbada boca arriba, la blusa se le había movido hasta dejar al descubierto bastante carne de su pecho derecho, tan blanquito, moviéndose acompasado con su respiración, tenía las piernas entre abiertas y una rodilla ligeramente entre abierta, estaba súper sexy tan dormida.
Entonces, me dije, por una miradita más de cerca tan poco pasa nada ¿no? Mirar no es poner los cuernos ni nada por el estilo, me acerque a ella con cuidado y le desabroché su blusa hasta el ombligo, con mucho cuidado de no despertarla moví la tela hasta dejarle los dos pechos al aire, tenia unas tetas preciosas redonditas, desafiando la gravedad, como dos quesitos, y unos pezones rosados pequeñitos, mirándome fijamente desafiándome.
Con cuidado acaricie uno, no despertó, luego el otro, los pellizque suavemente, noté como su reparación se aceleraba pero no despertaba, me arriesgue, estaba fuera de mi y me metí uno en la boca empecé a chuparlo, luego el otro, ella empezó a gemir muy bajito pero aun sin despertar, eso ya si que hizo que me pusiera a mil.
Y me dije ya puestos sigo mirando, así que subí su falda, y ahí estaba su culote de encaje rojo, era semitransparente así que podía apreciar su coñito perfectamente, iba depilada empecé a acariciarlo y nuevamente ella comenzó a respirar más fuerte, me acerqué a olerlo, dios que olor casi me vuelvo loco, tenia que comérmelo si o si.
Con mucho cuidado fui bajándoselo, lentamente hasta poder quitárselo, ya lo tenia enfrente mía su coñito perfectamente depilado, pasé un dedo por su clítoris repetidas veces, hasta que comenzó un leve gemido, continué con movimientos circulares y después golpecitos sobre su clítoris cada vez más fuerte y más rápido, quería verlo erguido y bien durito. Le separé más las piernas y comencé a meterle un dedo, estaba súper mojada, estaba claro que aunque estuviese dormida la estaba poniendo cachonda y seguí follándomela con el dedo.
Subí a la cama y mientras seguía metiendo y sacando mi dedo empapado con su liquido, empecé a chuparle el clítoris, primero lentamente y después succionándolo, lo abarraba entre mis labios y le daba golpecitos con mi lengua, ella cada vez gemía más fuerte y más, entonces abrió los ojos , se despertó por el placer que le estaba dando, se estaba mordiendo un labio y me encontró allí, de rodillas en su cama comiéndole el coño, me dio con la mano en la cabeza para quitarme, pero yo seguí chupándola y fallándomela ahora con dos dedos muy rápido y le metí un tercero en el culito, dejó de intentar quitarme siguió gimiendo hasta que se corrió.
Me quedé parado, viéndola extasiada después de su orgasmo, no sabia que iba a hacer ella si largarse, llamar a seguridad o yo que se, pero se incorporó y empezó a besarme con pasión y a desabrocharme el pantalón, no podía creármelo, estaba claro que le había gustado lo que le había hecho. Cuando me quitó los pantalones y los calzoncillos se sentó encima de mí y de una sola estacada se clavó mi polla en su coño y empezó a follarme como una loca.
Yo aproveche que la tenia encima, le terminé de quitar la blusa, y la falda para dejarla totalmente desnuda, mientras le amasaba las tetas, le mordía los pezones, ella gemía y gemía, entonces me susurró "méteme un dedito en el culo como antes" así lo hice, se lo metí y volvió a correrse, no sé como los pasajeros de los otros vagones no nos escuchaban.
Yo estaba que no aguantaba, necesitaba correrme, se lo dije, me dijo que no tomaba pastillas, ninguno llevábamos condones y yo no aguantaba más.
Así que la puse a cuatro patas sobre la cama y seguí metiéndosela un poco más, mientras que le escupía en su ano, primero metí un dedo, luego dos, después tres, me retiré y comencé a darle lametazos desde su clítoris hasta su ano, creo que la puse aun más cachonda, porque se retorcía de placer, cuando estaba bien lubricada, seguí follándome su culo con tres dedos y otros tres en el coño, entonces quité los dedos y empecé a meter la punta en su culito, ella protestó, pero le recordé que yo le había dado dos orgasmos y que necesitaba correrme y que no teníamos condones, así que me dejo seguir.
Me costó metérsela, poco a poco fui introduciéndole primero la punta después el resto, cuando mis huevos chocaron con su coño empecé a bombear muy fuerte, ella puso una de sus manos y se acarició el clítoris al cabo de un rato los dos nos corrimos, cuando me salí de su culo estaba chorreando, nos abrazamos y nos dormimos.
Nos despertamos cuando por fin habíamos llegado, nos despedimos con un beso, una vez que estuve en la entrevista, cuando fui a sacar mi currículo, se callo un papel al suelo, era su numero de teléfono ..