Un viaje al pasado - 4

Noche de boda de Nilam

UN VIAJE AL PASADO – 4

No estábamos solos, las otras mujeres de mi marido, querían ver si en realidad yo podía satisfacer a nuestro hombre, y digo nuestro, pues ya estaba casada con el y yo le pertenecía, era mi amo y señor y podía hacer con mi persona lo que quisiera.

Me acosté a su lado, después de quitarme todos los abalorios que me habían puesto para mi boda, comencé acariciándole, darle besos me era repúgnate ya que le faltaban varios dientes y en realidad no era un Adonis, eso sí, comencé hacerle una mamada para ponerlo en situación, al mismo tiempo que le ofrecía mi chichi en un 69, que por cierto no desprecio, afortunadamente, mi clítoris no era pequeño y en realidad me dio mucho placer como me lo comía, cuando comprobé por el tamaño de su pene en mi boca que lo tenía suficientemente duro, me tumbe de espaldas, abrí mis piernas y cogiendo su pene me lo puse a la puerta de mi chichi, cruce mis piernas por detrás de sus caderas y de un solo golpe me lo traje hacia mí, metiendo su pene en su totalidad en mi vagina, entonces el comenzó con un mete y saca, al mismo tiempo que mamaba mis tetas de color chocolate con leche. Menudo pene tenía el cabrón, ya lo había experimentado en mi culo pero es que en mi vagina me llegaba hasta el cuello del útero, su acometidas eran cada vez mayores, yo chillaba de placer creo recordar que le decía: Venga negro cabrón, métemela hasta el fondo, hace tiempo que no tengo un nabo como el tuyo en mi coño y cosas parecidas, el también decía algo pero lo único que le entendía era mi nombre NILAM, NILAM. Me daba la sensación que le gustaba mi actitud, en eso sentí un calor en mi coño, era el esperma de mi marido se estaba corriendo, no podía ser, yo ni siquiera había llegado a la mitad del polvo tras descargarse saco su pene de mi vagina, pero no le deje descansar, me cambie de postura y lo coloque tumbado, me metí su pene en mi boca, todo el manchado de mis jugos y su semen y comencé una nueva mamada para ponerlo como el palo de una escoba, cuando lo conseguí, de un solo golpe, me senté sobre el ensartando su condición de macho dominante en mi coño, y comencé a cabalgarlo, así con los movimientos de mi pelvis y un sube y baja conseguí llegar a un orgasmo al mismo tiempo que el nuevamente se descargaba en mi interior, los músculos de mi vagina comenzaron a estrujar su pene con el fin de sacarle todo su jugo, por la cara que puso de satisfacción le encanto, me levante y cerré bien las piernas, no quería que se desperdiciase una sola gota de su semen, me puse a cuatro patas abrí mis piernas y le ofrecí mi coño para ser penetrado nuevamente, el no lo rechazo y cogiéndome de las caderas, como solía hacerlo cuando me la metía por el culo, me ensarto su viril miembro sin contemplaciones en todo mi chichi, el grito que di, hizo que mis comadres se riesen, pero la que disfrutaba era yo. Nuevamente comenzó a empujar, se inclinaba sobre mis espaldas afín de coger mis tetas y estrujarlas, ninguna de sus otras mujeres tenía unas tetas tan firmes como las mías, las estaba ordeñando, aunque no salía nada, solo placer de ser penetrada.

Si mi ex Julio, me desprecio por ponerle los cuernos y prostituirme, mi amante Sebas me abandono en la edad de piedra, tenía que demostrarme a mi misma que con un buen coño se puede vivir de puta madre sea donde sea, y nunca te faltara un macho que te la meta, los empujones que me daba me hacían recordar los momentos pasados con Julio y Sebastián quien me hubiese visto en mi vida de casada, toda maquillada con ropa sexi contoneando mis curvas por las calles y haciendo que los hombres se diesen la vuelta para verme, no podrían reconocerme en ese momento, desnuda, con todo el cuerpo teñido de color chocolate con leche, afeitada la cabeza y las cejas, pintada mi cara y mis tetas con símbolos de fertilidad, y siendo poseída por un hombre de la edad de piedra, sin dientes con tres esposas y un montón de hijos, haciendo las labores de una nativa africana, recogiendo leña en el bosque y agua a dos kilómetros, haciendo fuego frotando dos palos, tejiendo cestos y comiendo a base de mandioca, harina de mijo y de maíz, algún pescado, cogiendo la comida con las manos y durmiendo en el suelo, tapando mis vergüenzas con una piel de cabra y paseando al sol mis hermosas tetas, pero había una cosa segura. Tenía un hombre que sabía darme placer continuamente. En eso Zaafir dio un grito pronunciando mi nombre y se descargo nuevamente en mi coño, los dos caímos agotados, nos abrazamos y quedamos dormidos.

Al día siguiente, tras despertarme y salir de la choza, para hacer mis labores cotidianas, note que todas las mujeres del poblado, estaban sentadas a las puertas de sus chozas, al verme salir, se levantaron y dirigiéndose hacia mí me rodearon al mimo tiempo que comenzaban a saltar todas a un ritmo que marcaban las palmas que daban, se acercaban a mi me acariciaban mi pelada cabeza, diciendo unas palabras que no entendían después bajaban las manos hasta mi sexo y lo acariciaban al igual que mis pechos.

Las otras esposas de mi marido me rescataron y con gestos me dieron a entender que me estaban felicitando por ser una mujer con mucha fuerza en mi chichi y que mi marido estaría muy contento que le daría muchos hijos. Me había convertido en la mujer a imitar por todo el sector femenino de la tribu.

Cuando comenzaba a hacer las labores domesticas, ordeñar las cabras, ir a buscar leña y agua, la primera esposa me agarro de la mano y me llevo a una choza.

Al entrar vi a una mujer trabajando en las labores domesticas, pero al ponerse en pie, comprobé que estaba embarazada, seguramente de 6 mese, ella se acerco a mi i cogiendo mis manos las puso sobre su tripa preñada y dijo unas palabras, que no entendí, al salir la primera esposa me dijo que me había escogido para que estuviese presente el día del parto que con mi presencia le daría fuerzas. Después, fuimos a otra choza al entrar vi a una mujer que estaba amamantando a su hijo, después de darle el pecho y dejarlo en un cesto, cogió un cerdito que estaba en el cesto y lo puso en su pecho para que también mamase, me llamo mucho la atención, me dijo que el cerdito se lo había regalado su esposo para que lo cuidase como a su hijo y que cuando creciese seria la dote que pagaría para la boda de su hijo. Todas las mujeres tenía que amamantar a un cerdo y criarlo para la dote del recién nacido, cuantos más amamantase mejor sería la dote, demostrando de que son fuertes y ricos, con ello me estaban indicando de que el día que tuviese hijos tenía que darles de mamar hasta que el animal pudiese comer por sí solo.

Me estaba enseñando todas las costumbres y  obligaciones de las mujeres casadas, no lo había hecho antes por no haberse consumado la unión, pero desde aquella noche todas las mujeres ya sabían que mi matrimonio era real y consumado, había entrado en el clan de las mujeres casadas, antes estaba en el clan de las solteras con pretendiente. Además mi debut en la noche de bodas se comentaba en todo el poblado y cuando pasaba al lado de una mujer ella me sonreía y daba palmadas, los hombres al ver a mi marido lo paraban y le pedían que les explicase una y mil veces lo que le había hecho esa noche.

El resto del día fue tranquilo, agradeciendo los gestos de felicitación al mismo tiempo que hacia mis labores, encender el fuego, preparar la comida y demás cosas que ya había asimilado como mis obligaciones de una de las esposas del jefe, en el momento de repartir la comida, como siempre el primer plato fue para Zaafir, que se lo lleve, después los niños, y por sorpresa el siguiente fue para mí, no lo quise le correspondía a la primer esposa, Zaafir había ordenado de que a partir de aquel momento yo pasase a ser la primera esposa por el placer que le había dado, quise explicarle que no podía aceptarlo, que no me correspondía, que mi puesto era el de la cuarta esposa, fue entonces cuando la que era la primera esposa me dio a entender de que, como ella ya no le podía dar hijos había sido relegada a cuarta esposa, que no me guardaba animadversión, eran las leyes del poblado, me sentó tan mal que me puse a llorar, Sanka, que así se llamaba, me dio a entender que sería mi amiga, que ella me guiaría para que fuese una muy buena primera esposa, ella estaría relegada a satisfacer a Zaafir cuando yo no pudiese yacer con él, por tener la menstruación o después del parto, después de la comida, Zaafir, me llamo, acudí presta y obediente ante mi marido, me mando acostarme a su lado y no me hecho un polvo, hicimos el amor, quise explicarle mi tristeza por la actual situación a la que se había visto obligada Sanka, el mi indico que es la ley del pueblo, y se tiene que obedecer, que a ella no le pasara nada y seguirá viviendo con él, además su hijo mayor es el que heredara todos sus bienes y cuidara de su madre.

A partir de ese día, Sanka era mi mejor amiga, con ella estaba aprendiendo el lenguaje de la tribu, como se decía, choza, fuego, niño, cariño, comida, me estaba enseñando a hablar.

Un día, apareció por el horizonte un hombre, traía una lanza y un escudo, venia envuelto en la piel de un león, se acerco a la choza, y dando un grito dijo.

-          Yo Ghaib, hijo de Zaafir ya soy un gran guerreo, y traigo la prueba.

En eso extendió a la puerta de la choza, la piel de un león de melena negra.

Su padre, mi esposo, salió de la choza y acercándose le dio un abrazo, había marchado del pueblo como un adolescente y regresaba como un hombre conquistador, su nombre significaba CONQUISTADOR, sería un gran sucesor de su padre.

Apenas tendría 16-18 años, alto, fornido musculoso, los collares que colgaban de su cuello mostraban que era hijo de jefe y destinado a sucederle, cuando vio a su madre Sanka, la abrazo y con ella penetro en la choza de su padre. En eso, salió Sanka y agarrándome de la mano me metió en la choza y me sentó a la derecha de Zaafir. Eso le extraño a Ghaib, el sabía que su madre era la primera esposa, pero desconocía todo lo que había pasado. De reojo, pude comprobar que su mirada hacia mí no era precisamente de beneplácito, se le notaba molesto por la decisión que había tomado su padre con respecto a nosotras dos.

Entonces me levante y poniéndome de rodillas ante él le dije con las pocas palabras que comenzaba hacerme entender en la tribu.

-          Ghaib, eres un hombre valiente, venciste a Simba, tienes la fuerza de tu padre, Zaafir, mi amado esposo, y el corazón cariñoso, sabio y justo, de tu madre, Sanka, mi amiga, mi hermana, mi guía. Yo quiero ser tu amiga y obedecerte como hombre justo que dicen tus ojos.

Un silencio apareció en toda la choza, nadie decía nada, yo permanecía de rodillas ante Zaafir y Ghaib, en eso él se levanto me cogió por lo hombros y como si fuese una pluma me levanto del suelo y en volandas me puso a la derecha de su padre, con ello estaba aceptando la decisión de Zaafir y colocándome en el lugar que me había puesto su padre.

El resto de los presentes, comenzaron a entonar cantos en honor de Ghaib acompasados por palmas, el día termino en fiesta, el hijo de mi esposo había demostrado ser digno heredero de la jefatura del pueblo, ser justo y cumplidor de las leyes.

Zaafir, le conto toda mi historia a su hijo, que yo había sido cedida por el hombre blanco por haber sido una mala esposa y que ahora estaba aprendiendo a ser buena esposa y trabajadora, además había demostrado todos los días ser una muy buena amante, le dijo nuestra aventura el día de la boda y que todas las noches el yacía con migo quedando completamente satisfecho, que ninguna de sus otras tres esposas le habían hecho gozar como ella sola lo hacía.

Habían pasado tres meses desde mi boda con Zaafir y casi 12 meses desde que el cabrón de Sebastián me había dejado en el poblado, en eso Sanka, me llamo y me dijo que la mujer embarazada que había visitado hace meses, se había puesto de parto y me recordó que ella me había escogido para que asistiese al parto. Era la primera vez que asistiría a un parto tan natural, en plena selva africana como hace 3000 años, pensándolo bien, me dije, si desde esa época o antes las mujeres estamos pariendo lo tenemos que estar haciendo bien y no será tan difícil, así que entre Sanka y yo acompañamos a aquella joven que además de ese trance era primeriza

CONTINUARA